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Mi novia disfruta y acepta su sumisión...

Mi novia disfruta y acepta su sumisión

Mi jefe me invita a almorzar, está contento, cree que llegó el momento, que finalmente Débora encontró su punto de equilibrio o algo así. Después de encargar la comida, me dice.
-Ella llegó al punto donde se acepta como es, llegó a la conclusión que por más que le gusten estos juegos de dominación, no tiene por qué afectar su vida cotidiana… vos tendrás que aceptar, cuando conozca a algún señor cuarentón o cincuentón… como todos los que la hemos ido transformando en la preciosa sumisa que es hoy, se le despierten la ganas… obviamente la van a atraer mucho los señores dominantes… vas a ver cómo se desarrolla como una química que nos permite reconocernos, como yo reconocí la putita sumisa y escondida que llevaba tu novia adentro, ahora… para los que estamos en este juego… se le nota mucho más… -dijo terminando con una sonrisa.
Nosotros seguíamos haciendo el amor de una manera muy dulce, pero como el jefe me había dicho, estaba transformada, Cómo el jefe había dicho cuando íbamos a reuniones de trabajo o a bailar, parecía tener un radar para detectar cierto tipo de hombres, para atraerlos, como esa noche… en el pub tomando algo, un ambiente relajado, ella estaba cambiando miradas con alguien, no me quería dar vueltas para ver quién era, pero era obvio que se sentía atraída, en un momento se levantó para ir a buscar algo a la barra, un señor se le acercó, le habló muy cerca del oído mientras la tomaba de la cintura con firmeza, ella sonrió y señalo hacia donde yo estaba, vinieron juntos a la mesa, el juego entre ellos fue subiendo de tono, el señor fue sugiriendo propuestas, enseguida se había dado cuenta de que nos gustaba, y terminamos yendo los tres a la casa del señor.
Todo fue tan rápido, en el domicilio de él, en poco tiempo ella estaba con la remera negra que tenía puesta, acostada en la cama, el culo al aire y las medias negras a medio muslo, la hizo esperar ahí mientras se desnudaba, otro miembro bastante impresionante.
Se acomodó de rodillas en la cama con las rodillas a ambos costados de los muslos de Debi, le acariciaba el culo y la espalda, ella movía el culo cadenciosamente, apoyo su miembro entre los glúteos mientras la seguía acariciando, no tenía forro puesto, noté que era grande en verdad esa herramienta. Primero le llevó una de las manos a la espalda, después la otra, había traído unas esposas, no parecían de cotillón, parecían reales, ella se dejaba hacer y seguía moviendo el culito mientras se las ponía. Le daba suaves cachetazos en los glúteos y tomándola por delante de la pelvis levantaba la cadera de ella, su culo estaba super levantado, era una delicia verla. Se la metió en la conchita de una, le daba viajes bien profundos, me hizo acercar a ver, delante de la cama veía el culo de Debi como se sacudía cada vez que la clavaba además de escuchar sus gemidos, cada vez que el la clavaba a fondo, aumentaron la intensidad de los gemidos cuando el la agarró de la nuca, apretándola contra el colchón. Seguía dándole un bombeo duro y parejo, yo me sentía muy cerca de llegar, pregunté x el baño y me fui a poner un forro. Cuando volví seguía el concierto, la clavaba a fondo y ella gemía cada vez más, sus dos manos esposadas a la altura de su cintura. Otra vez la agarro de delante de su pelvis, para clavarla más duro le daba un montón y no acababa. Yo muchas veces miraba para otro lado, o me alejaba, no quería llegar así. Se quedó clavado un rato, a fondo de ella, después le tomo el pelo en una colita y volvió a darle un duro mete y saca, siempre a fondo, Debi no paraba nunca de gemir. Con la otra mano le agarró una de las manos de ella, la apretaba fuerte, a ella parecía que todo le gustaba. Hacía como diez minutos que le daba sin parar, pensaba como hacía para no llegar, era muy intensa la forma en que lo hacía, le soltó el pelo, y con esa mano le manoseaba el culo, la otra seguía tomando sus manos. Agarrando las esposas tiró un poco de los brazos de ella hacia atrás, estaba más deliciosa cada vez, y cada vez gemía más. Finalmente él empezó a gemir con una voz muy gutural y sacando su pija le tiro toda la leche en el canal de su culo y el comienzo de su cintura, una corrida muy abundante para alguien de su edad pensé, se siguió masturbando su pija que estaba dura todavía. Le separó los glúteos y me hizo acercar a mirar, ella levantaba su culito moviéndolo cada vez más, se veía su corrida toda en la puerta del culito de Debi, era una cantidad abundante. Ante mi mirada atenta, tomó un poco de la leche del culito de Debi con la cabeza de su pija y se la volvió a meter lentamente, ella gemía otra vez bien fuerte. Se la sacó enseguida, ella seguía esposada y dilataba su culito haciendo que en esa posición parte de la corrida de él se metiera un poco hacia adentro de su culito.
Le sacó las esposas, le dijo que se fuera a lavar, que se pusiera solo esa hermosa tanga negra que traía, la esperaba en la cama, vos límpiate también, me dijo con una risa burlona, yo había acabado dentro del forro, fuimos juntos al baño, le lavé la cola a Debi, besándola, me saqué el forro, me lavé y me puse otro de nuevo, ella ya había ido para el cuarto.
Estaba él acostado en la cama, Debí en cuatro mirando hacia los pies de el su culito y su conchita a la altura de las manos de él, ella movía el culito y el jugaba corriendo su tanga y mirando y tocando sus agujeritos. La pajeaba suavemente con el dedo gordo y ella empezó a gemir de nuevo.
El cambió su dedo por su miembro, empezó a tratar de meterlo ayudándose con su mano, Debí corrió bien la tanga a un costado y tomó ella el miembro llevándolo a su conchita. La acomodó hasta el fondo y empezó ahora ella a cogerlo, ver la cola y la espalda de Debi como se movía, los gemidos y él apretándole la cola me volvía loco, otra vez me puse a mirar para otro lado y pensar en otras cosas. Ella se separó ahora los cachetes de la cola dándonos un primer plano de su culito mientras subía y bajaba sobre la herramienta de “nuestro amigo”. No se cuanto tiempo pasó, en un momento la pija de él salió, ella llevó su mano hacia atrás y pude ver como empezaba a gotear de su conchita, se había vaciado dentro de ella ahora. Después de mostrarme como caía su corrida, igual que antes volvió a meterla nuevamente, no del todo dura, con la ayuda de la mano de Debi.
Se fueron juntos a bañar, estuvieron como media hora en la ducha, escuchaba las risas de Debi, me saqué el forro que otra vez había llenado, le hice un nudo y lo tire, me sentía muy tarado, ella salió del baño secándose el pelo, se vistió, él estaba en bata, le pasó su celular a Debi, nos pidió un auto y se estuvieron besando y acariciando mientras esperaban, estaban seguros que se iba a repetir el encuentro.
En casa ella me hizo desnudar y me montó suavemente, estuvimos un montón haciéndolo, ella me daba suaves besos, ninguno de los dos decía nada, la luz del sol se filtraba por la ventana, había sido una noche muy interesante.
Volvimos a encontrarnos con él, quince días después, en el mismo bar, habíamos pactado el encuentro, el estaba con otro tipo, bastante panzón, a mi me resultaba bastante desagradable, pero a Debi no le parecía lo mismo, se sentó entre los dos y el otro tipo automáticamente apoyo su manaza sobre su muslo, acariciándolo, Debi cerró los ojos, su respiración era agitada, el del encuentro anterior dijo que había notado que Debi todo el tiempo mostraba su culito, a él no le gustaba mucho el sexo anal, por eso nos presentaba a su amigo, finalmente quedamos solos con él, la acompañe al baño a Debi, le pregunté que opinaba, el tipo no me gustaba, me parecía peligroso, ella estaba recaliente, fuimos a la casa del tipo, tenía un auto importado, colgantes de oro, entramos a su casa, tomamos algo, el se sentó y con tono autoritario le dijo a Debi que se quedara en ropa interior, ella se había preparado tenia un cat, medias, estaba deliciosa. El tipo se puso unos pantalones cortos y una remera, entramos a una habitación inmensa, un sillón junto a la cama, se sentó ahí y Debi de rodillas delante de él empezó a apretarle el bulto sobre el pantaloncito. El la sacó por abajo del pantalón, tenía una gruesa verga que ahora Debi acariciaba y pajeaba con su mano derecha. Ella tenía puesto su collarcito negro que la hacía sentirse muy sumisa, según ella decía, el libero sus pechos y ella empezó a chupársela. Le corrió el pelo de la cara para mirarla mientras chupaba, el se sacó el pantalón, ella lo siguió chupando, la puso de pie, y le sacó la tanga, quedó con el cat solamente que estaba bajo por arriba dejando sus tetas al descubierto, la acomodó arrodillada en el sillón, se acomodó detrás de ella y empezó a cogerla, Debi se agarraba un cachete con su mano, separándolo, mostrando bien el rosado y hermoso agujerito de su culo, empezaba a gemir muy fuerte, le acariciaba el pelo y la cara, ella gemía cada vez más. Se la sacó de la conchita y se la fue acomodando en el culo, ante los quejidos de placer de Debi, ninguno de los dos decía nada, ella seguía teniendo su mano apoyada en un cachete, debí me miró en un momento mordiéndose el labio inferior, hacía como diez minutos que el le daba unos cuantos viajes, la sacaba y volvía a metérsela, La cara de Debi estaba toda colorada, apoyó su mano sobre la de ella y así siguió dándole. La agarró de las caderas y le preguntó si le gustaba, ella dijo que si, le dio un poco más y la hizo ponerse en cuatro en la cama, la imagen me hizo acabar, ella agachadita con el pecho más cerca de la cama, su culito ofrecido, la conchita llena de sus jugos, goteando, se notaba su calentura, el estuvo un rato mirándola y la penetró de nuevo, parado sobre la cama, le costaba hacer equilibrio. Estaba incomodo, la hizo arrodillar en le piso, con su brazo se apoyaba en un banco, el puso su rodilla derecha en el piso y su pie izquierdo al costado de debi, se la volvió a meter y siguió dándole por atrás, los gemidos de ella aumentaban de intensidad, se la sacó en un momento, ella quedó arrodillada delante de él que se puso de pie y se la dio a chupar le tiro su leche en la cara y los pechos, abundante corrida, era obvio para mi que había tomado alguna pastilla porque seguía bien duro. Ella me miraba sonriente, se fue a lavar el sirvió algo de tomar, y después ella se acostó boca abajo en la cama, ahora totalmente desnuda, sólo con su collarcito puesto, el se acercó de pie, nunca se había sacado la remera y se la dio de nuevo a chupar. La hizo arrodillar al borde de la cama, con las piernas separadas y el parado en el piso agarrándola fuerte del culazo empezó a cogerla bien duro por la concha, yo la veía de frente a ella, estaba deliciosa, sus pechos se bamboleaban con la cogida, el agarraba esos globos de carne de su culazo y estaba extasiado, la acostó sobre la cama y el arrodillado volvió a acomodarse y la siguió cogiendo, le empujó las piernas recogidas hacia el pecho, de costado en la cama y siguió en la tarea, Debi cada vez mas colorada y caliente, gemía cada vez más, se agarró fuerte un pecho que se sacudía con los viajes que el le daba. Cerró los ojos, estaba gozando una vez más, la dobló un poco más sobre la pierna izquierda, la derecha arriba más recogida, tuvo su culo a la vista, bien ofrecido y por ahí fue, yo estaba al costado, ella estaba toda encogida recibiendo por atrás, siempre gimiendo, ella se agarraba la cola junto a la mano de él que empujaba el glúteo derecho para mantener la posición, se le salió un par de veces, se volvió a acomodar y ahora la cogía mas profundamente, se la sacó se acostó en la cama y estuvo haciendo un sesenta y nueve con ella. Ella lo montó de espaldas a él, apoyada sobre él que le sobaba los pechos, ella se movía sobre la pija de el que ahora estaba de nuevo en su conchita. La hizo levantar y de nuevo se la acomodó en el culo, el se movía bien duro ahora aunque ella estaba sobre él y le apretaba duro los pechos, me pareció que Debi seguía acabando, era como una especie de orgasmo que no terminaba nunca, yo la veía de frente a mi, sus piernas bien separadas, su conchita deliciosa y la verga del tipo entrando y saliendo bien duro de su culazo, ahora le dedeaba la conchita, ella le pedía que la siguiera cogiendo, si que rico papi… le dijo, el la agarraba de atrás de uno de los muslos y con la otra mano le pajeaba la conchita. Volvió a su conchita, ella seguía sobre el, de espaldas a él que le sobaba de nuevo los pechos, la quiero de nuevo atrás le dijo ella… y así fue. Una mano en un pecho, la otra pajeandola y fue como una explosión para ella, la acomodó de perrito en la cama, le dio de nuevo por la conchita, bien duro, cuando estaba por acabar la sacó y le tiro toda la leche en su culito. La hizo quedarse un largo rato así como estaba, la miraba y la acariciaba, caminado alrededor de la cama. Miraba de cerca sus agujeritos, la acariciaba, la pajeaba, ella finalmente cayó en la cama y se acomodó como para dormir, él me acompaño hasta otro cuarto y volvió a la cama a acostarse con ella, nunca habíamos hecho algo así, nos íbamos después de un encuentro
A la mañana siguiente cuando me desperté ella salía de bañarse. Se había puesto un conjunto blanco tipo cat también que él le había dado, volvía a la habitación, entramos juntos el estaba de pie y la hizo caminar por la habitación. Se paró de frente a él y le sonrió,
-Que linda sonrisa tenés, ahora despacio date vuelta…
Otra vez ella se arrodilló y el se la dio a chupar, me parecía que le costaba lograr la erección, no era un hombre joven, pero se acostó en la cama y otra vez hizo que lo montara de espaldas a él, la estuvo cogiendo misionero, de perrito, cuando iba a acabar otra vez de rodillas delante de él pero esta vez abrió generosamente la boca para que el acabara en ella. Se puso de pie y se besaron, quedaron en volverse a ver, fuimos a casa en silencio, ella solo quería dormir un rato.



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