Al fin había logrado mi objetivo, cogerme a las tres negras putipobres que tanto había deseado por años, luego de la primera cogida con Paola, continué cogiendo principalmente con la negra puta de mi tia, que era la que tenia mas a la mano y la que me permitía descargar mis ganas de cagarla a palo y humillarla, seguidamente venia Paola, ya que tenia casa sola y al menos una ves a la semana iba a cogerla en las tardes, con ella no era malo, mas que nada disfrutábamos nuestros cuerpos y me gustaba complacerla, con el toque justo de rudeza que ella disfrutaba, finalmente la negra Nely, con ella lo hacia cada tanto ya que tenia al cornudo y no siempre podíamos organizar algo, pero cuando lo hacíamos me encantaba como cogíamos duro.
En fin, luego de un tiempo, mi tía se fue de los terrenos, se puso a alquilar una vivienda chica en un complejo que quedaba a unas calles de ahí, por lo cual llegaba en poco tiempo, esto fue beneficioso para mi, principalmente por que no tendría que ocultarme mas, bueno, tampoco es como si lo hiciera mucho, pero ahora podría hacer mas cosas con la ballena negra de mi tía.
El día que me entere, mi tía fue a nuestra casa a contarle a su hermana y a mi, se despidió y se fue con sus cosas, yo la vi alejarse mientras imaginaba lo que haría.
A medio día Salí de casa bajo el pretexto de ir a correr, en unos minutos llegue al complejo, el apartamento de mi tia se ubicaba en el tercer piso, por lo que subí por las escaleras.
Al llegar, había un pasillo con puertas a varios lados, ya sabia a cual debía dirigirme, ni me moleste en golpear, ya sabia que la puerta estaba abierta, así que directamente entre sin hacer ruido, me recibió un lugar prácticamente vació, las cosas de mi tía estaban en una esquina aun sin ordenar, y al parecer ella no estaba, por lo que me dedique a recorrer el lugar un poco y a esperar, seguro estaba cerca ya que no estaba trancada la puerta, seguramente hablando con el personal del edificio o algo.
Tras casi 10 minutos, escuche la puerta, mi tía había vuelto, llevaba uno de esos shorts de jean bien de puta que le dejaba un poco de su gran culo afuera y una musculosa típica de putipobre.
Cuando cerro la puerta, Salí del baño.
-Hay L que haces acá?- me pregunto algo asombrada al verme completamente desnudo.
Sin decir nada me acerque a ella y tomándola de los hombros la tire al suelo en el medio de la pequeña sala.
-Para L que haces?!-
Pero la calle rápidamente dándole un cachetazo que le voltee la cara, solo para luego restregarle la verga por la cara para metérsela en la boca y comenzar a bombear sin parar, me estaba cogiendo la boca de la negra puta de mi tía.
-Pajeate hija de puta!- le exigí.
Enseguida llevo sus manos y se las metió en el short para enterrarse los dedos en su concha negra.
Gaw gaw gaw gaw
Los ruidos de mi verga entrando y saliendo de su garganta hacían eco en todo el lugar vacío.
-Ah toma negraaaa- dije mientras agarraba fuertemente su cabeza y la apretaba contra mi pelvis para que no se escape de la lecheada.
-Buaaaa- emitió mi tía cuando le saque la verga, la cual le colgaban hilos de saliva que conectaban con los labios de la negra.
-Te la tomaste toda?-
-Si, acabaste mucho, que haces acá?-
-Jaja no te da la cabeza? Vine a cogerte negra puta.
-Viniste a estrenar mi nueva casa- me dijo con una pequeña sonrisa mientras se sentaba en el piso.
La agarre de la musculosa por la parte de los hombros y cinche hacia abajo rápido, el sonido de la tela rasgándose sonó, dejando sus tetas al aire libre, la negra no usaba sostén.
-Deja de romperme la ropa!- me reclamo, no era raro que le rompiera la boca a la pobre negra.
Entonces le comí la boca apasionadamente a la estúpida mientras le amasaba las tetas y se las cinchaba como dos pelotas de goma.
Me pare y la agarre de los pelos, caminando hacia un rincón de la sala en el cual la empuje y la encerré.
-Ya te bajas el short y cagas acá.
-Que?! No L que decís- me pregunto algo nerviosa.
Le di una cachetada.
-Caga acá- le repetí.
-L recién me mude, no puedo, vamos al baño mejor.
Le di otra cachetada mas fuerte.
-Vas a cagar acá puta de mierda.
No respondió, simplemente se bajo el short y se puso en cuclillas mientras observaba el piso.
Yo la miraba hasta que escuche un ruido sordo contra el piso, la negra se había cagado en su sala.
Me apoye sobre ella y la obligue a sentarse sobre su mierda.
Entonces le volví a comer la boca una ves mas.
-Párate.
La negra se paro frente a mi, completamente desnuda, con la cara roja por las cachetadas y las nalgas llenas de mierda.
Me le acerque y me pegue a ella.
-Negrita puta, sos mi pedazo de carne que uso para sacarme la leche, vos y tus dos hijas.
La negra abrió los ojos.
-Hace unas semanas que arranque a cogerme a Paola de las tres es la que mejor cuerpo tiene y la mas linda, no sabes que hembra es, mucho mejor que vos hija de puta.
La empuje un poco, sus nalgas se apoyaron contra la pared.
-No te preocupes, vos sos mi puta personal, la primera que entrego el orto por plata, nunca te voy a dejar de usar, sabes? Cada ves te voy a tratar peor y pija no te va a faltar nunca, que pensas de eso?
Ella no respondía, solo me miraba.
Baje una de mis manos y le metí los dedos en la concha.
-Aah…para.
-Responde negra, que pensas de eso?
-Ah me encanta que seas mi macho- me dijo entre gemidos.
Eso me calentó mucho.
La agarre del brazo y la lleve al medio de la sala.
-Tía Fabiana ¿Puedo cagarte a palo?- le pregunte de forma irónica, como si aun quedara algo de respeto por la putipobre.
-Haceme lo que quieras- respondió ella con una sonrisa.
Entonces le di el cachetazo mas fuerte hasta ahora, callo al piso sentada y le dejo una gran marca en la cara.
Mi tía me miraba con ojos llorosos.
-Ahí tenes negra hermosa.
Enseguida note como mi tía se empezó a dedear la concha.
-Jaja como te gusta que te peguen, ya me voy que hay un olor a mierda aca, hace una copia de la llave y dámela, entendiste?
-Aah si…la hago y te la doy- respondió sin dejar de meterse los dedos.
-Bueno negra putita, limpia todo y acordate, esta no es tu casa, es mía.
Sin mas, Salí de ahí mientras veía como mi tía se pajeaba.
Era increíble la pasión que teníamos cuando cogíamos, tratarla como mierda nos calentaba a ambos y provocaba incluso ser algo cariñoso con ella, por su parte, de entregaba a mi y me permitía usarla a mi antojo.
En fin, luego de un tiempo, mi tía se fue de los terrenos, se puso a alquilar una vivienda chica en un complejo que quedaba a unas calles de ahí, por lo cual llegaba en poco tiempo, esto fue beneficioso para mi, principalmente por que no tendría que ocultarme mas, bueno, tampoco es como si lo hiciera mucho, pero ahora podría hacer mas cosas con la ballena negra de mi tía.
El día que me entere, mi tía fue a nuestra casa a contarle a su hermana y a mi, se despidió y se fue con sus cosas, yo la vi alejarse mientras imaginaba lo que haría.
A medio día Salí de casa bajo el pretexto de ir a correr, en unos minutos llegue al complejo, el apartamento de mi tia se ubicaba en el tercer piso, por lo que subí por las escaleras.
Al llegar, había un pasillo con puertas a varios lados, ya sabia a cual debía dirigirme, ni me moleste en golpear, ya sabia que la puerta estaba abierta, así que directamente entre sin hacer ruido, me recibió un lugar prácticamente vació, las cosas de mi tía estaban en una esquina aun sin ordenar, y al parecer ella no estaba, por lo que me dedique a recorrer el lugar un poco y a esperar, seguro estaba cerca ya que no estaba trancada la puerta, seguramente hablando con el personal del edificio o algo.
Tras casi 10 minutos, escuche la puerta, mi tía había vuelto, llevaba uno de esos shorts de jean bien de puta que le dejaba un poco de su gran culo afuera y una musculosa típica de putipobre.
Cuando cerro la puerta, Salí del baño.
-Hay L que haces acá?- me pregunto algo asombrada al verme completamente desnudo.
Sin decir nada me acerque a ella y tomándola de los hombros la tire al suelo en el medio de la pequeña sala.
-Para L que haces?!-
Pero la calle rápidamente dándole un cachetazo que le voltee la cara, solo para luego restregarle la verga por la cara para metérsela en la boca y comenzar a bombear sin parar, me estaba cogiendo la boca de la negra puta de mi tía.
-Pajeate hija de puta!- le exigí.
Enseguida llevo sus manos y se las metió en el short para enterrarse los dedos en su concha negra.
Gaw gaw gaw gaw
Los ruidos de mi verga entrando y saliendo de su garganta hacían eco en todo el lugar vacío.
-Ah toma negraaaa- dije mientras agarraba fuertemente su cabeza y la apretaba contra mi pelvis para que no se escape de la lecheada.
-Buaaaa- emitió mi tía cuando le saque la verga, la cual le colgaban hilos de saliva que conectaban con los labios de la negra.
-Te la tomaste toda?-
-Si, acabaste mucho, que haces acá?-
-Jaja no te da la cabeza? Vine a cogerte negra puta.
-Viniste a estrenar mi nueva casa- me dijo con una pequeña sonrisa mientras se sentaba en el piso.
La agarre de la musculosa por la parte de los hombros y cinche hacia abajo rápido, el sonido de la tela rasgándose sonó, dejando sus tetas al aire libre, la negra no usaba sostén.
-Deja de romperme la ropa!- me reclamo, no era raro que le rompiera la boca a la pobre negra.
Entonces le comí la boca apasionadamente a la estúpida mientras le amasaba las tetas y se las cinchaba como dos pelotas de goma.
Me pare y la agarre de los pelos, caminando hacia un rincón de la sala en el cual la empuje y la encerré.
-Ya te bajas el short y cagas acá.
-Que?! No L que decís- me pregunto algo nerviosa.
Le di una cachetada.
-Caga acá- le repetí.
-L recién me mude, no puedo, vamos al baño mejor.
Le di otra cachetada mas fuerte.
-Vas a cagar acá puta de mierda.
No respondió, simplemente se bajo el short y se puso en cuclillas mientras observaba el piso.
Yo la miraba hasta que escuche un ruido sordo contra el piso, la negra se había cagado en su sala.
Me apoye sobre ella y la obligue a sentarse sobre su mierda.
Entonces le volví a comer la boca una ves mas.
-Párate.
La negra se paro frente a mi, completamente desnuda, con la cara roja por las cachetadas y las nalgas llenas de mierda.
Me le acerque y me pegue a ella.
-Negrita puta, sos mi pedazo de carne que uso para sacarme la leche, vos y tus dos hijas.
La negra abrió los ojos.
-Hace unas semanas que arranque a cogerme a Paola de las tres es la que mejor cuerpo tiene y la mas linda, no sabes que hembra es, mucho mejor que vos hija de puta.
La empuje un poco, sus nalgas se apoyaron contra la pared.
-No te preocupes, vos sos mi puta personal, la primera que entrego el orto por plata, nunca te voy a dejar de usar, sabes? Cada ves te voy a tratar peor y pija no te va a faltar nunca, que pensas de eso?
Ella no respondía, solo me miraba.
Baje una de mis manos y le metí los dedos en la concha.
-Aah…para.
-Responde negra, que pensas de eso?
-Ah me encanta que seas mi macho- me dijo entre gemidos.
Eso me calentó mucho.
La agarre del brazo y la lleve al medio de la sala.
-Tía Fabiana ¿Puedo cagarte a palo?- le pregunte de forma irónica, como si aun quedara algo de respeto por la putipobre.
-Haceme lo que quieras- respondió ella con una sonrisa.
Entonces le di el cachetazo mas fuerte hasta ahora, callo al piso sentada y le dejo una gran marca en la cara.
Mi tía me miraba con ojos llorosos.
-Ahí tenes negra hermosa.
Enseguida note como mi tía se empezó a dedear la concha.
-Jaja como te gusta que te peguen, ya me voy que hay un olor a mierda aca, hace una copia de la llave y dámela, entendiste?
-Aah si…la hago y te la doy- respondió sin dejar de meterse los dedos.
-Bueno negra putita, limpia todo y acordate, esta no es tu casa, es mía.
Sin mas, Salí de ahí mientras veía como mi tía se pajeaba.
Era increíble la pasión que teníamos cuando cogíamos, tratarla como mierda nos calentaba a ambos y provocaba incluso ser algo cariñoso con ella, por su parte, de entregaba a mi y me permitía usarla a mi antojo.
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