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Cami, mi mejor amiga (1)

Dicen que uno nunca termina de conocer a las personas con las que se relaciona, ¿no? Bueno, esta historia refuerza completamente ese argumento, ya que demuestra que no tenía idea de cómo era mi mejor amiga realmente y ella no tenía idea de lo que pasaba por mi cabeza.

Dicho esto creo que lo mejor es presentarme: Me llamo Iván, tengo 19 años y soy una persona que si bien no considero estar en los estándares de belleza más altos, si tengo mi encanto con el cual he conseguido mantener numerosas relaciones sexuales con distintas chicas por las cuales me sentí atraído y en esta historia decido contar como cambió la relación que tenía con mi mejor amiga en tan poco tiempo.

Cami… eu camila… ey! –Le repetí a mi mejor amiga, quien pareció despertar de una especie de trance que parecía estar teniendo mientras llegábamos a la fiesta –
-¿Qué pasó? –respondió ella.
-¿Trajiste documento? Acordate que sin documento no entramos ni en pedo, como pasó cuando fuimos con fer el finde pasado –Le comenté.
-Es como la tercera vez que me lo preguntas ivan! Ya te dije que sí, no seas perseguido.
Tras esa respuesta bajé un cambio, la verdad que estaba nervioso porque íbamos a una joda donde sabía que iba mi ex, la persona que se encargó de terminar nuestra relación hace 2 meses sin ninguna explicación y quería intentar arreglar las cosas, por lo que nada podía salir mal. Nada de esto lo sabía Camila, quien se había encargado luego de la ruptura de consolarme, de decirme que era lo mejor e incluso conseguirme un par de citas pero yo seguía enamorado de Alejandra, mi ex.

Llegamos a la fiesta, yo estaba muy nervioso y la fila se me hacía eterna, cuando toca nuestro turno Cami empieza a fijarse en su pequeña mochila en busca de su documento. Me percaté de que algo andaba mal cuando ya habían pasado varios segundos y no parecía encontrarlo, hasta que después de un minuto de búsqueda me dice:

-Me vas a matar… me volví a olvidar el documento

Ni siquiera me gasté en responderle mucho, simplemente en decirle con muy mala cara:

-De verdad de vuelta te lo olvidaste? Bue ya fue, volvamos…
La realidad es que no soy una persona que se enoja fácilmente, lo que sorprendió a cami porque de regreso a su casa estuve casi sin hablar debido a que mis esperanzas de volver esa noche con mi ex se habían vuelto nulas, si bien yo iba con el peor escenario en la cabeza, nunca me imaginé que ni tendría la oportunidad de hablar con ella esa noche.

Después de un largo silencio, cuando estábamos a metros de su casa, escuchamos música la cual pudimos identificar que venía de la casa de en frente y fue ahí cuando nos percatamos de que el vecino y amigo de Camila estaba haciendo una fiesta, inmediatamente me tira la idea de que caigamos, que su vecino no iba a tener problema porque eran re amigos y que de paso así se me pasaba el enojo, yo me limite a responderle sin mucho convencimiento:

-No estoy enojado, pero bueno dale, ya que se pinchó la otra joda por lo menos caemos a algo mas tranqui.

Fue ahí cuando golpeamos en la casa y nos atiende Nahuel (amigo de Cami) el cual nos saluda muy alegremente, con un ya claro estado de ebriedad encima.

Ahí estuvimos un rato, escabiando y charlando con gente que yo desconocía pero parecían bastante buena onda, pegamos confianza rápido y estuvimos un rato jugando distintos juegos los cuales te obligaban a seguir tomando, hasta que decidimos jugar verdad o reto y quien no cumpliera los retos o no respondiera las preguntas debía tomar un shot de vodka puro.

La realidad es que los retos venían bastante tranquilos, si bien las preguntas estaban mas picantes y me enteré distintas cosas como que Cami había hecho muchas cosas en la cama con más personas de las que me había contado, nadie se animaba a tirar algún reto interesante hasta que empezaron los retos de chapes y chape va chape viene, le toca reto a Camila y el dueño de casa y amigo de ella le dice:

-Te reto a que te chapés al chico con el que viniste

La verdad es que no me pareció nada del otro mundo porque al ser un reto no significaba nada, pero en ese momento me percaté de que nunca nos habíamos besado ni a través de juegos, aunque no le tomé mucha importancia a eso.

Camila aceptó, supongo que habrá pensado lo mismo que yo, que solo era un reto. En ese momento ella se acerca a mi y producto de todo el alcohol que habíamos tomado nos damos un beso un tanto torpe, pero ahí me di cuenta de algo que me tomó por sorpresa: Su forma de besar y el sentir la humedad de sus labios con los mios me provocó una sensación extraña, que incluso terminado el beso esa sensación persistía, y no, no es que se me hubiera parado la pija, era algo distinto y muy extraño.

A pesar de esa rara sensación que se fue diluyendo con el pasar del rato, no podía dejar de pensar en ese momento aunque con un poco de culpa, ya que no debería sentir nada al besarme con alguien que estaba seguro que debíamos ser amigos y nada más, por lo que luché gran parte de la noche conmigo mismo por quitar ese recuerdo inmediato de mi cabeza.

Pasó el rato y había conseguido distraerme, luego miro la hora y ya eran las 05:00 y volteo a ver a Cami quien estaba completamente alcoholizada y si bien yo también lo estaba bastante, consideré que era momento de encargarme yo de llevarla a su casa y como si me hubiera leído la mente fue ella quien se paró a pedirme que la acompañara porque ya era tarde a lo que rápidamente accedí.

Cuando comienza a saludar a la gente que quedaba, en cuanto me dio la espalda no pude evitar mirar ese culo perfecto que tenía bajo esa falda que tan apretada le quedaba, y les mentiría si les digo que no sentí un poco de culpa en ese momento debido a que nunca la había mirado de esa manera ya que ella era como una hermana para mí, pero desde esa noche claramente algo había cambiado.

Sin dejar de sentir esa extraña culpa tras haberla mirado sin mucho disimulo fuimos camino a su casa que quedaba al cruzar la calle por lo tanto no era una tarea difícil, pero como Cami apenas podía mantenerse en pie se dificultó un poco más de lo esperado. Al llegar a su casa rápidamente la llevo a su pieza y le digo que se acueste porque tenía que descansar y luego de que me haga caso me pide:

-Eu, dormirías conmigo porfis? –Me dijo balbuceando de una manera que casi no lo entendí.

La verdad me tomó por sorpresa, a mi mente venían los recuerdos recientes de la imagen en mi cabeza de su cola y del beso, en el cual pensé que quizás ella también había sentido algo ya que nunca antes me había pedido que durmamos juntos.

Tras pensar muchas cosas durante unos segundos, accedí, aunque no dejaba de maquinar si realmente quería algo o era por otro motivo, al acostarme no pude dejar de mirar en la oscuridad lo bien que se veía su culo estando ella boca abajo (cabe aclarar que los 2 seguíamos vestidos) e incluso pensé en intentar algo ya que quizás era eso lo que ella quería y por eso me había pedido dormir con ella, aunque tras un tiempo en el que no dejé de pensar ni un segundo me llegó toda la culpa de repente, producto que también la ebriedad estaba disminuyendo.

¿Y si solo quería alguien que la cuidara? ¿Y si se sentía vulnerable y por eso me lo había pedido? –Pensé para mí

Fue ahí cuando sentí ganas de vomitar pero no por toda la mezcla que consumí en la noche, sino porque yo mismo me había dado asco. ¿Realmente había considerado estar con ella, cuando solo quería que la protegiera? Me sentí un monstruo, pero a pesar de eso una parte de mí quería pensar que Cami si tuvo otra intención a pesar de que ya había decidido no intentar nada esa noche.
Tuve que ir a vomitar al baño de la repulsión que sentía y luego decidí acostarme de nuevo, esta vez de espaldas a Cami porque sabía que no podría dejar de mirarla si quedaba de frente a su espalda, incluso se me podría llegar a parar la pija y que ella luego lo notara y temía que eso sucediera, así que tras una hora en la que de tanto pensar me ganó el sueño, logré dormirme.

Unas horas después desperté a causa de la luz. ¿Cómo puede dormir sin cortinas? –Me pregunté para mí- Sentí un fuerte dolor de cabeza producto de la resaca, pero lo extraño comenzó cuando me di vuelta, no podía creer lo que veía, estaba Cami durmiendo en tanga.

Rápidamente pensé ¿Estuvimos juntos? ¿Pasó algo anoche? Les mentiría si les digo que una parte de mí no quería que fuera real, porque si era así, pero rápidamente recordé la noche anterior y en mi memoria no había nada que indicara que hayamos podido coger, además mis dudas fueron resueltas cuando me di cuenta de que yo estaba completamente vestido exceptuando mis zapatillas. Cuando mi mirada volvió a encontrarse con ese precioso culo entangado fue cuando ella volteó a verme.

-Buenos días, no te molesta que haya dormido así, ¿no? Es que estaba más cómoda –Dijo ella, con sus dulces y suaves labios los cuales había tenido la fortuna de besar la noche anterior.
Rápidamente rogué para mis adentros que no se hubiera dado cuenta como la estaba mirando, pero no podía pensar mucho porque iba a quedar más raro todavía si me quedaba callado sin darle una respuesta a su pregunta.

-Tranquila gorda, no pasa nada, hay confianza –Le respondí

-¿Vos no dormiste incómodo? Digo, porque estás completamente vestido, ni el buzo te sacaste –Me dijo, soltando una pequeña carcajada

-La verdad que ni me di cuenta, apenas llegamos me dormí –Mentí, puesto que me pareció una mejor respuesta que confesarle que estuve toda la noche pensando en intentar algo y así arruinar la amistad y quedar como un degenerado.

Mantuvimos una breve charla matutina hasta que decidí escapar con dirección al baño, yo estaba actuando raro y estoy seguro que se debió dar cuenta, así que decidí lavarme la cara e intentar actuar lo más normal posible.

Salí del baño pero cuando regresé a la pieza ella no estaba por lo tanto me dirigí al living y ahí estaba ella, con dos cafés que había preparado y una cara de estar muerta por la resaca, me senté a con ella agradeciéndole por haberme preparado el desayuno y tras hablar un poco me dijo:

-Che no me acuerdo mucho de la joda de anoche, ¿qué pasó? –Dijo notablemente confundida

¿No recordará nuestro beso? ¿Estará dudando si pasó algo entre nosotros? Fueron algunos de los pensamientos que se cruzaron por mi mente

-¿Posta no te acordás? –Le respondí- Nos re escabiamos y en la madrugada vinimos para tu casa y nos quedamos re dormidos al toque.

-Ahh bueno, es que me acuerdo que había un pibe que me gustaba, el colorado de ojos claros, ¿lo viste?, quería saber si había pasado algo con él o si nos habíamos besado al menos –Me contó de la manera más natural del mundo como hacía siempre, pero en esa ocasión no pude evitar sentir una especie de celos que no eran habituales cuando ella me decía que le había gustado alguien o incluso cuando me contaba que mantenía relaciones sexuales con algunos chicos

-Si si, sé que chico decís, pero creo que no pasó nada –Le contesté, cortante.

Tras terminar el desayuno y despedirme de Cami decidí volver a mi casa, había estado mucho tiempo afuera y si bien a mis viejos no les molestaba que saliera lo mejor era llegar lo mas temprano posible.

En cuanto llegué me esperaban mis papás con la comida hecha, aunque un poco molestos por no avisar que dormía afuera. Luego de casi ni tocar el plato, pues no tenía mucha hambre porque recién desayunaba me levanté de la mesa y les comenté que iba a bañarme.

Ya en la ducha me tomé mi tiempo para relajarme un poco, pero como si mi mente me estuviera saboteando, cuando me estaba masturbando (como de costumbre cuando estoy en la ducha) al estar a punto de acabar se me vino la imagen del culo entangado de Cami el cual había visto hace horas, pero lo peor fue que al pensar en eso instantáneamente acabé, lo que me hizo pensar que era muy probable que estaba comenzando a ver a mi mejor amiga con otros ojos, pero tras varios pensamientos en los que no llegaba a ninguna conclusión decidí dejar de pensar en eso, al menos durante ese día.

Fue ahí cuando salí de la ducha y lo primero que hice fue revisar mi celular y ahí estaba lo que había estado esperando durante varias semanas, un mensaje de mi ex novia que decía:

-Hola bebé, ¿Cómo estás? Si estas despierto, ¿podemos hablar?

Justo después de leerlo empezó a vibrar y vi que tenía una llamada entrante. Si, era ella.

Gracias por leer mi primer relato, espero que les haya gustado y quiero aclarar que si bien en este episodio no hay prácticamente acción, esta será algo que irá incrementando al pasar los episodios y probablemente la duración de los mismos sea un poco más larga.

Acepto críticas constructivas siempre y cuando sean con respeto.

6 comentarios - Cami, mi mejor amiga (1)

mopladsd
Muy bien amigo, si podes agregar fotos censuradas o no ya sean soft o nudes, lo haría un rélato aún más caliente. pero bastante bien me gusto.
Trufalan
Muy bueno el relato,me coparía una serie de relatos y muchos roces con tu amiga
CjC12
Tiene buena pinta.