Hola amigos poringeros, los quiero contar una experiencia de mi mujer del año 2007 que me contó hace unos meses y que me dejó recaliente. En esa época nosotros teníamos muchos problemas en nuestra relación, por un par de temas que no vienen al caso, casi no cogíamos y yo cuando podía me iba de putas y tenía una amante en Corrientes. Espero poder relatarla lo más fiel a lo que me relató.
Ella tiene una sobrina, M con la que siempre fue muy cercana, siempre se contaron todo. M es una mina realmente hermosa, cara de nena, 1.60m, pelo largo castaño, culo parado y firme y unas grandes y paradas tetas, físicamente muy parecida a mi mujer, pero con la piel trigueña. Para esa época ella tendría unos 30 años y mi señora 47.
Un día se pusieron a charlar sobre los problemas de la tía y terminaron hablando de sexo. Mi mujer le contó que casi no cogíamos, que siempre estaba caliente y que necesitaba una pija urgente. M le dijo que con ese culo podía conseguir al tipo que quisiera y le tiró que su marido le había comentado lo que le calentaba verla en calzas y con que ganas se la culearía. Eso la empezó a calentar a mi mujer. M le contó que ella no podía tener sexo anal con F, su marido, porque tenía una pija muy gruesa y cabezona, que le producía muchísimo dolor las veces que lo intentaron. M le mostró una foto de ella chupándole la pija a su marido para que vea de que hablaba. Mi mujer me contó que cuando la vio se mojó enseguida, no era por su largo unos 21cm, le encantó lo gruesa, cabezona y venosa que era. ¡Le dijo a M que se le encantaría que le llene el orto de leche! M se la quedó mirando y le tiró: “¿Tía no te animás que nos cojamos entre las dos a F?”. Mi mujer le preguntó si era en serio, M le dijo que sí, pero que nunca había hecho un trio con nadie, pero mi mujer le dijo que no se preocupara que ella ya tenía experiencia en el tema. La piba no lo podía creer, le pidió que le cuente con todos los detalles y estuvieron toda la tarde hablando y preparando el encuentro.
Y llegó el día, un viernes a la tarde que yo no estaba en Rosario porque me había ido a cazar. Se vistieron muy sexys las dos. M, medias bucaneras negras con zapatos taco aguja y corpiños y tanguitas diminutos de encaje, Mi mujer el conjuntito rojo y negro que les muestro en las fotos (que las tomé un par de años después y ahora me entero de ¡que se lo compró para la ocasión!). M le mandó un mensaje a F diciéndole que lo esperaba en la cama con un regalito.
M le dejo a mi mujer que estaba muy linda y le empezó a acariciar la cola, la cosa se empezó a calentar y se empezaron a franelear, en lo mejor escuchan: “¡Amor llegué!”, a lo que M le responde: ”¡Sacate la ropita antes de entrar mi amor!”
Cuando F entró al dormitorio se quedó parado en el vano de la puerta con la pija al palo. Mi señora estaba recostada muy sexy mostrándole el culo y M, acariciándola, le dijo: “¡Mirá el regalito que te tengo!”.
F se acercó a la cama y mi mujer le agarro la pija enseguida y la empezó a chupar. Me contó que la tenía tan gruesa que no le entraba en la boca. Se la chupo un rato bajo la mirada atenta de su sobrina, la que se sumó y se la empezaron a chupar entre las dos, y entre chupada y chupada se comían la boca a besos.
Mi mujer, que a esta altura estaba recontra caliente, se puso en cuatro sobre la cama enseñándole la cola y le dijo: “¡Vení papito, méteme esa pija gorda que tenés en el culo, llénamelo de lechita!”.
F se puso atrás de ella y la empezó a puertear pero sin éxito, entonces M le agarro la pija, se la chupó, la salivó bien y con la mano la arrimo al culo de mi mujer que estaba separándole los cachetes con las manos, F empujó con fuerza y esta vez entró de una. Mi mujer solo atino a pegar un grito ahogado mientras el culo se le adaptaba a la gorda pija de F.
F la empezó a bombear muy fuerte, mientras su mujer le acariciaba las bolas y le pegaba chirlos en la cola a su tía.
En lo mejor que estaban M se puso delante de mi mujer y le dijo: ”¡Comeme la concha Tía!”, a lo que ella no se hizo rogar y se la empezó a chupar. M se retorcía de placer y no paraba de gemir mi mujer que aseguro acabó dos o tres veces seguidas por lo menos.
F seguía dándole fuerte por el orto, ella ya no aguantaba más, ya había acabado muy fuerte, pero tenía el culo destruido por el mete y saca. Ya hacía un buen rato que le estaba dando y solo atinaba a decirle “¡Basta, basta, me estás matando hijo de puta!”.
A F eso lo calentó más, como mi mujer se le quería escapar, la levanto, la poyó contra el modular y la empezó a culear de parado. Esa posición siempre le calentó muchísimo a ella, tanto que le empezó a pedir más y más.
A todo esto, M estaba en la cama dedeándose con fuerza y alentando al marido. En un momento F la aplastó fuerte contra el mueble a mi mujer y le llenó el culo de leche.
Ella me contó que no terminaba nunca de eyacular y que cuando se retiró se tuvo que recostar en la cama por cómo le temblaban las piernas y lo que le dolía el culo.
Después de un rato que estuvieron charlando empezaron de nuevo y siguieron hasta muy entrada la noche, por lo que mi mujer se quedó a dormir con ellos.
Espero que les haya gustado la experiencia bisexual de mi mujer.
Ella tiene una sobrina, M con la que siempre fue muy cercana, siempre se contaron todo. M es una mina realmente hermosa, cara de nena, 1.60m, pelo largo castaño, culo parado y firme y unas grandes y paradas tetas, físicamente muy parecida a mi mujer, pero con la piel trigueña. Para esa época ella tendría unos 30 años y mi señora 47.
Un día se pusieron a charlar sobre los problemas de la tía y terminaron hablando de sexo. Mi mujer le contó que casi no cogíamos, que siempre estaba caliente y que necesitaba una pija urgente. M le dijo que con ese culo podía conseguir al tipo que quisiera y le tiró que su marido le había comentado lo que le calentaba verla en calzas y con que ganas se la culearía. Eso la empezó a calentar a mi mujer. M le contó que ella no podía tener sexo anal con F, su marido, porque tenía una pija muy gruesa y cabezona, que le producía muchísimo dolor las veces que lo intentaron. M le mostró una foto de ella chupándole la pija a su marido para que vea de que hablaba. Mi mujer me contó que cuando la vio se mojó enseguida, no era por su largo unos 21cm, le encantó lo gruesa, cabezona y venosa que era. ¡Le dijo a M que se le encantaría que le llene el orto de leche! M se la quedó mirando y le tiró: “¿Tía no te animás que nos cojamos entre las dos a F?”. Mi mujer le preguntó si era en serio, M le dijo que sí, pero que nunca había hecho un trio con nadie, pero mi mujer le dijo que no se preocupara que ella ya tenía experiencia en el tema. La piba no lo podía creer, le pidió que le cuente con todos los detalles y estuvieron toda la tarde hablando y preparando el encuentro.
Y llegó el día, un viernes a la tarde que yo no estaba en Rosario porque me había ido a cazar. Se vistieron muy sexys las dos. M, medias bucaneras negras con zapatos taco aguja y corpiños y tanguitas diminutos de encaje, Mi mujer el conjuntito rojo y negro que les muestro en las fotos (que las tomé un par de años después y ahora me entero de ¡que se lo compró para la ocasión!). M le mandó un mensaje a F diciéndole que lo esperaba en la cama con un regalito.
M le dejo a mi mujer que estaba muy linda y le empezó a acariciar la cola, la cosa se empezó a calentar y se empezaron a franelear, en lo mejor escuchan: “¡Amor llegué!”, a lo que M le responde: ”¡Sacate la ropita antes de entrar mi amor!”
Cuando F entró al dormitorio se quedó parado en el vano de la puerta con la pija al palo. Mi señora estaba recostada muy sexy mostrándole el culo y M, acariciándola, le dijo: “¡Mirá el regalito que te tengo!”.
F se acercó a la cama y mi mujer le agarro la pija enseguida y la empezó a chupar. Me contó que la tenía tan gruesa que no le entraba en la boca. Se la chupo un rato bajo la mirada atenta de su sobrina, la que se sumó y se la empezaron a chupar entre las dos, y entre chupada y chupada se comían la boca a besos.
Mi mujer, que a esta altura estaba recontra caliente, se puso en cuatro sobre la cama enseñándole la cola y le dijo: “¡Vení papito, méteme esa pija gorda que tenés en el culo, llénamelo de lechita!”.
F se puso atrás de ella y la empezó a puertear pero sin éxito, entonces M le agarro la pija, se la chupó, la salivó bien y con la mano la arrimo al culo de mi mujer que estaba separándole los cachetes con las manos, F empujó con fuerza y esta vez entró de una. Mi mujer solo atino a pegar un grito ahogado mientras el culo se le adaptaba a la gorda pija de F.
F la empezó a bombear muy fuerte, mientras su mujer le acariciaba las bolas y le pegaba chirlos en la cola a su tía.
En lo mejor que estaban M se puso delante de mi mujer y le dijo: ”¡Comeme la concha Tía!”, a lo que ella no se hizo rogar y se la empezó a chupar. M se retorcía de placer y no paraba de gemir mi mujer que aseguro acabó dos o tres veces seguidas por lo menos.
F seguía dándole fuerte por el orto, ella ya no aguantaba más, ya había acabado muy fuerte, pero tenía el culo destruido por el mete y saca. Ya hacía un buen rato que le estaba dando y solo atinaba a decirle “¡Basta, basta, me estás matando hijo de puta!”.
A F eso lo calentó más, como mi mujer se le quería escapar, la levanto, la poyó contra el modular y la empezó a culear de parado. Esa posición siempre le calentó muchísimo a ella, tanto que le empezó a pedir más y más.
A todo esto, M estaba en la cama dedeándose con fuerza y alentando al marido. En un momento F la aplastó fuerte contra el mueble a mi mujer y le llenó el culo de leche.
Ella me contó que no terminaba nunca de eyacular y que cuando se retiró se tuvo que recostar en la cama por cómo le temblaban las piernas y lo que le dolía el culo.
Después de un rato que estuvieron charlando empezaron de nuevo y siguieron hasta muy entrada la noche, por lo que mi mujer se quedó a dormir con ellos.
Espero que les haya gustado la experiencia bisexual de mi mujer.
7 comentarios - Mi mujer con su sobrino y sobrina