Que tal amigos de Poringa! Hoy les traigo una nueva historia, ahora con la mamá de una novia que tuve hace unos pocos años.
Cuando estaba en la Universidad, conocí a una chica de mi semestre, con la que empecé a salir, una niña muy guapa, labios carnositos, chaparrita, cómo 1.56, cabello ondulado, medio llenita, con unas tetas hermosísimas y buenas nalgas, no exuberantes pero bien paraditas. Con mi novia teníamos una vida sexual bastante activa y muy satisfactoria, era un buenísima en la cama.
Con el tiempo nuestra relación se formalizó y tocó el momento de conocer a su familia. Su hermana, tenía todos los atributos de mi novia, solo que flaquita, siempre se me antojo pero ella era menor que nosotros y no podía hacer nada por respeto.
Sus papás muy buenas personas. Mi suegra era una mujer muy parecida a la hermana de mi novia, tenía unos 48 años en el transcurso de esta historia. Era una mujer muy guapa, elegante, con un olor muy rico y se veía que aún conservaba un buen cuerpo y obvio la experiencia de una madurita. Para ser honestos, al principio la señora no me quería mucho, poco a poco me fui ganando su cariño, tanto que con el pasar del tiempo, ya llegaba yo a su casa y pasaba mucho tiempo con ellos.
Mi relación siempre fue muy respetuosa, nunca había notado nada extraño en su forma de tratarme, se comportaba a la altura, cómo la señora que era.
Todo empezó cuando un día mi novia se peleó con su mamá y me contó que ella sabía que su mamá le era infiel a su papá, pero por no dañar a mi suegro, no sé atrevía a decirle nada. Este sentimiento hacia ella solo friccionaba más su relación. Me quedé impactado al enterarme de eso, no pensé que mi suegra fuera capaz de hacer algo así, si era muy guapa pero no se veía alguien con mucho interés sexual.
Desde ese momento empecé a prestar más atención a las acciones de mi suegra, pero hasta el momento nada raro.
Durante mi estadía en la universidad, conseguí un empleo en la ciudad donde mis suegros vivían, un empleo de fines de semana. Cómo salía tarde, no había autobuses para llegar a mi casa, por lo que mis suegros me ofrecieron quedarme en su casa los fines de semana, pues quedaba muy cerca de mi empleo.
Al principio todo era normal, había tanta confianza entre nosotros que cuando llegaba, pasaba a verlos a su habitación en dónde acostumbraban a ver películas por las noches. Después me iba al cuarto de mi novia a coger y dormir jajajaja
Cuando mi suegra estaba con ropa para dormir, acostumbraba a taparse con una sábana para no mostrar de más.
Las acciones de mi suegra empezaron un día que llegue de trabajar. Esa noche al llegar a su casa, le marque a mi novia pero me dijo que había salido con su papá, que entrara, ahí estaba su mamá. Con naturalidad pase, y al entrar al cuarto para saludar como era costumbre, encontré a mi suegra en la misma posición, solo que al entrar, se destapó, dejando ver su blusa para dormir, sin sostén. Podía ver esos pezones tan ricos que tenía. No quería incomodar así que le dije que estaría abajo, cenando, me dijo que me sentará en la cama para esperar. Su actitud era un poco extraña, me sacaba plática, no sé tapaba y me estaba agarrando de la mano. A los 15 minutos llegaron los demás y volvió a comportarse como siempre. En ese momento yo pensé que estaba mal interpretando las cosas.
El punto de inflexión, sucedió un día que ella quería viajar a otra ciudad a arreglar una documentación, pero no conocía, así que me pidió que la acompañará, yo acepté, así que emprendimos nuestro viaje. Estar solo con ella no era nuevo para mí, pero si ahora que sabía lo que ella hacía con alguien más, probablemente alguien de su trabajo. Sabía que está era mi oportunidad para poder hacer algo.
Cuando llegamos a esta ciudad, mi suegra era alguien distinta, más extrovertida, la veía más jovial en su forma de actuar, cosa que me gustaba y me atraía más de ella. Fuimos a comer y mientras los hacíamos, platicábamos como amigos, nos reíamos y ella se pegaba más a mi durante estás risas, cómo buscando un contacto. No sabía que pensar, cada momento que pasaba la veía más como un probable ligue, que como mi suegra.
Toda esta tensión acumulada entre nosotros termino por explotar al llegar al hotel.
Yo me metí a bañar mientras ella hablaba por teléfono, salí en shorts y playera, listo para acostarme. Pensé en dedicarle una paja durante el baño, pero algo me hizo pensar que tal vez debería guardar esas ansias para lograr algo más. Me acosté en la cama, con una erección descomunal, que obviamente mi short no podía ocultar. Me hice el disimulado mientras veía el teléfono. Ella colgó su llamada y me dijo que se metería a bañar, al voltear, note que clavó su mirada en mi paquete que estaba como carpa de circo, su mirada no parecía de incomodidad, era más bien de deseo.
Al salir del baño, no podía creer lo que ví, salió solo con ropa interior, cubierta por una bata que estaba abierta. Ahora era yo quien estaba hipnotizado con lo que estaba viendo
Ella noto mi mirada y con una sonrisa pícara dijo
-ay! Perdón, es que no metí mi ropa al baño y la verdad se antoja estar más comoda. Se quitó la bata y me dejó ver por completo su cuerpo. Para tener casi 50 años, era una mujer tremenda, con un cuerpazo, ahora sí estaba loco por ir y quitarle la ropa pero algo de decencia quedaba en mi aún.
Se acostó en su cama apagó las luces y se dispuso a ver su teléfono. No sabía que pensar en el momento, la calentura me estaba controlando, tenía ganas de meterme a su cama y cogerla ahí mismo. ¿Que tal si era confianza geniuna? Arruinaría todo.
La razón ganó y no tuve más remedio que ir al baño a descargar toda la leche que se estaba acumulando. Al salir, mi suegra dormía. Me acosté en mi cama y me dispuse a dormir con la duda en la cabeza.
A la mañana siguiente desperté muy temprano, entre al baño para lavarme los dientes, el ruido despertó a mi suegra, quien entró al baño inmediatamente después de mi, esta vez bien cubierta por su bata, cosa que me hizo pensar que ahí moriría todo. Todo transcurrió normal ese día, era el último día pues en la mañana teníamos que tomar nuestro autobús de vuelta a casa.
Llegamos al hotel y misma rutina de la noche pasada, me duche para después darle paso a ella en el baño. Escuché que se empezó a duchar. Así estuvo un buen rato hasta que dejó de correr el agua y la puerta del baño se abrió. Nuevamente estaba solo en ropa interior, lavandose los dientes frente al espejo. Yo veía toda la escena mientras le decía que podríamos ir a cenar a algún lugar, tartamudeando por lo rica que se veía. No podía creer que ahora tuviera tanta confianza para estar así frente a mi.
Salió y me pidió ayuda para subir su maleta a la cama y poder buscar su ropa, Lo hice, estábamos muy pegados los dos. De verdad no sé cómo pasó, pero un cuánto subí la maleta, quedamos de frente, había tanta tensión acumulada que solo comenzamos a besarnos. Al igual que sus hijas, tenía unos labios hermosos, que me hicieron enloquecerme en cuanto se juntaron con los míos. Comencé a acariciar su cuerpo suavemente, su piel aún mojada era muy linda y tersa para su edad, no tardamos mucho en empezar a meternos la lengua mutuamente, era un beso muy apasionado, mi cabeza no daba crédito a lo que estaba pasando, comencé a besar su cuello, por fin tenía ese rico olor de cerca. Ella bajo su mano y comenzó a tocarme la verga que a estás alturas estaba por explotar dentro de mi short.
Yo me dedique a besar su cuello delicadamente, ella soltó un pequeño gemido de placer, pase mi mano por su espalda para poder desabrochar su sostén y cuando lo logré, pude ver al fin esos ricos pechos que tanto me había imaginado, de verdad mi cabeza no podía creer que esto me estuviera pasando a mi.
Ella me quito mi playera y continuamos los besos. Me llevo a su cama en dónde terminamos de quitarnos la ropa, los besos apasionados no paraban. Ella estaba encima mío, podía sentir su vagina mojada, rozando con mi pene que rápido se ubico en la entrada. Ahí fue donde ella comenzó a meterla.
Que sensación tan rica, poder sentir por fin lo mojadita y calientita de esa conchita, ahí comenzó a cabalgar mi vrg durante un rato, yo solo veía sus rico senos moverse al ritmo de ella. Se acercó a mi boca nuevamente mientras ella tomaba el control de la situación.
-Si mi amor ¿así te gusta? ¿Te gusta lo mojadita que estoy?- Eso solo hizo incrementar mi calentura, estaba haciéndole el amor a mi suegra.
-Si Caro, me encantas, me vuelves loco- Conteste jadeando
-No te imaginas las ganas que te tenía, por favor no pares.
Los besos continuaban mientras su conchita se deslizaba sobre mi pene todo empapado por sus fluidos.
Era mi turno de tomar el control de la situación así que la hice ponerse en cuatro, ahí pude ver con todo detalle esas nalgas tan ricas que tenía la señora. Ella gemía riqusimo, escucharla me estaba llevando a un punto de placer inexplicable. La tenía ahí pidiendo que no dejará de cogerla.
La voltee y me lleve sus piernas a los hombros para poder verla de frente mientras la cogía. Ahí empecé a darle con más fuerza, ella cada vez gemía más fuerte
-No pares por favor, cogeme así, amor-. Gritaba mientras la penetraba. Tal vez los demás huéspedes podían escuchar los gemidos pero ya a estas alturas no nos importaba.
Tuvo un orgasmo que la hizo gemir como loca, cómo toda una puta entregada, cosa que me hizo desconectarme y querer terminar. Le saque la vrg y le eche mi leche en sus tetas, ambos jadeando por el rico momento que habíamos compartido
ℹe beso nuevamente y nos acostamos, abrazados. Sin decir ni una sola palabra. Hasta quedarnos dormidos OHasta aqui dejaremos está primera parte para no hacerlo tan largo. Espero que les esté gustando. Dejen sus puntos y comentarios.
Cuando estaba en la Universidad, conocí a una chica de mi semestre, con la que empecé a salir, una niña muy guapa, labios carnositos, chaparrita, cómo 1.56, cabello ondulado, medio llenita, con unas tetas hermosísimas y buenas nalgas, no exuberantes pero bien paraditas. Con mi novia teníamos una vida sexual bastante activa y muy satisfactoria, era un buenísima en la cama.
Con el tiempo nuestra relación se formalizó y tocó el momento de conocer a su familia. Su hermana, tenía todos los atributos de mi novia, solo que flaquita, siempre se me antojo pero ella era menor que nosotros y no podía hacer nada por respeto.
Sus papás muy buenas personas. Mi suegra era una mujer muy parecida a la hermana de mi novia, tenía unos 48 años en el transcurso de esta historia. Era una mujer muy guapa, elegante, con un olor muy rico y se veía que aún conservaba un buen cuerpo y obvio la experiencia de una madurita. Para ser honestos, al principio la señora no me quería mucho, poco a poco me fui ganando su cariño, tanto que con el pasar del tiempo, ya llegaba yo a su casa y pasaba mucho tiempo con ellos.
Mi relación siempre fue muy respetuosa, nunca había notado nada extraño en su forma de tratarme, se comportaba a la altura, cómo la señora que era.
Todo empezó cuando un día mi novia se peleó con su mamá y me contó que ella sabía que su mamá le era infiel a su papá, pero por no dañar a mi suegro, no sé atrevía a decirle nada. Este sentimiento hacia ella solo friccionaba más su relación. Me quedé impactado al enterarme de eso, no pensé que mi suegra fuera capaz de hacer algo así, si era muy guapa pero no se veía alguien con mucho interés sexual.
Desde ese momento empecé a prestar más atención a las acciones de mi suegra, pero hasta el momento nada raro.
Durante mi estadía en la universidad, conseguí un empleo en la ciudad donde mis suegros vivían, un empleo de fines de semana. Cómo salía tarde, no había autobuses para llegar a mi casa, por lo que mis suegros me ofrecieron quedarme en su casa los fines de semana, pues quedaba muy cerca de mi empleo.
Al principio todo era normal, había tanta confianza entre nosotros que cuando llegaba, pasaba a verlos a su habitación en dónde acostumbraban a ver películas por las noches. Después me iba al cuarto de mi novia a coger y dormir jajajaja
Cuando mi suegra estaba con ropa para dormir, acostumbraba a taparse con una sábana para no mostrar de más.
Las acciones de mi suegra empezaron un día que llegue de trabajar. Esa noche al llegar a su casa, le marque a mi novia pero me dijo que había salido con su papá, que entrara, ahí estaba su mamá. Con naturalidad pase, y al entrar al cuarto para saludar como era costumbre, encontré a mi suegra en la misma posición, solo que al entrar, se destapó, dejando ver su blusa para dormir, sin sostén. Podía ver esos pezones tan ricos que tenía. No quería incomodar así que le dije que estaría abajo, cenando, me dijo que me sentará en la cama para esperar. Su actitud era un poco extraña, me sacaba plática, no sé tapaba y me estaba agarrando de la mano. A los 15 minutos llegaron los demás y volvió a comportarse como siempre. En ese momento yo pensé que estaba mal interpretando las cosas.
El punto de inflexión, sucedió un día que ella quería viajar a otra ciudad a arreglar una documentación, pero no conocía, así que me pidió que la acompañará, yo acepté, así que emprendimos nuestro viaje. Estar solo con ella no era nuevo para mí, pero si ahora que sabía lo que ella hacía con alguien más, probablemente alguien de su trabajo. Sabía que está era mi oportunidad para poder hacer algo.
Cuando llegamos a esta ciudad, mi suegra era alguien distinta, más extrovertida, la veía más jovial en su forma de actuar, cosa que me gustaba y me atraía más de ella. Fuimos a comer y mientras los hacíamos, platicábamos como amigos, nos reíamos y ella se pegaba más a mi durante estás risas, cómo buscando un contacto. No sabía que pensar, cada momento que pasaba la veía más como un probable ligue, que como mi suegra.
Toda esta tensión acumulada entre nosotros termino por explotar al llegar al hotel.
Yo me metí a bañar mientras ella hablaba por teléfono, salí en shorts y playera, listo para acostarme. Pensé en dedicarle una paja durante el baño, pero algo me hizo pensar que tal vez debería guardar esas ansias para lograr algo más. Me acosté en la cama, con una erección descomunal, que obviamente mi short no podía ocultar. Me hice el disimulado mientras veía el teléfono. Ella colgó su llamada y me dijo que se metería a bañar, al voltear, note que clavó su mirada en mi paquete que estaba como carpa de circo, su mirada no parecía de incomodidad, era más bien de deseo.
Al salir del baño, no podía creer lo que ví, salió solo con ropa interior, cubierta por una bata que estaba abierta. Ahora era yo quien estaba hipnotizado con lo que estaba viendo
Ella noto mi mirada y con una sonrisa pícara dijo
-ay! Perdón, es que no metí mi ropa al baño y la verdad se antoja estar más comoda. Se quitó la bata y me dejó ver por completo su cuerpo. Para tener casi 50 años, era una mujer tremenda, con un cuerpazo, ahora sí estaba loco por ir y quitarle la ropa pero algo de decencia quedaba en mi aún.
Se acostó en su cama apagó las luces y se dispuso a ver su teléfono. No sabía que pensar en el momento, la calentura me estaba controlando, tenía ganas de meterme a su cama y cogerla ahí mismo. ¿Que tal si era confianza geniuna? Arruinaría todo.
La razón ganó y no tuve más remedio que ir al baño a descargar toda la leche que se estaba acumulando. Al salir, mi suegra dormía. Me acosté en mi cama y me dispuse a dormir con la duda en la cabeza.
A la mañana siguiente desperté muy temprano, entre al baño para lavarme los dientes, el ruido despertó a mi suegra, quien entró al baño inmediatamente después de mi, esta vez bien cubierta por su bata, cosa que me hizo pensar que ahí moriría todo. Todo transcurrió normal ese día, era el último día pues en la mañana teníamos que tomar nuestro autobús de vuelta a casa.
Llegamos al hotel y misma rutina de la noche pasada, me duche para después darle paso a ella en el baño. Escuché que se empezó a duchar. Así estuvo un buen rato hasta que dejó de correr el agua y la puerta del baño se abrió. Nuevamente estaba solo en ropa interior, lavandose los dientes frente al espejo. Yo veía toda la escena mientras le decía que podríamos ir a cenar a algún lugar, tartamudeando por lo rica que se veía. No podía creer que ahora tuviera tanta confianza para estar así frente a mi.
Salió y me pidió ayuda para subir su maleta a la cama y poder buscar su ropa, Lo hice, estábamos muy pegados los dos. De verdad no sé cómo pasó, pero un cuánto subí la maleta, quedamos de frente, había tanta tensión acumulada que solo comenzamos a besarnos. Al igual que sus hijas, tenía unos labios hermosos, que me hicieron enloquecerme en cuanto se juntaron con los míos. Comencé a acariciar su cuerpo suavemente, su piel aún mojada era muy linda y tersa para su edad, no tardamos mucho en empezar a meternos la lengua mutuamente, era un beso muy apasionado, mi cabeza no daba crédito a lo que estaba pasando, comencé a besar su cuello, por fin tenía ese rico olor de cerca. Ella bajo su mano y comenzó a tocarme la verga que a estás alturas estaba por explotar dentro de mi short.
Yo me dedique a besar su cuello delicadamente, ella soltó un pequeño gemido de placer, pase mi mano por su espalda para poder desabrochar su sostén y cuando lo logré, pude ver al fin esos ricos pechos que tanto me había imaginado, de verdad mi cabeza no podía creer que esto me estuviera pasando a mi.
Ella me quito mi playera y continuamos los besos. Me llevo a su cama en dónde terminamos de quitarnos la ropa, los besos apasionados no paraban. Ella estaba encima mío, podía sentir su vagina mojada, rozando con mi pene que rápido se ubico en la entrada. Ahí fue donde ella comenzó a meterla.
Que sensación tan rica, poder sentir por fin lo mojadita y calientita de esa conchita, ahí comenzó a cabalgar mi vrg durante un rato, yo solo veía sus rico senos moverse al ritmo de ella. Se acercó a mi boca nuevamente mientras ella tomaba el control de la situación.
-Si mi amor ¿así te gusta? ¿Te gusta lo mojadita que estoy?- Eso solo hizo incrementar mi calentura, estaba haciéndole el amor a mi suegra.
-Si Caro, me encantas, me vuelves loco- Conteste jadeando
-No te imaginas las ganas que te tenía, por favor no pares.
Los besos continuaban mientras su conchita se deslizaba sobre mi pene todo empapado por sus fluidos.
Era mi turno de tomar el control de la situación así que la hice ponerse en cuatro, ahí pude ver con todo detalle esas nalgas tan ricas que tenía la señora. Ella gemía riqusimo, escucharla me estaba llevando a un punto de placer inexplicable. La tenía ahí pidiendo que no dejará de cogerla.
La voltee y me lleve sus piernas a los hombros para poder verla de frente mientras la cogía. Ahí empecé a darle con más fuerza, ella cada vez gemía más fuerte
-No pares por favor, cogeme así, amor-. Gritaba mientras la penetraba. Tal vez los demás huéspedes podían escuchar los gemidos pero ya a estas alturas no nos importaba.
Tuvo un orgasmo que la hizo gemir como loca, cómo toda una puta entregada, cosa que me hizo desconectarme y querer terminar. Le saque la vrg y le eche mi leche en sus tetas, ambos jadeando por el rico momento que habíamos compartido
ℹe beso nuevamente y nos acostamos, abrazados. Sin decir ni una sola palabra. Hasta quedarnos dormidos OHasta aqui dejaremos está primera parte para no hacerlo tan largo. Espero que les esté gustando. Dejen sus puntos y comentarios.
3 comentarios - Mi suegra me sedujo (Parte 1)