Cada obra en la naturaleza me recuerda el relieve de tu cuerpo.
Al igual que los ríos descienden de la montaña, tu cabello desciende por tus hombros y cubre parte de tu rostro.
Tus ojos son dos manantiales que combinan la mirada cristalina y el deseo de lujuria que recorre tu interior.
Son tus besos, un sorbo de vino que calma la sed de pasión de este trovador, y tus labios son la copa que almacenan cada uno de tus besos.
Luego desciendo un poco y me encuentro entre dos cerros en el horizonte y con mi lengua bordeo cada uno de sus senderos.
Un poco más abajo diviso una llanura y con mi boca lleno de besos cada centímetro de tu abdomen.
Desciendo aún más y con mis manos puedo sentir la textura de tus piernas erizándose al contacto con mi piel.
Tus piernas son comparables con dos hermosos pinos y en medio de esos árboles se encuentra una bella flor que abre sus delicados pétalos esperando la llegada del colibrí a alimentarse con su néctar de pasión.
2 comentarios - Amo tus curvas y relieves