(La historia es real, las fotos de internet, excepto una. Carito es muy parecida)
Carito tenía 22 años y yo 46. Ella es la hija de Sabrina, una amiga divorciada, ex amante. Cogíamos con Sabrina cuando contaba con 37 años y Carito 19.
A los tres años, nos encontramos a media mañana de un caluroso día en el centro. El mismo aspecto adolescente, rubia bonita, mirada mucho más pícara. Me excitó. La invité a tomar algo fresco y aceptó.
A la media hora, luego de contarme sus ocupaciones y que estaba en su día sin obligaciones, Carito me preguntó:
- Beto, ¿estás de novio?-No, ¡soltero! ¿Y vos?
-También soltera… No encuentro el hombre que busco…
-¿Se puede saber cómo es el caballero que deseas?
La pendeja bajó sus ojos, tímida, y luego me miró fijamente.
-Beto, si te lo digo, ¿no te vas a burlar?
-¡Carito! ¡Sos como mi hija! ¡Por supuesto que nunca, jamás!
-Lo que pasa es que me gustan los hombres maduros; ¡y es tu culpa! Cuando estabas con mami me empezaste a gustar… Y como escuchaba las cogidas que tenían, me imaginaba y deseaba estar en el lugar de ella… Envidiaba lo contenta que se la veía después…
Al escucharla, en el acto se me paró la pija. Estiré mi mano y tomé la suya, delicadamente, y con la otra la acaricié.
-¡Sos muy dulce Carito! Y que una mujer tan bonita como vos me diga lo que decís me encanta…
-¿En serio te parezco bonita? Digo, un hombre como vos, yo soy una pendeja…
Rápidamente pensé que responderle, hasta que decidí jugarme:
-
Carito, tengo que volver a mi casa, en el campo. Pero ya que estás sin obligaciones, hace calor, y tengo pileta, ¿qué te parece si venís conmigo, te refrescás, comemos juntos…
-¡Vamos!
Quince minutos después, yo seguía con la verga dura, haciendo bulto bajo el pantalón. La pendeja se había dado cuenta, y al circular en la ruta, su manito izquierda se apoyó ahí…
-¡Así de grandota la soñaba! ¿Puedo?
Y sin esperar respuesta me bajó el cierre, haciendo que salte el pedazote. La agarró con las dos manos, tras lo cual se inclinó y la lamió…
Cuando sentí que estaba a punto de largar leche, la aparté, apuré la marcha, llegando a casa a los cinco minutos. Rápidamente la llevé hasta mi dormitorio y le pedí que se desnudé…
Luego comencé a recorrer todo su cuerpito, con mis manos, lengua, labios, pija. Mientras, le decía dulzuras y chanchadas:
-¡Nenita preciosa! ¡Perrita dulce! ¡Papi te va a dar mucho placer! ¡Estás ardiendo bebita! ¡Sos hermosa putita! ¡Te voy a dar muchos orgasmos!
Carito sólo gemía, se agitaba, hasta que, cuando me sumergí en su conchita depilada, suave, caliente, y jugué en el clítoris, la pendeja comenzó a largar sus juguitos…
-¡Metemelá papi! ¡Quiero tu pija! – Y se puso en cuatro.
(foto propia)
Entonces no me hice rogar. Se la mandé. Y mientras Carito seguía orgasmeando, acabé dentro de ella.
En la pileta
Al rato, Carito dijo:
-Beto, tengo calor…
Se levantó, desnuda, y corriendo fue hacia la pileta.
“¡Ay pendeja hermosa!, pensé al mirar sus curvitas. La seguí. Y alcancé a verla cuando se zambulló.
Enseguida salió, y mojada se acercó, ondulando su cuerpito…
-¡Está hermosa el agua! Y de paso limpié mis acabadas y tus lechazos…
Como había salido desnudo, enseguida se notó cuando la pija se me paró nuevamente.
Carito sonrió. Al borde de la pileta se sentó, con las piernitas preciosas abiertas. Y exclamó:
-Eso sí Beto, sigo con ganas…
-¡Tengo más para vos mi putita!
Durante un año apareció en casa…
Carito tenía 22 años y yo 46. Ella es la hija de Sabrina, una amiga divorciada, ex amante. Cogíamos con Sabrina cuando contaba con 37 años y Carito 19.
A los tres años, nos encontramos a media mañana de un caluroso día en el centro. El mismo aspecto adolescente, rubia bonita, mirada mucho más pícara. Me excitó. La invité a tomar algo fresco y aceptó.
A la media hora, luego de contarme sus ocupaciones y que estaba en su día sin obligaciones, Carito me preguntó:
- Beto, ¿estás de novio?-No, ¡soltero! ¿Y vos?
-También soltera… No encuentro el hombre que busco…
-¿Se puede saber cómo es el caballero que deseas?
La pendeja bajó sus ojos, tímida, y luego me miró fijamente.
-Beto, si te lo digo, ¿no te vas a burlar?
-¡Carito! ¡Sos como mi hija! ¡Por supuesto que nunca, jamás!
-Lo que pasa es que me gustan los hombres maduros; ¡y es tu culpa! Cuando estabas con mami me empezaste a gustar… Y como escuchaba las cogidas que tenían, me imaginaba y deseaba estar en el lugar de ella… Envidiaba lo contenta que se la veía después…
Al escucharla, en el acto se me paró la pija. Estiré mi mano y tomé la suya, delicadamente, y con la otra la acaricié.
-¡Sos muy dulce Carito! Y que una mujer tan bonita como vos me diga lo que decís me encanta…
-¿En serio te parezco bonita? Digo, un hombre como vos, yo soy una pendeja…
Rápidamente pensé que responderle, hasta que decidí jugarme:
-
Carito, tengo que volver a mi casa, en el campo. Pero ya que estás sin obligaciones, hace calor, y tengo pileta, ¿qué te parece si venís conmigo, te refrescás, comemos juntos…
-¡Vamos!
Quince minutos después, yo seguía con la verga dura, haciendo bulto bajo el pantalón. La pendeja se había dado cuenta, y al circular en la ruta, su manito izquierda se apoyó ahí…
-¡Así de grandota la soñaba! ¿Puedo?
Y sin esperar respuesta me bajó el cierre, haciendo que salte el pedazote. La agarró con las dos manos, tras lo cual se inclinó y la lamió…
Cuando sentí que estaba a punto de largar leche, la aparté, apuré la marcha, llegando a casa a los cinco minutos. Rápidamente la llevé hasta mi dormitorio y le pedí que se desnudé…
Luego comencé a recorrer todo su cuerpito, con mis manos, lengua, labios, pija. Mientras, le decía dulzuras y chanchadas:
-¡Nenita preciosa! ¡Perrita dulce! ¡Papi te va a dar mucho placer! ¡Estás ardiendo bebita! ¡Sos hermosa putita! ¡Te voy a dar muchos orgasmos!
Carito sólo gemía, se agitaba, hasta que, cuando me sumergí en su conchita depilada, suave, caliente, y jugué en el clítoris, la pendeja comenzó a largar sus juguitos…
-¡Metemelá papi! ¡Quiero tu pija! – Y se puso en cuatro.
(foto propia)
Entonces no me hice rogar. Se la mandé. Y mientras Carito seguía orgasmeando, acabé dentro de ella.
En la pileta
Al rato, Carito dijo:
-Beto, tengo calor…
Se levantó, desnuda, y corriendo fue hacia la pileta.
“¡Ay pendeja hermosa!, pensé al mirar sus curvitas. La seguí. Y alcancé a verla cuando se zambulló.
Enseguida salió, y mojada se acercó, ondulando su cuerpito…
-¡Está hermosa el agua! Y de paso limpié mis acabadas y tus lechazos…
Como había salido desnudo, enseguida se notó cuando la pija se me paró nuevamente.
Carito sonrió. Al borde de la pileta se sentó, con las piernitas preciosas abiertas. Y exclamó:
-Eso sí Beto, sigo con ganas…
-¡Tengo más para vos mi putita!
Durante un año apareció en casa…
3 comentarios - Carito (con fotos hot)