Alejandra M., la conejita perfecta
Ale era una chica muy conocida y bastante perra: un montón de hombres, y también mujeres, se ratoneaban con ella; ella lo sabía y le encantaba, por eso no perdía oportunidad de provocarlos con sus fotos cada vez más jugadas. También ella se calentaba pensando en cómo sus seguidores se pajeaban o pensaban en ella cuando cogían con sus parejas, más de una vez estando sola acabó leyendo los posteos de sitios como éste, por eso cada vez subía un poco más la apuesta con sus fotos hot, se sentía una diosa.
Esa forma de exibirse la puso en la mira de los reclutadores, varios usuarios son argentinos y obviamente empezaron a pedirla como presa. De a poco fué escalando en los rankings y haciendose conocida para usuarios de otras partes del mundo, no fué raro que empezaran a calentarse con ella. Al final llegó al punto en que pasó la barrera de ingreso: las ganancias previstas con ella como Bunny se previeron por encima de 5 millones de dólares. A partir de ahí ya estaba condenada, aunque ella no lo supiera.
Se contactó a un grupo de reclutadores locales para que organizaran su captura, al mismo tiempo se anunció en los foros del juego que ella ya estaba programada para la próxima cacería. Eso disparó su popularidad, los usuarios enloquecieron con la idea de que una perra como ella cayera en sus garras, con sus votos en los polls ellos al fin podrían satisfacer sus deseos más perversos.
Los reclutadores empezaron a definir un plan, siguiéndola metódicamente en sus actividades para encontrar los puntos débiles que pudieran aprovechar. Descubrieron que ella cada tanto se recluía sola en un piso que tenía en Martínez, regalo de uno de sus gatos empresarios. Un lugar que podía ser penetrado con cierta facilidad. Alquilaron un piso abajo del de ella, y con tiempo estudiaron como burlar los sistemas de seguridad. Con los recursos que contaban no fue difícil.
Eligieron una noche de verano, con las cámaras que ya habían instalado en su depto sin que ella supiera esperaron al momento justo para actuar. La vieron desnudarse y empezar a masturbarse en el sofá: el momento ideal para atacarla, perdida ella en su propio placer. Toda la escena de su captura la filmaron completa con las cámaras 4K que tenían en varios puntos, desde que se desnudó, pasando por cómo se clavaba el consolador, y hasta que acabó bien jugosa en el sofá, eso se subió online al site del juego para los que pagaron para verlo. Sólo con esa acabada les dejó casi quinientas lucas.
Cuando ya había acabado, un tipo se le fué encima y le puso un pañuelo con cloroformo en la cara, se resistió un poco pero enseguida quedó tirada inconsciente en el sofá, las piernas bien abiertas mostrando su conchita bien húmeda. La filmaron así durante un rato, haciendo zoom en su clítoris, su ojete bien redondito y apretado, y sus pezones rosados y paraditos todavía. Así desnuda como estaba la pasaron al otro piso para preparar el traslado
Ale era una chica muy conocida y bastante perra: un montón de hombres, y también mujeres, se ratoneaban con ella; ella lo sabía y le encantaba, por eso no perdía oportunidad de provocarlos con sus fotos cada vez más jugadas. También ella se calentaba pensando en cómo sus seguidores se pajeaban o pensaban en ella cuando cogían con sus parejas, más de una vez estando sola acabó leyendo los posteos de sitios como éste, por eso cada vez subía un poco más la apuesta con sus fotos hot, se sentía una diosa.
Esa forma de exibirse la puso en la mira de los reclutadores, varios usuarios son argentinos y obviamente empezaron a pedirla como presa. De a poco fué escalando en los rankings y haciendose conocida para usuarios de otras partes del mundo, no fué raro que empezaran a calentarse con ella. Al final llegó al punto en que pasó la barrera de ingreso: las ganancias previstas con ella como Bunny se previeron por encima de 5 millones de dólares. A partir de ahí ya estaba condenada, aunque ella no lo supiera.
Se contactó a un grupo de reclutadores locales para que organizaran su captura, al mismo tiempo se anunció en los foros del juego que ella ya estaba programada para la próxima cacería. Eso disparó su popularidad, los usuarios enloquecieron con la idea de que una perra como ella cayera en sus garras, con sus votos en los polls ellos al fin podrían satisfacer sus deseos más perversos.
Los reclutadores empezaron a definir un plan, siguiéndola metódicamente en sus actividades para encontrar los puntos débiles que pudieran aprovechar. Descubrieron que ella cada tanto se recluía sola en un piso que tenía en Martínez, regalo de uno de sus gatos empresarios. Un lugar que podía ser penetrado con cierta facilidad. Alquilaron un piso abajo del de ella, y con tiempo estudiaron como burlar los sistemas de seguridad. Con los recursos que contaban no fue difícil.
Eligieron una noche de verano, con las cámaras que ya habían instalado en su depto sin que ella supiera esperaron al momento justo para actuar. La vieron desnudarse y empezar a masturbarse en el sofá: el momento ideal para atacarla, perdida ella en su propio placer. Toda la escena de su captura la filmaron completa con las cámaras 4K que tenían en varios puntos, desde que se desnudó, pasando por cómo se clavaba el consolador, y hasta que acabó bien jugosa en el sofá, eso se subió online al site del juego para los que pagaron para verlo. Sólo con esa acabada les dejó casi quinientas lucas.
Cuando ya había acabado, un tipo se le fué encima y le puso un pañuelo con cloroformo en la cara, se resistió un poco pero enseguida quedó tirada inconsciente en el sofá, las piernas bien abiertas mostrando su conchita bien húmeda. La filmaron así durante un rato, haciendo zoom en su clítoris, su ojete bien redondito y apretado, y sus pezones rosados y paraditos todavía. Así desnuda como estaba la pasaron al otro piso para preparar el traslado
1 comentarios - Cacería de conejitas / Alejandra M. en Bunny Hunt (Parte 2)
http://www.poringa.net/posts/relatos/4825276/Caceria-de-conejitas-Alejandra-M-en-Bunny-Hunt-Parte-3.html