Mi amiga parte 2

En otra ocasión mi amiga me invitó a comer a su casa.
Jugábamos mientras fumamos hierba, y mientras jugábamos continuamos hablando de nuestros gustos y categorías favoritas del porno.
A lo que yo le sugerí un vídeo donde se buscaba mayor placer a la mujer.
Ella intrigada quiso verlo, así que procedimos a ver pornografía juntos, en ese momento del vídeo estaban haciendo un oral, que muy evidentemente se nos antojaba mucho a los 2.
De pronto ella mencionó: y si lo intentamos?

Fue la palabra mágica para levantarme de mi lugar y decirle: ven.

Ella se apenas se levanta y yo la jaló hacia mí, tan rápido fue el momento que nuestras labios ya estaban intercambiando besos, la calentura comenzó a precipitarse tan rápido que cuando menos esperamos ya la había sometido hacia la pared mientras fajamos muy rico.
De su boca pasé a besar su cuello, mientras mis manos desabrochaba su bra, levanté su blusa y sambullí mi cara en sus senos, yo la estimulaba sus pechos con mi lengua alrededor de sus pezones, los masajeaba y por momentos mordía suavemente sus pezones.
Ella ya muy exitada comenzaba a expresar pequeños gemidos de placer, con sus manos empujaba mi cara en sus pechos, hasta que bajó su mano para tocarme la verga por encima de la ropa, ella frotaba con vigor la parte de mi erección.
Lo cual me prendió más, así que seguí besándola y está vez bajé mi manos en sus nalgas mientras le arrimaba mi verga, ella pegaba lo más que podía su cuerpo a mí.
Estrujé sus grandes nalgas y la llevé a la cama.
De pronto ella se detuvo un poco y me dijo: no vamos a coger.
A lo que yo respondí: lo sé.

Comenzó a desabrocharme el pantalón pues mencionó que me la quería mamar.
Pero antes de ello yo la empuje a la cama y al estar reposada, comencé a besarla nuevamente desde el cuello a sus tetas y de sus tetas a la parte de su pelvis, bajando su pantalón.
Así de rápido fue que me encontraba frente a sus labios inferiores, las ganas no me faltaban pues yo ya tenía demasiadas ansias de sumergir mi cara en su vagina.
Comencé recorriendo con mi lengua los alrededores de sus labios, comenzaba lento pero la exitación me llevó a abrir sus vagina con mis manos para así poder chupársela mejor.
De esa forma tenía mejor acceso a su clítoris, al cuál le hacía círculos, infinitos y diversas formas para estimularla, me excitaba más escuchar como ella lo disfrutaba.
Pero como teníamos poco tiempo ella se paró y me dijo: que buena chupada de concha.

Me miró y me dijo: bajate el pantalón y ponte lubricante.
Al aplicarme el lubricante ella se puso de rodillas frente a mi verga, no la pensó ni 2 veces para introducirla en su boca.
Creo que lo más rico fue el hecho de verla hincada disfrutando de chuparme la pija.
Por cuestiones de tiempo ninguno de los 2 llegamos al orgasmo, pero indudablemente fue una experiencia muy placentera.