Primera parte del relato aquí:
http://www.poringa.net/posts/relatos/4583878/Atrapada.html
-"Salí!" le grité cuando sentí todo su peso sobre mí, me manoseaba por todas partes mientras su boca recorría mi pecho, intentaba empujarlo con las piernas, las manos, pero nada.
-"Te voy a garchar, por las buenas o por las malas, vos elegís" me respondió, y cambió los besos por un mordisco, me dolió el pezón y grité.
-"Noooo, me dueleeee, paraaaaaaa" le supliqué.
-"Si seguís resistiendo te lo pellizco" me dijo, y me lo volvió a morder, mientras sus manos abrían mis piernas, sabía lo que se venía, me iba a penetrar.
-"Dejame subir!" le rogué, para por lo menos tener un poco más de control, y si se presentaba la oportunidad salir corriendo.
Mis ruegos fueron escuchados y se apartó poniéndose boca arriba sobre la alfombra, tomó mis brazos y me atrajo suavemente hacia él mirándome fijamente, sus ojos parecían hipnotizarme, en silencio me subí senté sobre sus piernas.
Me penetró de una y mi boca se abrió como nunca pero no salió ningún grito, asombrada el pensamiento de que no dolía porque estaba mojada cruzó por mi mente. Comenzó a hacerme cabalgar, primero suavemente, luego con más ritmo, mis pechos subían y bajaban cada vez con más intensidad y los besaba con avidez.
-"No te dije que movieras las caderas" me dijo sonriendo irónico, me paré en seco sorprendida por lo que estaba haciendo sin darme cuenta, en ese momento tomó mis nalgas con sus manos y me apretó fuerte contra él, sacando su miembro del todo y entrando de nuevo hasta el fondo para que la sienta totalmente.
Estuvimos así por varios minutos, a cada embestida se me escapaba un grito y el timbre de mi propia voz me hacía calentarme más y más, me estaba excitando con mis propia voz? Mi cabeza se echó hacia adelante y mis anteojos cayeron sobre la alfombra.
Me soltó, y por su gesto entendí que ahora sí debía moverme, y la verdad estaba desesperada por hacerlo, ese movimiento lento me ponía a mil pero al mismo tiempo me desesperaba, mis caderas empezaron a menearse con furia, ahora yo tenía el control.
Pero enseguida lo recuperó:
-"Vamos a jugar un juego, si me hacés acabar antes te dejo ir, pero si primero llegás vos te rompo la colita" me propuso con una sonrisa a la cual respondí de la misma forma, estaba segura de que iba a ganar, mi esposo no duraba más de cinco minutos cuando me subía sobre él, y confirmando el pacto con varios gemidos para hacerlo excitar aún más, le dí todo lo que tenía.
Pero leo no llegaba, pese a mis gemidos, pese a mis saltos, al movimiento de mis caderas, no llegaba...
y perdí...
Sentí que el orgasmo llegaba y lo intenté evitar, apreté fuerte, me moví con energía, pero perdí...
-"Mmmm... ahhh... acabá, hijo de puta... ahhh... noooo... AAAAAAAHHHHHH" y el orgasmo llegó fuerte, mientras caía rendida sobre su pecho entre espasmos.
-"Como te acabaste, zorrita" me dijo entre risas, mientras yo no atinaba a responderle, tampoco podía moverme porque sabía que llegaba nuevmente si lo hacía.
Con un rápido movimiento me recostó contra la alfombra y me dijo:
-"Un trato es un trato, quiero esa colita"
Lo miré aterrorizada, pese a la insistencia de mi marido nunca acepté ser sodomizada, comencé a suplicarle...
-"Leo, pará, pará..." aún me duraban los efectos del orgasmo y apenas podía hablar.
-"Qué pasa? perdiste" me respondió, y empezó a acercarse a la puerta de mi ano.
-"Pará. pará, pará!!! Por ahí no, por favor, hago lo que quieras! le imploré...
Me miró fijo y luego de pensarlo unos segundos, que para mí parecieron interminables con aquella cosa apretando contra mi cola, dijo tranquilamente:
-"Bueno, tenés tres minutos para chupármela y sacarme toda la leche, sino te rompo todo el orto."
No lo pensé más y me senté en el sofá, comencé a chupar con ganas, mientras me sujetaba la cabeza y de vez en cuando las ganas de vomitar al sentir como mi garganta estaba a punto de colapsar, pese a eso no aflojó y siguió cojiéndome la boca.
Mi mano trató de que no vaya hasta el fondo, pero me empujaba con todo...
-"Así, putita, siempre dije que tenías una boca de chupapija que te delataba..."
De pronto se frenó, me miró fijo y se agachó para recoger mis anteojos...
-"Ponételos y acostate" me dijo, sin protestar hice lo que me pidió, ya no tenía fuerzas para protestar, tampoco ganas, la verdad que pensar que le agradaba con anteojos me produjo cierto morbo, y más me lo produjo lo que me dijo después...
-"Ahora sí, putita, te voy a llenar todos esos anteojos de leche, dale, abrí bien la boca!"
Sentí todo el semen caliente caer sobre mi rostro, salpicándome toda, observando su cara como poseído mientras se descargaba sobre mí, instintivamente cerré los ojos y oír sus jadeos me ponía loca, los abrí nuevamente.
-"Podés ducharte, si querés, yo voy a echar una siesta.." sugirió como si nada, como si yo ya no importara, lo miré fijo pero no dijo más, agarré entonces mi ropa furiosa y me dirigí al aseo.
Abrí la ducha y el agua fresca comenzó a caer sobre mi cuerpo, mientras comenzaba a llorar desconsoladamente, por qué le estaba haciendo esto a mi esposo? me había entregado a esta persona y había disfrutado, había gozado como nunca, me había tratado como una puta y la verdad lo había disfrutado.
Me sequé mientras masticaba la rabia con esos pensamientos, al salir no ví a leo por ningún lugar y recordé que dijo que iba a dormir.
Decidida a terminar con todo esto, me arrimé a su móvil y borré todas las fotos y videos que tenía de mí, encontrando también fotos de otras mujeres, ahí caí en la cuenta de que en su portátil también debía tener mis fotos.
Mientras pensaba en eso, un paño humedecido con algo que olía muy fuerte se posó sobre mi boca y todo se oscureció...
Cuando desperté estaba atada y hacía frío...
Luego me dí cuenta de que estaba desnuda... dónde estoy?
-"Hola? Leo? Auxilio!!!" comencé a gritar.
-"Hola, quién está ahí?" oigo que me responde una voz femenina...
CONTINUARÁ
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-"Salí!" le grité cuando sentí todo su peso sobre mí, me manoseaba por todas partes mientras su boca recorría mi pecho, intentaba empujarlo con las piernas, las manos, pero nada.
-"Te voy a garchar, por las buenas o por las malas, vos elegís" me respondió, y cambió los besos por un mordisco, me dolió el pezón y grité.
-"Noooo, me dueleeee, paraaaaaaa" le supliqué.
-"Si seguís resistiendo te lo pellizco" me dijo, y me lo volvió a morder, mientras sus manos abrían mis piernas, sabía lo que se venía, me iba a penetrar.
-"Dejame subir!" le rogué, para por lo menos tener un poco más de control, y si se presentaba la oportunidad salir corriendo.
Mis ruegos fueron escuchados y se apartó poniéndose boca arriba sobre la alfombra, tomó mis brazos y me atrajo suavemente hacia él mirándome fijamente, sus ojos parecían hipnotizarme, en silencio me subí senté sobre sus piernas.
Me penetró de una y mi boca se abrió como nunca pero no salió ningún grito, asombrada el pensamiento de que no dolía porque estaba mojada cruzó por mi mente. Comenzó a hacerme cabalgar, primero suavemente, luego con más ritmo, mis pechos subían y bajaban cada vez con más intensidad y los besaba con avidez.
-"No te dije que movieras las caderas" me dijo sonriendo irónico, me paré en seco sorprendida por lo que estaba haciendo sin darme cuenta, en ese momento tomó mis nalgas con sus manos y me apretó fuerte contra él, sacando su miembro del todo y entrando de nuevo hasta el fondo para que la sienta totalmente.
Estuvimos así por varios minutos, a cada embestida se me escapaba un grito y el timbre de mi propia voz me hacía calentarme más y más, me estaba excitando con mis propia voz? Mi cabeza se echó hacia adelante y mis anteojos cayeron sobre la alfombra.
Me soltó, y por su gesto entendí que ahora sí debía moverme, y la verdad estaba desesperada por hacerlo, ese movimiento lento me ponía a mil pero al mismo tiempo me desesperaba, mis caderas empezaron a menearse con furia, ahora yo tenía el control.
Pero enseguida lo recuperó:
-"Vamos a jugar un juego, si me hacés acabar antes te dejo ir, pero si primero llegás vos te rompo la colita" me propuso con una sonrisa a la cual respondí de la misma forma, estaba segura de que iba a ganar, mi esposo no duraba más de cinco minutos cuando me subía sobre él, y confirmando el pacto con varios gemidos para hacerlo excitar aún más, le dí todo lo que tenía.
Pero leo no llegaba, pese a mis gemidos, pese a mis saltos, al movimiento de mis caderas, no llegaba...
y perdí...
Sentí que el orgasmo llegaba y lo intenté evitar, apreté fuerte, me moví con energía, pero perdí...
-"Mmmm... ahhh... acabá, hijo de puta... ahhh... noooo... AAAAAAAHHHHHH" y el orgasmo llegó fuerte, mientras caía rendida sobre su pecho entre espasmos.
-"Como te acabaste, zorrita" me dijo entre risas, mientras yo no atinaba a responderle, tampoco podía moverme porque sabía que llegaba nuevmente si lo hacía.
Con un rápido movimiento me recostó contra la alfombra y me dijo:
-"Un trato es un trato, quiero esa colita"
Lo miré aterrorizada, pese a la insistencia de mi marido nunca acepté ser sodomizada, comencé a suplicarle...
-"Leo, pará, pará..." aún me duraban los efectos del orgasmo y apenas podía hablar.
-"Qué pasa? perdiste" me respondió, y empezó a acercarse a la puerta de mi ano.
-"Pará. pará, pará!!! Por ahí no, por favor, hago lo que quieras! le imploré...
Me miró fijo y luego de pensarlo unos segundos, que para mí parecieron interminables con aquella cosa apretando contra mi cola, dijo tranquilamente:
-"Bueno, tenés tres minutos para chupármela y sacarme toda la leche, sino te rompo todo el orto."
No lo pensé más y me senté en el sofá, comencé a chupar con ganas, mientras me sujetaba la cabeza y de vez en cuando las ganas de vomitar al sentir como mi garganta estaba a punto de colapsar, pese a eso no aflojó y siguió cojiéndome la boca.
Mi mano trató de que no vaya hasta el fondo, pero me empujaba con todo...
-"Así, putita, siempre dije que tenías una boca de chupapija que te delataba..."
De pronto se frenó, me miró fijo y se agachó para recoger mis anteojos...
-"Ponételos y acostate" me dijo, sin protestar hice lo que me pidió, ya no tenía fuerzas para protestar, tampoco ganas, la verdad que pensar que le agradaba con anteojos me produjo cierto morbo, y más me lo produjo lo que me dijo después...
-"Ahora sí, putita, te voy a llenar todos esos anteojos de leche, dale, abrí bien la boca!"
Sentí todo el semen caliente caer sobre mi rostro, salpicándome toda, observando su cara como poseído mientras se descargaba sobre mí, instintivamente cerré los ojos y oír sus jadeos me ponía loca, los abrí nuevamente.
-"Podés ducharte, si querés, yo voy a echar una siesta.." sugirió como si nada, como si yo ya no importara, lo miré fijo pero no dijo más, agarré entonces mi ropa furiosa y me dirigí al aseo.
Abrí la ducha y el agua fresca comenzó a caer sobre mi cuerpo, mientras comenzaba a llorar desconsoladamente, por qué le estaba haciendo esto a mi esposo? me había entregado a esta persona y había disfrutado, había gozado como nunca, me había tratado como una puta y la verdad lo había disfrutado.
Me sequé mientras masticaba la rabia con esos pensamientos, al salir no ví a leo por ningún lugar y recordé que dijo que iba a dormir.
Decidida a terminar con todo esto, me arrimé a su móvil y borré todas las fotos y videos que tenía de mí, encontrando también fotos de otras mujeres, ahí caí en la cuenta de que en su portátil también debía tener mis fotos.
Mientras pensaba en eso, un paño humedecido con algo que olía muy fuerte se posó sobre mi boca y todo se oscureció...
Cuando desperté estaba atada y hacía frío...
Luego me dí cuenta de que estaba desnuda... dónde estoy?
-"Hola? Leo? Auxilio!!!" comencé a gritar.
-"Hola, quién está ahí?" oigo que me responde una voz femenina...
CONTINUARÁ
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