Natalia había preparado una tina caliente para relajarse un poco del estrés de la universidad. Era 14 de febrero y no había quedado con ningún chico, el último la había decepcionado. Los planes eran quedarse en su departamento y ver una peli, pero alguien no estaría de acuerdo. Mientras estaba relajada en el agua, un ladrón había entrado a su hogar con la intención de robar e irse, pero caminando en sigilo notó la puerta del baño abierta, se escuchaba música de fondo. Cuando miró adentro se encontró con la mujer desnuda tomando un delicioso baño. Él empezó a respirar agitado, Natalia era un mujer hermosa, con el cabello largo y claro, un rostro precioso que el ladrón imaginó chupándole la pija; y aunque luego lo notaría mejor, un cuerpo de escándalo. El ladrón, ciego de deseo, olvidó su objetivo inicial y entró al baño con su pene totalmente erecto.
De forma agresiva, la tomó del pelo y sumergió su cabeza en el agua. Natalia confundida trato de defenderse sin entender que pasaba. El ladrón la sacó del agua y la amenazó con un cuchillo.
-¡No me hagas nada, por favor!- dijo Natalia, ilusa.
El ladrón la miró de pies a cabeza, pudo notar su punto fuerte: el culo. Despacio lo empezó a tocar mientras imaginaba dominarlo de todas las maneras posibles. Con una sonrisa vil, arrastró a Natalia por los pasillos hasta encontrar la habitación.
Ella intentaba resistirse, pero él era más fuerte. Para calmarla, el ladrón le soltaba golpes, sin embargo la muchacha seguía resistiéndose. Finalmente, ató sus brazos con una soga y la dejó tirada en la cama.
Él agarró el celular de Natalia, estaba desbloqueado y de inmediato entró a la galería. Claro que ella tenía muchísimas fotos suyas, con y sin ropa. Las miraba mientras se quitaba los pantalones y el boxer.
Ya desnudo por la parte de abajo, Natalia pudo observar que tenía una pija enorme. Ya resignada pensó que lo mejor sería que la penetre y acabe rápido. Sin embargo, esos no eran los planes del ladrón, que la dio vuelta se agachó para lamerle el culo.
-¿Te gusta el anal?
-¡¿Que?! ¡No! ¡Por el culo no!
Esas palabras solo alentaban al morboso ladrón.
-Vas a ver, te vas a enamorar de tanto que te voy a reventar el culo.
Y se la metió en seco.
-AGGHHH.
Después de ese grito le metió su propia ropa interior en la boca y siguió dándole fuerte. Su agujero estaba apretado, ella prefería evitar que le dieran por detrás. Pero el ladrón estaba loco por ese culo, esas nalgas que chocaban con su cadera haciendo el sonido de "clap" una y otra vez. Mientras entraba y salía no paraba de darle nalgadas, quería ver ese culo rojo y abierto al finalizar. Natalia pedía piedad pero ni siquiera se le entendía, solo quedaba soportar.
Mientras le daba, grababa y sacaba fotos con el celular de Natalia.
-¡Lástima que no vas a poder masturbarte con estos videos! ¡Estos son para mí, como tus fotitos!
Cuando por fin acabó dentro de su culo, Natalia sintió un pequeño alivio. El ladrón tomó más fotos, ella trataba de ocultar su rostro, pero él apartaba sus manos para dejarla en evidencia.
El ladrón, lejos de irse, se acostó con ella en la cama y encendió el televisor.
-Tranquila que tenemos toda la noche, te voy a dar varias veces, al final vas a admitir que te encanta.
Natalia intentaba zafarse pero era imposible, debía esperar desnuda, humillada, indefensa y con el culo roto a que al hombre se le vuelva a parar.
-¿Te aburrís? Aportá entonces - dijo y le acercó su pene, con un gesto brusco se lo metió en la boca.
De a poco se le ponía más dura. Ella seguía chupando, tenía la esperanza de que acabara y así descansaría su ano. No fue así, pues él rápidamente volvió a ponerla en cuatro y metérsela.
-¡Basta! ¡Agarra mis cosas y andáte! ¡Por favor, me duele!
Ella siguió hablando y suplicando, esto hizo que el ladrón se excitara demasiado y acabará mucho antes.
-¡Cállate puta! ¡No ves el cuerpo que tenés! ¡Esto te lo mereces! Debería haber traído amigos para darte por el culo uno por uno, nos aguantas a todos y querés más.
Seguido de esto buscó cinta y le tapó la boca. También le ató las piernas para dejarla completamente inmóvil. La posición con el culo en pompa, a merced de la parte final.
El ladrón la dejo allí y se puso a revisar el departamento, juntando cosas para llevarse. Después de terminar su trabajo volvió con la cansada mujer. Se le había ocurrido algo perverso antes de irse.
-Te portaste mal... Pero ya agarré lo que quería así que me voy. No sin darte un merecido acto final, ¿No?
Natalia cerró los ojos y esperó que todo pasara. Los abrió asustada cuando sintió nuevamente algo entrando en su culo, pero está vez lo sintió peor. El hombre intentaba meter una botella vacía pequeña de gaseosa por el ano de la joven. Era más gruesa que su pene, por lo que le dolería más. A pesar de los pataleos y gemidos de Natalia, la botella entró y ese culo quedaría abierto por un tiempo. Ella pensó que se partiría al medio, le ardía, no soportaba más ese dolor. Y para completar, el hombre extasiado la penetró por su vagina. En esa doble penetración improvisada a Natalia se le escapó algún gemido de placer, pero esa botella le estaba haciendo pasar un infierno.
Finalmente, el ladrón acabó dentro de ella otra vez.
-¡Acá tenés tu regalo de 14 de febrero!- dijo.
Corría el riesgo de quedar embarazada, pero a él no le importaba. Iba a dejarla así, con una botella en el culo y el semen chorreando de su concha. Natalia desesperada intentó bajar de la cama buscando un cajón. El ladrón intrigado vio que quería buscar; en uno de los cajones había condones y pastillas del día después.
-JAJAJA que divertida, Un poco tarde, ¿No?
Tiró todo al suelo y, antes de irse, insistió en meter la botella más adentro para que le fuera difícil sacarla.
-Suerte con eso linda, espero que te haya gustado... Y que ese culo sane bien.
Agarró sus cosas y se fue, dejando a Natalia en el piso, llorando y tratando de sacarse el objeto del culo. Así como pensando la forma de buscar ayuda. Ella jamás pensó que viviría así el día de san Valentín, de haberlo sabido, hubiera hecho planes con cualquier idiota de la universidad. Esos hombres no la habían complacido, pero esto había sido demasiado para esta hermosa joven.
FIN.
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