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Regalo de cumpleaños

Faltaban unos días para mi cumpleaños y dos amigos, aclaro con los que ya había tenido varias noches, me dijeron que tenían un regalo muy especial para mi. Yo no sabía que podía ser, solo me dijeron que me veían el sábado en el departamento de uno de ellos.

Llegó el día y fui confiada de que ambos me conocían bien y siempre me cuidaron. Cuando llego a la puerta, sale uno de ellos y me pide que me ponga una venda en los ojos. Me rei, le pregunté para que y me dijo que confiara. Lo hice y encima de la venda me puso un antifaz. Definitivamente ellos querían que yo no viera nada, y la verdad es que estaba absolutamente a ciegas. 

Me ayudó a entrar y a sentarme en un sillón. Ahí estaba mi otro amigo. Volví a preguntarles que pasaba pero de nuevo no contestaron. Me preguntaron si tenía sed y me dieron algo para tomar.

Ellos estaban sentados al lado mío, uno de cada lado y empezaron a besarme. Rápido quedé en corpiño mientras me besaban y tocaban. La situación era muy caliente y eso era apenas un pequeño comienzo.

Me paran, me sacan el pantalón y me siguen tocando por todos lados. Volvemos a sentarnos y ellos se sacan tambien los pantalones y empiezo a pejearlos, uno con cada mano. Mientras estábamos así, siento como me corren la bombacha y una boca empieza a besarme la concha. Me frené por la sorpresa de sentir una tercer persona ahí con nosotros. 
Uno de ellos me preguntó que pasaba, si no me gustaba. Le dije que si, nos reimos y seguimos.

Después de eso, siento unas manos sobre mi cara y desde atrás alguien se agacha para besarme en la boca. Sentí su barba pero no pude reconocer quien era. Ya eran cuatro hombres en la habitación y tenía la sensación de que eso no iba a ser el final.

Seguia sintiendo las manos y los labios recorrer todo mi cuerpo. El estar sin ver y sin saber quienes estaban, mezclado con la certeza de que quienes organizaron todo eran de mucha confianza, hacian un cóctel excitante único. 

Salimos del sillón y me arrodillaron. Ahí me sacaron el corpiño y empezaron a acercarme las pijas a la boca y las manos. Conté una persona más seguro, porque mientras tenía una en cada mano y otras dos entrando y saliendo de mi boca, alguien de atrás me ponía la pija en la cabeza. Aunque tal vez por los ruidos y movimientos podía haber alguien más. Ya no estaba segura y era difícil de saber.

La ronda seguía, ellos se iban moviendo y entrando y saliendo, supongo que para despistarme. No hablaban casi nada, no sabía cuántos eran los visitantes, ni siquiera si los conocía. Seguí chupandoles las pijas y tocandolos. Algunos estaban muy bien dotados. 

Perdí la noción del tiempo, pero estuvimos un buen rato. Mi mandíbula lo sentía, mis rodillas también. Podía sentir como mientras les iba chupando la pija a algunos el resto se pajeaba. La cosa se iba poniendo más intensa, intentaban meterme de a tres pijas en la boca, también me agarraban de atrás para que me llegue la pija hasta el fondo de la garganta. Escucho que uno dice algo por lo bajo y uno de mis amigos me pide que abra la boca y saque la lengua. Ahí se vino la primer descarga, un poco en la cara y otro en la boca. Era un montón. Rápidamente se fueron sumando los demás. Mientras yo seguía en el centro ellos fueron acabando sobre mi boca y mi cara. Salia tanto semen que era difícil saber exactamente cuantos eran. conté 5 seguro, pero tal vez eran 6 ¿serían 6 o abría más?.

No podía ver pero sentía que estaba cubierta de semen. Me recosté sobre el sillón y tuve la intención de destaparme los ojos pero uno de mis amigos me dijo que no. Le dije que necesitaba lavarme por lo menos, así que me acompañó al baño.

Volví y me senté en una silla. Escuchaba murmullos pero nada en particular. Yo estaba muy excitada y esperando a ver como continuaba la noche. Después de tomar algo y alguna breve charla con mis amigos en la que intenté que me den algo de información pero no soltaron nada, alguien me agarra, me levanta y me lleva a la cama. Escuchaba las risas detrás de quienes nos seguían.

Me tira en la cama y me saca la bombacha. Ahí siento como se van subiendo varios a la cama y enseguida empiezan los besos nuevamente por todo el cuerpo. volví a sentir pijas duras alrededor mío y mientras me chupaban la concha me fui metiendo algunas en la boca. Finalmente uno de ellos empezó a cogerme. El resto no se limitó a mirar, sino que iban tocándome o poniéndome la pija en las tetas o la boca. Fueron pasando algunos, hasta que uno me puso de espaldas y me empezó a coger por atrás, mientras otro se acostó para que se la fuera chupando. 

También mientras estaba en cuatro ellos se iban turnando para cogerme y lo propio hacían los que estaban acostados para que se las chupe, aunque se fueron sumando y en un momento eran tres entre los que iba intercambiando mi boca y mis manos.

Escuché la voz de uno de mis amigos que dijo “pará”, se detuvieron, y empecé a sentir como se acomodaba abajo mio y me metió la pija en la concha. Ahí otro de ellos me la metió por atrás y empezaron a cogerme. Mientras ellos seguían cada vez más intenso sentía las manos de los demás por el resto de mi cuerpo. Yo explotaba de placer, no paraba de gritar y ellos seguían turnandosé para cogerme. Así como salía uno lo reemplazaba otro. Y se iba sumando uno por la boca.

En un momento acabé fuerte, sentí que me moría. Ellos seguían cogiendome y el grupo orgasmico fue tapado por una pija hasta la garganta. Alguno fue acabando, podía sentirlo. Uno lo hizo mientras tenía toda la pija en mi boca e hizo que me atragantara. Era todo muy intenso. 

Paramos un poco porque necesitaba hidratarme y tomar un poco de aire. Sabía muy bien que eso no iba a terminar ahí. Además, varios de ellos seguían duros y en cuanto se tiraran encima mio los otros iban a volver a excitarse. 

Yo hablaba a ver quien respondía, pero la respuesta era siempre de los mismos dos. Los demás siguieron su función al pie de la letra. Me paré un segundo y ya tenía manos sobre mi y cuando me quise dar cuenta, tenía dos bocas sobre mis tetas, una sobre la concha y otra en el culo. Quería decirles que esperemos un poco más, pero eso me pudo y ya me tenían a su merced nuevamente. 

Mientras me iban pasando la lengua y metiendo dedo, yo me calentaba de vuelta y volvimos a la cama. Me pusieron boca arriba con la cabeza para abajo al costado de la cama. Uno me levantó las piernas y empezó a cogerme mientras que otro aprovechó la posición de mi cabeza para metermela por la boca. Varios hicieron eso, incluso uno parecía que la tenía muy larga porque la sentía en la garganta.

Volvimos a la posición de cuatro y comenzaron nuevamente con la doble penetración. Nuevamente explotaba de placer. Me cogieron y cogieron, hasta que volví a acabar. Uno que la tenía muy gruesa me cogió por el culo y cuando salió y estaba por seguir otro alcancé a decirle que lo dejen descansar unos minutos. 
Uno de mis amigos me dijo que eran muchos para desperdiciar agujeros y el otro se puso atrás y le respondió “vamos de a dos por la concha” y así mientras tenía una pija en la concha se sumó otra. 

Me cogieron otro largo rato así, hasta que uno me preguntó si tenía el culo libre de vuelta. Dije que creía que si y me pararon y pusieron contra la pared y me empezaron a dar bomba. Volví a tener un orgasmo y se me aflojaron las piernas, asique me alzaron entre dos y me siguieron cogiendo en el aire. Ya no sabía ni cómo me llamaba. Por suerte fueron acabando nuevamente, esta vez en distintos lados del cuerpo. Ya para cuando estaba el último, cogiendome boca abajo en la cama, ya estaba en otro plano astral.
Ellos una vez que terminaron pasaron por la ducha y se fueron. 
Yo no podía levantarme, cuando quedamos solos con mis dos amigos, me saqué la venda y me preguntaron si me gustó el regalo. Obvio que si. 

Nunca me dijeron quienes ni cuantos eran, pero nunca voy a olvidar ese cumpleaños.

2 comentarios - Regalo de cumpleaños

Tartanico
Que fiesta soñada.lo que debes ser en accion