La pregunta de María llegó de lanada y tomó por sorpresa a su hijo
- ¿Cómo andas con Sofi?
- Más o menos
- ¿Qué pasa?
- Lo de siempre, se confesó Luciano
- ¿No se anima?
- No y yo…dejó la frase en suspenso
- ¿Y vos qué?
- La paso mejor con vos
- Sí, pero eso no puede ser
- Es que vos me entendés y no te parece unamonstruosidad mi pija
- No, no es una monstruosidad, pero es grande y ellapuede tener miedo
- Bueno, de cualquier manera, yo la paso mejor convos
- Pero tenés que pasarla mejor con ella
- Si, ya sé, pero no quiere ni siquiera hacerme lapaja
- Eso te lo podes hacer vos solo también
- Pero ahora que descubrí otras cosas con vos, meaburre un poco la paja
- No mientas porque la paja no aburre nunca
- Jajaja, no?
- No, imagínate que yo a los 39 años sigo y nopienso parar
- Jajajaja
- Jajajaja, María no podía comer de la risa
- Ayyyy mami, que bien la paso con vos…decíaLuciano mirándola
- Yo también, mi amor, le dijo María
Levantaron la mesa juntos.Luciano por primera vez colaboró sin que su madre se lo pidiera. En un momentoaprovechó para apoyar a su madre desde atrás con la excusa de alcanzarle unplato
- No empecemos Luchooooo, dijo divertida María
- Es que este culo me tienta, dijo apoyándola con másdescaro
- Mmmmm, María movió el culo y dio un golpecitopara atrás para que su hijo se aleje
- Es hermoso, dijo Luciano y le acarició porcompleto la cola a su madre
Luciano llevaba puesto unpantalón corto, lo que hizo que se hiciera notoria su erección. Por suerte,María estaba de espaldas y no lo apreció inmediatamente. Luciano se acercódesde atrás al culo de su madre y con total descaro la apoyó en el culoagarrándola de la cintura.
- Mmmmm, María soltó lo que estaba lavando y seagarró con ambas manos a la mesada manteniendo firme su culo
- Me encanta tu culo, mami, Luciano se movía
- Vos tenés que pensar en el culo de Sofía, dijoella
- A mí me gusta el tuyo, Luciano se frotaba con másvehemencia
- Mmmmm, este es un culo viejo en cambio el deSofía…
- Nooooo, a mí me gusta este. Luciano ahora lemetió las manos dentro del pantalón y le acariciaba la cola con descaro
- Ayyyy Luchito, que voy a hacer con vos? Sepreguntaba a sí misma María
- Lo que quieras podes hacer conmigo, ahoraLuciano le había metido toda la bombacha en la cola mientras la seguíaacariciando y jugando peligrosamente con sus dedos
- Mmmmm, me volves loca hijo…María se desprendiódel botón del jean para que la mano de su hijo pudiera moverse con más soltura
- Y vos a mí, mami, Luciano entendió el gesto y sumano se coló debajo de la prenda íntima de su madre
- Aghhhh, hijo que cosas que me haces…
- Y las que te haría se me dejaras, le dijo aloído
- Por ejemplo? María ya estaba entregada al placernuevamente
- Ahora? Meterte unos dedos en la concha
- Aghhhhh, un chorro bajó por la concha de Maríaal oír esas palabras
- Mmmmm, sentilos, Luciano interpretó ese suspirocomo una invitación
La mano derecha de Luciano fuepara adelante sin salir de la prenda íntima de su madre y se metió en sucavidad encontrándose con una humedad tremenda.
- Aghhhhh, vibró María al sentir los dedos de suhijo
- Mmmmm, me encanta tocarte, mami
- Y a mí que me toques mi amor, una mano de Maríase puso encima de la de su hijo y acompaño el movimiento
- Mmmmm, te gusta que te toque así?
- Siiiii, sentí lo mojada que me pusiste…
- Y vos lo duro que me pusiste a mí, Lucianoadelantó su cuerpo para apoyar más fuerte a su madre
- Ayyyy hijo como te pones…
- Como me pones…vos…Luciano al oído de su madre
- Me vas a hacer acabar, hijo….era la primera vezque María se animaba a hablar con ese tono
- Quiero hacerte acabar, mami, dijo Luciano y lebajó la bombacha y el pantalón hasta las rodillas
María sintió pánico por lo quepodría llegar a pasar con su hijo con la pija parada detrás de ella ytotalmente desnuda, pero necesitaba acabar y fue entonces que hizo algo muyimpensado y sorprendente.
- Esperá, le dijo a Luciano
- Que pasa? Preguntó Luciano intrigado y con laverga dura aun dentro de su short
María se bajó el pantalón deltodo, se sacó las zapatillas y desnudándose de la cintura para abajo se giró yse sentó con las piernas abiertas en la mesa de la cocina, donde hasta haceminutos habían estado comiendo
- Vení, chupame, le dijo como una orden
- Mmmmm, Luciano se agachó y se lanzó a chupar asu madre
- Aghhhh, si si si , haceme acabar mi amor
- Quiero chuparte hasta que acabes, mami
- Lo vas a lograr muy pronto, le confesó ella
- Mmmmm, siiii? Te gusta?
- Mucho mi amor, seguí, por favor
- Mmmmm, Luciano chupaba y aprovechó el momentopara meterle unos dedos a su madre
- Mmmmm, así, siiii, María lo agarró del pelo y loguió para que las chupadas se centren en el clítoris
- Mmmmm, quiero cogerte mami…
- Aghhh ahhh ahhh ah ah ah aaaaaaaaahhhhhh, acabóMaría al escuchar esas tres palabras
Quiero. Cogerte. Mami. Fue muyfuerte para ella. No se lo esperaba. Un rayo la travesó y comenzó aconvulsionar en el mayor orgasmo que había tenido en su vida. Tanto que Lucianose asustó. Solo siguió porque su madre le apretó la cabeza contra su propiocuerpo y no pudo zafarse.
- Ayyyy si mami, acabame en la boca
- Aghhhh, hijo, que cosas que me decís
- Te quiero coger, mami
- Basta! Basta de decir eso, temblaba María
- Es que sos hermosa…
Luciano se puso de pie y se bajóel short y calzoncillo al mismo tiempo dejando su pija de frente a la desnuda ymojada concha de su madre. María levantó la cabeza y entró en pánico por lo quepodría llegar a suceder si no se controlaba. Dio un salto y se arrodilló en elsuelo frente a su hijo
- Vení que te chupo la pija
- Mmmmm, Luciano no se iba a negar
- Quiero chuparte y tragarme todo
- Aghhhh, mamiiiii, vos también decís cosas…
- Queres que mami te chupe la verga?
- Aghhhhh me vas a hacer acabar
- Queres que mami te coma la pija?
- Mmmmm, siiii, asentía con la cabeza
- Y que me trague toda tu lechita?
- Siiiiii, Luciano agarró con las dos manos lacabeza de su madre y comenzó a moverla atrás y adelante
- Mmmmm, aghhh, tragaba María
- Voy a acabar mami, gritó Luciano y la soltó porlas dudas
- Cogeme la boca, le dijo María y sus manos seapoyaron en las de su hijo para que acompañara el movimiento de su cabeza
- Aghhh ahhh ahhhh ahhhh ah ah ah ah, acabóLuciano
- Mmmmm, María tragaba y seguía chupando,
- Aghh ah ah ah ah, Luciano no paraba de eyacular
- Mmmmm, María no dejaba de tragar pese a algunaarcada que aparecía cuando el pene tocaba el fondo de su garganta
- Me encanta cogerte la boca, mamiiiiiii, en tantoímpetu casi hace vomitar a su mamá
- Gggghhhhffff, se la sacó de la boca María--
- Perdón mami
- No, está bien, está bien, dijo Maríarecomponiéndose
María se acomodó la ropa comopudo. Luciano, con un poco de culpa por sentir que había violentado a su madre,hizo lo propio. En un momento, María lo miró a los ojos y él le dijo nuevamente
- Perdón mami
- No tenés nada por lo que pedir perdón, y lo besóen la boca
Se besaron nuevamente y seacariciaban mientras lo hacían. No se despegaban. De a poco se calmaron y cadauno se fue a su dormitorio, Luciano se durmió rápidamente. María, en cambio, nologró conciliar el sueño hasta muy tarde. Sabía que había estado muy cerca decoger con su hijo y ese solo pensamiento la atribulaba y la excitaba al mismotiempo. Después de horas, se durmió hasta el otro día.
Luciano se levantó y le llamó laatención que su madre no estuviera levantada. Fue hacia el dormitorio de suspadres y vio a su madre dormida boca abajo con la bombacha toda metida en lacola y durmiendo profundamente. Una erección se le produjo al instante ycomenzó a tocarse descaradamente a los pies de la cama de sus padres. Erasurrealista la escena, con su pija gigante en la mano y de pie mirando el culode su madre, que ajena a todo esto, dormía plácidamente.
Mientras se masturbaba se juró,se prometió a sí mismo, que se cogería a su madre. Estaba en eso cuando unmovimiento de su madre lo sacó de su pensamiento y rápidamente guardó su vergaen el bóxer. María vio entre sueños a su hijo parado mirándola y se imaginócogiendo con él en su cama matrimonial, y se excitó. Pero no quiso dar ningunaseñal y se giró boca abajo para dormirse nuevamente e intentar soñar con él yno cogérselo en la vida real.
A la hora se despertó y su hijoya se había ido al colegio. Se sintió un poco culpable porque no había estadocon él durante el desayuno, pero pensó “ya es bastante grande” y una rosa cortase le escapó pensando en lo grande que estaba su hijo.
Su hijo no estaba en la casa yeso le daba tiempo para pensar y estar tranquila. De a ratos, se espantabarecordando lo que había llegado a hacer con su hijo, pero por otros momentos,se encontraba a su misma excitada mientras recordaba la verga dura de su pequeño.Así pasó la tarde y eligió no llamar a su amiga Florencia para no terminarexcitándose más aún. Lo bueno de la relación con su amiga era que esta no lajuzgaba, y eso la hacía sentirse en paz
Miraba el reloj a cada rato yempezó a ponerse cada vez más nerviosa cuando se acercaba la hora del regresode Luciano. Cuando faltaban cinco minutos su corazón palpitaba y tenía losnervios de una quinceañera.
- Hola, ma, anunció su llegada
- Hola Luchitoooo, como te fue?
- Bien ma, le fue a dar un beso y le apuntó a laboca de su madre
- Me alegro, y María no le corrió la caraimpactando en su boca
- Queres ir a algún lado a merendar, mami?
- Te parece? ¿A dónde?
- No sé, a algún lugar lindo, esos cafés deespecialidad…
- Si, está bien
- Bueno, me cambio y nos vamos
- Dale, yo también
María subió a cambiarse y eligióuna pollera larga y zapatillas. Se puso perfume y bajó. Al llegar estabaLuciano con bermudas, remera y zapatillas. Fueron a la camioneta, subieron yMaría le propuso si no quería manejar él.
Luciano había sacado el registrode conducir hacía semanas y no se animaba a manejar mucho, pero su madre loalentaba a que lo haga.
- Dale, anímate
- Bueno, se entusiasmó Luciano
Subieron a la camioneta y a lospocos minutos ya se lo notaba más relajado a Luciano. Conducía con cuidado,prestando mucha atención al camino.
- Vamos al shopping DOT? Dijo María
- Dale, vamos, dijo él y puso el GPS
- No hace falta, yo te indico, le dijo María
- Ah bueno
Llegaron al shopping y comoestaba cubierto el primer subsuelo fueron al segundo. Se bajaron y Luciano tomóa su madre de la mano. María se dejó hacer y caminaron por el shopping. En todomomento Luciano estuvo tentado de abrazar y besar a su madre, pero se contuvo.María, por su parte, sentía lo mismo, pero no iba a hacer nada.
Llegaron a un café muy lindo ycon muchas cosas ricas para comer. Merendaron entre risas y en un momentoLuciano le acarició la pierna a su madre. Ella se dejó tocar y correspondióacariciando la mejilla de su hijo.
- No sabes cómo te besaría acá mismo, le dijo él
- Bueno, pero sabes que no podemos
- Porque estamos en público?
- Claro, además
A Luciano le gustó que su madrese frenara solo porque estaban en público. María, contradicha, supo que tendríaque haberle aclarado que era porque eran madre e hijo, pero el deseo le jugóuna mala pasada una vez más.
Siguieron recorriendo el shoppingy al momento de volver al auto Luciano la agarró a su madre por la cintura y ledijo mirándola a los ojos
- Quiero besarte
- Acá?
- Sí, quiero sentirte como si no fueses mi mamá
- Pero lo soy, lo quiso cortar María
- En este momento, no. Y se acercó a la boca de sumadre para besarla
- Mmmmm, María lo recibió y apoyó sus labios enlos de su hijo
Sintió como la boca de él seabría lentamente y ella se lanzó con desesperación a besarlo con profundidad.Sus lenguas se rozaron. No era el primer beso de lengua que se daban, pero síera el primero a la vista de alguna persona que pusiera pasar. María abrió losojos y vio como una pareja que pasó los miró y eso la excitó aún más, y seprendió con más fuerza a la boca de su hijo.
Luciano apoyó a su madre confuerza haciéndole sentir le incipiente erección y ella se dejaba hacer. En esemomento, María estaba dispuesta a cualquier locura. Creo que fue por eso quebajó su mano y sobó el paquete de su hijo por encima del pantalón. Tanta fue lasorpresa de Luciano que dio un saltito para atrás al sentir el contacto. Serieron y siguieron besándose más y más.
Se desprendieron y subieron alauto. Luciano se le tiró encima a su mamá y esta lo recibió con pasión. Sebesaban como dos adolescentes. Bueno, uno de ellos, lo era. Luciano intentódesprenderle un botón de la camisa a María y esta lo detuvo.
- No, vamos
- Un poco ma…
- No, mejor vamos
- Bueno, aceptó a regañadientes Luciano
- En casa…María se detuvo porque estuvo a punto dedecir una locura
Iba a decirleque en casa podían seguir, pero le pareció que no debía echarle más leña alfuego que era su hijo
- En casa qué? Preguntó Luciano
- En casa, nada… no sé qué iba a decir
- Ibas a decir que en casa podemos seguir?
María se sonrió de una manera quecautivó a Luciano.
- Ibas a decir eso, verdad?
- Si…
María esta vez quiso manejarella, encendió el auto y tomaron el camino de regreso a su casa, que ambossabían que estaba sola para ellos dos. Ni bien salieron del shopping, Lucianola abordó con determinación:
- Vos también tenés muchas ganas, ¿no?
- Si, respondió sintiendo como los calores lerecorrían todo el cuerpo
- Bueno, cuando llegue te voy a hacer de todo…
Luciano le acarició la pierna porencima de la pollera y comenzó a subírsela para sentir la piel de su madre,pero una mano de María lo detuvo
- No me hagas esas cosas que estoy manejando
- Bueno, entonces te puedo decir lo que te voy ahacer por lo menos?
- Mmmmm, y que me vas a hacer cuando lleguemos?
- Chuparte las tetas, mami
- Ufffff, que fuerte lo que decís
Avanzaban de camino a su casa yMaría estaba cada vez más mojada
- Y quiero que me chupes la pija
- Si te portas bien, lo hago
- Y quiero cogerte
María se estremeció y su hijo lonotó
- Tenés ganas no?
- Es muy fuerte…
- No te pregunté si era fuerte, te pregunté sitenías ganas
- Soy tu mamá
- Tampoco te pregunté que eras mío
- Estamos llegando…
- Hacete la boluda
- Jajaja
María oprime el control remotodel portón y abre la puerta. Ya están en su casa los dos solos y eso es de unpeligro terrible. Sobre todo, después de la caliente conversación que acaban detener
Ella se baja del auto como puedeporque las piernas le tiemblan de excitación. Luciano, por lo pronto se bajacon una erección de caballo y se acerca a su madre rodeando el auto.
(continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
- ¿Cómo andas con Sofi?
- Más o menos
- ¿Qué pasa?
- Lo de siempre, se confesó Luciano
- ¿No se anima?
- No y yo…dejó la frase en suspenso
- ¿Y vos qué?
- La paso mejor con vos
- Sí, pero eso no puede ser
- Es que vos me entendés y no te parece unamonstruosidad mi pija
- No, no es una monstruosidad, pero es grande y ellapuede tener miedo
- Bueno, de cualquier manera, yo la paso mejor convos
- Pero tenés que pasarla mejor con ella
- Si, ya sé, pero no quiere ni siquiera hacerme lapaja
- Eso te lo podes hacer vos solo también
- Pero ahora que descubrí otras cosas con vos, meaburre un poco la paja
- No mientas porque la paja no aburre nunca
- Jajaja, no?
- No, imagínate que yo a los 39 años sigo y nopienso parar
- Jajajaja
- Jajajaja, María no podía comer de la risa
- Ayyyy mami, que bien la paso con vos…decíaLuciano mirándola
- Yo también, mi amor, le dijo María
Levantaron la mesa juntos.Luciano por primera vez colaboró sin que su madre se lo pidiera. En un momentoaprovechó para apoyar a su madre desde atrás con la excusa de alcanzarle unplato
- No empecemos Luchooooo, dijo divertida María
- Es que este culo me tienta, dijo apoyándola con másdescaro
- Mmmmm, María movió el culo y dio un golpecitopara atrás para que su hijo se aleje
- Es hermoso, dijo Luciano y le acarició porcompleto la cola a su madre
Luciano llevaba puesto unpantalón corto, lo que hizo que se hiciera notoria su erección. Por suerte,María estaba de espaldas y no lo apreció inmediatamente. Luciano se acercódesde atrás al culo de su madre y con total descaro la apoyó en el culoagarrándola de la cintura.
- Mmmmm, María soltó lo que estaba lavando y seagarró con ambas manos a la mesada manteniendo firme su culo
- Me encanta tu culo, mami, Luciano se movía
- Vos tenés que pensar en el culo de Sofía, dijoella
- A mí me gusta el tuyo, Luciano se frotaba con másvehemencia
- Mmmmm, este es un culo viejo en cambio el deSofía…
- Nooooo, a mí me gusta este. Luciano ahora lemetió las manos dentro del pantalón y le acariciaba la cola con descaro
- Ayyyy Luchito, que voy a hacer con vos? Sepreguntaba a sí misma María
- Lo que quieras podes hacer conmigo, ahoraLuciano le había metido toda la bombacha en la cola mientras la seguíaacariciando y jugando peligrosamente con sus dedos
- Mmmmm, me volves loca hijo…María se desprendiódel botón del jean para que la mano de su hijo pudiera moverse con más soltura
- Y vos a mí, mami, Luciano entendió el gesto y sumano se coló debajo de la prenda íntima de su madre
- Aghhhh, hijo que cosas que me haces…
- Y las que te haría se me dejaras, le dijo aloído
- Por ejemplo? María ya estaba entregada al placernuevamente
- Ahora? Meterte unos dedos en la concha
- Aghhhhh, un chorro bajó por la concha de Maríaal oír esas palabras
- Mmmmm, sentilos, Luciano interpretó ese suspirocomo una invitación
La mano derecha de Luciano fuepara adelante sin salir de la prenda íntima de su madre y se metió en sucavidad encontrándose con una humedad tremenda.
- Aghhhhh, vibró María al sentir los dedos de suhijo
- Mmmmm, me encanta tocarte, mami
- Y a mí que me toques mi amor, una mano de Maríase puso encima de la de su hijo y acompaño el movimiento
- Mmmmm, te gusta que te toque así?
- Siiiii, sentí lo mojada que me pusiste…
- Y vos lo duro que me pusiste a mí, Lucianoadelantó su cuerpo para apoyar más fuerte a su madre
- Ayyyy hijo como te pones…
- Como me pones…vos…Luciano al oído de su madre
- Me vas a hacer acabar, hijo….era la primera vezque María se animaba a hablar con ese tono
- Quiero hacerte acabar, mami, dijo Luciano y lebajó la bombacha y el pantalón hasta las rodillas
María sintió pánico por lo quepodría llegar a pasar con su hijo con la pija parada detrás de ella ytotalmente desnuda, pero necesitaba acabar y fue entonces que hizo algo muyimpensado y sorprendente.
- Esperá, le dijo a Luciano
- Que pasa? Preguntó Luciano intrigado y con laverga dura aun dentro de su short
María se bajó el pantalón deltodo, se sacó las zapatillas y desnudándose de la cintura para abajo se giró yse sentó con las piernas abiertas en la mesa de la cocina, donde hasta haceminutos habían estado comiendo
- Vení, chupame, le dijo como una orden
- Mmmmm, Luciano se agachó y se lanzó a chupar asu madre
- Aghhhh, si si si , haceme acabar mi amor
- Quiero chuparte hasta que acabes, mami
- Lo vas a lograr muy pronto, le confesó ella
- Mmmmm, siiii? Te gusta?
- Mucho mi amor, seguí, por favor
- Mmmmm, Luciano chupaba y aprovechó el momentopara meterle unos dedos a su madre
- Mmmmm, así, siiii, María lo agarró del pelo y loguió para que las chupadas se centren en el clítoris
- Mmmmm, quiero cogerte mami…
- Aghhh ahhh ahhh ah ah ah aaaaaaaaahhhhhh, acabóMaría al escuchar esas tres palabras
Quiero. Cogerte. Mami. Fue muyfuerte para ella. No se lo esperaba. Un rayo la travesó y comenzó aconvulsionar en el mayor orgasmo que había tenido en su vida. Tanto que Lucianose asustó. Solo siguió porque su madre le apretó la cabeza contra su propiocuerpo y no pudo zafarse.
- Ayyyy si mami, acabame en la boca
- Aghhhh, hijo, que cosas que me decís
- Te quiero coger, mami
- Basta! Basta de decir eso, temblaba María
- Es que sos hermosa…
Luciano se puso de pie y se bajóel short y calzoncillo al mismo tiempo dejando su pija de frente a la desnuda ymojada concha de su madre. María levantó la cabeza y entró en pánico por lo quepodría llegar a suceder si no se controlaba. Dio un salto y se arrodilló en elsuelo frente a su hijo
- Vení que te chupo la pija
- Mmmmm, Luciano no se iba a negar
- Quiero chuparte y tragarme todo
- Aghhhh, mamiiiii, vos también decís cosas…
- Queres que mami te chupe la verga?
- Aghhhhh me vas a hacer acabar
- Queres que mami te coma la pija?
- Mmmmm, siiii, asentía con la cabeza
- Y que me trague toda tu lechita?
- Siiiiii, Luciano agarró con las dos manos lacabeza de su madre y comenzó a moverla atrás y adelante
- Mmmmm, aghhh, tragaba María
- Voy a acabar mami, gritó Luciano y la soltó porlas dudas
- Cogeme la boca, le dijo María y sus manos seapoyaron en las de su hijo para que acompañara el movimiento de su cabeza
- Aghhh ahhh ahhhh ahhhh ah ah ah ah, acabóLuciano
- Mmmmm, María tragaba y seguía chupando,
- Aghh ah ah ah ah, Luciano no paraba de eyacular
- Mmmmm, María no dejaba de tragar pese a algunaarcada que aparecía cuando el pene tocaba el fondo de su garganta
- Me encanta cogerte la boca, mamiiiiiii, en tantoímpetu casi hace vomitar a su mamá
- Gggghhhhffff, se la sacó de la boca María--
- Perdón mami
- No, está bien, está bien, dijo Maríarecomponiéndose
María se acomodó la ropa comopudo. Luciano, con un poco de culpa por sentir que había violentado a su madre,hizo lo propio. En un momento, María lo miró a los ojos y él le dijo nuevamente
- Perdón mami
- No tenés nada por lo que pedir perdón, y lo besóen la boca
Se besaron nuevamente y seacariciaban mientras lo hacían. No se despegaban. De a poco se calmaron y cadauno se fue a su dormitorio, Luciano se durmió rápidamente. María, en cambio, nologró conciliar el sueño hasta muy tarde. Sabía que había estado muy cerca decoger con su hijo y ese solo pensamiento la atribulaba y la excitaba al mismotiempo. Después de horas, se durmió hasta el otro día.
Luciano se levantó y le llamó laatención que su madre no estuviera levantada. Fue hacia el dormitorio de suspadres y vio a su madre dormida boca abajo con la bombacha toda metida en lacola y durmiendo profundamente. Una erección se le produjo al instante ycomenzó a tocarse descaradamente a los pies de la cama de sus padres. Erasurrealista la escena, con su pija gigante en la mano y de pie mirando el culode su madre, que ajena a todo esto, dormía plácidamente.
Mientras se masturbaba se juró,se prometió a sí mismo, que se cogería a su madre. Estaba en eso cuando unmovimiento de su madre lo sacó de su pensamiento y rápidamente guardó su vergaen el bóxer. María vio entre sueños a su hijo parado mirándola y se imaginócogiendo con él en su cama matrimonial, y se excitó. Pero no quiso dar ningunaseñal y se giró boca abajo para dormirse nuevamente e intentar soñar con él yno cogérselo en la vida real.
A la hora se despertó y su hijoya se había ido al colegio. Se sintió un poco culpable porque no había estadocon él durante el desayuno, pero pensó “ya es bastante grande” y una rosa cortase le escapó pensando en lo grande que estaba su hijo.
Su hijo no estaba en la casa yeso le daba tiempo para pensar y estar tranquila. De a ratos, se espantabarecordando lo que había llegado a hacer con su hijo, pero por otros momentos,se encontraba a su misma excitada mientras recordaba la verga dura de su pequeño.Así pasó la tarde y eligió no llamar a su amiga Florencia para no terminarexcitándose más aún. Lo bueno de la relación con su amiga era que esta no lajuzgaba, y eso la hacía sentirse en paz
Miraba el reloj a cada rato yempezó a ponerse cada vez más nerviosa cuando se acercaba la hora del regresode Luciano. Cuando faltaban cinco minutos su corazón palpitaba y tenía losnervios de una quinceañera.
- Hola, ma, anunció su llegada
- Hola Luchitoooo, como te fue?
- Bien ma, le fue a dar un beso y le apuntó a laboca de su madre
- Me alegro, y María no le corrió la caraimpactando en su boca
- Queres ir a algún lado a merendar, mami?
- Te parece? ¿A dónde?
- No sé, a algún lugar lindo, esos cafés deespecialidad…
- Si, está bien
- Bueno, me cambio y nos vamos
- Dale, yo también
María subió a cambiarse y eligióuna pollera larga y zapatillas. Se puso perfume y bajó. Al llegar estabaLuciano con bermudas, remera y zapatillas. Fueron a la camioneta, subieron yMaría le propuso si no quería manejar él.
Luciano había sacado el registrode conducir hacía semanas y no se animaba a manejar mucho, pero su madre loalentaba a que lo haga.
- Dale, anímate
- Bueno, se entusiasmó Luciano
Subieron a la camioneta y a lospocos minutos ya se lo notaba más relajado a Luciano. Conducía con cuidado,prestando mucha atención al camino.
- Vamos al shopping DOT? Dijo María
- Dale, vamos, dijo él y puso el GPS
- No hace falta, yo te indico, le dijo María
- Ah bueno
Llegaron al shopping y comoestaba cubierto el primer subsuelo fueron al segundo. Se bajaron y Luciano tomóa su madre de la mano. María se dejó hacer y caminaron por el shopping. En todomomento Luciano estuvo tentado de abrazar y besar a su madre, pero se contuvo.María, por su parte, sentía lo mismo, pero no iba a hacer nada.
Llegaron a un café muy lindo ycon muchas cosas ricas para comer. Merendaron entre risas y en un momentoLuciano le acarició la pierna a su madre. Ella se dejó tocar y correspondióacariciando la mejilla de su hijo.
- No sabes cómo te besaría acá mismo, le dijo él
- Bueno, pero sabes que no podemos
- Porque estamos en público?
- Claro, además
A Luciano le gustó que su madrese frenara solo porque estaban en público. María, contradicha, supo que tendríaque haberle aclarado que era porque eran madre e hijo, pero el deseo le jugóuna mala pasada una vez más.
Siguieron recorriendo el shoppingy al momento de volver al auto Luciano la agarró a su madre por la cintura y ledijo mirándola a los ojos
- Quiero besarte
- Acá?
- Sí, quiero sentirte como si no fueses mi mamá
- Pero lo soy, lo quiso cortar María
- En este momento, no. Y se acercó a la boca de sumadre para besarla
- Mmmmm, María lo recibió y apoyó sus labios enlos de su hijo
Sintió como la boca de él seabría lentamente y ella se lanzó con desesperación a besarlo con profundidad.Sus lenguas se rozaron. No era el primer beso de lengua que se daban, pero síera el primero a la vista de alguna persona que pusiera pasar. María abrió losojos y vio como una pareja que pasó los miró y eso la excitó aún más, y seprendió con más fuerza a la boca de su hijo.
Luciano apoyó a su madre confuerza haciéndole sentir le incipiente erección y ella se dejaba hacer. En esemomento, María estaba dispuesta a cualquier locura. Creo que fue por eso quebajó su mano y sobó el paquete de su hijo por encima del pantalón. Tanta fue lasorpresa de Luciano que dio un saltito para atrás al sentir el contacto. Serieron y siguieron besándose más y más.
Se desprendieron y subieron alauto. Luciano se le tiró encima a su mamá y esta lo recibió con pasión. Sebesaban como dos adolescentes. Bueno, uno de ellos, lo era. Luciano intentódesprenderle un botón de la camisa a María y esta lo detuvo.
- No, vamos
- Un poco ma…
- No, mejor vamos
- Bueno, aceptó a regañadientes Luciano
- En casa…María se detuvo porque estuvo a punto dedecir una locura
Iba a decirleque en casa podían seguir, pero le pareció que no debía echarle más leña alfuego que era su hijo
- En casa qué? Preguntó Luciano
- En casa, nada… no sé qué iba a decir
- Ibas a decir que en casa podemos seguir?
María se sonrió de una manera quecautivó a Luciano.
- Ibas a decir eso, verdad?
- Si…
María esta vez quiso manejarella, encendió el auto y tomaron el camino de regreso a su casa, que ambossabían que estaba sola para ellos dos. Ni bien salieron del shopping, Lucianola abordó con determinación:
- Vos también tenés muchas ganas, ¿no?
- Si, respondió sintiendo como los calores lerecorrían todo el cuerpo
- Bueno, cuando llegue te voy a hacer de todo…
Luciano le acarició la pierna porencima de la pollera y comenzó a subírsela para sentir la piel de su madre,pero una mano de María lo detuvo
- No me hagas esas cosas que estoy manejando
- Bueno, entonces te puedo decir lo que te voy ahacer por lo menos?
- Mmmmm, y que me vas a hacer cuando lleguemos?
- Chuparte las tetas, mami
- Ufffff, que fuerte lo que decís
Avanzaban de camino a su casa yMaría estaba cada vez más mojada
- Y quiero que me chupes la pija
- Si te portas bien, lo hago
- Y quiero cogerte
María se estremeció y su hijo lonotó
- Tenés ganas no?
- Es muy fuerte…
- No te pregunté si era fuerte, te pregunté sitenías ganas
- Soy tu mamá
- Tampoco te pregunté que eras mío
- Estamos llegando…
- Hacete la boluda
- Jajaja
María oprime el control remotodel portón y abre la puerta. Ya están en su casa los dos solos y eso es de unpeligro terrible. Sobre todo, después de la caliente conversación que acaban detener
Ella se baja del auto como puedeporque las piernas le tiemblan de excitación. Luciano, por lo pronto se bajacon una erección de caballo y se acerca a su madre rodeando el auto.
(continuará…)
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