Les juro gente, era un vicio enfermizo, una compulsión a espiar... Luego, por escabullirme en la oscuridad y meterme entre las sábanas de los tipos que dormían la borrachera, semi inconcientes.
Muy atrevido, muerto de miedo pero impulsado por una fiebre viciosa, me metía entre las piernas de mis tíos y les manoteaba la verga, ellos; víctimas de las alucinaciones alcohólicas se dejaban llevar.
Al rato, yo estaba prendido de sus glandes estimulados con un frenesí divino.
Cuando caían en cuenta de que era yo quién los sometía, ya era tarde.
Así que el putito pajero y degenerado, cometía el pecado de adulterio y fornicación con los penes de sus familiares a los que ya les había tragado la leche caliente más de una vez mientras deliraban de " la sarna" que tenían de escabiar fuerte.
Mis tíos eran tipos comunes, de barrio, negros curtidos de pijotes peludos y huevos grandes.
Desnudos se veían atractivos y sensuales, amaba verlos caminar desnudos; ver cómo se balanceaban ésas trancas hermosas junto con la bolsa de los huevos peludos de lado a lado.
Durante el día, les miraba el bulto "con carpa "... De todos modos, ellos y yo, sabíamos "en secreto" que ya los conocía al detalle. Ya les había tragado la leche caliente.
Muy atrevido, muerto de miedo pero impulsado por una fiebre viciosa, me metía entre las piernas de mis tíos y les manoteaba la verga, ellos; víctimas de las alucinaciones alcohólicas se dejaban llevar.
Al rato, yo estaba prendido de sus glandes estimulados con un frenesí divino.
Cuando caían en cuenta de que era yo quién los sometía, ya era tarde.
Así que el putito pajero y degenerado, cometía el pecado de adulterio y fornicación con los penes de sus familiares a los que ya les había tragado la leche caliente más de una vez mientras deliraban de " la sarna" que tenían de escabiar fuerte.
Mis tíos eran tipos comunes, de barrio, negros curtidos de pijotes peludos y huevos grandes.
Desnudos se veían atractivos y sensuales, amaba verlos caminar desnudos; ver cómo se balanceaban ésas trancas hermosas junto con la bolsa de los huevos peludos de lado a lado.
Durante el día, les miraba el bulto "con carpa "... De todos modos, ellos y yo, sabíamos "en secreto" que ya los conocía al detalle. Ya les había tragado la leche caliente.
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