Bueno, todo inicia ya hace unos años, cuando yo estaba en prepa.
Yo era muy callada, y jamás me atreví a hablarle a alguien, incluso pensaban que yo era odiosa y mamona por no hablar con nadie, sin embargo, mi ansiedad social no me dejaba hablar con nadie.
Todo eso cambió cuando un chico, llamado Carlos se me acercó y empezó a hablarme, conectamos super rápido y me hacia reír a carcajadas.
Un día me invitó a salir con sus amigos y fueron super increíbles, me la pase tan bien ese día que fui muy feliz, por primera vez. Sin embargo todo cambió y me di cuenta muy tarde.
Ellos eran 5, y a los dos meses de hablar con ellos me metieron a un grupo de messenger en donde se pasaban packs y nudes de chicas, ellos decian que yo era como un vato con culo (esto porque tengo mucho trasero según ellos) ellos solían hacer llamadas en donde "jugábamos". El juego consistía en donde por videollamada ellos se sacaban el pene y se masturbaban, el primero que se corriera perdía, ellos me pedían que les hablara, que hiciera caras, me decían que opinara sobre sus penes y a veces para ayudarlos me pedían que les mostrará las tetas o que les moviera el culo.
Aunque mucho de esto me incomodaba a veces, sinceramente yo lo normalice mucho, en ocaciones era gracioso y me divertía bastante con ellos, creo que disfrutaba un poco de que ellos me vieran desnuda o el hecho de conocer los penes de mis amigos me exitaba un poco. Además de que no quería quejarme porque ellos eran mis únicos amigos.
Pero todo cambió un día. En vacaciones quedamos de juntarnos todos en casa de Carlos, ahí y mientras pedíamos de comer, jugábamos a ver quien se corría primero, me pidieron lo mismo de siempre, nada nuevo, pero Héctor, uno de los que jugaba y mientras tenía una mano en el pene, dijo que tenía una gran idea, que yo los masturbara con mis manos y el primero que perdía compraba las cervezas. Yo estaba por negarme hasta que la presión social y la insistencia de ellos pudo conmigo y lo hice. Ahí estaba yo, masturbando a Héctor y Jorge mientras los dos luchaban por no correrse, yo no podía mas, sinceramente quería que acabarán rápido para poder irme, estaba muy incomoda. Y entonces Héctor se corrió y me mancho mi mano, mi blusa y salpico un poco en mi boca. Inmediatamente me levante y corrí al baño a lavarme. Y ese fue mi peor error.
Al Entrar a limpiarme, no cerré la puerta y Carlos entró, se le notaba muy agitado y apenas entró, cerró la puerta con seguro y se sacó el pene frente a mi. Yo estaba muy confundida y no entendía nada, pero con fuerza tomo mi cabeza y la bajó a la altura de su pene. Yo no pude oponer presión por lo confundida y sorprendida que estaba. Cuando me di cuenta ya estaba mi cara a la altura de su pene, podía verlo con claridad, podía olerlo, estaba muy erecto, claramente estaba muy exitado, aún recuerdo lo venoso que es y sin darme cuenta, ya lo tenía en mi boca. Carlos ejercía mucha presión y me lo metía hasta los más profundo de mi garganta, yo no movía la lengua pero su pene estaba por toda mi boca, no dejaba de babear, incluso pensé en morderlo y gritar por ayuda pero cuando reaccione ya era muy tarde. No se cuanto pasó, si fue mucho o muy poco tiempo, pero de pronto mi boca sabía muy extraño y estaba caliente, el ya se había corrido en mi lengua y garganta, entonces la sacó y su pene no dejaba de correrse, se vino en no cara sin parar, ni siquiera podía abrir los ojos por la gran cantidad de semen en mi cara. Cuando acabó el solo me paso rollo, me dijo que no le contará a nadie y salió por la puerta.
Tras eso solo me limpie la cara, salí del baño y corriendo de la casa, fui a la avenida y tome el primer taxi que vi hacia mi casa. No pude pararme en la escuela como dos semanas, y tras platicar con mi familia de lo ocurrido cambié de escuela.
Yo era muy callada, y jamás me atreví a hablarle a alguien, incluso pensaban que yo era odiosa y mamona por no hablar con nadie, sin embargo, mi ansiedad social no me dejaba hablar con nadie.
Todo eso cambió cuando un chico, llamado Carlos se me acercó y empezó a hablarme, conectamos super rápido y me hacia reír a carcajadas.
Un día me invitó a salir con sus amigos y fueron super increíbles, me la pase tan bien ese día que fui muy feliz, por primera vez. Sin embargo todo cambió y me di cuenta muy tarde.
Ellos eran 5, y a los dos meses de hablar con ellos me metieron a un grupo de messenger en donde se pasaban packs y nudes de chicas, ellos decian que yo era como un vato con culo (esto porque tengo mucho trasero según ellos) ellos solían hacer llamadas en donde "jugábamos". El juego consistía en donde por videollamada ellos se sacaban el pene y se masturbaban, el primero que se corriera perdía, ellos me pedían que les hablara, que hiciera caras, me decían que opinara sobre sus penes y a veces para ayudarlos me pedían que les mostrará las tetas o que les moviera el culo.
Aunque mucho de esto me incomodaba a veces, sinceramente yo lo normalice mucho, en ocaciones era gracioso y me divertía bastante con ellos, creo que disfrutaba un poco de que ellos me vieran desnuda o el hecho de conocer los penes de mis amigos me exitaba un poco. Además de que no quería quejarme porque ellos eran mis únicos amigos.
Pero todo cambió un día. En vacaciones quedamos de juntarnos todos en casa de Carlos, ahí y mientras pedíamos de comer, jugábamos a ver quien se corría primero, me pidieron lo mismo de siempre, nada nuevo, pero Héctor, uno de los que jugaba y mientras tenía una mano en el pene, dijo que tenía una gran idea, que yo los masturbara con mis manos y el primero que perdía compraba las cervezas. Yo estaba por negarme hasta que la presión social y la insistencia de ellos pudo conmigo y lo hice. Ahí estaba yo, masturbando a Héctor y Jorge mientras los dos luchaban por no correrse, yo no podía mas, sinceramente quería que acabarán rápido para poder irme, estaba muy incomoda. Y entonces Héctor se corrió y me mancho mi mano, mi blusa y salpico un poco en mi boca. Inmediatamente me levante y corrí al baño a lavarme. Y ese fue mi peor error.
Al Entrar a limpiarme, no cerré la puerta y Carlos entró, se le notaba muy agitado y apenas entró, cerró la puerta con seguro y se sacó el pene frente a mi. Yo estaba muy confundida y no entendía nada, pero con fuerza tomo mi cabeza y la bajó a la altura de su pene. Yo no pude oponer presión por lo confundida y sorprendida que estaba. Cuando me di cuenta ya estaba mi cara a la altura de su pene, podía verlo con claridad, podía olerlo, estaba muy erecto, claramente estaba muy exitado, aún recuerdo lo venoso que es y sin darme cuenta, ya lo tenía en mi boca. Carlos ejercía mucha presión y me lo metía hasta los más profundo de mi garganta, yo no movía la lengua pero su pene estaba por toda mi boca, no dejaba de babear, incluso pensé en morderlo y gritar por ayuda pero cuando reaccione ya era muy tarde. No se cuanto pasó, si fue mucho o muy poco tiempo, pero de pronto mi boca sabía muy extraño y estaba caliente, el ya se había corrido en mi lengua y garganta, entonces la sacó y su pene no dejaba de correrse, se vino en no cara sin parar, ni siquiera podía abrir los ojos por la gran cantidad de semen en mi cara. Cuando acabó el solo me paso rollo, me dijo que no le contará a nadie y salió por la puerta.
Tras eso solo me limpie la cara, salí del baño y corriendo de la casa, fui a la avenida y tome el primer taxi que vi hacia mi casa. No pude pararme en la escuela como dos semanas, y tras platicar con mi familia de lo ocurrido cambié de escuela.
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