Como ya saben, tengo 37 años y a veces si bien la vida de casada me gusta mucho, no quita de que tenga pensamientos sucios a la hora del sexo. En casa tengo muy buena intimidad pero la cabeza siempre vuela más alto.
Hace unos años vengo fantaseando con la idea de que mi esposo me entregue a unos hombres y que me cojan con mucha pasión.
Que mi esposo me diga que prepare una cena especial, que me vista muy linda que llegarán amigos a casa a competir una linda velada. Luego que él llegue con amigos, y que nos dispongamos a tomar algo, compartir la cena y ver a mi esposo notablemente cariñoso conmigo.
Que los amigos pongan música, mi esposo baile conmigo y ellos me rodeen, que me bese mi esposo mientras ellos se acercan más y más. Sentir sus respiraciones cerca mío, que me arrodillen y en el efecto de las copas de más pierda de vista a mi esposo en medio de las pijas de ellos, que cuando esté por agarrar una lo vea a mi esposo y él me de su aprobación. Comenzar a chupar pijas que nunca probé, calientes, erguidas, con las venas bien marcadas. Que chupe una, masturbe a las demás y así turnarme con todas. Que me pongan en cuatro y que ellos me cojan con fuerza, con cachetadas en mi cola... Que me hagan sentir que puedo estallar de placer por mi cola también mientras otros me acaban en la cara.
Todas estas cosas me las imagino muchas veces en mi cama a solas cuando me masturbo, me excitan tanto que puedo acabar entre siete y ocho veces y querer más.
Hace unos años vengo fantaseando con la idea de que mi esposo me entregue a unos hombres y que me cojan con mucha pasión.
Que mi esposo me diga que prepare una cena especial, que me vista muy linda que llegarán amigos a casa a competir una linda velada. Luego que él llegue con amigos, y que nos dispongamos a tomar algo, compartir la cena y ver a mi esposo notablemente cariñoso conmigo.
Que los amigos pongan música, mi esposo baile conmigo y ellos me rodeen, que me bese mi esposo mientras ellos se acercan más y más. Sentir sus respiraciones cerca mío, que me arrodillen y en el efecto de las copas de más pierda de vista a mi esposo en medio de las pijas de ellos, que cuando esté por agarrar una lo vea a mi esposo y él me de su aprobación. Comenzar a chupar pijas que nunca probé, calientes, erguidas, con las venas bien marcadas. Que chupe una, masturbe a las demás y así turnarme con todas. Que me pongan en cuatro y que ellos me cojan con fuerza, con cachetadas en mi cola... Que me hagan sentir que puedo estallar de placer por mi cola también mientras otros me acaban en la cara.
Todas estas cosas me las imagino muchas veces en mi cama a solas cuando me masturbo, me excitan tanto que puedo acabar entre siete y ocho veces y querer más.
9 comentarios - Les dejo mi fantasía