Sexo hard, la venganza de la ex de mí amigo

Me llegó un mensaje desesperado, era de noche y me asusté porque podría ser algo trágico. Era la ahora ex de mí amigo, que había estado días hablándome de forma provocativa. Al principio no entendí sus intenciones, siempre fue una chica buena y amable. No se me pasaba por la cabeza que quisiera tener algo conmigo, pero la cuestión era obvia. La recibí en mi casa, tenía lágrimas en los ojos y estaba desarreglada, como si hubiera peleado con alguien.
-¡Estoy harta!- dice, claro que habla de mi amigo, un idiota propenso a cometer errores.
¡Como va a engañar a semejante mujer! Si fuera mía... no la dejaría jamás. 
Le di algo para tomar y nos sentamos en el sillón a hablar. Me contó que había intentado arreglar las cosas con el novio, pero terminó mal otra vez. Pensé que estaría triste, pero la verdad es que estaba enojada, furiosa. 
-Vine porque necesito que me hagas un favor- me dice.
-Dime
-Quiero que me cojas, ahora, como quieras.
-¿Esto es en serio?- pregunté confundido.
-Claro, este imbecil hizo cosas horribles, se cansó de engañarme y maltratarme. Ya me cansé de ser la niña buena, quiero venganza... Y que mejor que esto. Ayudame por favor
Aunque piense en las consecuencias, la miré por primera vez con otros ojos. Esta propuesta me cegó, y no es que sea una oportunidad, es que me lo está pidiendo, hasta rogando. Le pregunté si él sabría de esto, me dijo que no hacía falta, era una venganza personal, ella no quería sentirse tan idiota y hacer algo "malo". Se levantó a dejar el vaso, pude ver cómo su pantalón ajustado marcaba ese culo. Sus curvas eran impresionantes, no sé cuál fue en momento en el que se transformó en una mujer tan formada. Me empezaba a calentar con la simple idea de verla desnuda.
-Acepto- dije, mí amigo era un idiota y siempre lo fue, yo no podía dejar pasar esta oportunidad.
Ella sonrió y todo empezó muy rapido. 
Se me abalanzó comiéndome la boca de forma feroz. Mientras estaba encima le agarraba el culo con fuerza, fui subiendo hacia su torso desnudo en busca de quitarle el top que llevaba puesto. Ella misma se lo saco, así como el corpiño, mostrándome dos tetas enormes, preciosas, de inmediato comencé a besarlas, lamerlas, se ve que le gustó. Me quito la remera y seguimos, nos dimos vuelta y me quité rápido los pantalones, ya tenía el pene erecto que se hacía notar en el boxer. Ella lo miró y me dio las piernas para que le quitara lo suyo, así fue. La tanguita rosa no le cubría nada, se la saqué y la voltee para ver su culo. Me emocioné y la nalgueé
-AY.... Con que así sos eh.
-¿Te gusta?
-Me encanta papi.
De inmediato la levanté para que estemos frente a frente, estaba infernal, y la iba a cojer como nunca esa noche. 
Antes se arrodilló para chupármela, su rostro con mí pija en la boca era una imagen que me haría acabar, pero debía resistir. Cómo mí pene es grande hice que se atragantara un poco, por como lo disfruta es de las que les gusta el maltrato.
-Dale, cometela toda, que llegue a la garganta.
Sus ojos llorosos decían todo, ya no eran por la angustia de su ex. 
Nos acostamos en el sillón, besándonos.
-¿Puedo hacerlo sin condón?
-¿Te gusta el riesgo? Mira que no puedo quedar embarazada
-Me haría cargo, no como tu novio
-Ex, y tu amigo.
Tomé eso como un si y la penetré sin protección, quería sentir el interior de su vagina por completo. Intenté ir duro porque es lo que le gustaba.
-Así! Más fuerte! ¿No tenes más?
-Si que sos puta eh, ¿Así te cogía mí amigo?
-No, más duro, tenés que esforzarte.
Me tocó el orgullo, cambiamos de posición para que esté ella arriba y la cogí con mucha más intensidad
-AH, AH, AHHHH. ASI PAPI.
Sus gemidos eran de ensueño. Me detuve un momento ante sus críticas, quería que fuera cruel, me provocaba para que la intensidad subiera; esta niña bien era una adicta al sexo y al maltrato. Por lo que se me ocurrió una idea. Saqué el cinto de mí pantalón y le dije que se pusiera en 4. Sin piedad solté el primer latigazo.
-AY, Dios! Duele un montón papi 
-¿Y no querías eso?
-Lo que vos quieras papi, haceme lo que quieras.
Así que seguí dándole hasta tener sus nalgas rojas, casi palpitando del hinchazón. Sus gritos de dolor hacían que mí pene siga bien erecto. Jamás creí que podría hacer esto, aunque muchas veces lo imaginé.
-Todavia falta lo mejor, no te acomodes
-Sabia que tenía que venir acá, siempre quisiste cojerme, ¿Te lo esperabas?
-Calla, espero que te guste por el culo.
-Ya me dejaste toda dolorida...
-Y más que estarás
Le abrí el culo para ver su agujero, estaba bien cerrado. Sin esperar la penetré agarrándola del pelo, aún con el cinto en una mano.
-AHHHHH SI, QUE RICO.
-¿Te duele, perra?
-Siii, me duele mucho, mucho, muchoooo
Para llegar al éxtasis total, me pidió algo más.
-Ahorcame papi, con el cinto.
-¡No tienes límites!- Dije y de inmediato rodeé su cuello con el cinto, montandola cómo a un animal. Jamás había sido parte de este tipo de sexo tan brutal, y me encantó. Pude estar toda la noche y las siguientes activo con una mujer así en mí casa. Afrodita en la tierra, insaciable, arrebatada, una ninfómana bella, sobretodo por su cuerpo. ¿Que tonto rechazaria esto?
-¿Donde acabo? 
-¡Donde quieras papi! Lléname o lo puedo tragar, pero dame esa lecheeee.
No podía resistir mucho tiempo.
-Decidi donde la querés, es mí premio por lo puta que fuiste.
-En la cara entonces, quiero esa leche!!!
La solté del todo, había bajado el ritmo para que ninguno perdiera el conocimiento, ella por la asfixia o dolor y yo por el placer de cojer semejante cuerpo.
Me había guardado mucho, sabía que saldría mucho semen, se lo advertí y me sonrió. Sentado en ese sillón, otra vez ella arrodillada, pero ahora se tragaria algo más. Abriría la boca, lamiendo la puntita de mí pene mientras lo masturbaba. Finalmente acabaría y saldría tanta leche, que le cubriría toda la cara, además de quedar en su boca. Me mostró como mantenía mí semen, rápidamente manotee en celular y saque una foto.
-Ya podes tragar.
(Lo hace) -Que rico.
Volvió a abalanzarse cómo al principio, pero ahora era post cogida, quise tocar cada una de sus partes para no olvidar jamás su desnudez, el atrevimiento de una puta y la debilidad de una dama. 
-¿Él te lo hace así?
-Para nada, es un cagón, solo quería provocarte a ver hasta donde podías llegar.
-Que... ¿No te hice daño o si?
-No sé, un poco, pero me encantó muchacho. Estuviste perfecto.
Usando sus pechos de almohada, pensé en quedarme allí un tiempo.
-¿Tenés aguante?- Me pregunta.
-No lo sé, me dejaste seco.
-Esperemos un poco, pero vení, vamos a la cama, ya mucho del sillón.

Nos levantamos y caminamos hacia la habitación, dejando nuestra ropa tirada por el living. No había nadie que nos escuche o recrimine, éramos libres de tener el sexo que quisiéramos. Nos detuvimos en un espejo grande que tenía.
-¿Una foto para el recuerdo?- Pregunté.
-Claro.
Hicimos varias poses, dos cuerpos totalmente desnudos en una sesión de fotos, parece hasta artístico. Una desnudez plena, un sexo así jamás lo tendría con mí amigo. Quería hacerlo de nuevo, y otra vez, y otra. Entonces la levanté para llevarla entre mis brazos.
-Jajajaja Que hacés.
-Estoy listo para más. Y no solo por hoy. Quiero que seas mía.
-¿En serio?
-Si, sos mía, mí mujer infernal.

La invité a venir las veces que quisiera, incluso podría quedarse si necesitaba un lugar. Esa noche volvimos a coger, muy duro, pero lo que me puso más feliz fue saber que volvería. Mí amigo, su ex; ese tipo la cagó feo, y no es parte de nuestro futuro, mucho menos del de esta diosa griega que vino a aterrizar en mí casa por sexo de venganza, y se quedó por buen sexo.

Fin.

(soy un escritor amateur y me gustaría hacer relatos de este estilo,quizá más largos o simplemente mejores. Si tienen ideas, fantasías con sus hombres o mujeres, o cosas que deseen leer pero no puedan escribir, hablenme, puedo hacer el intento)