Vuelve mi prima Beca

Con Beca fue con la que inicie en esto del incesto, ella aun trabaja en casa y ocasionalmente cogemos, ahora un poco menos ya que no estoy mucho en casa, esta semana la pedí para trabajar en casa, así que hoy vino a limpiar la casa, llego a las 8 am y empezó a limpiar y yo me puse a trabajar, hasta las 12 que pare para comer algo, ella estaba preparando de comer en la cocina, así que me puse detrás de ella, le arrime la verga, puse mis manos en su cadera y le di un beso en el cuello, algo que a ella le pone muy cachonda.
B: amor espera, se me va a quemar la comida, después de comer hazme lo que quieras.
No la deje acabar, puse mis manos en sus tetas y seguí besando su cuello, apago la estufa, ya estaba más cachonda.
J: yo te voy a dar de comer, ponte de rodillas y comete tu banana favorita.
Me senté en una de las sillas del comedor, me baje el pantalón y ella se puso de rodillas para comenzar a mamar mi verga, le empuje la cabeza para que la meta hasta el fondo, ahí se la deje unos segundos, hasta que ella no pudo respirar, hice lo mismo más veces, ya tenía la verga llena de sus babas.
J: detente perrita, ya estas cachonda?
B: si, ya estoy cachonda papi, quiero verga.
La levante agarrandola del cabello, la puse de pompa a la mesa, siempre lleva falda, así que se la levante, le hice a un lado su calzón y se la metí de una, estaba demasiado cachonda que entró muy fácil, tiene las nalgas muy blancas, le di una fuerte nalgada que se le marcó mi mano roja, le estire el cabello y se la empece a meter más fuerte.
B: así papi, usame así, me gusta ser tu perrita.
Seguí metiendosela más fuerte, pero aun no me quería correr, aun faltaba reventarle el ano, mi verga ya estaba muy mojada de sus jugos, así que se la saque y la apunte a su ano.
B: espera papi, ya sabes que me duele el culo cuando haces eso, hazlo despacito por favor.
Ella sabía que seria inútil resistirse, empecé poco a poco pero firme, de sus ojos empezaron a salir lágrimas de dolor y gritos.
B: para, me duele mucho, cabron, para.
J: nadie me dice cabron, pero vas a ver que tan cabron puedo ser.
Le dije al oído, le agarre los hombros y se la metí todo lo que faltaba por entrar, lanzó un fuerte gritos de dolor.
B: perdóname papi, no me rompas el culo por favor, perdóname.
La dejé ahí, no quería que sufriera tanto.
J: que te cuesta ser buena perrita, solo por eso dejaré que decidas en que parte echarte mi leche.
B: quiero que me la eches dentro, quiero que me embaraces.
Así que le di otra vez, hasta que su culo se acostumbro, y cuando ya me iba a venir, se la metí en la panocha y le solté toda la leche, tuvo una especie de convulsión, le temblaron las piernas, se vino muy rico, después de solterle la leche, la dejé ahí en la mesa, le escurría leche, tenía los ojos en blanco y la boca abierta, respiraba agitada, fui al baño a limpiarme la verga, cuando regrese estaba igual, le di una fuerte nalgada y le dije que hiciera la comida, como pudo la hizo, aunque batallo para sentarse.
Esta semana tal vez haga más relatos, ya que el domingo cumplo años y tendré algunos regalos muy ricos que contaré.
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