Poco antes de las 5 de la mañana, en el mes de diciembre de 2012 y con una noche de calor agobiante, salíamos de una graduación con mi amiga Jésica, acompañándola hasta su casa, que se encontraba a unas pocas cuadras del lugar donde se realizó dicho evento.
Con ella nos conocimos algunos años a tras en el cumpleaños de un amigo en común, pero desde entonces entablamos una excelente relación y nos fuimos haciendo grandes amigos.
A partir de este día y una vez llegados a su casa, a ambos nos cambiarían nuestras vidas, puesto que ya no seriamos solo grandes amigos, sino que pasaríamos a ser una pareja con el objetivo únicamente de tener relaciones sexuales, pero más aún, el camino que nos espera, nos llevaría a tener muchas experiencias sexuales que sin este día, ambos jamás las hubiéramos tenido.
Al llegar a su casa, yo me quedaría una media hora aproximadamente para luego ir a tomar el colectivo. Pasaron algo más de 10 minutos, y mientras tonteábamos, comentamos sobre el insoportable calor que hacía y había hecho durante toda la noche y lo traspirados que estábamos debido a la enorme humedad que había. No obstante, ella comentó que tenía ganas de darse un chapuzón en su pileta (piscina), a lo que le dije que si, pero que por desgracia no tenía una malla (traje de baño) que ponerme, e inmediatamente de forma graciosa me dijo que no me haga problemas, ya que ella me podía prestar una bikini para que me pusiera, mientras nos reíamos.
En ese momento le dije - Jésica!, la verdad no estaría mal, pero, ¿para qué queremos usar malla?, metámonos desnudos y listo -, entre risas y de manera pícara ella me respondió que estaría bueno.
Inmediatamente, le dije - Hem m, estoy seguro de que no te animas - y ella sin remordimientos me contento - seguro que vos tampoco -, claramente en ese momento me estaba redoblando la apuesta. Rápidamente, le dije que la desafiaba, y que nos pusiéramos de espalda y nos desnudemos. Sin decir nada más, ella se rio e inmediatamente aceptó, pero en el interior de cada uno de nosotros pensábamos que no lo haríamos.
Así fue que nos paramos de las sillas, mientras nos reíamos, cada uno suponía que el otro no se animaría, y así fue, nos pusimos de espalda, y en ese momento me quité la camisa que llevaba puesta y arrojándola sobre un sillón que se encontraba ubicada al lado nuestro. Seguido a esto, ella se quitó su vestido, quedando únicamente en con su tanga (bragas), en lo que me dice - ves, yo ya casi estoy desnuda y tú solo te has quitado la camisa -. En respuesta a su dicho, yo me quité mi pantalón quedando en bóxer.
De pronto, Jésica me pregunto que estaba esperando para quitarme el bóxer, y yo algo medio nervioso y como ambos nos encontrábamos dándonos la espalda me lo quite. Ella de forma inmediata exclamo - lo hiciste, caradura, creí que no lo ibas a hacer -, pero sin perder tiempo ella también se quitó su tanga. Recuerdo que le mencione que nos estábamos yendo al carajo, pero ella rápidamente me dijo: - qué problema hay, primero que estamos nosotros solos, somos amigos y estamos solteros, por lo que no debemos de dar explicación a nadie -.
Rápidamente, me di vuelta, ambos desnudos y tapándonos con nuestras manos los genitales, nos dirigimos hacia la pileta, donde estuvimos un rato, y a medida que pasaba el tiempo nos fuimos relajando.
Al cabo de un rato le dije que me prestara la ducha para enjugarme y así poder ir a tomar el próximo colectivo, debido a que en el que tenía que ir lo había perdido, igual no me importaba. En el momento en que salgo, Jésica me dijo que la esperara y que también quería ir a ducharse, y así fue, los dos amigos a bañarse juntitos.
Tras llegar al baño, ella toma la posta e ingresa primero en la ducha, mientras yo la observaba desde afuera. No podía sacar mi mirada de sus hermosos y pequeños pechos, con unos pezones increíbles. Casi de forma inconsciente y del alma, recuerdo que le dije - Jésica!, tienes unas muy lindas tetas -, inmediatamente me miro sonriendo, mordiendo su labio inferior, y esbozo - y tú, tienes un muy lindo pene -, mientras el ruido de nuestras risas colmaban el ambiente.
Los dos, ya metidos en la ducha, y por casualidad en uno de esos momentos si querer rozo mi pene sobre su lindo trasero, y así comencé a ir teniendo una erección, que obvio ella notó y dijo - estás al palo!, no quieres que nos chuponiemos un poco, yo tengo ganas -, e inmediatamente y sin dudarlo le dije - me encantaría, además, se me hace agua la boca por besar tus hermosos pechos - y así comenzamos.
Inmediatamente, comencé a besar su cuello y fui bajando hasta sus deseosos pechos. Con mi lengua empecé a lamer sus tetas y pasando poco a poco por la aureola de uno de sus pechos y acariciándolos suavemente con mis manos. Sentía como Jésica lo estaba disfrutando y por supuesto que yo también. Así fue que comencé a bajar por su abdomen, hasta poder arrodillarme en el piso de la ducha.
Una vez allí, le dije que pusiera su pierna en el zócalo de la ducha, para poder besar el muslo de su pierna, y poco a poco me fui acercando a su jugosa concha, dando de besitos y lengüetazos. No lo podía creer, me estaba comiendo toda su espectacular concha, levantando de a momentos mi mirada y observado como lo disfrutaba, con su mano apretaba sus deliciosos pechitos y su carita lo decía todo.
Tras seguir comiéndome toda su vagina y prendido como un bebe a su clítoris, de repente me pidió que pare un poquito porque estaba a punto de acabar y que aún no quería. Acto seguido, me dijo que su boca salivaba como nunca y quería comerse toda mi pija, que ya a estas alturas la tenía durísima y empapada en líquido pre seminal. Así fue que me senté en el piso, poniendo mi espalda contra una de las paredes, y ella poniéndose en modo bolita, comenzó jalando mi pene.
Poco a poco comenzó chupándome los huevos, dándole de lengüetazos, mientras observó como se come poco a poco toda mi pija, comenzó a hacerme un pete increíble. Mientras ella continúa, chupando y chupando, yo ya comenzaba a sentir como se estaba preparando mi leche para salir eyectada a través de mi pija.
Durísima y a punto caramelo, le dije que ya iba a acabar, ya que no sabía si le gustaría que le acabara dentro de su juguetona boquita, entonces ella con su lengua empezó a pasarla hacia arriba y hacia abajo por el frenillo de mi pene, hasta que finalmente no pude aguantar más y explote largando toda mi leche, y tras terminar de acabar, me miro con una sonrisa diciendo - no podías estar más cargado -, a lo que sabía que así era.
Acto seguido, le dije que se recostara sobre mi pecho, y así lo hizo, abriendo sus piernas y con mi mano empapada en saliva, comencé a masturbarla, ahora si quería que ella también acabe y tenga su recompensa. Así fue, me guio y me decía como quería que sé lo haga.
La estuve masturbando, hasta que finalmente la ice explota en un gran orgasmo, asiendo vibrar todo su cuerpito y escuchando su sonido de placer. Desparramados en el piso de la ducha, estuvimos algunos minutos, mientras el agua caía encima de nosotros.
Finalmente, nos limpiamos, terminamos de bañar y salimos del baño, pero ambos muy cansados y la verdad yo ya no tenía ganas de ir hasta mi casa, por lo que le comente a ella, quien sin dudarlo me dijo que me quedara y ambos desnudos en su cuarto caímos como moscas.
De este modo y sin saberlo, es como comenzaríamos a vivir poco a poco nuestras experiencias sexuales, y un secreto que ocultar a nuestros amigos.
Unas dos semanas después, comenzamos a organizar con nuestros amigos la despedida de año, sería la primera vez que nos veríamos tras lo ocurrido en su baño...
... Continuará
Con ella nos conocimos algunos años a tras en el cumpleaños de un amigo en común, pero desde entonces entablamos una excelente relación y nos fuimos haciendo grandes amigos.
A partir de este día y una vez llegados a su casa, a ambos nos cambiarían nuestras vidas, puesto que ya no seriamos solo grandes amigos, sino que pasaríamos a ser una pareja con el objetivo únicamente de tener relaciones sexuales, pero más aún, el camino que nos espera, nos llevaría a tener muchas experiencias sexuales que sin este día, ambos jamás las hubiéramos tenido.
Al llegar a su casa, yo me quedaría una media hora aproximadamente para luego ir a tomar el colectivo. Pasaron algo más de 10 minutos, y mientras tonteábamos, comentamos sobre el insoportable calor que hacía y había hecho durante toda la noche y lo traspirados que estábamos debido a la enorme humedad que había. No obstante, ella comentó que tenía ganas de darse un chapuzón en su pileta (piscina), a lo que le dije que si, pero que por desgracia no tenía una malla (traje de baño) que ponerme, e inmediatamente de forma graciosa me dijo que no me haga problemas, ya que ella me podía prestar una bikini para que me pusiera, mientras nos reíamos.
En ese momento le dije - Jésica!, la verdad no estaría mal, pero, ¿para qué queremos usar malla?, metámonos desnudos y listo -, entre risas y de manera pícara ella me respondió que estaría bueno.
Inmediatamente, le dije - Hem m, estoy seguro de que no te animas - y ella sin remordimientos me contento - seguro que vos tampoco -, claramente en ese momento me estaba redoblando la apuesta. Rápidamente, le dije que la desafiaba, y que nos pusiéramos de espalda y nos desnudemos. Sin decir nada más, ella se rio e inmediatamente aceptó, pero en el interior de cada uno de nosotros pensábamos que no lo haríamos.
Así fue que nos paramos de las sillas, mientras nos reíamos, cada uno suponía que el otro no se animaría, y así fue, nos pusimos de espalda, y en ese momento me quité la camisa que llevaba puesta y arrojándola sobre un sillón que se encontraba ubicada al lado nuestro. Seguido a esto, ella se quitó su vestido, quedando únicamente en con su tanga (bragas), en lo que me dice - ves, yo ya casi estoy desnuda y tú solo te has quitado la camisa -. En respuesta a su dicho, yo me quité mi pantalón quedando en bóxer.
De pronto, Jésica me pregunto que estaba esperando para quitarme el bóxer, y yo algo medio nervioso y como ambos nos encontrábamos dándonos la espalda me lo quite. Ella de forma inmediata exclamo - lo hiciste, caradura, creí que no lo ibas a hacer -, pero sin perder tiempo ella también se quitó su tanga. Recuerdo que le mencione que nos estábamos yendo al carajo, pero ella rápidamente me dijo: - qué problema hay, primero que estamos nosotros solos, somos amigos y estamos solteros, por lo que no debemos de dar explicación a nadie -.
Rápidamente, me di vuelta, ambos desnudos y tapándonos con nuestras manos los genitales, nos dirigimos hacia la pileta, donde estuvimos un rato, y a medida que pasaba el tiempo nos fuimos relajando.
Al cabo de un rato le dije que me prestara la ducha para enjugarme y así poder ir a tomar el próximo colectivo, debido a que en el que tenía que ir lo había perdido, igual no me importaba. En el momento en que salgo, Jésica me dijo que la esperara y que también quería ir a ducharse, y así fue, los dos amigos a bañarse juntitos.
Tras llegar al baño, ella toma la posta e ingresa primero en la ducha, mientras yo la observaba desde afuera. No podía sacar mi mirada de sus hermosos y pequeños pechos, con unos pezones increíbles. Casi de forma inconsciente y del alma, recuerdo que le dije - Jésica!, tienes unas muy lindas tetas -, inmediatamente me miro sonriendo, mordiendo su labio inferior, y esbozo - y tú, tienes un muy lindo pene -, mientras el ruido de nuestras risas colmaban el ambiente.
Los dos, ya metidos en la ducha, y por casualidad en uno de esos momentos si querer rozo mi pene sobre su lindo trasero, y así comencé a ir teniendo una erección, que obvio ella notó y dijo - estás al palo!, no quieres que nos chuponiemos un poco, yo tengo ganas -, e inmediatamente y sin dudarlo le dije - me encantaría, además, se me hace agua la boca por besar tus hermosos pechos - y así comenzamos.
Inmediatamente, comencé a besar su cuello y fui bajando hasta sus deseosos pechos. Con mi lengua empecé a lamer sus tetas y pasando poco a poco por la aureola de uno de sus pechos y acariciándolos suavemente con mis manos. Sentía como Jésica lo estaba disfrutando y por supuesto que yo también. Así fue que comencé a bajar por su abdomen, hasta poder arrodillarme en el piso de la ducha.
Una vez allí, le dije que pusiera su pierna en el zócalo de la ducha, para poder besar el muslo de su pierna, y poco a poco me fui acercando a su jugosa concha, dando de besitos y lengüetazos. No lo podía creer, me estaba comiendo toda su espectacular concha, levantando de a momentos mi mirada y observado como lo disfrutaba, con su mano apretaba sus deliciosos pechitos y su carita lo decía todo.
Tras seguir comiéndome toda su vagina y prendido como un bebe a su clítoris, de repente me pidió que pare un poquito porque estaba a punto de acabar y que aún no quería. Acto seguido, me dijo que su boca salivaba como nunca y quería comerse toda mi pija, que ya a estas alturas la tenía durísima y empapada en líquido pre seminal. Así fue que me senté en el piso, poniendo mi espalda contra una de las paredes, y ella poniéndose en modo bolita, comenzó jalando mi pene.
Poco a poco comenzó chupándome los huevos, dándole de lengüetazos, mientras observó como se come poco a poco toda mi pija, comenzó a hacerme un pete increíble. Mientras ella continúa, chupando y chupando, yo ya comenzaba a sentir como se estaba preparando mi leche para salir eyectada a través de mi pija.
Durísima y a punto caramelo, le dije que ya iba a acabar, ya que no sabía si le gustaría que le acabara dentro de su juguetona boquita, entonces ella con su lengua empezó a pasarla hacia arriba y hacia abajo por el frenillo de mi pene, hasta que finalmente no pude aguantar más y explote largando toda mi leche, y tras terminar de acabar, me miro con una sonrisa diciendo - no podías estar más cargado -, a lo que sabía que así era.
Acto seguido, le dije que se recostara sobre mi pecho, y así lo hizo, abriendo sus piernas y con mi mano empapada en saliva, comencé a masturbarla, ahora si quería que ella también acabe y tenga su recompensa. Así fue, me guio y me decía como quería que sé lo haga.
La estuve masturbando, hasta que finalmente la ice explota en un gran orgasmo, asiendo vibrar todo su cuerpito y escuchando su sonido de placer. Desparramados en el piso de la ducha, estuvimos algunos minutos, mientras el agua caía encima de nosotros.
Finalmente, nos limpiamos, terminamos de bañar y salimos del baño, pero ambos muy cansados y la verdad yo ya no tenía ganas de ir hasta mi casa, por lo que le comente a ella, quien sin dudarlo me dijo que me quedara y ambos desnudos en su cuarto caímos como moscas.
De este modo y sin saberlo, es como comenzaríamos a vivir poco a poco nuestras experiencias sexuales, y un secreto que ocultar a nuestros amigos.
Unas dos semanas después, comenzamos a organizar con nuestros amigos la despedida de año, sería la primera vez que nos veríamos tras lo ocurrido en su baño...
... Continuará
1 comentarios - Somos Amigos Especiales (Primer Encuentro)