Son las tres de la mañana y mi esposa tapa mi boca para ahogar mis gemidos.
Con cada penetración estoy más cerca del orgasmo. Muevo mi pelvis, penetró profundamente la conchita húmeda y extremadamente caliente de mi hermosa esposa.
Giro bruscamente la cabeza y sacó su mano de mi boca, gimiendo muy fuerte largo un chorro de esperma dentro de sus entrañas, ella lo recibe extasiada, sonriendo y en voz baja me dice:
"Shhh, te dije que lo hagas en silencio!!! Mi hermana está en el otro cuarto y nos va a escuchar."
Yo: "Bueno perdón, pero sabes que cuando me vengo no puedo contenerme"
Ella: "Si ya lo sé, y me encanta. Me cogiste hermoso!!!"
Al día siguiente desayunamos y mi esposa se apronta para ir al trabajo, a mí me toca Home Office así que preparo mi PC, el mate y despido a mi esposa con un beso.
Pasó una hora aproximadamente y mi cuñadita se despierta, prepara su desayuno y se acerca a mi lado.
Ella: "Hola Carlos buenos días"
Yo: "Hola Andrea como amaneciste"
Ella: "Bien aunque anoche no pude dormir muy bien"
Esto lo dice con una sonrisa pícara.
Yo:,"Uuu que macana, que pasó??"
Ella:,"Nada, solo que venían muchos ruidos de tu dormitorio"
Yo: "Qué vergüenza contigo!!! Perdón, la verdad no me di cuenta"
Ella: "Y antenoche tampoco!?"
La verdad que yo estaba muy avergonzado por lo que me decía.
Yo: "Eeee… la verdad que no sé qué decir"
Ella: "Nada, lo único, pobre mi hermana que tiene que ir a trabajar sin dormir. Aunque ...
... calculo que feliz jajaja"
Yo: "Bueno esa es la idea. Te prometo que seré más cuidadoso"
Ella: "Si por favor, hace dos noches que no duermo y la verdad ya me intriga saber qué es lo que hacen"
Se levantó y se fue al sillón del living.
Yo continúe trabajando o al menos eso intentaba, sus últimas palabras quedaron dando vueltas en mi mente.
Cada dos segundos quito mi vista de la pantalla para observarla, recostada en el sillón con sus piernas recogidas. Mi cuñada es una jovencita de no mucho más de dieciocho años, su cuerpo estilizado, sus pechos como dos montañitas resaltan sobre el remeron largo que lleva puesto, sus caderas sobresalen en su figura, sus piernas largas y delgadas son tapadas por un par de medias largas que llegan hasta el final del remeron.
Su rostro es bellísimo y muestra la frescura de la juventud.
Su cabello largo castaño claro luce unos rizos encantadores.
Ella mueve rápidamente sus ojos hacía los míos, yo por acto reflejo los evito y fijo mi mirada nuevamente en la pantalla. Era evidente que mi mirada la desvestía y mi reacción me delató.
Luego de un rato vuelvo a observar y ella tenía su celular en una mano y la otra mano por debajo de un almohadón del sillón que colocó entre sus piernas. Lo primero que pensé fue que se estaba tocando pero luego me dije a mi mismo (no seas mal pensado es una niña). Ella cada tanto me observaba, sus piernas se aprietan contra el almohadón.
Será que está haciendo lo que yo estoy imaginando??
De solo ...
… pensarlo comienzo a tener una erección.
Saco esos pensamientos de mi mente, me levanto y le digo:
“Me voy a hacer un café, quieres uno”
Ella responde: “Ok”
Al rato vuelvo con los dos café le doy el suyo, ella tomándolo me dice:
“Espero que esto me saque el sueño”
Yo: “Bueno tampoco es para tanto!!! No hicimos un escándalo”
Ella se ríe y contesta:
“Y quién te dijo que no dormí por el escándalo?!”
Yo: “Bueno… tú me lo dijiste. Me mencionaste que te despertaron los ruidos”
Ella: “Si; me despertaron los ruidos, pero no pude dormir pensando en lo que hacían”
Yo no puedo creer lo que mi cuñadita me plantea:
“Bueno, a ver. Que estaríamos haciendo?
Lo que hacen todas las parejas”
Ella deja la taza de café se sienta y mirándome a los ojos me dice:
“La verdad no lo sé, podrías enseñarme?”
Mi voz se corta y siento una transpiración fría por la espalda.
Tartamudeando le respondo:
“Espera, me estás pidiendo que te haga el amor? Oye eres la hermana de mi esposa”
Ella: “Solo te pido que me ayudes, anoche y anteanoche después de escucharlos no podía dormir pero por la excitación!!! Me masturbe una y otra vez pero no logro saciar la sed. Recién mismo me estaba tocando mientras me mirabas!!! Vas a pensar que estoy loca pero no es así. Nunca estuve con un chico, el único chico con el que estuve tenía mi edad, en una ocasión estábamos besándonos y sentía un fuego en la cara y mi almejita latía muy fuerte. Lo toque allí abajo y sentí algo …
... duro, pase la mano por debajo del pantalón lo agarre y quise masturbarlo, pero el saco mi mano y se fue!!! Me sentí rechazada”
Yo: “Nooo, seguramente el pobre chico se asustó o simplemente se corrió y para que tú no lo supiera hizo eso”
Ella: “Cómo sea, necesito alguien que sacie mi sed”
Ella se para y se quita la remera que tenía puesta, su cuerpo queda expuesto, sus pechos como dos copitos blancos, sus pezones rosaditos son enormes, su piel blanca y tersa, luce una bombachita tipo vedetina color blanca con unos dibujos y sus piernas largas son tapadas por un par de medias que superan las rodillas.
Ella: “Me ayudas??”
Yo no puedo contener la respiración, estoy teniendo una erección terrible que sobresale en mi yoguin.
Me paro y ella no quita sus ojos de mi bulto que sobresale en el pantalón.
Le digo: “Quieres verlo”
Ella solo asiente con la cabeza mordiendo su labio inferior.
Me quito el pantalón y el calzoncillo y los dejó caer.
Ella queda hipnotizada con mi miembro y sus ojos brillan.
Me froto la verga que para entonces es un hierro y tiro el prepucio hacia atrás dejando el glande expuesto.
“Quieres tocarlo??”
Ella tímidamente lo toca, casi con miedo. Yo le digo: “Tranquila agárralo firme, toca mis bolas también. Acaso eso no era lo que querías?? No querías saber qué se siente tener un pene en tus manos??”
Ella siente tocado su orgullo de mujer y se atreve a tomarlo bien, con movimientos suaves me pajea, su rostro de asombro y sus …
… ojos firmes mirando mi verga, toca mis bolas y juega con ellas.
Levanta la mirada y me dice: “No tienes pelo??”
Yo: “Pues no, a tu hermana le gusta así”
Ella continúa masturbando mi verga.
Le pregunto: “Quieres probarla??”
Ella haciendo un gesto de desagrado me dice: “Con la boca?!?!”
Yo: “Pues claro. A tu hermana le gusta…”
Ella se inclina y apoya sus labios en mi glande luego de un modo repulsivo lo introduce en su boca y le da una pequeña mamada.
Sacándolo comenta “Mucho no me agrada”
Yo: “Ok, no hay problema esto es cuestión de gustos y se trata de pasarla bien. Si no quieres no hay problemas.”
Ella frota sus labios por mi verga la frota por su rostro como sintiendo el tacto, me sorprende cuando introduce mis bolas en su boca y mientras las chupa juguetea con ellas y su lengua.
“Eso sí te gusta”
Ella sin soltar mis bolas asiente con su cabeza.
Está un rato jugueteando con mis huevos, yo la dejo y disfruto. Tomo su mano y la invitó a qué sujete mi verga y la masturbe, ella enseguida lo entiende y mientras lame mis bolas me pajea. Luego de un rato se para.
Me toma las manos y me dice: “Quieres meterla??”
Yo ya no soy yo, mi mente vuela por los aires y solo pienso en una cosa.
La tomo por la cintura y la levanto, es sumamente liviana. La siento en el sillón, la miro, le pregunto: “Realmente quieres esto?? Es decir vos nunca estuviste con ningún hombre”
Ella: “No!!! Ya te dije solo el chico que salió corriendo”
Yo: …
… “Ok”
Sin dudarlo me arrodilló frente a ella tomo su bombacha y la retiro. Allí está esa vulva rosadita, un incipiente vello púbico y dos labios gorditos, con una mínima rajita entre ellos.
Separo sus piernas, noto su nerviosismo, está temblando y totalmente rígida.
Apoyo mis dedos en su monte de Venus y mi pulgar en su clítoris, ella tiene un acto reflejo e intenta cerrar sus piernas.
“Tranquila… relajate que llegaremos hasta donde tú digas. Pero si quieres disfrutarlo debes estar relajada”
Ella toma aire e inclina su cabeza hacia atrás, froto la yema de mi pulgar en su clítoris, de a poco voy abriendo sus labios para encontrar ese bultito hermoso que asoma como un pimpollo.
Con mi otra mano tocó sus pechos, son diminutos y sus pezones están súper inflamados, los tocó muy suave para no causar dolor, acerco mis labios a ellos, los beso, los lamo suavemente ella respira profundo.
Se nota que está sobre excitada, con mi dedo índice y angular voy abriendo muy suave sus labios vaginales, su humedad moja mis dedos, los introduzco muy despacio mientras continuó tocando su clítoris y lamiendo sus pezones. Su respiración aumenta y en segundos se estremece aprieta mis manos con sus piernas y exclama: “Haaa siiiii”
Lo hace muy suave, casi avergonzada. Yo solo continúo lamiendo sus pezones y acarició muy suave sus labios vaginales.
Ella se relaja y descansa su cuerpo.
Yo: “Te gustó??”
Ella: “Si, es mucho mejor que cuando me masturbo”
Yo: “Jajaja si es mucho …
… mejor. Quieres probar algo mejor aún??”
Con expresión de miedo solo asiente con la cabeza.
Separó sus piernas y coloco mi rostro frente a su vulva, tomo mi tiempo para apreciar toda su juvenil vagina.
Sus labios rosados solo eran separados por una fina línea, su clítoris inflamado por la excitación se asomaba, un delgado hilo de flujo colgaba de ella.
Con mi lengua recojo ese néctar que brotaba de su vulva y lo desparramo por sus labios, utilizo mis labios para besar su conchita su vello púbico me hace cosquillas en la nariz.
Masajeo su clítoris con mi lengua e introduzco la punta de ella dentro de su vagina, con cada movimiento de mi lengua ella deja salir un suspiro.
Me encanta el sabor de su conchita, la chupo con delicadeza pero apasionadamente, recorro su cuerpo con mis manos.
Sus gemidos aumentan y utilizando mi lengua logro robarle otro orgasmo a esa pequeña princesa.
Me levanto, quedo de pie frente a ella con mi verga dura, ella la mira, se acerca y tomándola con su mano la masturba. Con su dedo desparrama el líquido preseminal que brota de mi falo, rindiéndose a su curiosidad se introduce el glande en su boca para probar el sabor de aquel fluido. Su inocencia, su curiosidad sexual y el verla asombrada con cada cosa que descubre me excitan demasiado. Le pido que la sostenga un rato más dentro de su boca, ella lo hace y se anima a juguetear con su lengua y mi glande. Acaricio su rostro mientras la observo.
Suelta mi verga se sienta y …
… mirándome me pide: “Quiero que me hagas gritar como a mi hermana”
El momento había llegado, yo convertiría a esa niña en mujer.
Me arrodilló frente a ella y coloco mi verga en su conchita, lubrico con saliva mi glande y masajeo su vulva. Muy despacio comienzo a generar presión, su vagina cede ante mi verga, mi glande se abre paso entre sus labios.
Su conchita es súper estrecha, sumamente húmeda y caliente.
Su respiración es agitada, muerde sus labios como para aguantar el dolor.
Mi verga aún no entro por completo, solo el glande desaparece entre sus labios, chupo sus pechos los lamo, ella me acaricia el pelo.
Le pregunto: “Te duele mucho? La saco?”
Ella: “Siii, nooo. Seguí seguí”
Aumento la presión y siento como mi verga por fin se abre camino.
Ella dio un grito profundo y clavó sus uñas en mi espalda.
Yo sabiendo que esto le dolía trato de hacer movimientos suaves la beso y acaricio su cuerpo.
Bajo la vista y veo un hilo de sangre en mi verga.
Ella me dice: “Me arde”
Yo: “Si, es normal la primera vez. Tranquila que ya va a pasar”
Saco mi verga de su conchita recién estrenada, me quito la remera y limpio su sexo con cuidado luego limpio mi verga escupo mi mano y lubrico su vulva luego hago lo mismo con mi falo, me aseguro que quede bien lubricada y vuelvo a penetrarla.
Muevo mi pelvis, ella continúa tensa y mordiendo sus labios, de a poco empieza a disfrutar, sus nervios se transforman en placer, yo hago un esfuerzo por no acabar ya que su …
… conchita estrecha aprieta mi verga y me produce un placer extremo.
Me detengo y le pregunto si quiere venir arriba.
Ella rápidamente responde, sí.
Tiro los almohadones en el piso me recuesto y tomando mi verga la coloco erecta.
Ella la toma con su mano y agachándose muy lentamente la introduce en su conchita con mi verga clavada mueve su pelvis, lo que comienzan siendo gemidos rápidamente pasan a ser gritos de placer, sin ningún prurito expresa su placer gritando y gimiendo, con sus manos en mi pecho se mueve arriba mío.
Yo no aguanto más las ganas de acabar.
La levanto, me levanto yo y le pido que se coloque en cuatro, ella me mira y me dice: “Que?”
Yo: “Cómo perrito”
Ella no muy segura lo hace, la tomo por la cintura y la penetro, ella suelta un delicioso gemido, la cojo fuerte pero con cuidado sabiendo que su conchita recién se está estrenando.
Sus gritos y gemidos sumado a su conchita estrecha me hacen llegar a un orgasmo intenso, siento los chorros de semen salir de mi, ella experimenta su primera vez recibiendo una corrida interna.
Dando fuertes gritos ella también llega al orgasmo, sus piernas tiemblan y su cuerpo se relaja, se recuesta en el piso y allí queda.
Al rato se levanta y se va a bañar.
Cuando regresa me dice: “Hoy si voy a poder dormir jajaja. Me encantó, no pensé que sería tan hermoso.”
Yo: “Te agradezco que me eligieras a mí para ser tu primera vez, y ya verás que esto recién empieza vas a experimentar cosas mucho más excitantes”
Al llegar la tarde mi esposa volvió del trabajo. Mientras merendamos me pregunta por su hermana.
Yo le respondo que dormía.
Mi esposa me dice: “Aaaa estuvo dura la lección”
Esto me descolocó…
Pero esa es otra historia.
Fin.
Cabe mencionar que no soy el autor de dichos relatos ni son vivencias o experiencias propias: los relatos son aportes anónimos o de otras fuentes.
4 comentarios - Mi cuñada y su primera vez