María entró con miedo, pero por suerte al instante se diocuenta de que su marido no había dicho nada y se saludó con ellostranquilamente. El susto había pasado, pero ¿cuánto tiempo iba a poder seguirasí con ese nivel de stress?
Al otro día, María tomó una resolución. No pensaba hablarlocon nadie, pero de a poco iba a intentar volver a la normalidad en cuanto a susrelaciones afectivas. Lo primero era volver a coger solamente con su marido,con cualquier tipo de fantasías cuando estuvieran juntos, pero nada más. ConLuciano, sería más fácil enfriar todo ahora con su padre en la casa y que teníaa Sofía más dispuesta para coger.
No parecía que iba a ser tan sencillo ya que Luciano llegó yla abrazó de atrás apoyándola. Ella se giró y lo miró con severidad.
- Lucho, tenemos que hablar
- ¿Qué pasa?
- Necesitamos parar un poco con nuestros juegos
- ¿Porque?
- Porque tu papá me parece que sospecha, se leocurrió en el momento eso
- ¿SI?
- Si, aparte ahora Sofía está más dispuesta,aprovechá un poco
- Yo quería…Luciano se acercaba
- ¡No! María se fue para atrás y lo detuvo
- Bueno, está bien
Listo. Con Luciano parecía haber encarrilado las cosas. ConSofía, no iba a haber problema ya que le escribió y le explicó todo por WhatsApp
- ¡Hola Sofi!
- Hola Meri
- Escucha este audio que te mando y luego lo borropor seguridad
Le envió un audio contándole que el padre de Luciano lashabía visto y sabía todo y que a partir de ahora debían retomar la relación suegranovia de hijo como si nada hubiese pasado. A los 10 minutos le borró el mensajea Sofía.
- Me voy a morir de vergüenza cuando lo vea aSergio, escribió Sofía
- No tenés porqué, entendió todo y hasta localienta la situación, pero no está para jugar con eso
- Ah bueno, ¿lo tomó bien? segura?
- Si, zafamos bastante
- Sí, me quedé paralizada cuando escuchaba elaudio
- Bueno, borrá todo, y ahora no quieras completarla familia cogiéndote a mi marido, ¡eh! Le dijo Meri y atrás le mandó un JAJAJApara dejarla tranquila
- Bueno, si me lo pedís, jajajaja
- Borrá todo, la advirtió Meri
- Si
Listo, estaba todo encaminado a una supuesta tranquilidad yvolver todo a los carriles de la familia que eran. Sobre todo, ella podríavolver a esa vida sin riesgos de ser descubierta. Es verdad que últimamente elsexo y la adrenalina la excitaban y la ponían muy a tono, pero debía calmarse.Era necesario. Por otro lado, pensaba en la pija de Luciano, en la concha deSofía y en las cosas que hizo con Florencia, su amiga, y se volvía a excitar.Así transcurrió con normalidad la tarde.
Llegaba la hora de la cena y los reunía a los tresintegrantes de la familia, pero afortunadamente el diálogo se centró en elviaje a New York de Sergio, de las cosas que compró en el free shop y asívolvieron a pasar un momento en familia los tres juntos
Pasaron unos días, cuando un día María pasa por el cuarto deLuciano y siente ruidos, se acercó porque se imaginó que estarían cogiendo,pero no, lo que escuchó fueron llantos y sollozos por parte de Sofía. Se acercóaún más a la puerta y pudo saber que la madre de Sofía estaba atravesando unmal momento económico y se veía obligada a mudarse y cambiar a la novia de suhijo de colegio. No podía afrontar estos gastos y tomó la drástica decisión.
Los padres de Sofía se habían separado hace un tiempo. Elpadre luego de eso se fundió y le pidió a Eugenia, la madre de Sofía, vender lacasa. Desde hacía tiempo que no le pasaba dinero y Eugenia fue comiéndose lospocos ahorros que le quedaban.
Eugenia, la madre, era una réplica de Sofía con 22 años más.Muy linda y bien cuidada, pero con el rictus de amargura que cruzaba su rostrodebido al mal momento que estaba atravesando le daba un dejo de seriedad queasustaba realmente. Andaba todo el día trabajando de traductora y ganabarealmente muy poco como para mantener todo. El colegio de Sofía y Luciano eraun colegio bilingüe caro y ya no iba a poder mandarla más, aunque quedara muypoco para terminar.
Esa noche María quedó muy apesadumbrada y tocó el tema en lacena con su hijo y su marido. Luciano explicó muy bien la situación diciendoque era peor de lo que suponía María. Estaba con deudas en el colegio y lehabían dado un ultimátum para que la retire a Sofía. Ante la sorpresa deLuciano y María, Sergio tomó la palabra
- Sofía va a terminar el colegio ahí, dijocortante
- No, pa, dijo Luciano, debe 6 cuotas y no tienecomo pagarlas
- Yo voy a ir a hablar con el colegio si esnecesario. No se va a cambiar justo ahora
- ¿En serio, pa?
- ¿Estás seguro?, quiso saber María
- Les tengo que contar algo, dijo Sergio
María y Luciano lo miraban seriamente y muy intrigados.Nunca habían visto a Sergio tan lanzado a contar algo así de repente
- Volví antes de NY, el negocio que fui a cerrarfinalmente no lo concreté porque surgió otra cosa mucho mejor y ahora puedodarme el lujo de ser como una especie de benefactor de la novia de mi hijo
- No me habías dicho nada, dijo María
- Sos un genio, pa!
Luciano dio la vuelta a la mesa y abrazó a su padre.
Sergio ni siquiera fue al colegio, llamó por teléfono ypidió hablar con el director, a los 25 minutos ya estaba en unavideoconferencia con el director y el representante legal. A los 50 minutos
- Miren, lo de la alumna Sofía va a ser incobrablepara ustedes, de modo que les ofrezco esto.
En resumen, Sergio finalizó la reunión y había pagado: ladeuda de Sofía, el resto del año de ambos con un descuento importante, muyimportante. Siempre tuvo una habilidad tremenda para negociar y supo que eseera el momento justo.
Pidió que por favor no le dijeran nada a la madre de Sofíani a la alumna que él lo comunicaría. Al rato, le escribió un mensaje a María
- Ya está
- ¿Qué cosa? Preguntaba María sin entender
- Ya pagué todo el colegio
- ¿De Luciano? María no se animaba a preguntar porSofía
- De los dos, más la deuda de Sofía
- No te puedo creer
- Era lo que correspondía
- ¿?
- Después de lo que hiciste y de ver lo bien quese comportó la niña últimamente pese a todo esto, debo reconocer que se mereceeste tipo de ayuda
- Sos un amor, decía María encantada de la actitudque tomaba su marido
- No permitas que ella te lo agradezcapersonalmente, escribió Sergio
- No me des ideas
- De hacerlo, hacelo conmigo ya que fui yo quienpagó todo
- ¿Te calienta imaginarme con la pendeja y convos? Escribió María
- Mucho, se me para la pija de pensarlo
- Mmmmm y yo me mojo, le dice María
- ¿Estás muy putita o me parece?
- Las dos cosas, jajaja
- Jajaja esta noche te agarro, le dijo Sergio
Esa noche volvieron a coger con María y fantasearonnuevamente con un trío con Sofía. Sergio íntimamente pensaba que nunca se ledaría.
Cuando Luciano le contó a Sofía, esta no pudo más queponerse a llorar a moco tendido. Luciano se preocupó porque no paraba. Al rato,lo miró y lo besó.
- Tu papá es un genio
- Sí, es un gusto que quiso darse
- Pero es mucha plata.
- Él la tiene.
- Pero…
Luciano la calló con un beso y terminaron cogiendo en sucuarto los dos completamente desnudos. Sofía miraba a la puerta, pero nadieapareció esta vez.
A los dos días, Sofía se moría de vergüenza con lo queimaginaba, pero sentía que debía hacerlo. Le preguntó a Luciano haciéndose laque lo hacía por curiosidad y este terminó contándole todo con detalleinclusive. Sofía se dispuso a ir a visitar a Sergio y agradecerle personalmenteantes de contarle a su madre.
Sergio estaba en su oficina y lo llaman de la puerta deentrada diciendo que una joven quería verlo. Cuando preguntó quién era sesorprendió al saber que era Sofía, la novia de su hijo. Le ordenó que laacompañaran a la oficina de él y a los dos minutos apareció por la puerta
Venía vestida de uniforme de colegio y con una sonrisaruborizada en su rostro. Era realmente hermosa. Sergio la contemplaba como a uncuadro. Ella lo miró y le dijo
- Perdón por venir así, de golpe
- ¿Pasó algo? preguntó Sergio alarmado
- No, no, se apresuró ella
- ¿Y entonces? ¿A qué debo el motivo de tu visita?
- A agradecerle…
- No, no, no
- Es que…Sofía se sorprendió de la negativarotunda de su suegro
- ¡Pará! ¡Pará!, tuteame Sofía!
- Si, perdón, bueno, venía a agradecerte por loque hiciste por mí en el colegio
- No tenés nada que agradecerme, Luciano te quieremucho y María…
Sergio se detuvo después de nombrar a María. Por primera vezse encontraba a solas con la chiquilla esta y sobrevolaba el tema de ella y suesposa y esa sesión de sexo que habían tenido
- Bueno, con respecto a eso, yo….
- No tenés que decir nada
- Es que yo me siento…
- No tenés que sentirte nada, sos muy chica yMaría es la responsable
- Es que yo…
- ¿Vos qué?
- Yo también la busqué a ella y bueno…
A Sergio se le estaba empezando a parar la pija. La veía aesa jovencita con esa cara inocente y al mismo tiempo la imaginaba chupándole laconcha a su mujer y la pija a él
- Es que es normal que a tu edad quierasexperimentar
- Sí, me gusta mucho…
- ¿Qué cosa?
- El sexo, dijo ella y agachó la cabeza
- No tenés que tener vergüenza
- Es que vos fuiste tan bueno conmigo y yo…
- ¿Vos qué?
- Yo estuve con tu esposa…
- Y eso está bien, ya pasó, decía Sergio cada vez máscaliente teniendo enfrente a esta chiquita ardiente
- Pero te debe haber molestado, ¿no?
Sergio la miró a los ojos y sintió en sus pupilas la llamadel deseo sexual que se enciende. Se preguntó a sí mismo ¿Por qué no? Y lesalió naturalmente la respuesta
- Un poco sí, pero también me…
- ¿También qué? Quiso saber ella
- También me calentó mucho cuando ella me contó
- Ah, ¿sí?
Sofía usó un tono muy sensual en esa pregunta. Estaba muy calientey encima se sentía en deuda con Sergio. Si él se lo pedía era capaz decualquier cosa.
- Si mucho, lo recuerdo y…
Sergio cortó la frase ahí, no se animó a decirlo. Fue Sofíala que acudió a él para ayudarlo a dar ese paso.
- Lo recordás y… ¿qué pasa?
- Se me para la pija, le dijo su suegro totalmentelanzado
- Mmmmm, dijo Sofía y le sostuvo la mirada
- Queres ver?
- ¿Acá? Preguntó ella
- Si, nadie entra a mi oficina sin preguntar
- ¿Podes cerrar la puerta? A Sofía le gustaba servista, pero le pareció mucho y muy fuerte la situación
- Si, hermosa
Sergio se levantó y una carpa se dibujaba en su pantalón. Nohizo ningún ademán para esconderla. A Sofía se le iba la mirada. Él no volviódonde estaba, sino que se paró frente a ella, que seguía sentada y acercándoleel bulto le dijo
- ¿Porque no te fijas vos misma?
- A ver, dijo Sofía
- Mirá, dijo Sergio
Ansioso como estaba, se desabrochó el cinturón, el botón yse bajó el cierre. Acto seguido, metió la mano en su prenda interior y sacó lapija. A Sofía le pareció linda, más chica que la de su novio, por supuesto,pero de un tamaño perfecto. Ella había visto muchos videos de chupadas de pijay creía que esta vez si iba a poder metérsela toda en la boca.
Ella la agarró con la mano y sin dejar de mirarla abrió laboca y se le metió casi toda en la boca.
- Aghhhhh, suspiró Sergio
- Mmmmm, te gusta?
- Me encanta, hermosa
- Bueno, entonces sigo, dijo traviesa
Sofía comenzó a chuparle la pija con ganas. Indudablementeno tenía experiencia, pero el solo hecho de tener a una jovencita en uniformede colegio sentadita en su oficina chupándole la verga, lo calentaba de unamanera increíble
Sergio le acariciaba el pelo y la cara. Ella levantaba lavista y lo miraba, pero nunca dejaba de chuparle la verga. Él estaba paraacabar en cualquier momento, fue por eso que le dijo:
- Vení, acostate en el escritorio
- ¿Qué me vas a hacer?
- Te voy a chupar la concha…
- Mmmmm, ¿sí?
- Si, vení
Acomodó a Sofía arriba del escritorio le levantó las piernasy le sacó la blanca e inocente bombachita que fue rodando por sus piernas hastahacerse un bollo entre sus manos. Le abrió lentamente las piernas y se quedócontemplando la hermosa y rosada concha de la jovencita.
- ¿Te gusta? Preguntó ella
- Me encanta
- ¿Si?
- Ahora entiendo a mi mujer y a mi hijo
- ¿Por?
- Sos hermosa, te voy a chupar la concha muchotiempo
- ¿Si? ¿Mucho?
Lo dijo y lo cumplió. Estuvo chupándola mucho tiempo, cadavez que sentía que ella estaba por acabar, cambiaba la posición de la lengua yel ritmo para luego volver a llevarla al extremo. Cuando él quiso mantuvo elritmo y cuando ella no se lo imaginaba, él siguió por ese camino y el orgasmose precipitó
- Aghhhhh aghhhh, gritó ella
Él le puso la mano en la boca para callarla. Ella cayó en lacuenta de que estaban en la empresa de él y no en un lugar totalmente privado.Cuando se recompuso lo miró y le pidió
- Cogeme, Sergio
- ¿Si?
- Si, ¡cogeme ya!
- Aghhhhh. Dijo él
Empezó a cogérsela, primero, despacio y suavemente, después,más enérgicamente y con fuerza. A los diez minutos ella estaba por acabar y ledijo
- Voy a acabar de vuelta
- Yo también voy a acabar
- Mirá que no me cuido
- TE voy a acabar los pelitos de la concha
- Aghhhh ahhhh agggggggg acabooooooo, dijo ella
Él sacó la pija y antes de largar el primer chorro, pasó lapunta de la verga por el clítoris inflamado de la pequeña y la hizo estallar másaún.
- Aghhhh ahhhh ahhhhhh
Él le acabó en los pelos del pubis y después de hacerlo jugócon la punta de la pija en la zona más sensible de ella haciéndola estremecerde placer
- Gracias, le dijo ella
- Gracias a vos
- No, en serio, es mucho lo que hiciste por mi
- No tenías que hacer esto, le dijo él
- Esto no tiene nada que ver
- ¿No?
- No, te juro que vine solo a agradecerte y apedirte disculpas por lo mío con Meri, pero en un momento me dije que queríaque me cojas
- ¿Así nomás?
- Si, así nomas
Ambos se recompusieron y al rato Sofía estaba bajando a lacalle acompañada por Sergio y volviendo a su casa.
Al otro día, Sofía esperaba encontrarse a su madre comosiempre, con su gesto de tristeza y preocupación que le cruzaba el rostroconstantemente, pero no, esta vez vio a su madre completamente cambiada. Estavez le pareció ver a otra persona que aquel ser amargado que veía últimamente.
- Hola mami, ¿todo bien?
- Sí, todo bien, por suerte
Vio a su madre hecha una diosa, hacía mucho tiempo que no laveía así. Vestía una falda negra muy ajustada y una camisa blancasemitransparente que dejaba adivinar debajo un conjunto de encaje, tambiénblanco. Lucía unos stilettos negros de tacón bien alto. Estaba con el cabellorecogido y los pechos parecían a punto de explotarle. La cola también se veíaperfecta en esa ajustada pollera. Era una auténtica mujer y Sofía se sentía orgullosade ella por verla así
- ¡Que diosa que estas, mami!
- ¡Gracias, mi amor!
- ¿Cuánto hace que no te vestías así?
- Años, creo
- Por suerte te entra todo
- Si
- ¿Y se puede saber a qué se debe semejanteatuendo?
- A que voy a ir al banco a averiguar por uncrédito
- Ah
La decepción invadió la cara de Sofía y su madre lo notóinmediatamente
- Crees que no me lo van a dar, ¿no?
- No sé, con probar no perdés nada, ¿no?
- Claro, dijo la madre
Eugenia mordió una tostada y se fue. Se miró en el espejoantes de salir de su casa y se vio hermosa como hacía mucho tiempo no se veía. Sedesabrochó el botón de la camisa y salió hacia el banco.
En resumen, el raid por el banco no fue satisfactorio desdeel punto de vista del crédito. Ni bien entró, un ejecutivo se le acercó paraver en que podía ayudarla. Se les iban los ojos a las tetas de Eugenia. Ellaaprovechaba y se exhibía sin pudor y colaboraba en el juego. Él le quiso sacarinformación y ella le contó que estaba separada. Cuando fueron al punto delcrédito, él se excusó diciendo que no iba a ser posible.
Volvió a su casa llorando.
Al llegar, Sofía la recibió con una sonrisa de oreja a orejapara tranquilizarla.
- No me lo dieron, dijo abrazando a su pequeñahija y apoyando sus pechos en los de ella
Eugenia sollozaba y se lamentaba
- Ya sabía, mami, pero te veía tan ilusionada queno quise decirte
- ¿Si?
- Sí, pero no importa
- ¡Sí importa! Tu colegio, Eugenia volvía alllanto
- Eso ya está solucionado
- ¿Que?
- Si, tal como oís, está so lu cio na do
- ¿Porqué? ¿Como?
- Sergio, el papá de Luciano ya pagó todo elcolegio
- ¿Cómo todo?
- TO DO, Sofía mantenía el suspenso
- ¿Todo? ¿Toda la deuda? Eugenia no podía creerlo
- No, mas
- ¿Cómo más?
- Toda la deuda y lo que resta hasta que termine
- ¿Porque?
- Porque Luciano se lo pidió…Sofía no quiso entraren detalles
- Pero es mucho dinero…
- Lo sé, pero quiso hacerlo
(continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
Al otro día, María tomó una resolución. No pensaba hablarlocon nadie, pero de a poco iba a intentar volver a la normalidad en cuanto a susrelaciones afectivas. Lo primero era volver a coger solamente con su marido,con cualquier tipo de fantasías cuando estuvieran juntos, pero nada más. ConLuciano, sería más fácil enfriar todo ahora con su padre en la casa y que teníaa Sofía más dispuesta para coger.
No parecía que iba a ser tan sencillo ya que Luciano llegó yla abrazó de atrás apoyándola. Ella se giró y lo miró con severidad.
- Lucho, tenemos que hablar
- ¿Qué pasa?
- Necesitamos parar un poco con nuestros juegos
- ¿Porque?
- Porque tu papá me parece que sospecha, se leocurrió en el momento eso
- ¿SI?
- Si, aparte ahora Sofía está más dispuesta,aprovechá un poco
- Yo quería…Luciano se acercaba
- ¡No! María se fue para atrás y lo detuvo
- Bueno, está bien
Listo. Con Luciano parecía haber encarrilado las cosas. ConSofía, no iba a haber problema ya que le escribió y le explicó todo por WhatsApp
- ¡Hola Sofi!
- Hola Meri
- Escucha este audio que te mando y luego lo borropor seguridad
Le envió un audio contándole que el padre de Luciano lashabía visto y sabía todo y que a partir de ahora debían retomar la relación suegranovia de hijo como si nada hubiese pasado. A los 10 minutos le borró el mensajea Sofía.
- Me voy a morir de vergüenza cuando lo vea aSergio, escribió Sofía
- No tenés porqué, entendió todo y hasta localienta la situación, pero no está para jugar con eso
- Ah bueno, ¿lo tomó bien? segura?
- Si, zafamos bastante
- Sí, me quedé paralizada cuando escuchaba elaudio
- Bueno, borrá todo, y ahora no quieras completarla familia cogiéndote a mi marido, ¡eh! Le dijo Meri y atrás le mandó un JAJAJApara dejarla tranquila
- Bueno, si me lo pedís, jajajaja
- Borrá todo, la advirtió Meri
- Si
Listo, estaba todo encaminado a una supuesta tranquilidad yvolver todo a los carriles de la familia que eran. Sobre todo, ella podríavolver a esa vida sin riesgos de ser descubierta. Es verdad que últimamente elsexo y la adrenalina la excitaban y la ponían muy a tono, pero debía calmarse.Era necesario. Por otro lado, pensaba en la pija de Luciano, en la concha deSofía y en las cosas que hizo con Florencia, su amiga, y se volvía a excitar.Así transcurrió con normalidad la tarde.
Llegaba la hora de la cena y los reunía a los tresintegrantes de la familia, pero afortunadamente el diálogo se centró en elviaje a New York de Sergio, de las cosas que compró en el free shop y asívolvieron a pasar un momento en familia los tres juntos
Pasaron unos días, cuando un día María pasa por el cuarto deLuciano y siente ruidos, se acercó porque se imaginó que estarían cogiendo,pero no, lo que escuchó fueron llantos y sollozos por parte de Sofía. Se acercóaún más a la puerta y pudo saber que la madre de Sofía estaba atravesando unmal momento económico y se veía obligada a mudarse y cambiar a la novia de suhijo de colegio. No podía afrontar estos gastos y tomó la drástica decisión.
Los padres de Sofía se habían separado hace un tiempo. Elpadre luego de eso se fundió y le pidió a Eugenia, la madre de Sofía, vender lacasa. Desde hacía tiempo que no le pasaba dinero y Eugenia fue comiéndose lospocos ahorros que le quedaban.
Eugenia, la madre, era una réplica de Sofía con 22 años más.Muy linda y bien cuidada, pero con el rictus de amargura que cruzaba su rostrodebido al mal momento que estaba atravesando le daba un dejo de seriedad queasustaba realmente. Andaba todo el día trabajando de traductora y ganabarealmente muy poco como para mantener todo. El colegio de Sofía y Luciano eraun colegio bilingüe caro y ya no iba a poder mandarla más, aunque quedara muypoco para terminar.
Esa noche María quedó muy apesadumbrada y tocó el tema en lacena con su hijo y su marido. Luciano explicó muy bien la situación diciendoque era peor de lo que suponía María. Estaba con deudas en el colegio y lehabían dado un ultimátum para que la retire a Sofía. Ante la sorpresa deLuciano y María, Sergio tomó la palabra
- Sofía va a terminar el colegio ahí, dijocortante
- No, pa, dijo Luciano, debe 6 cuotas y no tienecomo pagarlas
- Yo voy a ir a hablar con el colegio si esnecesario. No se va a cambiar justo ahora
- ¿En serio, pa?
- ¿Estás seguro?, quiso saber María
- Les tengo que contar algo, dijo Sergio
María y Luciano lo miraban seriamente y muy intrigados.Nunca habían visto a Sergio tan lanzado a contar algo así de repente
- Volví antes de NY, el negocio que fui a cerrarfinalmente no lo concreté porque surgió otra cosa mucho mejor y ahora puedodarme el lujo de ser como una especie de benefactor de la novia de mi hijo
- No me habías dicho nada, dijo María
- Sos un genio, pa!
Luciano dio la vuelta a la mesa y abrazó a su padre.
Sergio ni siquiera fue al colegio, llamó por teléfono ypidió hablar con el director, a los 25 minutos ya estaba en unavideoconferencia con el director y el representante legal. A los 50 minutos
- Miren, lo de la alumna Sofía va a ser incobrablepara ustedes, de modo que les ofrezco esto.
En resumen, Sergio finalizó la reunión y había pagado: ladeuda de Sofía, el resto del año de ambos con un descuento importante, muyimportante. Siempre tuvo una habilidad tremenda para negociar y supo que eseera el momento justo.
Pidió que por favor no le dijeran nada a la madre de Sofíani a la alumna que él lo comunicaría. Al rato, le escribió un mensaje a María
- Ya está
- ¿Qué cosa? Preguntaba María sin entender
- Ya pagué todo el colegio
- ¿De Luciano? María no se animaba a preguntar porSofía
- De los dos, más la deuda de Sofía
- No te puedo creer
- Era lo que correspondía
- ¿?
- Después de lo que hiciste y de ver lo bien quese comportó la niña últimamente pese a todo esto, debo reconocer que se mereceeste tipo de ayuda
- Sos un amor, decía María encantada de la actitudque tomaba su marido
- No permitas que ella te lo agradezcapersonalmente, escribió Sergio
- No me des ideas
- De hacerlo, hacelo conmigo ya que fui yo quienpagó todo
- ¿Te calienta imaginarme con la pendeja y convos? Escribió María
- Mucho, se me para la pija de pensarlo
- Mmmmm y yo me mojo, le dice María
- ¿Estás muy putita o me parece?
- Las dos cosas, jajaja
- Jajaja esta noche te agarro, le dijo Sergio
Esa noche volvieron a coger con María y fantasearonnuevamente con un trío con Sofía. Sergio íntimamente pensaba que nunca se ledaría.
Cuando Luciano le contó a Sofía, esta no pudo más queponerse a llorar a moco tendido. Luciano se preocupó porque no paraba. Al rato,lo miró y lo besó.
- Tu papá es un genio
- Sí, es un gusto que quiso darse
- Pero es mucha plata.
- Él la tiene.
- Pero…
Luciano la calló con un beso y terminaron cogiendo en sucuarto los dos completamente desnudos. Sofía miraba a la puerta, pero nadieapareció esta vez.
A los dos días, Sofía se moría de vergüenza con lo queimaginaba, pero sentía que debía hacerlo. Le preguntó a Luciano haciéndose laque lo hacía por curiosidad y este terminó contándole todo con detalleinclusive. Sofía se dispuso a ir a visitar a Sergio y agradecerle personalmenteantes de contarle a su madre.
Sergio estaba en su oficina y lo llaman de la puerta deentrada diciendo que una joven quería verlo. Cuando preguntó quién era sesorprendió al saber que era Sofía, la novia de su hijo. Le ordenó que laacompañaran a la oficina de él y a los dos minutos apareció por la puerta
Venía vestida de uniforme de colegio y con una sonrisaruborizada en su rostro. Era realmente hermosa. Sergio la contemplaba como a uncuadro. Ella lo miró y le dijo
- Perdón por venir así, de golpe
- ¿Pasó algo? preguntó Sergio alarmado
- No, no, se apresuró ella
- ¿Y entonces? ¿A qué debo el motivo de tu visita?
- A agradecerle…
- No, no, no
- Es que…Sofía se sorprendió de la negativarotunda de su suegro
- ¡Pará! ¡Pará!, tuteame Sofía!
- Si, perdón, bueno, venía a agradecerte por loque hiciste por mí en el colegio
- No tenés nada que agradecerme, Luciano te quieremucho y María…
Sergio se detuvo después de nombrar a María. Por primera vezse encontraba a solas con la chiquilla esta y sobrevolaba el tema de ella y suesposa y esa sesión de sexo que habían tenido
- Bueno, con respecto a eso, yo….
- No tenés que decir nada
- Es que yo me siento…
- No tenés que sentirte nada, sos muy chica yMaría es la responsable
- Es que yo…
- ¿Vos qué?
- Yo también la busqué a ella y bueno…
A Sergio se le estaba empezando a parar la pija. La veía aesa jovencita con esa cara inocente y al mismo tiempo la imaginaba chupándole laconcha a su mujer y la pija a él
- Es que es normal que a tu edad quierasexperimentar
- Sí, me gusta mucho…
- ¿Qué cosa?
- El sexo, dijo ella y agachó la cabeza
- No tenés que tener vergüenza
- Es que vos fuiste tan bueno conmigo y yo…
- ¿Vos qué?
- Yo estuve con tu esposa…
- Y eso está bien, ya pasó, decía Sergio cada vez máscaliente teniendo enfrente a esta chiquita ardiente
- Pero te debe haber molestado, ¿no?
Sergio la miró a los ojos y sintió en sus pupilas la llamadel deseo sexual que se enciende. Se preguntó a sí mismo ¿Por qué no? Y lesalió naturalmente la respuesta
- Un poco sí, pero también me…
- ¿También qué? Quiso saber ella
- También me calentó mucho cuando ella me contó
- Ah, ¿sí?
Sofía usó un tono muy sensual en esa pregunta. Estaba muy calientey encima se sentía en deuda con Sergio. Si él se lo pedía era capaz decualquier cosa.
- Si mucho, lo recuerdo y…
Sergio cortó la frase ahí, no se animó a decirlo. Fue Sofíala que acudió a él para ayudarlo a dar ese paso.
- Lo recordás y… ¿qué pasa?
- Se me para la pija, le dijo su suegro totalmentelanzado
- Mmmmm, dijo Sofía y le sostuvo la mirada
- Queres ver?
- ¿Acá? Preguntó ella
- Si, nadie entra a mi oficina sin preguntar
- ¿Podes cerrar la puerta? A Sofía le gustaba servista, pero le pareció mucho y muy fuerte la situación
- Si, hermosa
Sergio se levantó y una carpa se dibujaba en su pantalón. Nohizo ningún ademán para esconderla. A Sofía se le iba la mirada. Él no volviódonde estaba, sino que se paró frente a ella, que seguía sentada y acercándoleel bulto le dijo
- ¿Porque no te fijas vos misma?
- A ver, dijo Sofía
- Mirá, dijo Sergio
Ansioso como estaba, se desabrochó el cinturón, el botón yse bajó el cierre. Acto seguido, metió la mano en su prenda interior y sacó lapija. A Sofía le pareció linda, más chica que la de su novio, por supuesto,pero de un tamaño perfecto. Ella había visto muchos videos de chupadas de pijay creía que esta vez si iba a poder metérsela toda en la boca.
Ella la agarró con la mano y sin dejar de mirarla abrió laboca y se le metió casi toda en la boca.
- Aghhhhh, suspiró Sergio
- Mmmmm, te gusta?
- Me encanta, hermosa
- Bueno, entonces sigo, dijo traviesa
Sofía comenzó a chuparle la pija con ganas. Indudablementeno tenía experiencia, pero el solo hecho de tener a una jovencita en uniformede colegio sentadita en su oficina chupándole la verga, lo calentaba de unamanera increíble
Sergio le acariciaba el pelo y la cara. Ella levantaba lavista y lo miraba, pero nunca dejaba de chuparle la verga. Él estaba paraacabar en cualquier momento, fue por eso que le dijo:
- Vení, acostate en el escritorio
- ¿Qué me vas a hacer?
- Te voy a chupar la concha…
- Mmmmm, ¿sí?
- Si, vení
Acomodó a Sofía arriba del escritorio le levantó las piernasy le sacó la blanca e inocente bombachita que fue rodando por sus piernas hastahacerse un bollo entre sus manos. Le abrió lentamente las piernas y se quedócontemplando la hermosa y rosada concha de la jovencita.
- ¿Te gusta? Preguntó ella
- Me encanta
- ¿Si?
- Ahora entiendo a mi mujer y a mi hijo
- ¿Por?
- Sos hermosa, te voy a chupar la concha muchotiempo
- ¿Si? ¿Mucho?
Lo dijo y lo cumplió. Estuvo chupándola mucho tiempo, cadavez que sentía que ella estaba por acabar, cambiaba la posición de la lengua yel ritmo para luego volver a llevarla al extremo. Cuando él quiso mantuvo elritmo y cuando ella no se lo imaginaba, él siguió por ese camino y el orgasmose precipitó
- Aghhhhh aghhhh, gritó ella
Él le puso la mano en la boca para callarla. Ella cayó en lacuenta de que estaban en la empresa de él y no en un lugar totalmente privado.Cuando se recompuso lo miró y le pidió
- Cogeme, Sergio
- ¿Si?
- Si, ¡cogeme ya!
- Aghhhhh. Dijo él
Empezó a cogérsela, primero, despacio y suavemente, después,más enérgicamente y con fuerza. A los diez minutos ella estaba por acabar y ledijo
- Voy a acabar de vuelta
- Yo también voy a acabar
- Mirá que no me cuido
- TE voy a acabar los pelitos de la concha
- Aghhhh ahhhh agggggggg acabooooooo, dijo ella
Él sacó la pija y antes de largar el primer chorro, pasó lapunta de la verga por el clítoris inflamado de la pequeña y la hizo estallar másaún.
- Aghhhh ahhhh ahhhhhh
Él le acabó en los pelos del pubis y después de hacerlo jugócon la punta de la pija en la zona más sensible de ella haciéndola estremecerde placer
- Gracias, le dijo ella
- Gracias a vos
- No, en serio, es mucho lo que hiciste por mi
- No tenías que hacer esto, le dijo él
- Esto no tiene nada que ver
- ¿No?
- No, te juro que vine solo a agradecerte y apedirte disculpas por lo mío con Meri, pero en un momento me dije que queríaque me cojas
- ¿Así nomás?
- Si, así nomas
Ambos se recompusieron y al rato Sofía estaba bajando a lacalle acompañada por Sergio y volviendo a su casa.
Al otro día, Sofía esperaba encontrarse a su madre comosiempre, con su gesto de tristeza y preocupación que le cruzaba el rostroconstantemente, pero no, esta vez vio a su madre completamente cambiada. Estavez le pareció ver a otra persona que aquel ser amargado que veía últimamente.
- Hola mami, ¿todo bien?
- Sí, todo bien, por suerte
Vio a su madre hecha una diosa, hacía mucho tiempo que no laveía así. Vestía una falda negra muy ajustada y una camisa blancasemitransparente que dejaba adivinar debajo un conjunto de encaje, tambiénblanco. Lucía unos stilettos negros de tacón bien alto. Estaba con el cabellorecogido y los pechos parecían a punto de explotarle. La cola también se veíaperfecta en esa ajustada pollera. Era una auténtica mujer y Sofía se sentía orgullosade ella por verla así
- ¡Que diosa que estas, mami!
- ¡Gracias, mi amor!
- ¿Cuánto hace que no te vestías así?
- Años, creo
- Por suerte te entra todo
- Si
- ¿Y se puede saber a qué se debe semejanteatuendo?
- A que voy a ir al banco a averiguar por uncrédito
- Ah
La decepción invadió la cara de Sofía y su madre lo notóinmediatamente
- Crees que no me lo van a dar, ¿no?
- No sé, con probar no perdés nada, ¿no?
- Claro, dijo la madre
Eugenia mordió una tostada y se fue. Se miró en el espejoantes de salir de su casa y se vio hermosa como hacía mucho tiempo no se veía. Sedesabrochó el botón de la camisa y salió hacia el banco.
En resumen, el raid por el banco no fue satisfactorio desdeel punto de vista del crédito. Ni bien entró, un ejecutivo se le acercó paraver en que podía ayudarla. Se les iban los ojos a las tetas de Eugenia. Ellaaprovechaba y se exhibía sin pudor y colaboraba en el juego. Él le quiso sacarinformación y ella le contó que estaba separada. Cuando fueron al punto delcrédito, él se excusó diciendo que no iba a ser posible.
Volvió a su casa llorando.
Al llegar, Sofía la recibió con una sonrisa de oreja a orejapara tranquilizarla.
- No me lo dieron, dijo abrazando a su pequeñahija y apoyando sus pechos en los de ella
Eugenia sollozaba y se lamentaba
- Ya sabía, mami, pero te veía tan ilusionada queno quise decirte
- ¿Si?
- Sí, pero no importa
- ¡Sí importa! Tu colegio, Eugenia volvía alllanto
- Eso ya está solucionado
- ¿Que?
- Si, tal como oís, está so lu cio na do
- ¿Porqué? ¿Como?
- Sergio, el papá de Luciano ya pagó todo elcolegio
- ¿Cómo todo?
- TO DO, Sofía mantenía el suspenso
- ¿Todo? ¿Toda la deuda? Eugenia no podía creerlo
- No, mas
- ¿Cómo más?
- Toda la deuda y lo que resta hasta que termine
- ¿Porque?
- Porque Luciano se lo pidió…Sofía no quiso entraren detalles
- Pero es mucho dinero…
- Lo sé, pero quiso hacerlo
(continuará…)
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9 comentarios - Mamá caliente (20)
Tremenda la nena!
abrazo loco!
Siempre estas, amigo!