Le hice una paja a mi amigo (2)
Luego de haberle chupado la pija a Fernando en su auto, no lo volví a ver por 3 semanas.
Había estado estudiando para meter una de las últimas materias que le quedaban en la facultad, pero era sábado y volvió a aparecer en la previa antes de ir a bailar. Cuando lo vi me puse nervioso, casi agitado, pero a medida que pasaba la noche supe que estaba todo bien. Nada había cambiado. Habíamos quedado que fue la calentura del momento y nada más, y que todo quedaba entre nosotros.
Mientras estábamos en el boliche ninguno tocó el tema, pero cuando ya casi estaba terminando se empezó a juntar gente en la barra para pedir algo de tomar, y él se puso detrás mío y pude notar que me estaba apoyando el ganso mientras pediamos unas cervezas.
A la hora de volver se ofreció llevarme en auto, y cuando otro amigo oyó el ofrecimiento también se sumó. Mi casa quedaba antes que la de nuestro amigo, así que supuse que no iba a pasar nada, pero cuando se pasó (a proposito) la esquina de la cuadra que llevaba a mi casa y luego de unas cuadras dijo: “uy, que boludo, me pasé… te llevo a vos y después a Marce, total están cerca” supe que la noche aún no había terminado.
Luego de dejar a nuestro amigo fuimos casi en silencio hasta mi depto, y cuando llegamos, yo aún esperando que dijera algo, lo cual no pasaba, le pregunté si quería pasar a tomar algo. “Dale, bajo un toque” me respondió.
- Cómo vienen las cosas con Caro - le pregunté antes de entrar al depto.
Sin novedades no hubo avances - me dice.
Al entrar le dijo que me aguante que me estaba meando, que ya volvía, y me fui para el baño. Ya me había sentado a mear (siempre hago pis sentado ya que es más higiénico, no es algo de puto, Messi también lo hace) cuando siento que se habre la puerta y entra Fernando
- Disculpá, pero después de tanta birra yo también me estoy re meando.
Al verme sentado pensó que estaba cagando, pero le explique que yo meaba así y me dijo.
- Todo bien, meo en el bidet.
Y ahí nomás peló la verga, corrió el cuerito para atrás, y empezó a mear como un caballo.
Yo ahí, aun sentado a su lado, podía ver como salía el torrente de pis de su verga casi al lado de mi cabeza, un chorro realmente grueso y poderoso. Para mí fue todo muy fuerte. Durante esas tres semanas, más de una vez me había hecho la paja pensando en esa verga a la que no sabía si volvería a ver, y ahora la tenía de nuevo ahí, a escasos centímetros de mis ojos y casi no podía creerlo.
Antes de que Fernando terminara de mear, mi pijita ya se había puesto dura y otra vez estaba hipnotizado mirando como mi amigo terminaba de mear y sacudía su verga al tiempo que decía
- Ah, que ganas que tenía!
Y antes de que llegue a guardarla yo respondí
- Sí, yo también - y acerqué mi nariz y mi boca a su pene y él dio medio paso y se acomodó delante mio.
Luego de juguetear un poco me la metí en la boca aún flácida, y con una mano le tocaba los huevos y con la otra lo tenía agarrado de una nalga. Esta vez tenía un poco más olor a bolas que la vez pasada (ya que no hacía tanto frío) y yo no veía la hora de sentir a ese monstruo crecer en mi boca, sin embargo, a pesar de mis lamidas aún no estaba del todo dura. La saco de mi boca y me regocijo mirándola. Aún medio flácida era más grande que la mía parada, y las bolas estando el parado parecían aún más grandes. Cómo no se paraba tenía miedo de que se estuviera arrepintiendo.
- Vamos para allá, no me gusta mucho el baño -. me dice. Allá era mi cama.
- Cuando me paro mi verga queda frente a la de él.
- Mirá la pija que tenés, le digo -. Y la extiendo al lado de la mía -. Es más grande que la mía y sin estar parada.
Sin abrocharme el pantalón llego hasta la cama y me agacho para desatarme los cordones, y entonces siento que Fernando me vuelve a apoyar, pero ahora, tanto mi culo como su pija estaban libres.
- Vos de pija venís mal, pero ese culo más de una mina te lo debe envidiar. ¿Te gustó cuando te apoyé en el boliche?
- Me gusta ahora -. Le dije -. Pero dejame que me saqué las zapas.
Que me apoyara así me había calentado, pero la verdad es que lo mío nunca había sido entregar la cola. Y una verga así me daba muchísimo miedo, ya que era realmente grande.
Me terminé de sacar las zapas y el pantalón y lo ayudé a él a sacarse las suyas y el pantalón mientras él estaba sentado en la cama. Estaba siendo más sumiso de lo que me podría haber imaginado, y cuando terminé de sacarle el pantalón no pude aguantar meterme su pija dura hasta la garganta, mientras me pajeaba arrodillado junto a la cama.
Entonces se paró, me agarró de la nunca y empezó a cogerme la boca, y yo aproveché para agarrarlo del culo, dejando mi dedo índice, como sin querer, sobre su ano.
Fue algo rápido, sentí su pija ponerse super dura y su ano concentrarse un poco.
Su pija me estaba llenando la boca de leche otra vez, y yo también empecé a acabar.
Luego de haberle chupado la pija a Fernando en su auto, no lo volví a ver por 3 semanas.
Había estado estudiando para meter una de las últimas materias que le quedaban en la facultad, pero era sábado y volvió a aparecer en la previa antes de ir a bailar. Cuando lo vi me puse nervioso, casi agitado, pero a medida que pasaba la noche supe que estaba todo bien. Nada había cambiado. Habíamos quedado que fue la calentura del momento y nada más, y que todo quedaba entre nosotros.
Mientras estábamos en el boliche ninguno tocó el tema, pero cuando ya casi estaba terminando se empezó a juntar gente en la barra para pedir algo de tomar, y él se puso detrás mío y pude notar que me estaba apoyando el ganso mientras pediamos unas cervezas.
A la hora de volver se ofreció llevarme en auto, y cuando otro amigo oyó el ofrecimiento también se sumó. Mi casa quedaba antes que la de nuestro amigo, así que supuse que no iba a pasar nada, pero cuando se pasó (a proposito) la esquina de la cuadra que llevaba a mi casa y luego de unas cuadras dijo: “uy, que boludo, me pasé… te llevo a vos y después a Marce, total están cerca” supe que la noche aún no había terminado.
Luego de dejar a nuestro amigo fuimos casi en silencio hasta mi depto, y cuando llegamos, yo aún esperando que dijera algo, lo cual no pasaba, le pregunté si quería pasar a tomar algo. “Dale, bajo un toque” me respondió.
- Cómo vienen las cosas con Caro - le pregunté antes de entrar al depto.
Sin novedades no hubo avances - me dice.
Al entrar le dijo que me aguante que me estaba meando, que ya volvía, y me fui para el baño. Ya me había sentado a mear (siempre hago pis sentado ya que es más higiénico, no es algo de puto, Messi también lo hace) cuando siento que se habre la puerta y entra Fernando
- Disculpá, pero después de tanta birra yo también me estoy re meando.
Al verme sentado pensó que estaba cagando, pero le explique que yo meaba así y me dijo.
- Todo bien, meo en el bidet.
Y ahí nomás peló la verga, corrió el cuerito para atrás, y empezó a mear como un caballo.
Yo ahí, aun sentado a su lado, podía ver como salía el torrente de pis de su verga casi al lado de mi cabeza, un chorro realmente grueso y poderoso. Para mí fue todo muy fuerte. Durante esas tres semanas, más de una vez me había hecho la paja pensando en esa verga a la que no sabía si volvería a ver, y ahora la tenía de nuevo ahí, a escasos centímetros de mis ojos y casi no podía creerlo.
Antes de que Fernando terminara de mear, mi pijita ya se había puesto dura y otra vez estaba hipnotizado mirando como mi amigo terminaba de mear y sacudía su verga al tiempo que decía
- Ah, que ganas que tenía!
Y antes de que llegue a guardarla yo respondí
- Sí, yo también - y acerqué mi nariz y mi boca a su pene y él dio medio paso y se acomodó delante mio.
Luego de juguetear un poco me la metí en la boca aún flácida, y con una mano le tocaba los huevos y con la otra lo tenía agarrado de una nalga. Esta vez tenía un poco más olor a bolas que la vez pasada (ya que no hacía tanto frío) y yo no veía la hora de sentir a ese monstruo crecer en mi boca, sin embargo, a pesar de mis lamidas aún no estaba del todo dura. La saco de mi boca y me regocijo mirándola. Aún medio flácida era más grande que la mía parada, y las bolas estando el parado parecían aún más grandes. Cómo no se paraba tenía miedo de que se estuviera arrepintiendo.
- Vamos para allá, no me gusta mucho el baño -. me dice. Allá era mi cama.
- Cuando me paro mi verga queda frente a la de él.
- Mirá la pija que tenés, le digo -. Y la extiendo al lado de la mía -. Es más grande que la mía y sin estar parada.
Sin abrocharme el pantalón llego hasta la cama y me agacho para desatarme los cordones, y entonces siento que Fernando me vuelve a apoyar, pero ahora, tanto mi culo como su pija estaban libres.
- Vos de pija venís mal, pero ese culo más de una mina te lo debe envidiar. ¿Te gustó cuando te apoyé en el boliche?
- Me gusta ahora -. Le dije -. Pero dejame que me saqué las zapas.
Que me apoyara así me había calentado, pero la verdad es que lo mío nunca había sido entregar la cola. Y una verga así me daba muchísimo miedo, ya que era realmente grande.
Me terminé de sacar las zapas y el pantalón y lo ayudé a él a sacarse las suyas y el pantalón mientras él estaba sentado en la cama. Estaba siendo más sumiso de lo que me podría haber imaginado, y cuando terminé de sacarle el pantalón no pude aguantar meterme su pija dura hasta la garganta, mientras me pajeaba arrodillado junto a la cama.
Entonces se paró, me agarró de la nunca y empezó a cogerme la boca, y yo aproveché para agarrarlo del culo, dejando mi dedo índice, como sin querer, sobre su ano.
Fue algo rápido, sentí su pija ponerse super dura y su ano concentrarse un poco.
Su pija me estaba llenando la boca de leche otra vez, y yo también empecé a acabar.
5 comentarios - Le hice una paja a mi amigo (2)
DECILE A TU AMIGO QUE NO SEA MALO 😂😂
Espero el relato de cuando te hace la cola BB...