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Matías, mi amante 11

Matías, mi amante 11

Cerca de la una de la mañana se habían ido, pedí cosas para beber, empezaba a sentir una angustia profunda, pero la bebida no me ayudó, claramente, estaba cada vez más triste, pensaba en Carlos que siempre había sido tan bueno conmigo, siempre había estado para lo que lo necesitara, que una cosa era Matías, pero ahora con otro hombre, estuve triste hasta que me quedé dormida, me despertaron a la mañana, tenía que dejar el hotel e ir hacia el hotel céntrico en el que compartiría habitación con mi marido.
Me instalé en la habitación, me cambie y tuve que salir a trabajar, por suerte esos dos días fueron intensísimos, no lo vi demasiado a J… él si estaba con mi marido, por lo que me contó estaban muy contentos con su trabajo, había resuelto unos problemas de conectividad que hacía rato no podían resolver. Los dos días siguientes hice el amor muy apasionadamente con mi marido, el jueves a la noche me llegó un mensaje del señor J… me decía que el viernes al mediodía almorzábamos con los jefes y jefas de las sucursales cercanas con las que más adelante tendría que trabajar, después tenía la tarde libre, antes de volar de regreso con mi marido, mi marido trabajaba hasta las seis.
A pesar de los pensamientos acerca de no engañar a mi marido, la idea de almorzar con jefes y con J… me excitaba, la tarde libre era una idea muy sugerente, mientras hacía el amor con mi marido pensaba en J… su miembro, como lo habíamos hecho, mientras mi marido me preguntaba si me gustaba, le decía un si cargado de excitación pensando en que le había dicho a J… que quería que me diera por atrás sin preservativo
-Quiero sentir que me llenas… -le dije a mi marido mientras pensaba en que era a J… a quien se lo decía, me excitaba todavía más pensar en eso mientras lo hacía con mi marido. A la mañana siguiente mi marido se fue temprano, me vestí con una ropa interior muy sexi, un vestido muy entallado, con mucho escote, me marcaba mi culazo y se notaba la tanga incrustada en él. La empresa me mandó un remis para ir al restaurante cuando entré note la mirada de gusto de J… los dos sabíamos cómo iba a aprovechar yo la tarde.
El almuerzo fue muy agradable, pero noté enseguida que a un par de las jefas de sucursal, no les hacía ninguna gracia que una porteña viniera a enseñarles a sus empleados como trabajar. J… me dijo cuando estábamos terminando el almuerzo.
-Le pido un remis… o la puedo acercar al hotel…?
-No lo quisiera molestar… supongo que tiene que seguir con su día de trabajo…
-No hay problema me queda de paso…
Cuando me senté en el auto mi vestido se levantó un poco más, miro mis piernas de reojo, su mano derecha se posó sobre mi muslo izquierdo, acariciándolo suavemente, le tomé la mano y la llevé hacia mi conchita, sus dedos empezaron a acariciarme suavemente, íbamos otra vez camino al hotel con pileta.
-Me encantaría chupártela mientras manejas…
-Me calienta demasiado como la chupas… después viste como me vacío enseguida… Tu marido un tapado, es re capo el pibe…
-Que bueno… porque me hablás de eso ahora…
-Porque se que sos una puerca que le encanta engañar al pobre cornudo… para hacértelo recordar… porque no lo llamás y le decis que estuvo bien el almuerzo, que te estoy llevando al hotel…
-Le digo que me llevas al hotel para cogerme…???
-No creo que te animes…
Me sentía tan puerca, tan sucia, y eso me volvía loca de caliente, los dedos de J… seguían acariciándome suavemente, hábilmente, lo llamé a Carlos, J… seguía pajeandome todo el tiempo. Lo puse en altavoz…
-Hola amor… recién salgo de almorzar… el señor J… me está llevando al hotel…
-Ojala llegue temprano, así lo hacemos antes de irnos…
-Que bueno… a que hora salis…?
-Si no se complica nada tipo seis…
-Si no llegó a estar es porque fui a dar una vuelta… a ver si compró algo lindo…
-Dale amor nos vemos, pasala lindo… te amo
-Yo también…
Cuando corté le di un beso apasionado a J… , le apreté el bulto que estaba bien duro en su pantalón.
-Solo con Matías había hecho algo así… nunca lo había hecho con nadie más…
-Me muero de ganas de hacerte la colita sin forrito… no se si voy a poder aguantar mucho… te voy a chupar un buen rato… que boludo tu marido… semejante puerca culona y no le gusta…
-A mi me vuelve loca que me lo hagan por atrás… me siento tan puerca… encima mis otros novios todos querían… Carlos no quiere, me calienta más que Mati me lo haga… ahora vos… y él no… me vuelve loca de caliente…
Ahora el me beso, y sus dedos aceleraron una paja que me sacó mi primer orgasmo, se dedicó a manejar, enseguida estábamos en el hotel.
En el pasillo del hotel mientras caminábamos, me levantó el vestido por atrás y me sobaba el culo descaradamente,
-No le mentiste a tu marido, te traje al hotel
Enseguida el estaba totalmente desnudo, yo en ropa interior, me puse de perrito en la cama, el parado, corrió la tanga a un lado y empezó a chuparme por delante y por detrás y a jugar hábilmente con sus dedos.
-Lo vas a llamar de nuevo cuando la tengas adentro…??
-Me parece mucho…
-Le podes decir que llegaste al hotel… así se queda tranquilo… y no se pone celoso, con pensamientos raros…
Gire la cabeza para que viniera a comerme la boca, la fue metiendo despacio por atrás, que sensación tan deliciosa, cuando me acostumbre empezó un bombeo suave y parejo, sentía el recorrido de su cabeza, grande,
-Si la dejas clavada a fondo lo llamo… sin moverte… - a él también lo calentaba el tema, se quedó quieto clavado al fondo de mi culo. Otra vez lo puse en altavoz. Me acariciaba el culo, los pechos, suavemente, de a ratos me pellizcaba los pezones, lo sentía bien al fondo.
-Hola amor… -atendió
-Hola cielo… ya estoy en el hotel… -giré la cabeza y nos comimos la boca con J…
-Que bueno amor… llegaste bien… que vas a hacer el resto de la tarde…?
-Te dije… quizás salgo a dar una vuelta… a ver si veo algo lindo para comprar… -volví a besarlo a J… al terminar de hablar, el seguía acariciándome el culo y los pechos.
-Ojo por la calles… que esta lleno de lobos esta ciudad…
-Ay amor… no empieces… -giré la cabeza, y le dije en voz baja a J… que me bombeara hasta llegar, el me miro encantado empezando un duro bombeo.
-Bueno amor no te enojes…
Con voz de puta, caliente por la excitación le dije.
-Bueno… voy a salir a ver si encuentro un Cordobés… así me llevo un recuerdo para casa querés…? Así tenes motivo para estar celoso… -sentí que estaba por llegar, dejé de hablar y gire la cabeza nos besamos profundamente, corté el teléfono y lo tire sobre la cama, J… cayó con todo su peso sobre mi, su pija seguía dura en mi culo.
-Cuanta lechita me guardaste…
-Hace un par de días que no la toco a mi señora… total tiene su amante…
-Y vos tenes una puerca para romperle el culo…
Nos quedamos besándonos y acariciándonos un rato largo, cuando me llevaba al hotel y yo se la empecé a chupar en el coche, se le puso bien dura de vuelta
-Ahora no voy a dar tanta leche… no soy tan joven ya… podría subir a la habitación y dejarte mi corrida adentro… para cuando lo hagas con tu marido…
-No se si tenemos tiempo… que hora es…
-Cinco y media, en diez llegamos…
-Es muy riesgoso…
-Rapidito… te encuentra recién llenita… con un poco de leche de este pobre viejito… le podes decir que son tus juguitos…
-No sos ningún viejito… sos un degenerado… un pervertido… primero subo yo… vos subis después…
Cuando él entró a la habitación, le dije que hiciera silencio, me quedé solo en ropa interior arriba de la cama, le dije que solo la sacara por el cierre del pantalón, que quería hacerlo con él vestido. Solo su miembro afuera, cuando me la metió lo llamé de nuevo a mi marido, otra vez lo puse en altavoz…
-Hola amor… como va??? –atendió
-Bien y vos… te falta mucho…??
Cada vez que dejaba de hablar me encantaba besarlo a J… tenía un aliento fuerte que me excitaba un montón.
-Salgo en diez…
-Apurate así tenemos tiempo de hacerlo antes de irnos… estuve viendo Cordobeses están buenísimos… me quede caliente…
Otra vez le pedí que acelerara el bombeo, estábamos muy cerca los dos de llegar.
-En quince llego…
-Te amo… le corte y ni bien corté, lo sentí llegar dentro de mi, no fue tan abundante, como él dijo, lo besé un largo rato y cuando la sacó se la chupe terminando de limpiársela, el se subió el cierre, y me dijo que esperaba que volviera pronto, sino iba a tener que viajar él a buenos aires. Acomodé un poco la cama y me relajé, boca abajo, quería que mi marido viera la tanga incrustada en mi culo.
Ni bien entró se desnudo y se abalanzó sobre mi, me dí vuelta para recibirlo, lo sentí entrar, que delicia, que puerca y sucia me sentía, lo bese dándole mucha lengua, el sabor en mi boca debía ser fuerte, el no dijo nada y me pareció que no se dio cuenta de nada, estaba recaliente.
-Estás bien caliente sin hacerte la paja… viste que mojadita te espero…
-Estás re mojada…
-La charla me dejo caliente… y un tipo por la calle no paraba de decirme groserías, me molesto pero también me calentó…
-Que te decía…
-Ese culito no lo hiciste estudiando… seguro que te encanta que te la metan por ahí… puerquita… y esa cara de viciosa que tenes…
-Que sucio hijo de puta… -y me bombeaba cada vez más duro, yo pensaba en J… en como me había cogido.
-Me fui caminando y como era una calle bastante vacía de gente me siguió…
-Hijo de puta…
Aceleré el paso, igual escuché que me decía
-Que culazo te cargas putona… si te lo habrán llenado de leche…
Lo sentí que estaba por llegar y le di mucha lengua, sentía el sabor a J… todavía en mi boca, no podía creer que la calentura de Carlos no lo hiciera notar nada raro.
-Siiii… lléname toda papi… me encanta sentir tu lechita…





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