Mí ex me pone los cuernos con una persona inesperada

Voy a contarles una breve historia de mí ex y una confesión que puso loco.
Después de que cojimos con mí compañero de departamento y amigo, andábamos muy bien en lo sexual y emocional. Probando cosas nuevas y metiéndonos en mundos desconocidos.
Un día en plena primavera y de cara a las vacaciones que nos íbamos a tomar en octubre, Ceci se fue a comprar ropa y volvió algo callada.
- Amor, te tengo que contar algo -me dijo con tono confidente - yo sé que te prometí que te iba a contar antes, pero esta vez pasó y pasó.
- Contame, boluda, que hiciste ahora...
Entonces, me sentó y me contó lo que le pasó esa tarde. Yo estaba tenso, pero expectante porque me imaginé por donde venía, aunque no le acerté en lo más mínimo.
- Viste que me iba a comprar un vestido y ropa suelta para la playa. Bueno, me di cuenta, en el probador, de que no me había depilado. Así que bueno pasé por Pueyrredón, para pedir un turno. Había un hueco y me hicieron pasar con poca espera. Me atendió Rosita, no sé si la viste. -yo le hice señas de que no con la cabeza- Bueno, Rosita es medio colorada, flaca, alta, de ojos saltones. Me depiló muy tranquila, hablamos mucho y me pareció re copada. Pero bueno después me tocó la parte de la entrepierna y se quedó muda. Parecía re concentrada. Hasta que comenzó a correrme la tanga para poder depilar mejor ¡No sabés cómo me tocaba! Parecía que tenía los dedos de seda. Y no se porqué pero ¡yo me mojé toda! Ella se re dió cuenta y cuando terminó me dijo "permiso te saco esto para ver cómo quedó" y me corrió toda la tanga. Me dejó toda peladita, sin un pelo y yo no podía ocultar que la conchita me chorreaba.
- ¿Y que hiciste? ¿Y ella?
- Me re cogió boludo, te cagué. Me metió los dedos. Me re chapó [besó] y se me subió encima.
Yo no podía esconder mí cara de sorpresa y de lujuria. Me encendí y le pregunté:
- ¿Vos qué hiciste? ¿La frenaste?
- No, no pude. Se sacó la chaquetilla y le vi las tetas, re lindas, me encantaron. Es flaquita, tiene tetitas chiquititas y pezones bien paraditos. Me enloqueció Diego, no pude.
- ¿Te gustó?
- Para ser la primera vez con una mina, me encantó. Pero no quiere decir nada, me encanta la pija a mí, me encantas vos. Es raro...
Las sensaciones por dentro me comían y ella me miraba buscando complicidad.
- ¿Y como terminaron?
- Me hizo acabar como dos veces, primero con dos dedos, después me hizo que le haga una paja a ella y cuando parecía que todo había terminado me chupó la concha hasta que vi las estrellas...
Yo hice un silencio largo, medio atónito y re caliente.
- ¿Cómo te sentís gordo, no decís nada?
- Me tenés que avisar, gorda...
- Ya se.
- Pero vos sabés cómo me pone...
Ceci me miró el bulto, me sacó la pija y me hizo un pete con garganta profunda hasta que estallé en chorros kilométricos de leche
Obviamente la experiencia no fue tan espontánea. En el viaje a la Costa, Ceci me contó la seducción de Rosita, de los roces en otras ocasiones y de su curiosidad.