Las ganas de cojer las llevábamos todo el tiempo. No vivíamos juntos pero pasábamos la mayor parte del tiempo juntos y cuando encontrabamos el momento, nos matabamos cojiendo.
En una de las siestas, salimos a caminar por un viejo camino. Mi pija estaba inquieta y babosa, sabiendo lo que se venía. Paramos cerca de un canal de agua, nos mojamos un poco y nos comimos la boca, nos pasamos manos por todos lados. Ella con la concha mojadisima, como me gustaba, depilada, suavecita y abierta para mí.
Seguimos caminando porque escuchamos gente que se acercaba. Llegamos a un cruce y vimos una casa vieja abandonada. Fuimos y mientras mirábamos el lugar, vimos un aljibe y cuando se acercó a mirar lo que había adentro, yo me acerque por detrás, baje su shorts de tela y empecé a meterle dedos en esa concha mojada
Se retorcía del placer, giró su cabeza y nos empezamos a besar mientras me tocaba por encima del short, le gustaba que viviera con ganas de cojer. Le gustaba verme caliente por ella.
La recosté un poquito y baje su short, agarré mi pija y empecé a cojerla por detrás... Era tanta la humedad que mi pija resbalaba y el placer era infinito.
Gemia como buena putita, saque mi pija y ella giro y se agachó para chuparme la pija, lo hacía como ninguna. Se la metía toda, la sacaba y comía por los costados.
Me comía la pija como ninguna, hasta que no di más y ella boto que se hichaba más y más. Exploté en su boca y ella casi se atraganta con toda la leche. Me seguía chupando mientras por los costados de su boca derramaba leche.
Me limpió la pija, me la dejo impecable y seguimos caminando...
En una de las siestas, salimos a caminar por un viejo camino. Mi pija estaba inquieta y babosa, sabiendo lo que se venía. Paramos cerca de un canal de agua, nos mojamos un poco y nos comimos la boca, nos pasamos manos por todos lados. Ella con la concha mojadisima, como me gustaba, depilada, suavecita y abierta para mí.
Seguimos caminando porque escuchamos gente que se acercaba. Llegamos a un cruce y vimos una casa vieja abandonada. Fuimos y mientras mirábamos el lugar, vimos un aljibe y cuando se acercó a mirar lo que había adentro, yo me acerque por detrás, baje su shorts de tela y empecé a meterle dedos en esa concha mojada
Se retorcía del placer, giró su cabeza y nos empezamos a besar mientras me tocaba por encima del short, le gustaba que viviera con ganas de cojer. Le gustaba verme caliente por ella.
La recosté un poquito y baje su short, agarré mi pija y empecé a cojerla por detrás... Era tanta la humedad que mi pija resbalaba y el placer era infinito.
Gemia como buena putita, saque mi pija y ella giro y se agachó para chuparme la pija, lo hacía como ninguna. Se la metía toda, la sacaba y comía por los costados.
Me comía la pija como ninguna, hasta que no di más y ella boto que se hichaba más y más. Exploté en su boca y ella casi se atraganta con toda la leche. Me seguía chupando mientras por los costados de su boca derramaba leche.
Me limpió la pija, me la dejo impecable y seguimos caminando...
2 comentarios - Cogida en la casa abandonada