Hola, mi nombre es Isabella, tengo 25 años y mi historia con Carlos sucedió cuando estudiaba en la facultad y tenía 21.
En ese momento como toda estudiante promedio me solía drogar para aguantar las jornadas de trabajo y de escuela, para mi fiesta de cumpleaños 21, decidí festejarme e invite a muchas personas, entre ellas estaba Carlos, no lo conocía pero fue por un amigo de amigos. Este era mi outfit de esa noche.
El punto es que esa noche me notaba muy ansiosa, tenía muchas copas encima y empecé a preguntar quien tenía un poco de weed, hasta que alguien me dijo yo. Era un chico alto, de piel aperlada y guapo, me dio un toque y la verdad era la mejor weed que había probado, le dije que me vendiera un poco y el me tomó de la cintura y me dijo que me la regalaba si lo le daba una mamada en el baño, yo me negué y me fui a bailar con mis amigas. Conforme iba pasando la noche, la copas se me subían, no lograba quitarme la sensación del toque que me había dado y ya estando borracha me dio igual, así que lo busque, le dije que aceptaba y entonces fuimos al baño. Me dijo que le bajara el cierre y se la sacara en lo que el armaba un porro y según que bien lo hiciera me podía dar hasta 3. Así que eso me motivo para hacer la mejor mamada de mi vida, saque su pene del pantalón y sin estar parado ya era grande y tenía un aspecto casi hipnotizante, creo que es el pene más bonito que he visto, sin embargo aún no estaba parada, así que lo meti a mi boca. Tengo una pequeña maña de meterme el pene completo a la boca cuando no esta erecto, chuparlo y que se vaya poniendo duro en mi boca, es algo que a mis ex parejas sexuales les encantaba y además se me daba bien, así que hice lo mismo con su pene, sin embargo era la primera vez que tenía que ir lo sacando de mi boca mientras más grande se hacia por qué chocaba con mi garganta, sin embargo, quería esos 3 porros así que segui chupandosela, tras unos diez minutos aproximadamente me dijo que se iba a venir, y yo le dije que lo hiciera en mi boca para evitar manchar mis maquillaje y vestido y así lo hizo, me dejó todo su semen en la garganta, pero a cambio me dio los 3 porros y me dijo que si quería más, ya sabía que hacer.
La noche terminó, todos se fueron, los días pasaron y los 3 porros se me habían terminado, pero jamás se me ocurrió pedirle su número para comprarle más, así que tuve que comprar de la weed horrible que me vendía mi dealer. Hasta que un día me invitaron una fiesta, era en una quinta privada con alberca así que me dijeron que llevara mi mejor bikini, y obviamente yo iba preparada para la ocasión.
Esa noche mientras salía de la alberca, vi a un tipo que se me hacía reconocido, era Carlos, sin embargo no lo distinguía bien, era extraño porque no reconocía al tipo que no hace mucho se la había chupado en el baño el día de mi cumpleaños. Así que me acerque y le hable, el se me quedo mirando, salí con mi traje de baño rojo y totalmente mojada, me vio de pies a cabeza, como si hubiera desnudado con la mirada, el también me reconoció y me saludo, a partir de ahí nos la pasamos juntos toda la peda y más tarde, estábamos sentados, yo aún en bikini sentada sobre sus piernas y le dije que si no tenia mas porros que me pudiera vender, yo obviamente estaba preparada para que me pidiera una mamada a cambio y estaba dispuesta a aceptar sin dudarlo, sin embargo, me tomo del trasero y me dijo que si tenía pero que esta vez quería algo más que una mamada, me nalgueo de una manera tan erotica que me éxito un poco, así que acepte. Fuimos al baño y me apoyo contra la pared y empezó a meterme los dedos, mientras más los movía más húmeda me ponía, con la otra mano manoseaba mis tetas y al oído me decía cosas como "te extrañe mucho perrita, no podía dejar de pensar en la mamada que me diste aquella vez, y ahora por fin te voy a hacer mía" las palabras sucias me ponían muy cachonda así que le suplique que me la metiera de una maldita vez, así que el se sacó el pene, posicionó mi trasero, jalo mi cabello, movió el calzón un poco y rozaba su pene con mi vagina, hasta que se canso y metía la puntita, pensé que iba a ir de poco a mas, sin embargo, cuando metió la punta sin preguntar ni dudar, me dio un empujón que sentí hasta las tripas, se movía tan agresivamente y rápido que se me escapaban gemidos cada que me empujaba, me nalgueaba y tapaba mi boca para que no escucharán los de afuera, le dije que estaba apuntó de venirme y me dijo que el también, así que nos corrimos los dos al mismo tiempo, yo solo caí al suelo rendida mientras tenía un orgasmo que me hacía retorserme del placer y cuando volteo a ver su pene, no tenía condon, sin embargo, la cogida había sido tan buena que no me importo que se corriera dentro. Me dio otros 3 porros, le pedí el numero y seguimos con normalidad el resto de la noche.
Con los días empezamos a hablar por mensaje, yo le pedía mas y el me decía que le mandara fotos mías, así que accedí a pasarle algunas fotos íntimas.
Un día el me mando mensaje diciendo que tenía una nueva droga que le había llegado, me invitó a su departamento, yo acepte, me fue a recoger y cuando llegamos, empezamos a drogarnos. Obviamente yo sabía a lo que venía así que me puse mi conjunto más sexi y empece a meterme de todo lo que había, incluido pito.
Todas nuestras salidas consistían en lo mismo, drogarnos y coger, todo sin compromisos. Recuerdo que alguna vez mencionó que tenía una novia así que no quería que se enterara, yo no tenía problemas con eso, así que seguimos para adelante con nuestra relación profesional en la que le tenía el privilegio de coger conmigo y yo me drogaba gratis, estuvimos dos meses saliendo casi diario, y fue ahí cuando mi deterioro era casi imposible de ocultar, este es un antes y después de Carlos.
Después:
Baje mucho de pedo, como cogiamos diario sin condon tuve muchos riesgos de embarazo y un aborto, fueron unos meses destructivos para mi, hasta que mi familia me ayudó y logre salir de esos tras unos años, perdí contacto con Carlos y agradezco no haber sabido nada mas de él.
En ese momento como toda estudiante promedio me solía drogar para aguantar las jornadas de trabajo y de escuela, para mi fiesta de cumpleaños 21, decidí festejarme e invite a muchas personas, entre ellas estaba Carlos, no lo conocía pero fue por un amigo de amigos. Este era mi outfit de esa noche.
El punto es que esa noche me notaba muy ansiosa, tenía muchas copas encima y empecé a preguntar quien tenía un poco de weed, hasta que alguien me dijo yo. Era un chico alto, de piel aperlada y guapo, me dio un toque y la verdad era la mejor weed que había probado, le dije que me vendiera un poco y el me tomó de la cintura y me dijo que me la regalaba si lo le daba una mamada en el baño, yo me negué y me fui a bailar con mis amigas. Conforme iba pasando la noche, la copas se me subían, no lograba quitarme la sensación del toque que me había dado y ya estando borracha me dio igual, así que lo busque, le dije que aceptaba y entonces fuimos al baño. Me dijo que le bajara el cierre y se la sacara en lo que el armaba un porro y según que bien lo hiciera me podía dar hasta 3. Así que eso me motivo para hacer la mejor mamada de mi vida, saque su pene del pantalón y sin estar parado ya era grande y tenía un aspecto casi hipnotizante, creo que es el pene más bonito que he visto, sin embargo aún no estaba parada, así que lo meti a mi boca. Tengo una pequeña maña de meterme el pene completo a la boca cuando no esta erecto, chuparlo y que se vaya poniendo duro en mi boca, es algo que a mis ex parejas sexuales les encantaba y además se me daba bien, así que hice lo mismo con su pene, sin embargo era la primera vez que tenía que ir lo sacando de mi boca mientras más grande se hacia por qué chocaba con mi garganta, sin embargo, quería esos 3 porros así que segui chupandosela, tras unos diez minutos aproximadamente me dijo que se iba a venir, y yo le dije que lo hiciera en mi boca para evitar manchar mis maquillaje y vestido y así lo hizo, me dejó todo su semen en la garganta, pero a cambio me dio los 3 porros y me dijo que si quería más, ya sabía que hacer.
La noche terminó, todos se fueron, los días pasaron y los 3 porros se me habían terminado, pero jamás se me ocurrió pedirle su número para comprarle más, así que tuve que comprar de la weed horrible que me vendía mi dealer. Hasta que un día me invitaron una fiesta, era en una quinta privada con alberca así que me dijeron que llevara mi mejor bikini, y obviamente yo iba preparada para la ocasión.
Esa noche mientras salía de la alberca, vi a un tipo que se me hacía reconocido, era Carlos, sin embargo no lo distinguía bien, era extraño porque no reconocía al tipo que no hace mucho se la había chupado en el baño el día de mi cumpleaños. Así que me acerque y le hable, el se me quedo mirando, salí con mi traje de baño rojo y totalmente mojada, me vio de pies a cabeza, como si hubiera desnudado con la mirada, el también me reconoció y me saludo, a partir de ahí nos la pasamos juntos toda la peda y más tarde, estábamos sentados, yo aún en bikini sentada sobre sus piernas y le dije que si no tenia mas porros que me pudiera vender, yo obviamente estaba preparada para que me pidiera una mamada a cambio y estaba dispuesta a aceptar sin dudarlo, sin embargo, me tomo del trasero y me dijo que si tenía pero que esta vez quería algo más que una mamada, me nalgueo de una manera tan erotica que me éxito un poco, así que acepte. Fuimos al baño y me apoyo contra la pared y empezó a meterme los dedos, mientras más los movía más húmeda me ponía, con la otra mano manoseaba mis tetas y al oído me decía cosas como "te extrañe mucho perrita, no podía dejar de pensar en la mamada que me diste aquella vez, y ahora por fin te voy a hacer mía" las palabras sucias me ponían muy cachonda así que le suplique que me la metiera de una maldita vez, así que el se sacó el pene, posicionó mi trasero, jalo mi cabello, movió el calzón un poco y rozaba su pene con mi vagina, hasta que se canso y metía la puntita, pensé que iba a ir de poco a mas, sin embargo, cuando metió la punta sin preguntar ni dudar, me dio un empujón que sentí hasta las tripas, se movía tan agresivamente y rápido que se me escapaban gemidos cada que me empujaba, me nalgueaba y tapaba mi boca para que no escucharán los de afuera, le dije que estaba apuntó de venirme y me dijo que el también, así que nos corrimos los dos al mismo tiempo, yo solo caí al suelo rendida mientras tenía un orgasmo que me hacía retorserme del placer y cuando volteo a ver su pene, no tenía condon, sin embargo, la cogida había sido tan buena que no me importo que se corriera dentro. Me dio otros 3 porros, le pedí el numero y seguimos con normalidad el resto de la noche.
Con los días empezamos a hablar por mensaje, yo le pedía mas y el me decía que le mandara fotos mías, así que accedí a pasarle algunas fotos íntimas.
Un día el me mando mensaje diciendo que tenía una nueva droga que le había llegado, me invitó a su departamento, yo acepte, me fue a recoger y cuando llegamos, empezamos a drogarnos. Obviamente yo sabía a lo que venía así que me puse mi conjunto más sexi y empece a meterme de todo lo que había, incluido pito.
Todas nuestras salidas consistían en lo mismo, drogarnos y coger, todo sin compromisos. Recuerdo que alguna vez mencionó que tenía una novia así que no quería que se enterara, yo no tenía problemas con eso, así que seguimos para adelante con nuestra relación profesional en la que le tenía el privilegio de coger conmigo y yo me drogaba gratis, estuvimos dos meses saliendo casi diario, y fue ahí cuando mi deterioro era casi imposible de ocultar, este es un antes y después de Carlos.
Después:
Baje mucho de pedo, como cogiamos diario sin condon tuve muchos riesgos de embarazo y un aborto, fueron unos meses destructivos para mi, hasta que mi familia me ayudó y logre salir de esos tras unos años, perdí contacto con Carlos y agradezco no haber sabido nada mas de él.
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