Mi nombre es Marcelo y esto me pasó cuando tenía 25 años.
Habíamos salido de bailar y un amigo se ofreció a llevarme a mi casa en su auto ya que vivía cerca de la mía. Fernando, medio borracho y afligido me cuenta que no le podía podía hacer el culo a la novia. Me dice que ella era divina, muy dada para el sexo, que se ponía portaligas y se la chupaba en cualquier lado, pero el chiquito no lo entregaba.
Él es petiso, apenas gordito, pero siempre presumió de tener un gran pedazo. Una de sus frases de cabecera era "soy petiso y me la piso". La verdad es que nadie estaba seguro de si presumía o era verdad, o si alguien lo sabía nunca lo había dicho.
Yo estaba un poco incómodo, ya que si bien lo conocía hace varios años, nunca habíamos hablado de temas íntimos.
Me contaba que su novia tenía un culo impresionante, ella rubia y alta como él, y que a él lo re calentaba hacer un culo, pero que no había manera con ella. Qué tenía ganas de ir de putas pero no tenía un mango, pero vivía caliente. Que hoy se había encarado a varias pero ninguna le dio bola. Yo tampoco había tenido suerte.
Yo empecé a preguntarle cómo era su técnica, si antes se lo chupaba, si le iba metiendo de a un dedo y eso… El me dijo que sí, que cuando cogían le metía un dedo, pero que un dedo no es nada al lado de su verga.
Muy grande la tenés? -le pregunto.
Eso dice ella
Claro, yo no tengo ese problema - le digo-. Euge casi que de entrada me entregó el marrón. Claro que la mía no es precisamente muy grande.
Euge, la chica con la que yo salía era más bien flaca, poca tetas y menos culo.
Que lindo debe ser hacerle la cola a la flaca - Dijo Fernando.
Sí, me gusta. Igual ella es tranqui, entrega pero tampoco es que la vuelve loca.
Mientras lo entregue - me dice.
Entonces le empiezo a explicar como hago yo, que primero le chupo la concha y aprovecho para lubricar también el chiquito, y voy de a poco metiendo dedos, y cuando entraron dos ya se que que ahí va entrar mi pija.
Igual yo siempre fui medio manicero - le aclaro- Igual nunca se han quejado mucho.
Con Euge nos habíamos sacados unas cuantas fotos cogiendo, y algunas de ella, sin cara mostrando el culo y la concha, y una en particular en donde se veía mi pijita entrando en el ano de ella.
Querés ver unas fotos?
Sus ojos se abrieron de par en par y ni bien encontró un lugar para estacionar el auto frenó en seco. Justo se había largado a llover.
Le pasé el teléfono con las fotos y las empezó a pasar una a una, mirando con detenimiento, incluso haciendo zoom en algunas. Cada tanto con la otra mano se tocaba el bulto por encima del pantalón.
Boludo, que calentura, mirá que culito apretado - me decía.
Mirá como se le ponen duros los pezones.
La agarro con esta y la parto
Un montón de cosas así empezó a decir, y para que negarlo, un poco me empezó a calentar oírlo hablar así de mi chica. Sentía unas cosquillas muy lindas en mi pitito.
Entonces me dice:
- Pasame las fotos, que esta noche me tengo que clavar una paja, si me muero de la calentura.
Yo traté de explicarle que de ninguna manera. Que ya sabía cómo terminaban esas cosas, y que todas las iban a terminar viendo. Además, si bien no lo dije, no me gustaba que alguien tuviera fotos donde aparece mi pequeño pene. Pero él seguía insistiendo, que estaba muy caliente, que le quería dedicar una, que luego las borraba, etc… Al final, viendo que no había manera, le digo…
Las fotos de acá no salen, pero si te querés hacer una paja acá, yo no tengo drama.
En serío? - me pregunta luego de pensarlo menos de un segundo.
Sí, claro, vos no te hacías paja de chico con tu amigos?
Sí, a veces - me responde y sin pensarlo dos veces empieza a desabrocharse el cinturón del pantalón y al segundo me dice-. Mirá como estoy.
Y entonces le vi el Pedazo. Así en mayúsculas. Y en un segundo todo el auto se llenó de olor a pija, era invierno y las ventanas estaban cerradas.
Era una pija gorda, con prepucio, la agarraba por la base con el puño y sobraba lugar para un par de manos más. Había mentira en lo que presumía, tenía una pija enorme y un par de huevos que no se quedaban atrás. Podía ver como la cabeza le rozaba el ombligo, y mi verguita se había puesto del todo dura adentro del pantalón.
Me quedé un rato en silencio mirando si poder decir nada, hasta que al final articulé:
Con razón Caro no te entrega el orto. Mirá lo que eso… imposible meter eso en un culo.
Él se hizo una sonrisa y lanzó una pequeña risa orgullosa -se nota que le gustaba mostrar la pija, y me dijo -. Dale, pasame las fotos -. Mientras corría despacio el cuerito para atrás.
Yo traté de volverle a pasar de nuevo el teléfono pero me dijo que no, que pasara yo las fotos así él se tocaba tranquilo.
Mirá como te chupa la pijita la puta… te imaginas si llega a agarrar esta
No le entra en la boca - le digo.
Jaja, que calentura. Pasá otra.
Y así fui pasando las fotos, pero aunque trataba, no podía dejar de mirar como se pajeaba lentamente. Sentía el olor a pija invadir todo, y veía la cabeza brillosa de precum. Entonces oigo que me saca de la ensoñación en la que estaba
Pasá la fotos, che…. te quedaste embobado mirándome la verga…
Es que nunca había visto una tan grande, solo en pornos nomás
Te gusta?
A quién no le gustaría tenerla así- le digo un poco nervioso.
Querés probar que se siente? - me dice y con la mano siquiera me saca el teléfono de la mano, y con la derecha me lleva mi mano a su pija.
Dame vos mientras yo paso, así es más fácil.
Entonces sentí el calor de su pene, la dureza, y de a poco, casi con reverencia, empecé a pajearlo. Él aprovechó y reclinó el asiento un poco para atrás. Afuera llovía a cantaros. y ahí estaba yo, mi pitito a punto de explotar, haciéndole una paja a Fer mientras miraba las fotos de mi novia en bola.
Al cabo de un minuto, mi mano izquierda se empezó a cansar, entonces, para poder usar la derecha me incliné un poco sobre su cuerpo, apoyando mi cabeza sobre su pecho, y su pija quedó a poco centímetros de mi naríz y mi boca. Su olor era un tanto dulzón y se mezclaba con su perfume y otro olor más salvaje, como a huevos y pis.
El parecía estar gozando,y cada tanto decía cosas como:
Qué ganas de meterla en ese culito apretado
Qué linda conchita peluda
Pajeame así, despacio, que sino me voy en seco
Cómo me calienta Euge, boludo, seguí que me encanta
Entonces siento que una de las manos de él se posa en mi nuca, sin hacer fuerza, como invitando.
Lubricala un poco, que sí es más lindo.
Y mi boca sola se abrió y le empecé a pasar la lengua, a tragarla de a poco. Sacarla para frotarla en mi naríz y volver a tragar ese pedazo mientras, sin soltarlo de mi mano, lo seguía masturbando. Entonces siento que la mano que estaba en mi nunca baja hasta empezar a tocarme el culo por encima del pantalón.
Qué lindo el culo de la Flaca - me dice. - Un caramelito.
Y siento que quiere meter la mano por debajo del pantalón, pero no puede porque mi jean está apretado. Sin que diga nada, me levanto, aflojo el cinturón, y vuelvo a chuparle el pene.
Entonces sentí su dedo apretando en mi ano, dio una vueltas, lo sacó, me lo volvió a meter en la boca y lo volví a chupar. Y luego sí, me enterró la puntita en el ano. Yo no daba más de la calentura, y él se daba cuenta, lo cual me daba un poco de miedo que me pidiera el orto.
Entonce empezó a decir:
Así, Euge, chupamela toda… me vas a dar la colita…
Chupala que te voy a dar toda la lechita.
Cuando escuché eso no sé porque se me dio que le tenía que tocar los huevos. Dos bolas enormes, peludas y pesadas. Sentía que él se estaba por venir… y saqué su pija de la boca y le olí y chupé los huevos por unos segundos… de algo así no había vuelta atrás, pero su pija me habrá vuelto loco.
Su dedo me cogía la cola, y me la volví a meter en la boca y lo empecé a pajear más fuerte.
Dale que se viene - me decía.
Así, Euge, así… sacame toda la leche.
Entonces sentí su pija ponerse completamente dura y luego ese líquido caliente que empezó a llenarme la boca. Pensé en escupir, pero dentro del auto no había donde. Entonces tragué y seguí recibiendo su leche a borbotones. Noté su dedo salir de mi ano…
pero me quedé prendido hasta que él me sacó.
Entonces me dijo
- Que buena paja, necesitaba acabar así. Vos si que sos un amigo…
Y aunque suene medio humillante el loco en el fondo es buen loco, y se ve que algo de culpa le dió. Entonces me dijo, mirá, y sacó el teléfono y me mostró una foto de la novia en tanga. Era verdad lo del buen orto
Pajeate con eso si querés, pero no me manches el auto.
Y entonces empezó a guardase la poronga pero, a mitad de camino paró y me dijo...
- O preferís terminar viendo esta?
Y la sacó de nuevo y tiró el prepucio para atrás
Entonces le dije:
Poné el teléfono al lado de tu pija.Me gustan las dos cosas
Entonces saqué mi pijita, que como estaba re parada no me dió tanta vergüenza, y me empecé a pajear sintiendo aún el sabor de su semen en mi boca. Fueron apenas unos segundos que mis doce centímetros de pija empezaron a acabar sobre mi ombligo. Me limpie con la misma remera.
Después me llevó hasta mi casa y cuando nos despedimos me dijo: gracias por la paja, hermano.
- A vos - le dije.
Y llegué a mi casa y me volví a pajear de nuevo
Habíamos salido de bailar y un amigo se ofreció a llevarme a mi casa en su auto ya que vivía cerca de la mía. Fernando, medio borracho y afligido me cuenta que no le podía podía hacer el culo a la novia. Me dice que ella era divina, muy dada para el sexo, que se ponía portaligas y se la chupaba en cualquier lado, pero el chiquito no lo entregaba.
Él es petiso, apenas gordito, pero siempre presumió de tener un gran pedazo. Una de sus frases de cabecera era "soy petiso y me la piso". La verdad es que nadie estaba seguro de si presumía o era verdad, o si alguien lo sabía nunca lo había dicho.
Yo estaba un poco incómodo, ya que si bien lo conocía hace varios años, nunca habíamos hablado de temas íntimos.
Me contaba que su novia tenía un culo impresionante, ella rubia y alta como él, y que a él lo re calentaba hacer un culo, pero que no había manera con ella. Qué tenía ganas de ir de putas pero no tenía un mango, pero vivía caliente. Que hoy se había encarado a varias pero ninguna le dio bola. Yo tampoco había tenido suerte.
Yo empecé a preguntarle cómo era su técnica, si antes se lo chupaba, si le iba metiendo de a un dedo y eso… El me dijo que sí, que cuando cogían le metía un dedo, pero que un dedo no es nada al lado de su verga.
Muy grande la tenés? -le pregunto.
Eso dice ella
Claro, yo no tengo ese problema - le digo-. Euge casi que de entrada me entregó el marrón. Claro que la mía no es precisamente muy grande.
Euge, la chica con la que yo salía era más bien flaca, poca tetas y menos culo.
Que lindo debe ser hacerle la cola a la flaca - Dijo Fernando.
Sí, me gusta. Igual ella es tranqui, entrega pero tampoco es que la vuelve loca.
Mientras lo entregue - me dice.
Entonces le empiezo a explicar como hago yo, que primero le chupo la concha y aprovecho para lubricar también el chiquito, y voy de a poco metiendo dedos, y cuando entraron dos ya se que que ahí va entrar mi pija.
Igual yo siempre fui medio manicero - le aclaro- Igual nunca se han quejado mucho.
Con Euge nos habíamos sacados unas cuantas fotos cogiendo, y algunas de ella, sin cara mostrando el culo y la concha, y una en particular en donde se veía mi pijita entrando en el ano de ella.
Querés ver unas fotos?
Sus ojos se abrieron de par en par y ni bien encontró un lugar para estacionar el auto frenó en seco. Justo se había largado a llover.
Le pasé el teléfono con las fotos y las empezó a pasar una a una, mirando con detenimiento, incluso haciendo zoom en algunas. Cada tanto con la otra mano se tocaba el bulto por encima del pantalón.
Boludo, que calentura, mirá que culito apretado - me decía.
Mirá como se le ponen duros los pezones.
La agarro con esta y la parto
Un montón de cosas así empezó a decir, y para que negarlo, un poco me empezó a calentar oírlo hablar así de mi chica. Sentía unas cosquillas muy lindas en mi pitito.
Entonces me dice:
- Pasame las fotos, que esta noche me tengo que clavar una paja, si me muero de la calentura.
Yo traté de explicarle que de ninguna manera. Que ya sabía cómo terminaban esas cosas, y que todas las iban a terminar viendo. Además, si bien no lo dije, no me gustaba que alguien tuviera fotos donde aparece mi pequeño pene. Pero él seguía insistiendo, que estaba muy caliente, que le quería dedicar una, que luego las borraba, etc… Al final, viendo que no había manera, le digo…
Las fotos de acá no salen, pero si te querés hacer una paja acá, yo no tengo drama.
En serío? - me pregunta luego de pensarlo menos de un segundo.
Sí, claro, vos no te hacías paja de chico con tu amigos?
Sí, a veces - me responde y sin pensarlo dos veces empieza a desabrocharse el cinturón del pantalón y al segundo me dice-. Mirá como estoy.
Y entonces le vi el Pedazo. Así en mayúsculas. Y en un segundo todo el auto se llenó de olor a pija, era invierno y las ventanas estaban cerradas.
Era una pija gorda, con prepucio, la agarraba por la base con el puño y sobraba lugar para un par de manos más. Había mentira en lo que presumía, tenía una pija enorme y un par de huevos que no se quedaban atrás. Podía ver como la cabeza le rozaba el ombligo, y mi verguita se había puesto del todo dura adentro del pantalón.
Me quedé un rato en silencio mirando si poder decir nada, hasta que al final articulé:
Con razón Caro no te entrega el orto. Mirá lo que eso… imposible meter eso en un culo.
Él se hizo una sonrisa y lanzó una pequeña risa orgullosa -se nota que le gustaba mostrar la pija, y me dijo -. Dale, pasame las fotos -. Mientras corría despacio el cuerito para atrás.
Yo traté de volverle a pasar de nuevo el teléfono pero me dijo que no, que pasara yo las fotos así él se tocaba tranquilo.
Mirá como te chupa la pijita la puta… te imaginas si llega a agarrar esta
No le entra en la boca - le digo.
Jaja, que calentura. Pasá otra.
Y así fui pasando las fotos, pero aunque trataba, no podía dejar de mirar como se pajeaba lentamente. Sentía el olor a pija invadir todo, y veía la cabeza brillosa de precum. Entonces oigo que me saca de la ensoñación en la que estaba
Pasá la fotos, che…. te quedaste embobado mirándome la verga…
Es que nunca había visto una tan grande, solo en pornos nomás
Te gusta?
A quién no le gustaría tenerla así- le digo un poco nervioso.
Querés probar que se siente? - me dice y con la mano siquiera me saca el teléfono de la mano, y con la derecha me lleva mi mano a su pija.
Dame vos mientras yo paso, así es más fácil.
Entonces sentí el calor de su pene, la dureza, y de a poco, casi con reverencia, empecé a pajearlo. Él aprovechó y reclinó el asiento un poco para atrás. Afuera llovía a cantaros. y ahí estaba yo, mi pitito a punto de explotar, haciéndole una paja a Fer mientras miraba las fotos de mi novia en bola.
Al cabo de un minuto, mi mano izquierda se empezó a cansar, entonces, para poder usar la derecha me incliné un poco sobre su cuerpo, apoyando mi cabeza sobre su pecho, y su pija quedó a poco centímetros de mi naríz y mi boca. Su olor era un tanto dulzón y se mezclaba con su perfume y otro olor más salvaje, como a huevos y pis.
El parecía estar gozando,y cada tanto decía cosas como:
Qué ganas de meterla en ese culito apretado
Qué linda conchita peluda
Pajeame así, despacio, que sino me voy en seco
Cómo me calienta Euge, boludo, seguí que me encanta
Entonces siento que una de las manos de él se posa en mi nuca, sin hacer fuerza, como invitando.
Lubricala un poco, que sí es más lindo.
Y mi boca sola se abrió y le empecé a pasar la lengua, a tragarla de a poco. Sacarla para frotarla en mi naríz y volver a tragar ese pedazo mientras, sin soltarlo de mi mano, lo seguía masturbando. Entonces siento que la mano que estaba en mi nunca baja hasta empezar a tocarme el culo por encima del pantalón.
Qué lindo el culo de la Flaca - me dice. - Un caramelito.
Y siento que quiere meter la mano por debajo del pantalón, pero no puede porque mi jean está apretado. Sin que diga nada, me levanto, aflojo el cinturón, y vuelvo a chuparle el pene.
Entonces sentí su dedo apretando en mi ano, dio una vueltas, lo sacó, me lo volvió a meter en la boca y lo volví a chupar. Y luego sí, me enterró la puntita en el ano. Yo no daba más de la calentura, y él se daba cuenta, lo cual me daba un poco de miedo que me pidiera el orto.
Entonce empezó a decir:
Así, Euge, chupamela toda… me vas a dar la colita…
Chupala que te voy a dar toda la lechita.
Cuando escuché eso no sé porque se me dio que le tenía que tocar los huevos. Dos bolas enormes, peludas y pesadas. Sentía que él se estaba por venir… y saqué su pija de la boca y le olí y chupé los huevos por unos segundos… de algo así no había vuelta atrás, pero su pija me habrá vuelto loco.
Su dedo me cogía la cola, y me la volví a meter en la boca y lo empecé a pajear más fuerte.
Dale que se viene - me decía.
Así, Euge, así… sacame toda la leche.
Entonces sentí su pija ponerse completamente dura y luego ese líquido caliente que empezó a llenarme la boca. Pensé en escupir, pero dentro del auto no había donde. Entonces tragué y seguí recibiendo su leche a borbotones. Noté su dedo salir de mi ano…
pero me quedé prendido hasta que él me sacó.
Entonces me dijo
- Que buena paja, necesitaba acabar así. Vos si que sos un amigo…
Y aunque suene medio humillante el loco en el fondo es buen loco, y se ve que algo de culpa le dió. Entonces me dijo, mirá, y sacó el teléfono y me mostró una foto de la novia en tanga. Era verdad lo del buen orto
Pajeate con eso si querés, pero no me manches el auto.
Y entonces empezó a guardase la poronga pero, a mitad de camino paró y me dijo...
- O preferís terminar viendo esta?
Y la sacó de nuevo y tiró el prepucio para atrás
Entonces le dije:
Poné el teléfono al lado de tu pija.Me gustan las dos cosas
Entonces saqué mi pijita, que como estaba re parada no me dió tanta vergüenza, y me empecé a pajear sintiendo aún el sabor de su semen en mi boca. Fueron apenas unos segundos que mis doce centímetros de pija empezaron a acabar sobre mi ombligo. Me limpie con la misma remera.
Después me llevó hasta mi casa y cuando nos despedimos me dijo: gracias por la paja, hermano.
- A vos - le dije.
Y llegué a mi casa y me volví a pajear de nuevo
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