Hace poco me reencontré con un viejo amigo maduro, antes ya me había comido las ubres y quería saber si podía dejar que lo hiciera de nuevo.
Unas buenas ubres nunca se niegan así que lo dejé hacerlo. Estuvo un buen rato chupando mis pezones y jugando con sus dedos hasta que recibio una llamada.
Era su esposa.
Me sentí excitada de verlo comerme las tetas mientras le hablaba a ella por teléfono
Unas buenas ubres nunca se niegan así que lo dejé hacerlo. Estuvo un buen rato chupando mis pezones y jugando con sus dedos hasta que recibio una llamada.
Era su esposa.
Me sentí excitada de verlo comerme las tetas mientras le hablaba a ella por teléfono
2 comentarios - Chupada de ubres