Así seguimos todo el día, charlando y mirándonos mutuamente todo el tiempo. Pese a no ser gay de vez en cuando se me iba la mirada hacia la pija de Diego.
En determinado momento cuando, el sol empezaba a caer, se produce otra situación muy caliente.
Las chicas no se habían puesto bronceador. A Lola se le pararon los pezones y me pedía que le pase crema por el cuerpo. Empecé a pasarle y Vicky miraba fijamente las tetas de Lola. Diego también. En eso Diego agarra la crema y empieza a hacer lo mismo con Vicky le empieza a frotar las tetas mirándonos a nosotros. Nosotros lo mismo. Ya la pija me dolía de lo caliente que estaba, pero no me animé a más y me separé para atrás. Diego no hizo lo mismo, sino que siguió tocando a Vicky y ya le pasaba una mano por el abdomen y otra por la teta. Lola en lugar de sentarse conmigo los seguía mirando y se tocaba las tetas.
Estaban a un metro de distancia mirándose y tocándose los tres porque ya Vicky había pasado la mano para el costado y le estaba haciendo una paja a Diego que por su parte le estaba metiendo un dedo en la concha a su flamante esposa.
En ese momento me sorprendo aun más. Lola, mi mujer, sí, mi tímida mujer, baja una de sus manos y empieza a acariciarse la concha. Siempre mirándose a un metro de distancia. Vicky y Lola se convulsionan y empiezan a acabar juntas. Yo me estoy pajeando de una manera frenética. Lola no lo advierte porque parece hipnotizada por la verga de Diego. En ese momento diego dice: ¡no doy más!, ¡voy a acabar! Larga el primer chorro y Vicky, sin poderse contener y sin importarle nada, se agacha y se mete como puede esa verga en la boca y empieza a tragar todo el semen mientras lo sigue pajeando y le sigue acariciando los huevos. El panorama es inmejorable: Vicky con el culo mirando hacia mí. Le puedo ver perfectamente ese hermoso agujero y los labios de la concha. Lola haciendo esfuerzos para no perder de vista la mamada que le está pegando Vicky. Y yo ya a esa altura no me puedo contener y empiezo a acabar como un poseído. Lola no se anima, pese a todo, a chupármela, pero si me pajea ensuciándose toda la mano.
Des pues de veinte segundos quedamos todos tirados con la mirada perdida en el cielo. Nadie se atreve a decir una palabra. Vicky decide romper el hielo:
- Discúlpenme, no se que me pasó, pero no me pude contener, estaba re caliente.
- Yo también, dice Diego
- Está todo bien, agrego.
- No dramaticemos tanto, dice Lola y nos largamos a reír los cuatro.
Cada vez que me acuerde de esto se me va a parar, dice Diego.
Nos cambiamos y salimos de regreso para el hotel.
- Cada uno a su habitación y en silencio a no hacer nada a los gritos, dijo Vicky.
- Ja, ja, ja nos reímos todos.
Ya en la habitación Lola está callada y no me mira.
- ¿Qué te pasa? ¿Te sentís mal?
- No se como decírtelo, hoy me calenté como nunca. Hice cosas que jamás pensé llegar a hacer.
- ¿Estás arrepentida?
- Mmmm, si pero…
- ¿Pero que?
- Pero es más fuerte que yo, si llega a suceder de nuevo tengo miedo de no poder volver a controlarme. Lola hablaba en voz muy baja.
- ¿Vos queres que suceda de vuelta?
- Noooo, estás loco.
- Entonces.. ¿Por qué decís si sucede de vuelta?
- ¡Que se yo!, ¡estos dos son re zarpados!
- ¿Vos no?
- Bueno yo me descontrolé, ya te dije.
- ¿Que fue lo que te calentó tanto?
- ¿Qué queres que te diga? No se. La situación. Verlos a ellos. Todo.
- ¿La pija de él te calentó?
- Siii. Tanto como a vos el culo de ella cuando se la chupaba.
- Mmmm. Puede ser.
- ¿Llegaremos más lejos? Le pregunté para ver que me decía.
- No creo. Aunque hoy creo que me animaba a cualquier cosa.
- ¿A cualquier cosa?
- Ya se en lo que estas pensando. Lola sabe que me encanta el lesbianismo entre dos buenas perras y este era el caso.
- Y te digo la verdad, estaba muy caliente, capaz de cualquier cosa.
- Ay como me está poniendo esta conversación.
- ¿Siii?
- Te amo. Y empezamos a tranzar como dos adolescentes. No parábamos de meternos la lengua en la boca del otro. En eso escuchamos del otro lado de la puerta, la voz de Vicky:
- Ahhh. Siiii. Me encanta ver como se toca, me encantan esas tetas. Me gustaría chuparlas. ¿A vos?
- Si. a mi también me gustaría chuparlas.
En ese momento le empecé a chupar las tetas a Lola que estaba en el aire. Ella también empezó a gritar:
- ¡Siiiii! ¡Chupame las tetas, por favor, no pares!
Del otro lado los gritos de Vicky:
- Siiiiiiii, ¿te gusta? Estoy acabando.
Yo ya no entendía si se lo decía a Diego o le estaba contestando a Vicky, el tema es que Lola no paraba de acabar con mis dedos metidos en su concha.
Cogeme, por favor. Haceme lo que quieras. Cogeme toda. Me encanta coger.
Lola evidentemente estaba sacada. Yo también. Le metía la pija. Se la sacaba y le chupaba la concha. Le metía dos dedos en la concha y se los daba a chupar. Ella siempre pedía más. Me la volvía a coger y acababa de nuevo.
- ¡Por Dios! ¡Cómo me gusta que me cojas así! Acabooooooooo. Ahhh. Ahhhh. ¡Aaaaaahhhhhh!
Esa fue la mejor acabada que le sentí a Lola en toda mi vida.
Nos quedamos tendidos en la cama y nos dormimos profundamente, nos despertamos a las 23:30, ya había terminado la cena y tuvimos que pedir unos tostados a la habitación. Pese a que la cena la teníamos incluida nos reímos muchísimo de la siesta que nos pegamos. Comimos y tomamos dos cervezas totalmente desnudos. Nos dormimos igual. Ella me dice: ¿Qué? ¿Somos nudistas ahora?
Quizá…
Día 4.
Al otro día nos encontramos en el desayuno. El ambiente de entrada era más distendido. Hoy vamos de vuelta a esa playa, ¿les parece?, dice Vicky.
Está bien, decimos los dos tratando de poner cara de nada.
Nos subimos al Buggy y arrancamos para la playa. Manejaba Diego y yo lo acompañaba. Hacía mucho calor y el día estaba totalmente nublado. Eso significaba que en la playa no iba a haber nadie y que no había necesidad de desnudarse ni de pasarse bronceador.
Llegamos y al instante diego se sacó toda la ropa.
- ¿No les molesta verdad?
- No, dice Lola.
Que pija tiene este flaco, pienso yo.
- ¡Saquémonos todos la ropa, total!
Y bueh, en un minuto estábamos todos totalmente en pelotas mirándonos mutuamente.
Nos acostamos en dos lonas cada uno con su pareja y empezamos la inevitable charla:
Vicky: ¡Cómo nos pusimos ayer!, espero que no se hayan sentido mal.
- ¿A que hora?, interviene Diego
- Y, la verdad, todo el día, pero nos sentimos muy raros, no mal, raros. Sabiendo que hicimos cosas que no estaban en nuestros planes.
- La verdad que nunca me hubiera imaginado algo así, ¿alguna vez hicieron algo así delante de otra persona?, pregunta Vicky.
- Sí. Dice Diego. En casa de un amigo estuvimos cogiendo yo con mi novia de aquel entonces y él con la suya. En una sola habitación con bastante luz. Me calentaban mucho los gritos de la novia de mi amigo y como se le movían las tetas. Diego hablaba y se le paraba la pija.
- ¡Vos siempre mirando la del otro!, ¿por qué no mirabas la tuya?
- No me puedo aguantar y dirige su mirada a las tetas de Lola y se empieza a frotar la pija.
Todos nos reímos y Lola se pone colorada pero vuelve a quedar como hipnotizada con la pija de Diego.
- Veo que no sos el único que mira lo del otro, dice Vicky en clara alusión a Lola, que se vuelve a poner colorada.
- Es mas fuerte que yo, dice Lola.
- Pero es mía, dice Vicky al tiempo que se la agarra y la empieza a pajear siempre mirándola a Lola que sigue con la vista fija en aquella pija enorme.
- Yo me pongo a tocarle las tetas a Lola desde atrás y le digo:
- ¿te gusta?
- Siii. Me encanta, reconoce abiertamente mi mujer
Vicky le empieza a chupar la pija a su novio. Los dos la están mirando fijamente. Lola ni se da cuenta. Yo le empiezo a frotar la concha que está súper empapada. Lola pasa una mano para atrás y me empieza a pajear. Vicky acuesta a Diego en la lona y se lo monta.
La imagen es perfecta: esa pija enorme entrando y saliendo de la concha de Vicky, esa cola hermosa subiendo y bajando. Si, están cogiendo delante de nosotros y nos encanta.
Ya no aguantamos más. Lola se sube arriba mío y me empieza a coger de una manera deliciosa.
- ¿Te gusta ver como cogen?, le digo fuerte y claro para que escuchemos los cuatro.
- Siiiiii. respinde Lola
Diego le pregunta a Vicky:
- ¿Y a vos te gusta como cogen ellos?
- Siiiiiiiiii. ¿Y a vos, mi amor, te gustan las tetas de Lola?
- Si, me encantan dice Diego entre suspiros, me encantaría chuparlas.
- A mi también me gustaría chuparlas, dice Vicky
Ahí no aguanto más y se lo digo a Lola:
- Voy a acabar. Esperá, me dice ella, y baja a chupármela y se pone como para hacer un 69. Se traga todo, mientras acaba como una loca conmigo chupándole la concha
Yo no paro de chuparla, ella a mí, tampoco, diciendo me encanta la leche, me encanta como me acabas en la boca.
En frente nuestro la misma situación. Vicky que ya había acabado dos veces se la está chupando con unas ganas tremendas. Lola, que está a ½ metro mirando como esa pija entra y sale de la boca de Vicky, empieza a alentarla en una actitud completamente desconocida en ella:
- Siiii. Chupale la pija así. Tragate toda la leche que es riquísima.
En ese momento Diego empieza a acabar. Vicky se traga algo y otro poco se le escapa por la comisura de los labios y la pera.
Entonces sucede algo que nunca me imaginé. Lola se abalanza sobre Vicky y como una desesperada le empieza a chupar la cara y comerle la boca, todo esto a 10 cm. de la pija de Diego.
Diego en un momento le acerca la pija a las bocas de las chicas y Lola se retira aunque se que está con unas ganas de chuparla tremendas.
Rendidos nos acostamos los cuatro, ellas pegadas, se empiezan a besar nuevamente. Yo no conocía este gusto de Lola por las mujeres. Vicky empieza a bajar y le empieza a chupar las tetas a Lola con una desesperación terrible.
A mi se me vuelve a parar y empiezo a pajearme. Diego también pero la tiene muerta.
Ellas siguen en lo suyo. Ahora Lola le está chupando las tetas a Vicky y esta le dice:
- Siiii. Chupame así. Cada una se está frotando su propia concha.
Yo no doy crédito a lo que veo. Vicky hace el primer movimiento y la empieza a tocar a Lola la concha, mientras le sigue chupando las tetas. Empieza a bajar con la boca y Lola le agarra la cabeza con las manos y tira hacia arriba para que no se la chupe. No está preparada. Yo no me animo a entrar en juego y Diego sigue pajeándose, ahora con la pija súper parada. Vicky vuelve a las tetas de Lola y esta le acaricia el pelo. Luego de un rato las dos arrodilladas en la arena se comen la boca y se empiezan a meter dedos mutuamente. Vicky empieza a acabar y luego lo hace Lola cayendo de espaldas en la arena con las piernas abiertas. Vicky se arroja y le empieza a comer la concha como si en eso se le fuera la vida. Lola acaba como tres veces seguidas.
Yo sigo pajeándome y me acerco para acabar en la boca de Lola.
Diego se empieza a coger a Vicky por la concha en estilo perrito, mientras esta le sigue comiendo la cocha a Lola. Acabo en la boca de Lola y Diego hace lo propio en la concha de Vicky.
Los gritos se pueden oír en Buenos Aires:
- Siiiiii. Acabame. Cogeme. Chupame así. De todo.
Vicky se para chorreando la leche de diego por las piernas. Yo que pensé que todo había terminado me quedo duro cuando veo que Lola se abalanza sobre la concha de Vicky y le dice: Dejame probar esa concha con esa leche que debe estar riquísima. Acto seguido le pega la mejor comida de concha que yo haya visto en mi vida. Le pasaba la lengua por todo lo largo se quedaba en el clítoris revolviéndoselo con la lengua, le metía la lengua para después tragarse toda la leche de Diego. Le metía un dedo en el culo mientras la seguía chupando. Era impresionante.
Ahí creo que Vicky debe haber acabado como dos veces más.
Diego y yo nos miramos y no lo podíamos creer.
Ellas terminaron y como si fueran una pareja se empezaron a besar en la boca y se abrazaron muy tiernamente. Eso era amor.
- No lo puedo creer dijeron y se dieron vuelta y nos abrazaron a nosotros dos.
- Veo que a vos también te gustó me decía Lola
Vicky en cambio, más inocente le preguntaba a Diego: ¿te gustó mi amor?
Continuará…
Si les gustó pueden escribirme sus comentarios a reybaco2005@hotmail.com
o en Telegram @reybaco2005
En determinado momento cuando, el sol empezaba a caer, se produce otra situación muy caliente.
Las chicas no se habían puesto bronceador. A Lola se le pararon los pezones y me pedía que le pase crema por el cuerpo. Empecé a pasarle y Vicky miraba fijamente las tetas de Lola. Diego también. En eso Diego agarra la crema y empieza a hacer lo mismo con Vicky le empieza a frotar las tetas mirándonos a nosotros. Nosotros lo mismo. Ya la pija me dolía de lo caliente que estaba, pero no me animé a más y me separé para atrás. Diego no hizo lo mismo, sino que siguió tocando a Vicky y ya le pasaba una mano por el abdomen y otra por la teta. Lola en lugar de sentarse conmigo los seguía mirando y se tocaba las tetas.
Estaban a un metro de distancia mirándose y tocándose los tres porque ya Vicky había pasado la mano para el costado y le estaba haciendo una paja a Diego que por su parte le estaba metiendo un dedo en la concha a su flamante esposa.
En ese momento me sorprendo aun más. Lola, mi mujer, sí, mi tímida mujer, baja una de sus manos y empieza a acariciarse la concha. Siempre mirándose a un metro de distancia. Vicky y Lola se convulsionan y empiezan a acabar juntas. Yo me estoy pajeando de una manera frenética. Lola no lo advierte porque parece hipnotizada por la verga de Diego. En ese momento diego dice: ¡no doy más!, ¡voy a acabar! Larga el primer chorro y Vicky, sin poderse contener y sin importarle nada, se agacha y se mete como puede esa verga en la boca y empieza a tragar todo el semen mientras lo sigue pajeando y le sigue acariciando los huevos. El panorama es inmejorable: Vicky con el culo mirando hacia mí. Le puedo ver perfectamente ese hermoso agujero y los labios de la concha. Lola haciendo esfuerzos para no perder de vista la mamada que le está pegando Vicky. Y yo ya a esa altura no me puedo contener y empiezo a acabar como un poseído. Lola no se anima, pese a todo, a chupármela, pero si me pajea ensuciándose toda la mano.
Des pues de veinte segundos quedamos todos tirados con la mirada perdida en el cielo. Nadie se atreve a decir una palabra. Vicky decide romper el hielo:
- Discúlpenme, no se que me pasó, pero no me pude contener, estaba re caliente.
- Yo también, dice Diego
- Está todo bien, agrego.
- No dramaticemos tanto, dice Lola y nos largamos a reír los cuatro.
Cada vez que me acuerde de esto se me va a parar, dice Diego.
Nos cambiamos y salimos de regreso para el hotel.
- Cada uno a su habitación y en silencio a no hacer nada a los gritos, dijo Vicky.
- Ja, ja, ja nos reímos todos.
Ya en la habitación Lola está callada y no me mira.
- ¿Qué te pasa? ¿Te sentís mal?
- No se como decírtelo, hoy me calenté como nunca. Hice cosas que jamás pensé llegar a hacer.
- ¿Estás arrepentida?
- Mmmm, si pero…
- ¿Pero que?
- Pero es más fuerte que yo, si llega a suceder de nuevo tengo miedo de no poder volver a controlarme. Lola hablaba en voz muy baja.
- ¿Vos queres que suceda de vuelta?
- Noooo, estás loco.
- Entonces.. ¿Por qué decís si sucede de vuelta?
- ¡Que se yo!, ¡estos dos son re zarpados!
- ¿Vos no?
- Bueno yo me descontrolé, ya te dije.
- ¿Que fue lo que te calentó tanto?
- ¿Qué queres que te diga? No se. La situación. Verlos a ellos. Todo.
- ¿La pija de él te calentó?
- Siii. Tanto como a vos el culo de ella cuando se la chupaba.
- Mmmm. Puede ser.
- ¿Llegaremos más lejos? Le pregunté para ver que me decía.
- No creo. Aunque hoy creo que me animaba a cualquier cosa.
- ¿A cualquier cosa?
- Ya se en lo que estas pensando. Lola sabe que me encanta el lesbianismo entre dos buenas perras y este era el caso.
- Y te digo la verdad, estaba muy caliente, capaz de cualquier cosa.
- Ay como me está poniendo esta conversación.
- ¿Siii?
- Te amo. Y empezamos a tranzar como dos adolescentes. No parábamos de meternos la lengua en la boca del otro. En eso escuchamos del otro lado de la puerta, la voz de Vicky:
- Ahhh. Siiii. Me encanta ver como se toca, me encantan esas tetas. Me gustaría chuparlas. ¿A vos?
- Si. a mi también me gustaría chuparlas.
En ese momento le empecé a chupar las tetas a Lola que estaba en el aire. Ella también empezó a gritar:
- ¡Siiiii! ¡Chupame las tetas, por favor, no pares!
Del otro lado los gritos de Vicky:
- Siiiiiiii, ¿te gusta? Estoy acabando.
Yo ya no entendía si se lo decía a Diego o le estaba contestando a Vicky, el tema es que Lola no paraba de acabar con mis dedos metidos en su concha.
Cogeme, por favor. Haceme lo que quieras. Cogeme toda. Me encanta coger.
Lola evidentemente estaba sacada. Yo también. Le metía la pija. Se la sacaba y le chupaba la concha. Le metía dos dedos en la concha y se los daba a chupar. Ella siempre pedía más. Me la volvía a coger y acababa de nuevo.
- ¡Por Dios! ¡Cómo me gusta que me cojas así! Acabooooooooo. Ahhh. Ahhhh. ¡Aaaaaahhhhhh!
Esa fue la mejor acabada que le sentí a Lola en toda mi vida.
Nos quedamos tendidos en la cama y nos dormimos profundamente, nos despertamos a las 23:30, ya había terminado la cena y tuvimos que pedir unos tostados a la habitación. Pese a que la cena la teníamos incluida nos reímos muchísimo de la siesta que nos pegamos. Comimos y tomamos dos cervezas totalmente desnudos. Nos dormimos igual. Ella me dice: ¿Qué? ¿Somos nudistas ahora?
Quizá…
Día 4.
Al otro día nos encontramos en el desayuno. El ambiente de entrada era más distendido. Hoy vamos de vuelta a esa playa, ¿les parece?, dice Vicky.
Está bien, decimos los dos tratando de poner cara de nada.
Nos subimos al Buggy y arrancamos para la playa. Manejaba Diego y yo lo acompañaba. Hacía mucho calor y el día estaba totalmente nublado. Eso significaba que en la playa no iba a haber nadie y que no había necesidad de desnudarse ni de pasarse bronceador.
Llegamos y al instante diego se sacó toda la ropa.
- ¿No les molesta verdad?
- No, dice Lola.
Que pija tiene este flaco, pienso yo.
- ¡Saquémonos todos la ropa, total!
Y bueh, en un minuto estábamos todos totalmente en pelotas mirándonos mutuamente.
Nos acostamos en dos lonas cada uno con su pareja y empezamos la inevitable charla:
Vicky: ¡Cómo nos pusimos ayer!, espero que no se hayan sentido mal.
- ¿A que hora?, interviene Diego
- Y, la verdad, todo el día, pero nos sentimos muy raros, no mal, raros. Sabiendo que hicimos cosas que no estaban en nuestros planes.
- La verdad que nunca me hubiera imaginado algo así, ¿alguna vez hicieron algo así delante de otra persona?, pregunta Vicky.
- Sí. Dice Diego. En casa de un amigo estuvimos cogiendo yo con mi novia de aquel entonces y él con la suya. En una sola habitación con bastante luz. Me calentaban mucho los gritos de la novia de mi amigo y como se le movían las tetas. Diego hablaba y se le paraba la pija.
- ¡Vos siempre mirando la del otro!, ¿por qué no mirabas la tuya?
- No me puedo aguantar y dirige su mirada a las tetas de Lola y se empieza a frotar la pija.
Todos nos reímos y Lola se pone colorada pero vuelve a quedar como hipnotizada con la pija de Diego.
- Veo que no sos el único que mira lo del otro, dice Vicky en clara alusión a Lola, que se vuelve a poner colorada.
- Es mas fuerte que yo, dice Lola.
- Pero es mía, dice Vicky al tiempo que se la agarra y la empieza a pajear siempre mirándola a Lola que sigue con la vista fija en aquella pija enorme.
- Yo me pongo a tocarle las tetas a Lola desde atrás y le digo:
- ¿te gusta?
- Siii. Me encanta, reconoce abiertamente mi mujer
Vicky le empieza a chupar la pija a su novio. Los dos la están mirando fijamente. Lola ni se da cuenta. Yo le empiezo a frotar la concha que está súper empapada. Lola pasa una mano para atrás y me empieza a pajear. Vicky acuesta a Diego en la lona y se lo monta.
La imagen es perfecta: esa pija enorme entrando y saliendo de la concha de Vicky, esa cola hermosa subiendo y bajando. Si, están cogiendo delante de nosotros y nos encanta.
Ya no aguantamos más. Lola se sube arriba mío y me empieza a coger de una manera deliciosa.
- ¿Te gusta ver como cogen?, le digo fuerte y claro para que escuchemos los cuatro.
- Siiiiii. respinde Lola
Diego le pregunta a Vicky:
- ¿Y a vos te gusta como cogen ellos?
- Siiiiiiiiii. ¿Y a vos, mi amor, te gustan las tetas de Lola?
- Si, me encantan dice Diego entre suspiros, me encantaría chuparlas.
- A mi también me gustaría chuparlas, dice Vicky
Ahí no aguanto más y se lo digo a Lola:
- Voy a acabar. Esperá, me dice ella, y baja a chupármela y se pone como para hacer un 69. Se traga todo, mientras acaba como una loca conmigo chupándole la concha
Yo no paro de chuparla, ella a mí, tampoco, diciendo me encanta la leche, me encanta como me acabas en la boca.
En frente nuestro la misma situación. Vicky que ya había acabado dos veces se la está chupando con unas ganas tremendas. Lola, que está a ½ metro mirando como esa pija entra y sale de la boca de Vicky, empieza a alentarla en una actitud completamente desconocida en ella:
- Siiii. Chupale la pija así. Tragate toda la leche que es riquísima.
En ese momento Diego empieza a acabar. Vicky se traga algo y otro poco se le escapa por la comisura de los labios y la pera.
Entonces sucede algo que nunca me imaginé. Lola se abalanza sobre Vicky y como una desesperada le empieza a chupar la cara y comerle la boca, todo esto a 10 cm. de la pija de Diego.
Diego en un momento le acerca la pija a las bocas de las chicas y Lola se retira aunque se que está con unas ganas de chuparla tremendas.
Rendidos nos acostamos los cuatro, ellas pegadas, se empiezan a besar nuevamente. Yo no conocía este gusto de Lola por las mujeres. Vicky empieza a bajar y le empieza a chupar las tetas a Lola con una desesperación terrible.
A mi se me vuelve a parar y empiezo a pajearme. Diego también pero la tiene muerta.
Ellas siguen en lo suyo. Ahora Lola le está chupando las tetas a Vicky y esta le dice:
- Siiii. Chupame así. Cada una se está frotando su propia concha.
Yo no doy crédito a lo que veo. Vicky hace el primer movimiento y la empieza a tocar a Lola la concha, mientras le sigue chupando las tetas. Empieza a bajar con la boca y Lola le agarra la cabeza con las manos y tira hacia arriba para que no se la chupe. No está preparada. Yo no me animo a entrar en juego y Diego sigue pajeándose, ahora con la pija súper parada. Vicky vuelve a las tetas de Lola y esta le acaricia el pelo. Luego de un rato las dos arrodilladas en la arena se comen la boca y se empiezan a meter dedos mutuamente. Vicky empieza a acabar y luego lo hace Lola cayendo de espaldas en la arena con las piernas abiertas. Vicky se arroja y le empieza a comer la concha como si en eso se le fuera la vida. Lola acaba como tres veces seguidas.
Yo sigo pajeándome y me acerco para acabar en la boca de Lola.
Diego se empieza a coger a Vicky por la concha en estilo perrito, mientras esta le sigue comiendo la cocha a Lola. Acabo en la boca de Lola y Diego hace lo propio en la concha de Vicky.
Los gritos se pueden oír en Buenos Aires:
- Siiiiii. Acabame. Cogeme. Chupame así. De todo.
Vicky se para chorreando la leche de diego por las piernas. Yo que pensé que todo había terminado me quedo duro cuando veo que Lola se abalanza sobre la concha de Vicky y le dice: Dejame probar esa concha con esa leche que debe estar riquísima. Acto seguido le pega la mejor comida de concha que yo haya visto en mi vida. Le pasaba la lengua por todo lo largo se quedaba en el clítoris revolviéndoselo con la lengua, le metía la lengua para después tragarse toda la leche de Diego. Le metía un dedo en el culo mientras la seguía chupando. Era impresionante.
Ahí creo que Vicky debe haber acabado como dos veces más.
Diego y yo nos miramos y no lo podíamos creer.
Ellas terminaron y como si fueran una pareja se empezaron a besar en la boca y se abrazaron muy tiernamente. Eso era amor.
- No lo puedo creer dijeron y se dieron vuelta y nos abrazaron a nosotros dos.
- Veo que a vos también te gustó me decía Lola
Vicky en cambio, más inocente le preguntaba a Diego: ¿te gustó mi amor?
Continuará…
Si les gustó pueden escribirme sus comentarios a reybaco2005@hotmail.com
o en Telegram @reybaco2005
15 comentarios - Vacaciones en Buzios 3
Van 10 puntos
Te mando un beso, vos mandame un Guolis, jeje
Segui asi
Van 10 +
Gracias por comentar