Capítulo 14 Mi prima, Mara 3

SPOILER

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Este es el capítulo 14.

La página no me carga las imágenes GIF, por lo que dejo un enlace directo a mi drive para que puedan descargarlo html y verlo como se debe.

Aguardo comentarios

Saludos!

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CAPÍTULO XIV


¿De qué se trataba todo esto?
Parecía un sueño, pero no lo era. Me sentía consciente pero a la vez parecía como una especie de realidad virtual.
No podía moverme bien. Como si ese no fuera mi cuerpo.
De a poco, comenzaba a escuchar un sonido que se agrandaba.
Era como de lluvia.
Yo estaba de frente a la puerta, como si fuera a salir.
Podía verme las manos.
¿Qué onda?
La imagen se aclaraba cada vez más, como si me despertara lentamente en esa realidad.
Oí voces.
Eran dos personas que hablaban entre sí.
No podía entender muy bien aún, pero se escuchaban.
Intenté moverme, ya que provenían desde detrás mío.
Me costaba.
Como si mi cuerpo pesara miles de kilos.
Las voces comenzaban a sonar mejor.
Cuando terminé de girar, sentí una presión en el pecho.
Se trataba de Mara.
Estaba en la ducha, desnuda y con alguien más.
Ya comenzaba a distinguir todo.
Se trataba de Franco.
No veía sus rostros, sólo sus cuerpos a través del vidrio.
Se tocaban mutuamente.
Ya no lo podía sacar de mi mente.
Por más que luchara, esas imágenes seguían viniendo una y otra vez, como si fueran de una escena de una película porno.
Siempre lo mismo. Siempre en ese baño.
¿Hasta cuándo me iban a torturar así?
¿Acaso no recibí el castigo que merecía con el infarto que tuve?
¿Por qué siempre esos mismos flashes?
Sé que ese momento fue el desencadenante de todo. Pero ya lo había revivido suficientes veces.
Ahora lo veía desde otros ángulos. También, con diferentes momentos.
Probablemente, mi mente los creaba, porque de otra forma, no se explica el nivel de detalle que tenían.
Yo estoy ahí, mirando lo que sucede y no hago nada.
Ellos hablan.
FRA: Tenes un cuerpo divino… Único
MAR: ¡Gracias, nene! Vos también.- Le contesta mirandole la pija.
FRA: Estas tetas… ¡Dios!.- Se las agarra con la mano como si fueran suyas, mientras el agua la cubre de cuerpo entero.
Luce muy brillosa. Toda mojada.
Él se derrite observándola y tocándola.
Es increíble su fisionomía.
No hay otra cintura en el mundo como la de Mara. Esas curvas no tienen precedentes.
Mucho menos para él.
No deja de tocarla mientras ella, le roza la pija con la mano.
Está muy caliente.
Franco le empieza a besar el cuello, amasandole una goma con una mano.
MAR: Aaa…
Con la otra, baja hasta su cochita.
Quiere tocarla ahí.
MAR: Sii… mmmm…
Ella no puede evitar querer agarrarsela, también.
Es demasiada excitación.
Se la agarra, provocando la locura de él, que intenta besarla en la boca, sin éxito.
Ella gime al sentir los dedos de Franco en su clítoris.
Lo más probable es que se deslicen en su vagina mojada.
MAR: ¡Fran! Oohhh…
FRA: ¿Qué hermosa?
MAR: ¿Me chupas la conchita? Oooaaa…- Expresa con lujuria.
No entiendo cómo le pide eso…
FRA: Uhh… Unas ganas de comerme esta conchita otra vez…- Le dice, cachondo y baja.
La pija le rebota erecta, provocando que Mara se muerda.
Ella levanta una pierna para facilitarle el trabajo.
Se apoya contra la pared y se deja lamer toda.
FRA: Ummmm… leaamm…- Exclama pasándole la lengua por toda la vulva. Al mismo tiempo, le acariciaba las tetas.
Esas carnes deliciosas...



Mara pega un gran gemido, producto de la juguetona lengua de Franco.
MAR: Aaaaaawww… sí, sí… así
Él le apoya la mano en la cola, generandole una sensación de vértigo que la vuelve loca.
Yo permanezco inmóvil, observando todo, como si estuviera en penitencia. No puedo hacer nada.
MAR: ¡Aaahh dios! Aaaa…- Grita más fuerte.
Él sigue lamiendola sin parar.
Puedo ver como mete su lengua entre sus labios vaginales y la recorre entera.
Esa conchita que tantas veces había lamido y penetrado yo. La de mi chica, Mara.
Su tieso clítoris no resiste ese actuar.
MAR: Aaaiii… aaiii.- Replica a cada lenguetazo. Lo agarra del pelo.
Se está dejando chupar la concha de una manera salvaje. Y no le importa.
El placer que siente es inmenso, al punto de que su respiración se acelera más y más.
La mía también, no puedo pensar en otra cosa. No puedo despertar.
MAR: Sí, Fran, sí… Oohhh. Meteme bien la lenguita… aaa.- Grita muy caliente y estampándose contra el vidrio de la ducha.
Está entregadísima.
El sexo oral que recibe es espectacular para ella.
La retuerce.
Sus tetas se aplastan de una manera descomunal. Tanto que puedo percibir lo duro que tiene sus pezones.
Se ven algo rojas, sus gomas, por la fuerza con la que Franco se las agarró antes.



FRA: La conchita más rica que probé en mi vida… mmmm
MAR: Aaa… ¿de verdad?
FRA: Mmm leammm… sí… Te la desayunaría, almorazaría…
MAR: Mmm aaa… Sí, tocame la cola… Ohh..
FRA: ¿Acá hermosa?
Mara girta.
“Aaaaaaww”.
De seguro la escuchan de todos lados. Hasta de la calle.
Son gritos zarpados.
FRA: ¿Te gusta que te acaricie el agujerito con el dedo?.- Le dijo sin despegar su lengua de su concha.
MAR: Umm sí jaja… Me encanta…- Le contestó gozandolo como nunca.
FRA: Tiene un saborcito tan rico… Dios…- Saboreaba toda su vulva.
MAR: Oooh… No, no… ¡Ya está, ponemelá!.- Pareció decirle cediendo ante el placer.
Eso yo no lo había presenciado…
No podía ser cierto.
Bueno ¿Por qué no podría?
¡Basta!
¡No puede seguir así esto!
Ya tuve suficiente… Soy culpable. Que termine…
FRA: ¿Queres que te la ponga, bebota?
MAR: Aaaa sí… aaa.- Expresaba haciendo fuerza.
Parecía que iba a acabar, pero seguía refregándole la concha por la cara.
FRA: Mmm que lindo cogerte en la ducha, bombón…
Él se levantó, dejando de chuparsela.
Mara parecía recuperar el aliento, pero su cara de perversión seguía intacta.
FRA: Oohh… Dios… ¡Date vuelta!
MAR: ¿Me la vas a poner?.- Le pregunta excitada totalmente. Se le ve en los ojos.
FRA: Sí, me muero por ponertela contra el vidrio…
Mara gime con solo escucharlo.
Dios… No termina más…
Estaba seguro de que merecía todo eso que me pasaba…
Él la da vuelta contra el vidrio de la ducha.
Le dice algo al oído que provoca que ella se muerda.
Franco se agarra la pija y la lleva en dirección a su concha, desde atrás.
Veo a Mara completamente de frente.
Ese cuerpo infernal, está a punto de ser poseído por él.
Ella grita otra vez.
“Aaaaaaooooo siiii”, exclama abriendo la boca y frunciendo el ceño.
Se la puso…
Lentamente comienzan a moverse de atrás hacia adelante, mientras la penetra.
Ella empieza a emitir gemido regulares “aa aa aa aa aa” a la vez que ambos pasan su palma por el vidrio que se encontraba algo empañado.



Todo se veía real…
Y todo se escuchaba como si en verdad me encontrara ahí.
MAR: Aaa…. aaaa… Uhh, se siente enorme… aaa.- Exclamó gozando mucho.
Franco también lo hacía.
Le besaba el cuello y la tomaba de la cintura, como si Mara fuese su mujer.
FRA: Me volves loco, hermosa… Aaahhh…- Hizo haciendo fuerza.
MAR: ¡Ay, dios, cómo la siento!
Se oye como cachetadas, el golpeteo de su pubis contra la cola de ella.
El destino se ríe de mí. Se burla.
Me muestra todo esto para castigarme.
FRA: No puedo creer que tu novio te deje hacer esto… Oohh…
Mara no dice nada.
Lo escucha y sigue gozando con los ojos cerrados y la boca abierta.
FRA: Yo ni loco dejaría que otro te toque…
Ella gime.
“Aaaii ooooh”. Golpean el vidrio…
FRA: ¿Te gusta hermosa? Aahhh…
MAR: Sí, no pares… Mmmmmm.- Le encanta.
FRA: Oohhh… Me encanta lo apretadita que la tenes..
MAR: Aaaa.- La hacía gritar.
Yo intentaba cerrar los ojos para, al menos, no ver. Pero esa fuerza no me dejaba.
Quería que viera todo.
FRA: Ahh no, no… Qué bien se siente cogerte a cable pelado bombón…. Ooohhh.- Él gemía su oído.
MAR: Ay, cogeme… aaa… aaa… aaa…- Sonreía.
FRA: Aahh, todo el fin de semana te voy a coger…
No paraba de hacerla gritar.
Mara disfrutaba de esa cogida de tal manera que parecía que me lo quería mostrar.
Era terrible como se veían sus ricas tetas rebotar y apretarse contra el vidrio.
Era mi chica… Dios… ¡Basta!
¡Que no la toque más!
Veo como le acaricia los pechos y me da bronca.
Eso sin mencionar que se la está cogiendo.



FRA: Aaahh moriría por hacerte la cola, bebota ooohhh
MAR: Aaahhh… Aaii..
FRA: Veo como te entra la pija ahí y me dan ganas de cambiar de agujerito…
MAR: Aaaaahhh.- Grita salvajemente.
Me descoloca.
Me altera.
FRA: Estás divina… aaa… Me dan ganas de hacerte de todo…
MAR: ¿Sí? Ohhh
FRA: Sí… ¿Me vas a acabar la pija hermosa?
MAR: Oohhh ¿Eso queres?
FRA: Sí, quiero hacerte acabar y que después me la mames un rato ¿queres?
Mara vuelve a gritar.
Ya todos los presentes deben estar al tanto del placer que está sintiendo Mara.
Y de que no soy yo quien se lo da.
FRA: Ohhh estas gomas… No puedo dejar de apretarlas…
Ya se la coge un poco más rápido que antes.
Mara abre los brazos contra el vidrio.



FRA: ¡Ohhh, Bebota! Quiero que me la chupes un rato…
MAR: ¡Aaah no, no pares, dale! Aaaa…
FRA: Aahh dios… aaaa
MAR: La tenes dura… aaa. Seguí, por favor aaa…
Le suplicaba.
Por más que intentara olvidarlo, no podía.
Estaba resignado.
Era un espectador obligado a permanecer en esa secuencia.
Llegué a pensar que me había muerto y que me encontraba condenado a revivir cada uno de mis pecados, en forma indefinida.
Sí, lo pensé por un momento.
FRA: Pero después te la vas a comer un ratito, eh… Ohh…
MAR: Aaaa… dios… aaa… sí…
Cada vez la empujaba más fuerte contra el vidrio.
Sonaba zarpado cuando sus manos y sus tetas chocaban contra él.
Era una escena totalmente salvaje.
No quería presenciarla más…
Se movía toda y yo sabía que Franco se la estaba metiendo toda.
Que amargura no poder hacer nada…
FRA: Que rica cogida, por dios…- Expresaba exultante mientras le daba con fuerza.
Así lo evidenciaban sus jadeos. Y los de ella. La hacía moverse toda.
Mi respiración no me daba tregua.
Me ahogaba.



FRA: Vení, cambiemos de lugar… Le dijo habiendo asumido completamente el control de la situación y de su cuerpo.
La pija de Franco sale de su conchita.
Se ve rígida y contundente.
Le pega unas nalgadas en la cola.
No puede ser. Se ríe.
Sabe a quién se está cogiendo. Está orgulloso de eso.
Mara las siente y abre la boca. No dice nada.
Solo busca calzarsela ella misma.
Dios…
Le refriega la cola por el pubis y se la mete ella.
MAR: Aaaawww.-
Su maniobra mostraba lo sedienta que se encontraba de esa verga.
No la quería por nada del mundo fuera de su conchita.
Quería sentirla bien adentro. Ya le era imposible pensar en soltarla.
Como una adicción…
Franco abrió la mampara de la ducha.
Justo cuando estaba empezando a empañarse bastante.
Ahora veía toda la piel de Mara.
Mojada, enrojecida…
Y lo peor de todo, podía observar cuando el terrible falo de Franco le ingresaba en la vagina.
Que locura…
Ni siquiera puedo moverme. Nada…
¿Cuándo va a terminar esta función?
La penetra fuerte, sin cuidado. La toma del pelo como si fuera su esclava sexual.



En verdad no sabía, a esta altura, qué había sido real y qué no.
Por lo pronto no podía salir de esta realidad.
No sabía si estaba dormido o paralizado en un eterno pensamiento.
Lo que era seguro es que estaba constreñido a tener que pasar por esto.
Observar y mirar en detalle todo.
¿Por qué?
MAR: Aaaaa… aaaaa.. aaa…- Gritaba ya de forma grotesca. Como si quisiera llamar la atención de alguien.
¿De mí?
¿Por qué?
Continúa. No para.
Franco hace gestos de fuerza, como si se la estuviera poniendo hasta donde le da.
No puede ser. Con esa pija y congiendola así la va a lastimar toda.
¿Qué hacía yo en ese momento?
¿Qué podría ser más importante que esa tremenda empalmada que le estaban pegando?
Cada vez más duro la cogía.
Y Mara parecía perdida en el acto.
Quería más y más.
MAR: Aaaa… aaaii aiiaa… aaaa.- Gritaba
Le estaba doliendo. Seguro era así.
Sus gestos en el rostro lo mostraba.
¿Por qué lo seguía haciendo?
Franco la estira del pelo, haciendo que su cabeza se vaya hacia atrás bruscamente.
Eso le duele. Mucho.
MAR: Aiii.- Dice con molestia evidente.
La hace pegarse contra él.
Y con ese movimiento, le mueve la pija bien dura dentro de la concha.
Los gestos de dolor de Mara son obvios, pero ella no quiere parar.
Pareciera que su coito es eterno.
Siento que alguien entra al baño.
“Epaaa….” dice la voz.
¿Quién es? No puedo girarme.
“Dejá de gritar tanto que me van a echar del barrio” le dice.
Creo que es Fernanda.
Mara parece hacer caso omiso y sigue gritando. “Aaaai aaaa”.
Que la estén viendo la calienta aún más.
“Cómo no va a gritar con la garchada que le están pegando” dice con tono algo incrédulo.
Dice una última frase, más bajito y se retira “¡qué hija de puta!”.
Tremendo. No había nada que la detuviera.



FRA: Ahhhh, ahora sí, mamámela un poquito hermosa…
MAR: Ohh ¿ya?.- Le dice tratando de recuperar el aliento, luego de la seguidilla anterior.
¿Cómo permite que le hable así?
Me siento cada vez peor.
Es una reprimenda infernal.
FRA: ¡Sí, dale! Que en cualquier momento entra tu novio…
MAR: No pasa nada, te dije…
FRA: No quiero que vea como me la comes…
MAR: Si entra no va a mirar…
FRA: ¿Vos decís? Igual no se si le va a gustar que me la chupes como yo quiero…
MAR: ¿Y como queres? jeje.- Le dice mordiéndose.
Lo ratonea con los gestos.
Increíble.
Esa mirada…
Esos rasgos preciosos, siendo utilizados con otra persona…
¡Y de qué manera!
FRA: Quiero que lo hagas de rodillas y con la mejor cara de putita que tengas…
MAR: Mmmm… No va a ser difícil…- Le contesta con un gesto de perversión.
FRA: Que pongas cara de puta, no… Que te la metas en la boca hasta donde te entre sí…
Sentí una punzada en el medio del pecho.
No podía ser cierto eso.
Lo tuvo que haber inventado mi mente.
Ella no hubiera permitido que le hablara así. ¡No!
MAR: ¿Queres que te la mame?.- Le dice agarrandosela con la mano.
FRA: See… Toda, bombón…
MAR: Chanchito…
FRA: ¿No te molesta que tu novio te deje coger así conmigo?
Ella no le responde nada.
Hace un gesto como que le parece demasiado lo que le dice, pero no lo ubica.
FRA: ¿O tirarme la goma así? Medio raro que no diga nada…
Mara mira para abajo. Luce con todo el pelo planchado por el agua.
No le contesta y le acaricia la pija…
Franco se ríe. No necesita respuesta.
FRA: ¡Mmmm dale, chupamela, hermosa!.- Le dice acomodándose y sacando pija.
Ella sin decir nada se agacha para hacerlo.
¡Basta!
¡Ya lo entendí!
Que se termine de una vez...



MAR: Awwww, enorme…
FRA: Jeje…- Le tira agua en la cara.
MAR: Mmmm no me tires…- Se queja.
Él se ríe. Controla todo.
Mara se la mete toda en la boca, haciendo trompita.
Eso hace delirar a Franco. Vuela.
FRA: ¿Qué diría él si te viera?
Me negaba a creer que eso haya pasado.
Solo era un invento más de mi atormentado cerebro.
Pero si no pasó, al menos estuvo cerca o fue parecido.
¿Eso era un consuelo? Claro que no.
Mara no le contesta.
Él parece disfrutar con cada frase que dice.
Le encanta hacerle ver que soy un entregador.
Y lo peor es que lo fui.
Qué tristeza…
Lo hice.
No había dudas de eso.
FRA: Hasta la garganta, bombón, como te pedí… oohhh…
Se oía el “mmmm” “mmmmm” de la boca de Mara sobre su largo y grueso tronco.
Seguía dandole órdenes. Y ella le hacía caso.
Se la empezó comer entera.
No quería ver más.
La pija le desaparecía completa dentro de la boca. Se la introducía tanto que le provocaban arcadas.
La baba le chorreaba por la pera.
Él la miraba con satisfacción.
La mina más hermosa del mundo, agachada frente a él haciéndole el pete de su vida.
Horrible sentir. Malévolo. Esa mina era Mara. Mi Mara.
Las ganas de morirme que siento son enormes. Tanto que podría hacerlo.
Nunca me había pasado eso.
Tan preciosa, única, tirándole la goma a un extraño.
Esa figura de diosa que tenía, se veía frente a mí, completamente sometida a la voluntad de él.
MAR: Ummm… mmmm…- Lucía agotada de tanta succión.



FRA: Mmmm aaaa…. ¡Dios! Si sos tan buena como contadora así como chupas la pija, te contrato ya mismo para mi negocio… Oooohh…
Ella increíblemente no le dice nada.
¿Cómo puede ser?
FRA: ¿Le dijiste a tu novio que hoy vas a dormir conmigo? Mmm…
Lo goza… Lo disfruta de una manera descomunal…
FRA: Después de todo lo que cogimos… podría decir tranquilamente que sos mía…
Uf…
Siento que voy a explotar.
No aguanto más…
FRA: ¡Aaaaaaa diosss, nooo!.- Comienza a retorcerse.
El orgasmo es inminente.
Ella parece hacerse para atrás.
No quiere que le acabe en la boca…
FRA: Oohh… No ¿a dónde vas? jeje.- La agarra fuertemente del pelo para que no se corra.
¿Qué hace?
A la fuerza, le deja la pija en la boca y pega un grito zarpado.
FRA: Aaaaaaa tomaaa…. oooohhh.-
MAR: Mmmmmooo.- Grita ella con la pija toda metida en la boca.
Cierra los ojos bruscamente y hace fuerza.
FRA: Aahhh see… Toma la lechita….
Mara tiene terribles arcadas.
Él la suelta y se apoya contra la pared, exhausto y sonriente.
Mara tose y comienza a escupir todo.
Tiene los ojos llorosos y le cuelga esperma por todos lados.
Respira agitado con los hilos de leche pendientes de su boca.
Luego levanta la cabeza y mira hacia donde estoy.
¿Me está viendo?
Tiene los ojos rojos.
¿Por qué me mira así?
Le sigue saliendo leche esperma de la boca. Le brota como si fuera sangre.
Continúa mirándome.
Sabe que soy el responsable. Me lo hace ver.
¡Basta, basta!
Prefiero morirme…
Perdón, perdoname, amor…
Termino vencido. Lo merezco, soy una mierda.
Mirá lo que hice… Perdón por permitir que esto suceda…
Siento como si me cayera al vacío.
Y cuando estoy por estamparme contra el fondo.
Me despierto gritando.
Estoy en el sillón de mi casa. Todo mojado y agitado.
Las luces están encendidas aún.
Siento terror de moverme.
Las ganas de llorar son inmensas.
Me duele mucho el cuello.
Eso fue muy real. Demasiado. Aun siento el olor de ese baño.
No puedo sacar la imagen de mi cabeza de Mara mirándome así.
Decepcionada, triste.
No puedo seguir así. Esto me está consumiendo la vida, pienso.
Me levanto. Me suena todo el cuerpo.
Camino hasta el baño.
El sentimiento de culpa es enorme.
Me miro al espejo. Estoy todo rojo.
Me averguenzo de mí mismo.
Esto lo hice yo. ¡Yo lo hice!
Me viene a la cabeza la cara de tristeza con la que Mara se fue de mi casa.
La traté como un pedazo de carne…
Se había levantado tan contenta ese día…
Hasta cantaba.
¿Qué estaba cantando?
Estoy seguro que era una canción de Marcela Morelo…
¿Pero cual?
La intentaba tararear yo, pero no me salía. No me venía a la mente.
No mereció irse así.
Ella es más que eso…
Ambos nos equivocamos. También debe estar sufriendo por lo que yo hice.
Debe estar sumamente arrepentida de dejarme coger con otras mujeres.
Basta…
Tiene que terminar. ¡Esto no va a ganar!
Me miro otra vez al espejo.
Me tenía que convencer.
Hoy se tiene que terminar. Hay que seguir adelante.
Fue solo sexo… No maté a nadie.
Me propongo a mí mismo no pensar en nadie más. Ni en Sabrina, ni en nadie.
No me tiene que afectar más.
Estoy acá, solo. Este infierno termina hoy.