Si no has leido las partes anteriores aqui te las dejo:
* Me chantajean por culpa de mi marido - Parte I
* Me chantajean por culpa de mi marido - Parte 2
Marco III
— Tengo mi respuesta. He hablado con mi compañero. Le expuse mi caso y platicamos acerca de nuestros objetivos. Estuvimos de acuerdo en que yo asumiera el liderazgo.
— Eso es muy bueno para ustedes. Marco creo que no podemos dejar pasar esto.
— Lo entiendo Mariana y Jorge. Pero también entiendo que al ser un error esta asignación muchos se preguntarán si sus roles están bien. Aun así peor que eso se preguntaran si sus sueldos están bien y no merecen un incremento.
— Esto parece un chantaje Marco y no nos parece ético que hagas algo como esto —dijo Jorge muy molesto —
— oh no, no para nada. Lo único que digo es que el malestar general puede evitarse ahora que todos estamos bien y que hemos acordado por la mejor vía todo. Si ustedes así lo ven, yo puedo cancelar la aclaración tal como me lo propusieron y continuar con el equipo para no afectar el trabajo.
Ambos se miraron y se secretearon algo.
— Nos parece bien Marco. Solo que necesitaremos que Mario nos exprese que está de acuerdo.
— Así lo hará, le he pedido para formalizar que hablé con ustedes.
Angy III
La semana siguiente todo parecía normalizarse incluso tuve relaciones con Mario. Pero no me sentía igual. Quería ser tratada como una sucia, una traicionera y Mario no me trataba así. Incluso le dije en ese momento que me pegara, pero no lo hizo dijo que no podía lastimarme. Le dije que era un imbécil. No terminamos de hacerlo.
La siguiente semana me mando mensaje Marco que me veía en el piso 20 en mantenimiento. Era la hora de la comida. Mi corazón latía a mil por hora y yo estaba mojada ya sin saberlo.
Abrí la puerta y al entrar me empujó a la pared, me asusté mucho. Cerró la puerta. Me tomo del cabello y me arrodillo.
Me pregunto si ya extrañaba esto. Yo solo gemí intentando decir que si pero no me salieron las palabras. Saco su verga llena de venas. Esta vez olía mucho a verga como si se hubiera estado masturbando o no se hubiera bañado. Olía delicioso a hombre. Debió ver mi cara porque se rio y me dijo, Te gusta verdad putita el olor a macho. Yo solo me metí su verga y empecé a chuparla con ansia, me abofeteaba pero no tan fuerte como la última vez, seguía engullendo lo más que podía y tenía arcadas. Lamia desde sus huevos hasta la punta y mordía a lo largo, me ahogaba yo sola. En eso me escupió en la cara y sentí un vuelco en el pecho y en esos segundos me clavó su verga lo más que pudo y no me soltaba, me estaba ahogando.
Creo que tuve un orgasmo cuando me soltó. Fue un placer muy raro. Mis piernas y manos temblaban y recibía su leche caliente, deliciosa, escurría por mi cara, era abundante y grumosa, gruesa y sabía muy rica. Me quede así varios segundos arrodillada, sudando, con el maquillaje arruinado, golpeada y despeinada. Cuando abrí los ojos no estaba.
* Me chantajean por culpa de mi marido - Parte I
* Me chantajean por culpa de mi marido - Parte 2
Marco III
— Tengo mi respuesta. He hablado con mi compañero. Le expuse mi caso y platicamos acerca de nuestros objetivos. Estuvimos de acuerdo en que yo asumiera el liderazgo.
— Eso es muy bueno para ustedes. Marco creo que no podemos dejar pasar esto.
— Lo entiendo Mariana y Jorge. Pero también entiendo que al ser un error esta asignación muchos se preguntarán si sus roles están bien. Aun así peor que eso se preguntaran si sus sueldos están bien y no merecen un incremento.
— Esto parece un chantaje Marco y no nos parece ético que hagas algo como esto —dijo Jorge muy molesto —
— oh no, no para nada. Lo único que digo es que el malestar general puede evitarse ahora que todos estamos bien y que hemos acordado por la mejor vía todo. Si ustedes así lo ven, yo puedo cancelar la aclaración tal como me lo propusieron y continuar con el equipo para no afectar el trabajo.
Ambos se miraron y se secretearon algo.
— Nos parece bien Marco. Solo que necesitaremos que Mario nos exprese que está de acuerdo.
— Así lo hará, le he pedido para formalizar que hablé con ustedes.
Angy III
La semana siguiente todo parecía normalizarse incluso tuve relaciones con Mario. Pero no me sentía igual. Quería ser tratada como una sucia, una traicionera y Mario no me trataba así. Incluso le dije en ese momento que me pegara, pero no lo hizo dijo que no podía lastimarme. Le dije que era un imbécil. No terminamos de hacerlo.
La siguiente semana me mando mensaje Marco que me veía en el piso 20 en mantenimiento. Era la hora de la comida. Mi corazón latía a mil por hora y yo estaba mojada ya sin saberlo.
Abrí la puerta y al entrar me empujó a la pared, me asusté mucho. Cerró la puerta. Me tomo del cabello y me arrodillo.
Me pregunto si ya extrañaba esto. Yo solo gemí intentando decir que si pero no me salieron las palabras. Saco su verga llena de venas. Esta vez olía mucho a verga como si se hubiera estado masturbando o no se hubiera bañado. Olía delicioso a hombre. Debió ver mi cara porque se rio y me dijo, Te gusta verdad putita el olor a macho. Yo solo me metí su verga y empecé a chuparla con ansia, me abofeteaba pero no tan fuerte como la última vez, seguía engullendo lo más que podía y tenía arcadas. Lamia desde sus huevos hasta la punta y mordía a lo largo, me ahogaba yo sola. En eso me escupió en la cara y sentí un vuelco en el pecho y en esos segundos me clavó su verga lo más que pudo y no me soltaba, me estaba ahogando.
Creo que tuve un orgasmo cuando me soltó. Fue un placer muy raro. Mis piernas y manos temblaban y recibía su leche caliente, deliciosa, escurría por mi cara, era abundante y grumosa, gruesa y sabía muy rica. Me quede así varios segundos arrodillada, sudando, con el maquillaje arruinado, golpeada y despeinada. Cuando abrí los ojos no estaba.
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