Al otro día en el local Tommyagarró a escondidas la agenda de su hermana y busco el número de Eugenia.Necesitaba volver a cogérsela.
La llamó quedaron en encontrarseen el departamento de los hermanos nuevamente.
Euge llegó e hizo la primerapregunta:
- ¿Estás solo?
- No, Pato está durmiendo, pero hablá tranquilaque cuando duerme no la despierta nada.
- Decímelo a mí.
Empezaron con las disculpas derigor. Que fue un error. Fue culpa mía. No mía. Bueno.
- ¿Amigos? y se iban a dar un beso en la mejilla yno se pudieron controlar.
Se trenzaron como dosadolescentes en celo.
Ella no se quería soltar nuncamás, él tampoco.
Él ya le tocaba el culo con muchodescaro y ella ya se empezaba a mojar.
- ¡Cómo me calentás Euge, no te das una idea!
- ¡Y vos a mí!
- ¿Si? ¿Te caliento?
- Siiiiiiiii. Muchísimo.
A esta altura él ya le habíadesprendido la camisa y le masajeaba las tetas por encima del corpiño. Ledesabrochó el soutien y empezó a chuparle las tetas con una desesperaciónpropia de un estudiante secundario. Ella estaba igual y le empezaba a sobar elpaquete por encima del pantalón. Él seguía chupando y mordiéndole los pezones.Ella a su vez le desabrochaba el pantalón y le metía la mano dentro del bóxerde él.
Ambos seguían parados hasta queella dijo:
- Dejame a mí!
Inmediatamente se arrodillomirándolo como una puta, y empezó a pajearlo y sin dejar de mirarlo en ningúnmomento le empezó a pasar la lengua por toda la pija. Le acariciaba los huevos.Se la metía en la boca y luego chorreando saliva la sacaba y se la volvía ameter. Le acariciaba los huevos, le hurgueteaba el ano con el dedo mayor. Levolvía a acariciar los huevos. Hacía cosas que le hubieran parecido impensadasen otro momento. Pero ahora todo valía. Él no daba más:
- Pará qué no doy más.
- Mmmmm. No me importa, quiero seguir chupándotela pija siempre.
- No en serio, mirá que no doy más.
- Mmmmmmm. No me importa. Mmmmmm.
- ¡Pará por favor! ¡Pará, porque acabo encualquier momento!
Ella se la sacó de la boca, lomiró con la mayor cara de trola que se puede poner y le dijo:
- Siiiii! Acabame en la boca!, mientras le metíamedia falange en el culo.
Eso fue el detonante para que eldescargara todo su semen en la boca.
- Ahhhhhhhhhh! Ahhhhhhhhhhhh AAAAAAAAHHHHHHH
Ella se tragó todo lo que pudo,aunque era muchísimo. Más tragaba y más se calentaba.
El creía que se desmayaba encualquier momento.
Ella no paraba de pajearlo y elno paraba de acabar. Ella no paraba de tragar.
Pato se despertó al escuchar losruidos. Sabía que eran de su mejor amiga. Pero no podía creer que estuvierancogiendo a 4 metros de ella.
Se asomó a la puerta muy despacioy vio una imagen que la impactó. Euge sentada encima de la cara de su hermanotocándose las tetas.
Eugenia estaba descontroladagemía y decía:
- Chupame la concha Tommy, siiiiii, asiiiii
Pato abrió un poco más la puertay se asomó con la idea de ver todo. Desde la posición que estaba no podía servista por su hermano, aunque si por su mejor amiga. Sigilosamente se acercó lomás que pudo para ver mejor.
A Tommy ya se le había parado devuelta. Y le dijo:
- Vení te quiero coger.
Pato miraba y ya se había sacadoun pecho afuera de la bata.
Eugenia hizo un movimiento y se clavóla pija de Tommy de un solo golpe. De pronto alzó la mirada y en la leveoscuridad pudo notar silueta de su mejor amiga con la bata completamenteabierta, las dos tetas afuera y frotándose la concha de manera desesperada. Secruzaron las miradas y ambas se excitaron más, si es que se podía.
Eugenia hábilmente se deslizóhasta la lámpara de mesa y la encendió diciendo:
- Quiero que me mires.
Pero, ¿a quien de los dos se lodecía? ¿A los dos, acaso?
Eugenia no dejaba de mirar a sumejor amiga, se tocaba las tetas, se pellizcaba los pezones, se mordía el labioinferior. Gritaba. Jadeaba. Hasta que explotó en un orgasmo interminable:
- Ahhhhhhhhhh! Ahhhhhhh AgggggggggggAhhhhhhhhhhhhhh
Pato acabó al mismo tiempo. Tommytambién.
Tommy gritaba también. Su hermanalo hacía en silencio.
Euge, luego de mirar a Pato conuna sonrisa, se desplomó encima de Tommy y lo abrazó.
- Si con esto no se despierta, no se despiertamás.
- Es verdad, se sonreía pícaramente ella.
Pato entró de vuelta a su cuartoempapada como estaba. Se acostó y se durmió.
Eugenia se vistió rápido. Tommyse fue al baño. Se cambió, le pidió un taxi a Euge y le dijo: Mañana decile aJuampi que te quedas a dormir acá con Pato porque yo me fui el fin de semana.
(continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
La llamó quedaron en encontrarseen el departamento de los hermanos nuevamente.
Euge llegó e hizo la primerapregunta:
- ¿Estás solo?
- No, Pato está durmiendo, pero hablá tranquilaque cuando duerme no la despierta nada.
- Decímelo a mí.
Empezaron con las disculpas derigor. Que fue un error. Fue culpa mía. No mía. Bueno.
- ¿Amigos? y se iban a dar un beso en la mejilla yno se pudieron controlar.
Se trenzaron como dosadolescentes en celo.
Ella no se quería soltar nuncamás, él tampoco.
Él ya le tocaba el culo con muchodescaro y ella ya se empezaba a mojar.
- ¡Cómo me calentás Euge, no te das una idea!
- ¡Y vos a mí!
- ¿Si? ¿Te caliento?
- Siiiiiiiii. Muchísimo.
A esta altura él ya le habíadesprendido la camisa y le masajeaba las tetas por encima del corpiño. Ledesabrochó el soutien y empezó a chuparle las tetas con una desesperaciónpropia de un estudiante secundario. Ella estaba igual y le empezaba a sobar elpaquete por encima del pantalón. Él seguía chupando y mordiéndole los pezones.Ella a su vez le desabrochaba el pantalón y le metía la mano dentro del bóxerde él.
Ambos seguían parados hasta queella dijo:
- Dejame a mí!
Inmediatamente se arrodillomirándolo como una puta, y empezó a pajearlo y sin dejar de mirarlo en ningúnmomento le empezó a pasar la lengua por toda la pija. Le acariciaba los huevos.Se la metía en la boca y luego chorreando saliva la sacaba y se la volvía ameter. Le acariciaba los huevos, le hurgueteaba el ano con el dedo mayor. Levolvía a acariciar los huevos. Hacía cosas que le hubieran parecido impensadasen otro momento. Pero ahora todo valía. Él no daba más:
- Pará qué no doy más.
- Mmmmm. No me importa, quiero seguir chupándotela pija siempre.
- No en serio, mirá que no doy más.
- Mmmmmmm. No me importa. Mmmmmm.
- ¡Pará por favor! ¡Pará, porque acabo encualquier momento!
Ella se la sacó de la boca, lomiró con la mayor cara de trola que se puede poner y le dijo:
- Siiiii! Acabame en la boca!, mientras le metíamedia falange en el culo.
Eso fue el detonante para que eldescargara todo su semen en la boca.
- Ahhhhhhhhhh! Ahhhhhhhhhhhh AAAAAAAAHHHHHHH
Ella se tragó todo lo que pudo,aunque era muchísimo. Más tragaba y más se calentaba.
El creía que se desmayaba encualquier momento.
Ella no paraba de pajearlo y elno paraba de acabar. Ella no paraba de tragar.
Pato se despertó al escuchar losruidos. Sabía que eran de su mejor amiga. Pero no podía creer que estuvierancogiendo a 4 metros de ella.
Se asomó a la puerta muy despacioy vio una imagen que la impactó. Euge sentada encima de la cara de su hermanotocándose las tetas.
Eugenia estaba descontroladagemía y decía:
- Chupame la concha Tommy, siiiiii, asiiiii
Pato abrió un poco más la puertay se asomó con la idea de ver todo. Desde la posición que estaba no podía servista por su hermano, aunque si por su mejor amiga. Sigilosamente se acercó lomás que pudo para ver mejor.
A Tommy ya se le había parado devuelta. Y le dijo:
- Vení te quiero coger.
Pato miraba y ya se había sacadoun pecho afuera de la bata.
Eugenia hizo un movimiento y se clavóla pija de Tommy de un solo golpe. De pronto alzó la mirada y en la leveoscuridad pudo notar silueta de su mejor amiga con la bata completamenteabierta, las dos tetas afuera y frotándose la concha de manera desesperada. Secruzaron las miradas y ambas se excitaron más, si es que se podía.
Eugenia hábilmente se deslizóhasta la lámpara de mesa y la encendió diciendo:
- Quiero que me mires.
Pero, ¿a quien de los dos se lodecía? ¿A los dos, acaso?
Eugenia no dejaba de mirar a sumejor amiga, se tocaba las tetas, se pellizcaba los pezones, se mordía el labioinferior. Gritaba. Jadeaba. Hasta que explotó en un orgasmo interminable:
- Ahhhhhhhhhh! Ahhhhhhh AgggggggggggAhhhhhhhhhhhhhh
Pato acabó al mismo tiempo. Tommytambién.
Tommy gritaba también. Su hermanalo hacía en silencio.
Euge, luego de mirar a Pato conuna sonrisa, se desplomó encima de Tommy y lo abrazó.
- Si con esto no se despierta, no se despiertamás.
- Es verdad, se sonreía pícaramente ella.
Pato entró de vuelta a su cuartoempapada como estaba. Se acostó y se durmió.
Eugenia se vistió rápido. Tommyse fue al baño. Se cambió, le pidió un taxi a Euge y le dijo: Mañana decile aJuampi que te quedas a dormir acá con Pato porque yo me fui el fin de semana.
(continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
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4 comentarios - No! Es mi hermano! (6)