Liz, la prima que más me a costado 2

Como ya era quincena, podía darme el lujo de volver a visitar a mi prima Liz, después de la última vez unos cuantos mensajes por WhatsApp de que habría que volverlo a repetir, sabía que a ella le movía el dinero, pero me da igual, con tal de poder disfrutarla.
Llegue a si casa a eso de las 6 pm, ella vive sola con sus perros, andaba con un pijama de navidad no tan sexi al ser holgado, pero al ser ella se le vía muy bien, color negro, empezamos a hablar de cosas normales.
Ella me preguntó si solo venía a hablar, a lo cual le contesté que no y que cuento quería esta vez, me dijo que 4 mil pesos estaban bien, le dije que de acuerdo, pero quería hacerlo sin condon, ella dijo que sin condon es más rico y que por lo mismo empezó a tomar la pastilla.
Solo dijo que tenia una pequeña sorpresa, fuimos a su habitación y puso un poco de música lenta, venía preparada para la guerra, de a poco y con la música empezó empezó quitarse el pijama y dejar una lencería negra muy sexi.
Al acabar de bailar se puso cerca de mi, yo estaba sentado al borde de la cama, de atrodillo y me saco la verga con mucho cuidado, al ver su baile ya tenia la verga al 100, me la empezó a jalar un poco y le daba pequeños besos, hasta que se la metió de a poco en la boca, mientras jugaba con mis pelotas, se sentía muy rica su lengua y como intentaba tragarsela toda, se la sacó, se metió unos de mis huevos a la boca mientras seguía jalandome la verga, le dije que era mi turno, la acoste, le hice a un lado la tanga negra que traía, y le empece a comer la panocha, rosadita, sin un solo bello, ella se quito el bra y se pellizcaba los pezones.
Era momento de metersela, poco a poco enterré mi verga, quería sentirla, ver su carita llena de placer, de a poco subí la velocidad y la fuerza con la que entraba, ella jadeaba y gemia, pasados 5 minutos decidí ponerla en 4, se la metí por atrás y le empece a dar caña, veía su pequeño y rosado ano, sabía que pronto sería mio, le seguí dando hasta el fondo y de vez en cuando le daba alguna nalgada, le dije que me vendría, ella me preguntó, donde te quieres venir papi? Le dije que en su cara, ella me dijo echamelos en la cara papi, se puso de rodillas, y yo me la empecé a jalar hasta soltarle toda mi leche en la cara, su dulce carita bañada en mecos fue lo mejor y más rico.
Después de que ella se duchara, me preguntó qur cuando volvería a visitarla, le dije que pronto, y que quería probar su culito, solo sonrío y me dijo tal vez primito.
Seguiré mandado fotos a los que me la pidan.