Esta historia ocurrió hace unos años en época de verano con una pareja que tuve llamada Paola. Ella era una mujer de 40 años, rubia platinada, con hermosa silueta, un buen par de tetas y con cara de muy puta. Para realizar un trabajo de albañilería en el patio de mi casa, contrate a un albañil llamado Carlos y a su hijo Gastón de 28 años de edad. Cuando comenzaron el trabajo, habíamos arreglado con Carlos que una vez finalizado el trabajo, los invitaría a comer un asado para celebrar la finalización del trabajo. El trabajo duro aproximadamente 10 días ya que el mismo consistía en realizar una vereda sencilla en la parte trasera de mi casa. Que durante los días en que tanto Carlos como su hijo trabajaban, hacia unos días de mucho calor, por lo que días antes con Paola habíamos armado una pileta inflable redonda para soportar el calor de aquella época. Al principio, Paola sentía mucha vergüenza de ponerse a tomar sol en el patio, ya que le incomodaba un poco la presencia de los albañiles en el patio, mas sabiendo que a Paola le gusta broncearse de cuerpo entero y el hecho de estar los albañiles trabajando le impedía tomar solcito como Dios la trajo al mundo. Que con el transcurrir de los días y entrando en confianza con los albañiles , Paola comenzó a dirigirse al patio a tomar sol, pero obviamente con una diminuta bikini que apenas le tapaba los pechos y con una colaless que dejaba al descubierto ambos glúteos, pudiendo observar desde la ventana de mi cocina, que el hijo de Carlos no paraba de mirar el cuerpo de mi mujer mientras tomaba sol, y mucho mas cuando ella para refrescarse se pegaba un chapuzón en la pileta, causándome mucha excitación de solo saber como deseaban el cuerpo de mi mujer y mas de solo pensar que cosas le podría hacer Gastón si le entregaba a mi mujer. Que al llegarla noche, uno de los temas de conversación con mi mujer antes de acostarnos a dormir era lo mucho que Gastón la miraba mientras tomaba sol, restándole importancia mi mujer porque decía que Gastón al ser un pibe joven, no se fijaría en ella. Que tras pasar los días y previo a terminar la construcción, le recordé a Carlos y a Gastón que al día siguiente estaban invitados ambos a comer un rico asado encasa. Que al otro día, pudo concurrir solo Gastón a terminar el trabajo, ya que su padre tuvo otro trabajo por terminar, resultándole imposible concurrir a mi casa, pero como lo prometido era deuda, comencé a preparar el fuego para poder cocinar la carne, mientras Paola se dedico a prepararlas ensaladas que son su especialidad. No quiero pasar por alto en el relato, que ese día la temperatura era elevada y teniendo en cuenta que por mi cabeza surgieron ciertas fantasías, le pedí a mi mujer que se vistiera muy provocativa para la ocasión, porque mi intención era observar la reacción de Gastón al ver a mi mujer ligera de ropa. Que cumpliendo con mi petición, Paola se vistió con un minishort de jean que dejaba ver la parte inferior de ambos glúteos y arriba se vistió con solo una musculosa de color blanca pero sin corpiño, para dejar ver claramente ambos pechos. Sorprendente fue la reacción de Gastón al ver a mi mujer vestida de esa forma, notando en su mirada, el fuerte deseo que lo inundaba a ver tremenda mujer frente suyo.. Que una vez finalizada las labores de Gastón, nos sentamos todos en la mesa a disfrutar del almuerzo, comenzando en ese instante un cruce de miradas entre Gastón y mi mujer, ya que nuestro invitado no paraba de mirarles los pechos a Paola como deseando que su musculosa explote y que ambos pechos queden al descubierto. Que asimismo pude darme cuenta que esta situación de la cual Paola era victima, la comenzaba a a excitación, ya que de tantos años de convivencia conocía las reacciones de ella cuando algo le provocaba deseo. Que toda esta situación me hizo pensar un plan muy macabro de la cual tanto Paola como Gastón serian los principales protagonistas. Mientras disfrutábamos del almuerzo, Gastón aprovechaba cada oportunidad que Paola se levantaba de la mesa, para mirar el hermoso culo escondido detrás del mini short que llevaba puesto, rondando por mi cabeza la fantasía de poder ser testigo de un encuentro sexual entre mi mujer y nuestro invitado. Que una vez finalizado el almuerzo, nos quedamos los tres haciendo sobre mesa mientras conversábamos de vivencias propias y bebíamos unas cuantas copas de vino, siendo parte del plan lograr que tanto Gastón como Paola bebieran en demasía para lograr que ambos se desinhibieran y así poder cumplir mi fantasía. Que una vez bien bebidos, ya ambos se notaban muy alegres por todo el vino que se habían tomado, convenciéndolos que por el calor reinante, nos fuéramos los tres a pegarnos un buen chapuzón. Paola sin titubear se fue a nuestro dormitorio y se puso una bikini super chiquita de color amarilla que jamás le había visto puesta, pero evidentemente su intención era provocar físicamente a nuestro invitado, generándome mucha excitar esta situación. Que a Gastón por razones obvias, tuve que facilitarle un short de baño porque se encontraba con ropa de trabajo y una vez vestido, nos fuimos los 3 a la pileta. Una vez en el agua, comencé a observar las fuertes miradas que nuestro invitado le hacia a mi mujer, no dejando de mirar sus enormes pechos y ni hablar cuando ella nadaba boca abajo y exponía su cola en la superficie, dejando entrever solo un hilito de tela que separaba ambos glúteos. Que para ponerle un poco más de adrenalina, me acerque a Paola, pudiendo sentir que su respiración era mas elevada de lo normal, evidenciando que el solo hecho de estar Gastón muy cerca de ella le generaba mucha excitación, susurrándole al oído si se animaba a quitarse la bikini y bañarse totalmente desnuda, a lo que Paola y teniendo cuenta el alcohol que había tomado y el grado de excitación que tenía, sin pensarlo se acerco a Gastón y poniéndose de espalda le pidió que le desprendiera las tiras de la bikini y luego ella desprendió las tiras de la colalles, girándose nuevamente, para permitir que Gastón pudiera mirarla completamente desnuda. Que sin pensarlo, Gastón se arrojó sobre Paola, comenzando ambos a besarse muy intensamente, demostrando el deseo acumulado que ambos se tenían mutuamente, limitándome solo a ser un simple espectador de una escena tan excitante como ver a mi mujer en los brazos de otro hombre. Que Gastón comenzó a chupar las enormes tetas de mi mujer, demostrando el fuerte deseo que por tantos días fue acumulando al verla a ella tomando sol, pensando que jamás tendría la oportunidad de tenerlas en sus manos y menos poder saborearlas sin ningún reparo. Fuerte fue ver el rostro de Paola y escuchar los gemidos de tanta excitación que le provocaba nuestro invitado al chuparle fuertemente los pechos, no soportando ella la intriga, quitándole a Gastón el short de baño, dejando en evidencia los 23 centímetros de pija que tenía entre sus piernas, miembro viril que Paola y sin perder el tiempo se lo llevo a la boca, comenzándoselo a chuparlo con todas sus fuerzas, reconociendo que jamás vi a ella chuparme la pija de esa manera, pero creo que el tamaño y la persona le generaron un fuerte deseo. Que tras unos minutos, y viendo la incomodidad del lugar, Paola me miro a los ojos, como pidiéndome permiso para llevarlo a Gastón a nuestra habitación, asintiendo con mi cabeza para permitirles a ambos disfrutar de una situación complemente excitante, tomando Paola de la mano a Gastón y completamente desnudos, se dirigieron hacia el interior de mi casa. Que teniendo en cuenta lo fuerte de la situación y por temor a no poder soportar ver a mi mujer entregada a otro hombre, me quede unos minutos en la pileta, solo imaginándome todas las cosas que juntos estarían disfrutando, dejando a criterio de ustedes los detalles de tremenda escena sexual que solo Gastón y Paola serian los protagonistas.-
3 comentarios - Como le entregué mi señora al albañil