Varios dÃas estuve pensado en que regalarle a mi esposa para su cumpleaños.
HabÃa comprado entradas para un recital, pero en mi cabeza me daba vueltas algo más perverso.
TenÃamos previsto viajar a Córdoba a ver un grupo que le gusta mucho y nos quedarÃamos en un hotel que contaba con Spa, masajes.. etc. Asà que también le organice algo para ella.
Cada tanto nos hacemos alguna escapada solos, sin hijos, y tratamos de hacer todo lo que en el hogar no se puede. Ella lleva su bolso con el kit del sexo (hay pañuelos, antifaz, gel, vibradores, ropa sexy, consoladores) y nos gusta jugar y fantasear..siempre tratamos de mantener la llama encendida. Juegos eran en pareja, nunca habÃamos incorporado un tercero.
Llegó el dÃa viajar, arrancamos temprano y mientras viajaba le decÃa que la iba a llevar a un bar swinger y la cogerÃa ahà mismo, como para que los ratones empiecen hacer su trabajo.
Llegamos al hotel y habÃa problemas con el internet, asà que nos pidieron que subamos a la habitación y nos llamarÃan cuando puedan usar el sistema. Cómo a los 30 min suena el teléfono desde recepción, mi señora se habÃa dormido, asà que fui solo y lleve sus documentos e hice el check in. Me pidieron que suba al último piso para acordar lo del tema Spa. Subà y habÃa un joven de unos 30 años, morocho, fÃsico trabajado muy educado. Se llamaba Leandro, era el masajista. Cuando lo và rápidamente pensé ..este es el regalo para ella. A mi esposa le gustan los tipos asi.
Arreglamos el turno. Seguimos charlando y entramos en confianza, asà que le fui sincero y le dije que era su cumpleaños y querÃa que esos masajes fueran eróticos, hot. El tipo sonrió.. me respondió que si, no habÃa problemas. Acordamos los detalles y el plan estaba en marcha. Los turnos eran después de las 18 hs. Se preparó, tenÃa que ir con una bata y tanga. La acompaño y llegamos al último piso.
La sentaron en un sillón y empezaron, primero fueron las manos y pies, una mujer le empezó hacer las uñas. Después otra le empezó hacer un tratamiento facial, habrá estado unos 45 minutos allÃ.
Al rato la pasaron a otra habitación donde habÃa una música relajante, eran sonidos de la naturaleza, ruido de agua corriendo por un arroyo, canto de pájaros. Le quitaron la bata y la recostaron boca abajo.
MÃ esposa tenÃa una mascarilla y unos protectores en los ojos por lo tanto no veÃa lo que pasaba a su alrededor.
Estaba acostada boca abajo con una tanga negra, era lo único que la cubrÃa. Mientras charlamos, entra el masajista, asà que me senté en un sillón.
Leandro agarró una jarrita y empezó a volcar pequeñas cantidades de algo que era como un aceite por sus hombros, a lo largo de la columna, en ambas piernas. Mientras le pedÃa que se relaje, afloje su cuerpo, con sus manos le desparrama el aceite por todo su cuerpo con una suavidad que con solo mirar me relajaba hasta a mÃ. Mà señora habÃa quedado cubierta con el lÃquido por todo el cuerpo.
Mientras tanto yo observaba cómo otras manos recorrÃan su cuerpo, iban desde los hombros, pasaba por su espalda, bajaban por por sus piernas, rozaban su cola apenas cubierta por una pequeña tanga. Ella parecÃa relajada, respiracion era suave.
Yo me notaba cierta excitación, tenÃa sensaciones raras en mi cuerpo al ver que otro hombre la acariciaba.
En un momento leandro me pide que lo ayude asà de paso aprendo, con un gesto de complicidad.
Estábamos uno de cada lado de la camilla, yo tenÃa que hacer lo mismo que el.
Empezamos hacer masajes en los brazos, luego los hombros .. recorrÃamos su espalda, luego seguimos por las piernas desde los pies hacia la cola.
Ahora sà empecé a notar que mà señora ya no estaba tan relajada, podÃa sentir que su respiración estaba un poco más agitada. En momento Leandro le pidió que se gire boca arriba, ella dudo, creo que por qué estaba con sus pechos al aire, pero igualmente giro intentando cubrir un poco,pero fue en vano, tiene una hermosas tetas que no las iba a cubrir con una mano.
Una vez boca arriba, un poco avergonzada, puso las manos al costado del cuerpo. Ahora la vista era otra, estaba con una mascarilla, sus ojos tapados, y sus enormes tetas al aire que dejaban en evidencia su exitacion, tenÃa los pezones endurecidos.
Nuevamente Leandro agarró el recipiente con el aceite y puso pequeñas cantidades en el pecho, abdomen y piernas, yo tenÃa que copiar sus movimientos.
Muy lentamente fuimos lubricando cada centÃmetro de piel. Arrancamos por los pies y fuimos subiendo, uno por cada pierna, se podÃa sentir cierta tensión en mà esposa, a medida que subÃamos ya respiraba más agitada, los movimientos de sus labios acusaban exitacion muy contenida. Cuando estábamos en los muslos, ella sola hizo un pequeño movimiento separando más sus piernas, nuestras manos subÃan desde las rodillas y llegábamos hasta rozar sus labios vaginales a través de la bombacha. Se percibÃa que estaba muy mojada, muy exitada. Luego subimos por su abdomen hasta llegar a las tetas, también las lubricamos bien mientras veÃa como se le movÃa el cuerpo por la respiración agitada. Yo no daba más estaba que me reventaba el calzoncillo, por más que intentara disimular.
Estaba dispuesto a todo, mà mente volaba mientras pensaba..si ella da un paso más que pase lo que tenga que pasar, no me importaba si ella nos agarraba la pija a los dos.. o nos pedÃa que la cogieramos ahà mismo. Ella también estaba muy exitada, su respiración, los gestos de su boca la delataban.
Pero los masajes terminamos ahÃ, Leandro salió de la habitación, ella se sentó en la camilla, se quito los protectores de los ojos y me beso muy apasionadamente. Mientras le metà mà mano por de bajo de la bombacha y jugaba con mis dedos, estaba hecha agua, mis dedos entraban y salÃan muy lubricados, ella me agarraba la pija por sobre la ropa, me aparto se puso la bata y salimos hacia nuestro habitación.
No alcanzamos a entrar que me empujó sobre la cama, quedé sentado, ella se quito la bata y me beso, rápidamente me bajo los pantalones y se fue hacia mà verga que estaba que explotaba. Mientras me la chupaba con desesperación, ella misma se metÃa los dedos en la concha y se movÃa como que la estaban cogiendo, estaba como poseÃda. La agarre de los pelos, para que me deje acomodar en la cama, me acosté boca arriba y la acomode para hagamos un 69. Me quedo su conchita en mà boca estaba mojadisima, muy caliente, querÃa chupar todo ese jugo le metÃa la lengua lo más profundo que podÃa y se lo chupaba, le lamÃa desde el clÃtoris hasta el culo, mientras ella hacia movimientos como que la estaba cogiendo con mà lengua.
PodÃa sentir su boca chupándome la pija hasta al fondo, lo hacia con una desesperación. Mientras le chupaba la concha agarre uno de sus juguetes y se lo metà en la concha, le preguntaba si querÃa dos pijas..
Ella me pedÃa por favor que la coja, que querÃa sentir dos pijas, mientras le metÃa el consolador, le chupaba el clÃtoris y lamÃa su culito, se ponÃa como loca.
Me salÃ, la puse en cuatro sobre la cama y le metà otra vez el dildo en la concha y que ella lo manejara, mientras yo me acomode y se la metà por el culo.
Sabemos empezar suave hasta que su ano se va dilatando pero está vez una vez que entro un poquito con fuerza la metió hasta el fondo, estaba muy exitada. QuerÃa verga. Se movÃa como loca, tenÃa mi pija en el culo y el consolador en la concha, se empezó a mover más rápido mientras gritaba ..siii sii cogemee ..cogemee más fuerteee .. siii .. hasta que no aguante más y explote adentro de ella. TenÃa la sensación como que salÃan chorros y chorros de semen.. quedamos agitados uno sobre otro tratando de recuperar fuerzas, nos habÃamos hechado un polvo tan intenso. Estaba encantada con el regalo.. Luego nos bañamos y seguimos con los festejos de cumpleaños.
HabÃa comprado entradas para un recital, pero en mi cabeza me daba vueltas algo más perverso.
TenÃamos previsto viajar a Córdoba a ver un grupo que le gusta mucho y nos quedarÃamos en un hotel que contaba con Spa, masajes.. etc. Asà que también le organice algo para ella.
Cada tanto nos hacemos alguna escapada solos, sin hijos, y tratamos de hacer todo lo que en el hogar no se puede. Ella lleva su bolso con el kit del sexo (hay pañuelos, antifaz, gel, vibradores, ropa sexy, consoladores) y nos gusta jugar y fantasear..siempre tratamos de mantener la llama encendida. Juegos eran en pareja, nunca habÃamos incorporado un tercero.
Llegó el dÃa viajar, arrancamos temprano y mientras viajaba le decÃa que la iba a llevar a un bar swinger y la cogerÃa ahà mismo, como para que los ratones empiecen hacer su trabajo.
Llegamos al hotel y habÃa problemas con el internet, asà que nos pidieron que subamos a la habitación y nos llamarÃan cuando puedan usar el sistema. Cómo a los 30 min suena el teléfono desde recepción, mi señora se habÃa dormido, asà que fui solo y lleve sus documentos e hice el check in. Me pidieron que suba al último piso para acordar lo del tema Spa. Subà y habÃa un joven de unos 30 años, morocho, fÃsico trabajado muy educado. Se llamaba Leandro, era el masajista. Cuando lo và rápidamente pensé ..este es el regalo para ella. A mi esposa le gustan los tipos asi.
Arreglamos el turno. Seguimos charlando y entramos en confianza, asà que le fui sincero y le dije que era su cumpleaños y querÃa que esos masajes fueran eróticos, hot. El tipo sonrió.. me respondió que si, no habÃa problemas. Acordamos los detalles y el plan estaba en marcha. Los turnos eran después de las 18 hs. Se preparó, tenÃa que ir con una bata y tanga. La acompaño y llegamos al último piso.
La sentaron en un sillón y empezaron, primero fueron las manos y pies, una mujer le empezó hacer las uñas. Después otra le empezó hacer un tratamiento facial, habrá estado unos 45 minutos allÃ.
Al rato la pasaron a otra habitación donde habÃa una música relajante, eran sonidos de la naturaleza, ruido de agua corriendo por un arroyo, canto de pájaros. Le quitaron la bata y la recostaron boca abajo.
MÃ esposa tenÃa una mascarilla y unos protectores en los ojos por lo tanto no veÃa lo que pasaba a su alrededor.
Estaba acostada boca abajo con una tanga negra, era lo único que la cubrÃa. Mientras charlamos, entra el masajista, asà que me senté en un sillón.
Leandro agarró una jarrita y empezó a volcar pequeñas cantidades de algo que era como un aceite por sus hombros, a lo largo de la columna, en ambas piernas. Mientras le pedÃa que se relaje, afloje su cuerpo, con sus manos le desparrama el aceite por todo su cuerpo con una suavidad que con solo mirar me relajaba hasta a mÃ. Mà señora habÃa quedado cubierta con el lÃquido por todo el cuerpo.
Mientras tanto yo observaba cómo otras manos recorrÃan su cuerpo, iban desde los hombros, pasaba por su espalda, bajaban por por sus piernas, rozaban su cola apenas cubierta por una pequeña tanga. Ella parecÃa relajada, respiracion era suave.
Yo me notaba cierta excitación, tenÃa sensaciones raras en mi cuerpo al ver que otro hombre la acariciaba.
En un momento leandro me pide que lo ayude asà de paso aprendo, con un gesto de complicidad.
Estábamos uno de cada lado de la camilla, yo tenÃa que hacer lo mismo que el.
Empezamos hacer masajes en los brazos, luego los hombros .. recorrÃamos su espalda, luego seguimos por las piernas desde los pies hacia la cola.
Ahora sà empecé a notar que mà señora ya no estaba tan relajada, podÃa sentir que su respiración estaba un poco más agitada. En momento Leandro le pidió que se gire boca arriba, ella dudo, creo que por qué estaba con sus pechos al aire, pero igualmente giro intentando cubrir un poco,pero fue en vano, tiene una hermosas tetas que no las iba a cubrir con una mano.
Una vez boca arriba, un poco avergonzada, puso las manos al costado del cuerpo. Ahora la vista era otra, estaba con una mascarilla, sus ojos tapados, y sus enormes tetas al aire que dejaban en evidencia su exitacion, tenÃa los pezones endurecidos.
Nuevamente Leandro agarró el recipiente con el aceite y puso pequeñas cantidades en el pecho, abdomen y piernas, yo tenÃa que copiar sus movimientos.
Muy lentamente fuimos lubricando cada centÃmetro de piel. Arrancamos por los pies y fuimos subiendo, uno por cada pierna, se podÃa sentir cierta tensión en mà esposa, a medida que subÃamos ya respiraba más agitada, los movimientos de sus labios acusaban exitacion muy contenida. Cuando estábamos en los muslos, ella sola hizo un pequeño movimiento separando más sus piernas, nuestras manos subÃan desde las rodillas y llegábamos hasta rozar sus labios vaginales a través de la bombacha. Se percibÃa que estaba muy mojada, muy exitada. Luego subimos por su abdomen hasta llegar a las tetas, también las lubricamos bien mientras veÃa como se le movÃa el cuerpo por la respiración agitada. Yo no daba más estaba que me reventaba el calzoncillo, por más que intentara disimular.
Estaba dispuesto a todo, mà mente volaba mientras pensaba..si ella da un paso más que pase lo que tenga que pasar, no me importaba si ella nos agarraba la pija a los dos.. o nos pedÃa que la cogieramos ahà mismo. Ella también estaba muy exitada, su respiración, los gestos de su boca la delataban.
Pero los masajes terminamos ahÃ, Leandro salió de la habitación, ella se sentó en la camilla, se quito los protectores de los ojos y me beso muy apasionadamente. Mientras le metà mà mano por de bajo de la bombacha y jugaba con mis dedos, estaba hecha agua, mis dedos entraban y salÃan muy lubricados, ella me agarraba la pija por sobre la ropa, me aparto se puso la bata y salimos hacia nuestro habitación.
No alcanzamos a entrar que me empujó sobre la cama, quedé sentado, ella se quito la bata y me beso, rápidamente me bajo los pantalones y se fue hacia mà verga que estaba que explotaba. Mientras me la chupaba con desesperación, ella misma se metÃa los dedos en la concha y se movÃa como que la estaban cogiendo, estaba como poseÃda. La agarre de los pelos, para que me deje acomodar en la cama, me acosté boca arriba y la acomode para hagamos un 69. Me quedo su conchita en mà boca estaba mojadisima, muy caliente, querÃa chupar todo ese jugo le metÃa la lengua lo más profundo que podÃa y se lo chupaba, le lamÃa desde el clÃtoris hasta el culo, mientras ella hacia movimientos como que la estaba cogiendo con mà lengua.
PodÃa sentir su boca chupándome la pija hasta al fondo, lo hacia con una desesperación. Mientras le chupaba la concha agarre uno de sus juguetes y se lo metà en la concha, le preguntaba si querÃa dos pijas..
Ella me pedÃa por favor que la coja, que querÃa sentir dos pijas, mientras le metÃa el consolador, le chupaba el clÃtoris y lamÃa su culito, se ponÃa como loca.
Me salÃ, la puse en cuatro sobre la cama y le metà otra vez el dildo en la concha y que ella lo manejara, mientras yo me acomode y se la metà por el culo.
Sabemos empezar suave hasta que su ano se va dilatando pero está vez una vez que entro un poquito con fuerza la metió hasta el fondo, estaba muy exitada. QuerÃa verga. Se movÃa como loca, tenÃa mi pija en el culo y el consolador en la concha, se empezó a mover más rápido mientras gritaba ..siii sii cogemee ..cogemee más fuerteee .. siii .. hasta que no aguante más y explote adentro de ella. TenÃa la sensación como que salÃan chorros y chorros de semen.. quedamos agitados uno sobre otro tratando de recuperar fuerzas, nos habÃamos hechado un polvo tan intenso. Estaba encantada con el regalo.. Luego nos bañamos y seguimos con los festejos de cumpleaños.
2 comentarios - Feliz cumple 🎂