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Amar es compartir 7 (Concurso de tamaños y el incidente)

Las cosas con Paula seguían marchando viento en popa, todavía no había llegado el momento de acelerar las cosas, pero ella se atrevía cada vez más.
Habíamos quedado en ver la final de la libertadores de River Boca con amigos, entonces hicimos un asado en casa y vinieron tres parejas de amigos.
Florencia con Augusto, Soledad con Fermín y Clara con Horacio. Ya nos habíamos juntado varias veces, así que ensayábamos una amistad que prometía, las chicas eran compañeras de facu de Pau y los tres pibes habían pegado onda, conmigo no tanto, porque yo tenía un perfil más intelectual y ellos eran más de la onda de auto, gimnasio, boliche, pero a pesar de eso siempre que nos juntábamos la pasábamos bien.
Las tres amigas de Paula estaban tan o más buenas que ella, eran dos rubias naturales tetonas Flor y Sole, y Clara una morocha con un culo que parecía operado por la curva que se generaba con su cintura hiper delgada, pero no, era todo natural, la mina había nacido tocada por los dioses.
Después del partido jugamos a las cartas, al jenga, a la play, y después seguímos tomando y estábamos un poco pasados de copas cdo las chicas entonadísimas se pusieron a hablar de sexo.
Decían dos que una pija grande era así o asá, y otras que nada que ver, que una pija realmente grande era de tal manera y hacían gestos con las manos como determinando el largo o haciendo un circulo con los pulgares y el índice en lo que se refería a el diámetro. Nosotros charlábamos de autos, motores, butacas, estereos y esas cosas, estaba un poco aburrido así que de vez en cuando trataba de escuchar lo que hablaban ellas que me parecía más interesante.
Entonces Paula, que estaba a los gritos riéndose a carcajadas me dice
─Vení amor, necesito que le muestres la pija a las chicas para ganar una apuesta. Decile a los chicos que se acerquen que ellos también tienen que participar.
Entonces no sé si por el alcohol o qué, pensé que podía ser algo divertido pero terminaría un poco confuso para mí éste tema de “la apuesta”.
Me bajé la bragueta y mi novia saca un metro de costurería de la mesa del comedor y me lo mide y dice.
─Es mi novio y lo amor, conste, pero para mi esto no es una pija normal, si no una pija chica. la vamos a medir. ─entonces puso el centímetro desde la base del pene hasta la cabeza, todo el ajetreo me la había puesto dura, y entonces dijo ─catorce centímetro y cuatro milímetros, cuatro de diámetro, para mi esto es chico.
Estallaron las risas de las chicas y los chicos
─Menos mal que te defiende, con una novia así no necesitás enemigos ─dijo Augusto
─Vení Augusto, te toca a vos, si querés médile vos Flor así no te toco el nene yo jaja ─dijo Paula que en cierta forma se estaba extra limitando para mi gusto con todo esto, pero a ninguno de los seis invitados parecía molestarle demasiado ─Entonces Flor pajeó un poquito a su chico por que no estaba nada duro hasta que alcanzó su tamaño ideal
─Diecisiete con seis milímetros, cuatro y cinco de diámetro ─ dijo Flor visiblemente orgullosa
─Bueno, para mi eso es una pija normal, la de mi novio es chica, no es un micropene pero es chica. ─ dijo Pau antes de que estallaran las risas nuevamente. ─Ahora vos Fermo, te toca
Fermo pasó al frente y se sacó el pene ante su novia que lo midió antes dándole un pico en la punta ante la vista de todos sin el más mínimo pudor (lo cual es un indicador de lo borrachos que estábamos)
─Dieciocho con siete milímetros, cinco con nueve milímetros de diámetro ─anunció con seriedad, pero yo creo que estaba tan caliente con la situación que no veía la hora de irse a su casa o un telo y cogerse a su novio como una ninfómana recién salida del psiquiátrico.
─¡Que ancha, parece un hongo! Para mí esa es una pija grande, no gigante, pero grande. ─Paula estaba sacada con el juego y no se guardaba nada. ─Falta Horacio dijo─ Vamos pelando que vos con esos dos metros que tenés seguro tenés tremenda anaconda ahí.
Horacio era el más canchero de los cuatro. Era un tipo fachero pero más que facha intimidaba lo grandote que era, como un tipo de “Luciano Castro” era canchero y con una actitud agresiva ante la vida pero muy agradable. Siempre mascando chicle, con una sonrisa matadora de esa que derrite a las minas, un paso muy varonil y seguro para moverse y también era carismático y nos terminaba haciendo reir con algunas salidas que tenía. De los tres, era el que mejor me caía, y no es que con los otros me llevara mal, pero el tenía ese sex appeal con el mundo con el que solo se puede nacer. El verdadero macho alfa hecho y derecho.
─Nunca escuchaste Pau la fórmula de la L los que somos altos la tenemos chiquita, los petizos son los verdaderos pijones de la sociedad.
Su novia Clara, que estaba en el sillón viendo una peli mientras conversábamos dijo.
─Medile vos Pau, no me jode. No tengo ganas de salir del sillón.
Entonces Horacio se abrió la bragueta y lo que vimos nos impactó a los cuatro, por que obviamente su novia ya estaba al tanto. Era una pija de veinte centímetros en estado de reposo. Nos quedamos todos callados. El hizo un movimiento de cintura y esa serpiente se movió como un péndulo. entonces le dijo a Pau.
─Tocála un poquito así la podés medir en tensión también, obvio si a tu novio no le jode.
Yo dije que no, pero me parecía que el estaba cruzando un limite. Me había excitado pero también estaba molesto levemente con la situación.
─Todo bien. ─dije, y hasta hoy no sé por qué lo dije.
─ ¿En serio no te jode Clara? ─pregunto Paula levemente intrigada y entusiasmada.
─No no, dale ami, que te muestre “el niño”. ─dijo bostezando, después me enteraría que ellos eran swingers pero esa noche obviamente no lo sabíamos.
Entonces Paula lo pajeó un poco mientras casi se babeaba.
─¡Veinticuatro y ocho milímetros por seis de diámetro, es tremenda! Te ganaste el fernet y la coca, así que te felicitamos.
Horacio se la guardó, no estaba ni siquiera sorprendido, se ve que estaba acostumbrado a tener estas demostraciones de sopresa por parte de la gente.
La noche siguió muy tranquila, vimos una peli todos juntos y después se fueron.
Cogimos con Pau por que estábamos muy calientes, me decía que invitara varios chicos solteros así hacíamos el concurso y el que la tuviera más grande se llevaba de premio su culito y yo volaba de calentura. También decía que si más de uno superaba los veinte la podían enfiestar y que esa iba a ser la base del concurso.
Jugamos toda la noche con eso, la terminé cogiendo con Bassembo, que como ya saben es el juguete negro que teníamos diciéndole que ella necesitaba un negro pijón que le reventara el culo.

A las pocas semanas empecé a tener problemas de dolor a la altura de los riñones y me detectaron una insuficiencia renal controlada aparentemente por tomar agua contaminada en una obra rural de la empresa, no me mataría pero si me generaría impotencia por varios meses. Flor me dijo que por nada del mundo me dejaría, que el sexo era solo una parte de la relación. Pero que si yo no iba a poder, íbamos a tener que buscar juntos alguien que se la coja, y que no tenía que ser uno solo, podían ser dos o tres, al mismo tiempo o en jornadas diferentes. Que si dejaba de tener sexo iba a perder salud y calidad de vida, y que además si me masturbaba, los dos podíamos tener sexo de una forma no convencional. Decía que hoy por hoy la heterosexualidad cis no se da la oportunidad de investigar distintas formas de gozar, pero por suerte yo era un novio moderno.
Le dije que si, por calentura y por que tampoco quería perderla. Me dijo que lo que más amaba de nuestra relación era que siempre solucionábamos nuestros problemas dialogando, que a las parejas les faltaba diálogo y por eso no se llevaban tan bien como nosotros. Que me quedara tranquilo, que ella no iba a cogerse a nadie si que yo estuviera presente.

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