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Otra historia de paja grupal-La primera paja con Matías

Les cuento otra historia de paja que tengo.

Tendría unos 14 años. En esa época me quedaba mucho a dormir en lo de mis tíos el finde. Ellos no tenían hijos y me llevaban a todos lados que iban. Una casa a la que frecuentaban era de una pareja amiga con un hijo de mí edad, Matías.

Matías era un pibe medio gordito, algo cheto y bastante agrandado. Nos llevábamos bien pero siempre quería resaltar que él era más capo. Me acuerdo que tenía una Play y cartas de Magic originales, cosas que yo deseaba banda jaja.

Para esta época me estaba jalando el ganso a más no poder. Y ya había hecho la grupal que describí en otra historia. La realidad es que con Matías nunca habíamos hablado de minas, ni de paja, ni nada por el estilo hasta está noche puntual que voy a contar.

Vamos a cenar a su casa, como siempre después de cenar nos rajamos para la pieza. El tenía una pieza en el primer piso, separada del resto de la casa. Te enterabas fácilmente si alguien venía porque hacía un ruido bárbaro la escalera. Jugamos un rato a la Play y miramos un poco de tele. El estaba tirado en su cama y yo tirado al costado con almohada, tirado sobre la alfombra. La tele estaba a los pies de la cama.


En eso, pasando canales encontramos una peli softporn, habrá sido The Film Zone o algo de eso. Surge el tema de la paja y me cuenta que se la hace. Yo cauteloso dije que "sí", no quería decir de más, porque Mati le gustaba joder y creía que podía cagarme de alguna manera. Seguimos mirando y ambos estábamos al palo mal. No recuerdo quien lo propone pero decimos de pajearnos. Agarro el borde de la frazada como para taparme un poco y empezamos a pajearnos, él en la cama, y yo en el piso. Nadie veía al otro. Yo quería verlo, comparar sí era más grande que la mía y eso, pero tenía miedo que termine mostrándola yo solo y él no (pensamientos de puber boludo).


No recuerdo quien dice de mostrarla pero surge la idea. Yo no quería mostrar primero. Sorprendentemente él toma la delantera y saca la frazada de arriba de él, mostrándola. No lo podía creer. El loco la pelo, sin vuelta.

Ahí corro yo la frazada y la muestro. Lo flashero es que nuestras pijas eran prácticamente iguales y se lo dije. Parecían calcadas. Él decía, me acuerdo, que la de él sería mas grande pero tenía como un circulo de grasa acumulada al rededor de la base (siempre tenía que dar la nota Mati). Pero bueno, ahí se veían iguales, pura cabeza y no muy largas jaja.

Seguimos pajeándonos, aún mas calientes que antes y al toque ambos acabamos los dos. Orgasmo seco ambos. Con Mati nos pajearíamos varias veces más, una en mí casa y otras en lo de mí tía. Después dejamos de vernos porque mí tía dejó de juntarse y se cortó.


Si quieren que cuente más historias comenten, tengo muchísimas.
Si te copa la paja grupal y sos de Necochea, hablame y vemos que sale!!

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