You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Mi vecina

Mi historia comienza cuando mi esposa y yo decidimos comprar una casita en un fraccionamiento pequeño allá en un municipio de Jalisco, éramos una pareja joven Yo tenía apenas 20 años y ella 19, no teníamos aún hijos los dos trabajábamos para solventar los gastos y amueblar nuestra casa ya que como dije antes estábamos comenzando una vida de matrimonio, nosotros éramos una pareja muy activa sexualmente la mayoría de las noches hacíamos el amor ella trabajaba de tarde y yo trabajaba por las mañanas, enfrente de nuestro hogar vivía otra pareja ella tenía aproximadamente 30 años y su marido 35 ellos ya tenían un hijo y siempre que nos mirábamos no saludabamos él era un hombre con algo de panza alto moreno y la verdad no era muy agraciado, ella era una mujer extremadamente hermosa no tenía mucho pecho pero lo tenía acomodado, lo que sí tenía eran unas nalgas hermosas creo que era la mujer más buena de mi cuadra, mi esposa y ella en ocasiones platicaban un día mi esposa me contó que ellos tenían problemas porque él andaba con otra mujer y que ella lo quería dejar, se me hacía increíble que teniendo una mujer tan hermosa se fijara en otras mujeres, pero suele pasar al cabo de un tiempo ellos se separaron y ella se quedó sola en su casa con su hijo, todas las mañanas cuando yo salí a trabajar ella también lo hacía a veces la veía como corría tras su transporte porque se le hacía tarde pero jamás le ofrecí darle un aventón por las malas interpretaciones ya que muchos de los vecinos la pretendían y le decían piropos, yo siempre la respeté, un día vi que no alcanzó su transporte entonces decidí decirle que si quería un aventón me dijo que sí, íbamos en el carro platicando de su hijo, de la escuela, de su trabajo, de algunos temas sin importancia, luego me atreví a decirle que si quería que le diera aventón diario que su trabajo me quedaba de paso y para que no se le hiciera tarde ni anduviera corriendo tras su transporte podría yo darle un aventón, me dijo que le daba pena pero que si le gustaría me dijo que me daría para la gasolina pero yo le dije que no, que no habría problema así es que todas las mañanas le daba un aventón en el transcurso del viaje sacábamos varios temas me platicó lo de su esposo le dije lo mismo que le dije a mi esposa que cómo era posible que ese hombre se hubiera fijado en otra mujer teniendo una mujer tan bella, me dijo que gracias que ni ella se lo explicaba, poco a poco fuimos agarrando confianza al paso de los días y como tenía que pasar salió un día el tema del sexo, le pregunté que cómo hacía para soportar tanto tiempo sin sexo ya que no le había visto yo salir con alguien sonrío y me dijo tengo un amiguito, la mire y dije entiendo y le pregunté que si era de su trabajo, ella se soltó a reír y me dijo no es un hombre es un juguete que tengo en mi cuarto por lo pronto no quiero involucrarme con ningún hombre, sólo quieren sexo y nada más, le dije que entendía su caso y luego me preguntó a mí qué tal me iba con mi esposa le dije que muy bien, y como ya era la confianza grande le platiqué que teníamos una vida activa pero que había algo que me molestaba, le dije qué siempre había tenido ganas de hacérselo analmente y que ella no quería, ella sonrío y me dio pena, me dijo, no te avergüences algunas mujeres no les gusta el sexo anal se les hace asqueroso por lo que sale de ahí pero no todas son así,
Así quedó la plática ese día, al día siguiente como todos los días le di un aventón antes de llegar a su trabajo me dijo que tenía problemas con una llave de la regadera que tiraba agua, le dije que por la tarde pasaba a ver, no lo tome a mal porque ahí siempre estaba su hijo, llegué de trabajar agarré algunas herramientas y fui a su casa, toqué y me abrió la puerta, traía una falda algo corta y unos tacones y una blusa corta, me puse nervioso y excitado me dijo ven sígueme, caminaba ella delante de mí y yo podría ver cómo meneaba ese culo y sus grandes piernas muy torneadas, le pregunté qué dónde estaba su hijo me dijo qué se había ido con su padre, esto me puso un poco más nervioso exitado ya que había visto algunas películas o videos de fontaneros, me puse a arreglar su regadera cuando terminé me ofreció un vaso con agua comenzamos a platicar, ella me notó y nerviosismo y me dijo relájate no muerto, yo traía un pans y claramente ella pudo ver mi excitación y me dijo, vaya harramienta me dio un poco de pena pero sonreír se acercó a mí me dijo tranquilo y con su mano tomó por encima del pants mi pene, me beso comenzamos a besarnos con mucha lujuria, metia mis manos por debajo de su falda y noté que no traía calzón, masajeaba sus nalgas hermosas y de un momento a otro bajo mi pans incandose, dejó salir mi pene y comenzó a mamarlo, lo mamaba delicioso muy rico lo mamo así un rato hasta que se puso de pie y tomándome del pene como si fuera mi mano, me llevó despacio a su recámara, era excitante de un empujón me sentó en la cama se quitó la blusa dejando al aire sus pequeños pero torneados pechos, me los puso en la cara y los lamia mientras tocaba su culo, me quitó la camisa quedamos completamente desnudos ella sólo traía su falda y sus tacones y así sentadse en mi me monto estuvimos haciéndolo así, luego la gire y se acostó con sus rodillas flexionadas, comencé a bombear una y otra vez, la gire de nuevo a media vuelta poniéndola de lado con una pierna levantada hacía su pecho y yo hincado seguía penetrando, dándole algunas nalgadas mirando su trasero luego de un rato se giro por completo y se colocó en cuatro, le daba tan rico y miraba esas ricas nalgas que no aguanté más y me corrí dentro de ella, nos recostamos un momento recuperando el aliento, comenzamos a platicar mientras nos acariciavamos, comenzó a jugar con mi pene flácido y fue parandolo poco a poco, cuando estuvo una vez totalmente erecto lo volvió a chupar, cuando lo puso completamente duro me monto, me montaba tan rico, tenía un movimiento de cintura riquísimo, de pronto me dijo nunca te he pagado los aventones que me das y hoy lo haré, sacó de su vagina mi pene y comenzó a tratar de meterlo en su ano, yo estaba totalmente excitado por la situación mirándola cómo trataba de ensartarse, poco a poco fue metiendolo hasta que quedó completamente ensartada, era delicioso sentir mi pene en su funda anal, se quedó quieta me miró y me dijo, déjame que yo haga todo no te muevas te lo prohíbo, comenzó despacio a cabalgar yo sentía delicioso muy apretado cuando yo por la exitacion intentaba moverme ella paraba y me decía quieto, y seguía moviéndose, se movía lento luego cabalgaba fuerte y otra vez lento apoyándose con sus manos en mi pecho con los ojos cerrados disfrutando mi pene, en ocasiones yo también me movía, ella paraba y me decía quieto, era excitante y desesperante, así estuvo por un rato, la tomaba de la cintura y seguía con mis manos su movimiento, desmontó y se colocó en cuatro, me dijo mételo, no lo pensé y lo hice comencé a darle y me dijo espera, no te e indicado que te movas tú, así es que me quedé inmóvil y ella sola comenzó a estrellar su cuerpo contra el mío, despacio lo estuvo haciendo asi un tiempo, cada vez aumenta un poco el ritmo, la escuché gemir cada vez más fuerte así es que no aguanté y comencé a moverme, cada vez más fuerte, ya no soportaba, ya no me decia que no me moviera, dejaba que le diera a mi placer, cada vez tomábamos más ritmo era exitante, sólo me dijo cuando te vayas a venir avísame por favor avísame, le dije que sí, pensé que querría que se lo sacará y se lo echará en las nalgas pero yo seguia sentía delicioso, cada vez más y más rápido sentía mi pene cómo se hinchaba, estaba a punto de explotar, y le dije me corro... Me corro, se quedó quieta me dijo no te muevas, giro su cabeza y me miró, hizo algo que jamás olvidaré comenzó a contraer su ano apretándolo sin dejar de mirarme, cada disparo de leche ella contraía los pliegues de su ano, para mí era la gloria, gemía con cada disparo, hasta que solté mi último disparo, rendido bese su espalda apoyando mi cabeza en ella, me dijo no lo saques espera que salga solito, cada palabra que ella decía era excitante, así lo hice hasta que volvió a su tamaño, sonrío me dijo estuvo riquísimo, probamos la nueva llave de la regadera, nos bañamos y me fui a mi casa, luego de ese día todas las mañanas que le daba aventón cogiamos en el carro vaginal mente, y cuando su hijo se va con su papá lo hacemos en su casa analmente, ya se nos hizo rutina y yo deje de pedirle a mi esposa que me lo diera hasta que me animé la convencí y ahora también me lo da pero esa es otra historia
Mi vecina

2 comentarios - Mi vecina

Jerrymorbo +1
Mmm que rico que ella te diera el culo para follarla y con más experiencia que tú esposa