¡Dale orgasmos por ahí y la enloquecerás!
Era adolescente cuando una vecinita me enseñó a comerle la vulvita y clítoris. Desde entonces, las hago disfrutar y me hice adicto a todas las conchas…
En este caso les cuento lo que hago con mi amiga Mar, de 32 años. Ella se recuesta sólo con su tanguita. Empiezo con suaves caricias con mis dedos, sobre la telita, hasta que Mar se moja…
Sin quitarle la bombachita, se la corro al costado y acaricio sus hinchados, calientes, empapados labios vaginales…
Al dejarle la tanguita, ella siente que es una nena haciendo algo prohibido…
La hembrita gime, se retuerce, balbucea pidiendo placer…
Beso sus muslos
Delicado, suave, pero intenso…
La lengua y el clítoris se llevan realmente bien,
La misión es darle placer
Moviendo la lengua en círculos; rozando el clítoris de arriba a abajo, lento y luego rápido; besando, con mis labios succionando; saboreando como si fuera un helado; penetrándola (no con la pija) sino con la lengua…
Toco el piano: el dedo índice a la izquierda del clítoris, el anular a la derecha, y el dedo medio sobre el botoncito, y tocar como teclas…
Y cuando se chupa, las manos recorriendo piernas, pechos, culo..
Trago los juguitos, y tal vez, su meadita…
1 comentarios - Chupándole la concha