Ya era viernes otra vez, desde hace aproximadamente dos meses, mi esposo Mauri había tomado ese día para salir con sus amigos después del trabajo, lo consulto conmigo y accedí ya que en verdad no tengo quejas de él, siempre ha sido un excelente esposo y muy buen amante. Trabaja muy duro de lunes a viernes y pensé que tenía muy merecido esa noche para que relajara y compartiera con sus amigos, pero desde la semana pasada tengo una extraña intuición de que algo extraño se trae entre manos, siempre he sostenido que las mujeres tenemos una aguda intuición y un sexto sentido aunque el alega que se reúnen donde Carlos uno de sus mejores amigos y allí juegan cartas, se toman algunos tragos y se relajan contando chistes y anécdotas, también me comentaba que no me invitaba porque solo van hombre para conversar más libremente. Este viernes iba hacer algo que nunca pensé hacer, lo iba a seguir para saber si era cierto todo lo que me decía, para estar más tranquila dentro de mí.
Tome un taxi hasta su trabajo quedándome en un restaurante de comida rápida que estaba ubicado frente al estacionamiento de su empresa, desde allí podía ver su automóvil, ya eran pasada las cinco de la tarde cuando lo vi dirigirse a él. Espere unos minutos y pare un taxi indicándole que quería seguir un automóvil que estaba por salir del estacionamiento, el taxista sonrió con picadilla como imaginando lo que estaba por pasar. Cuando salió le indique paraqué lo siguiera a una distancia prudencial.
Tomo la dirección hacia el departamento de Carlos como me había dicho. Mi corazón se tranquilizó y mis nervios comenzaron a disiparse, pero no por mucho tiempo ya que al llegar al estacionamiento del edificio de Carlos, este lo estaba esperando en un taxi, Mauri estaciono su automóvil y los dos subieron al taxi rápidamente. Le indique al chofer que los siguiera y este volvió a sonreír maliciosamente sin hacer comentario. El taxi se detuvo al frente de una lujosa edificación sin ningún tipo de nombre comercial. Mi sorpresa fue mayúscula a ver bajar del taxi a dos jóvenes aproximadamente de mi edad 27 años, los cuatro entraron rápidamente y yo aun con la boca abierta sin poder reaccionar.
-¿Que es ese sitio allí?, le pregunte con voz nerviosa al taxista sin poder disimular.
-No le sabría decir con seguridad solo sé que es un sitio muy exclusivo solo para socios. La entrada es restringida.
-Tome cóbrese. Voy a tratar de entrar. Le dije al taxista aun con la voz temblorosa.
-Mejor la esperare aquí, sé que no la van a dejar entrar, me dijo el taxista sonriendo.
Efectivamente la entrada era custodiada por dos grandes porteros tipos gorila que no me dejaron entrar ni me dieron ningún tipo de explicación, trate te aplicar todos mis encantos y mis trucos de seducción pero nada resulto, solo se limitaron a decir que era un sitio exclusivo solo para socios y que no podía permanecer allí, me invitaron a salir casi a la fuerza.
Me subí al taxi, sin poder contener mis lágrimas, sentía muchos celos y una gran impotencia, soy una chica muy bella, de cuerpo y medidas perfectas y además muy sensual, no dicho por mi sino por los que me rodean y he estado siempre acostumbrada hacer mi voluntad valiéndome de estos atributos pero hoy no me habían servido de nada todos mis encantos cuando más lo necesitaba, estaba decepcionada, no sabía qué hacer, solo llorar.
-Si quiere puedo tratar de ayudarla a entrar, dijo el taxista. Yo casi salto de la alegría.
-Por favor se lo agradecería mucho, le pagaría lo que me pida, no aguanto esta desesperación, quiero ver con mis ojos lo que está haciendo mi esposo, dije desesperada.
-Yo conozco un socio que es cliente mío y que nos hechos amigos y viene muy a menudo, ya que una de las reglas es que nadie puede traer su automóvil. Podría ponerlo en contacto con él a ver si lo convence para que la invite a entrar.
-Por favor póngame en contacto con él, si es posible ahora mismo, yo me encargare de convencerlo. Dije muy entusiasmada secándome las lágrimas.
El taxista tomo su teléfono y llamo.
-Muy buenas noches Sr. Claudio, como está por aquí le habla Carlos, disculpe que lo moleste pero es una urgencia, conmigo esta una dama muy bella que quería pedirle un favor personal. Dijo muy serenamente. Se la comunico para que sea ella misma quien hable con usted.
-Buenas noches Señor Claudio, lamento molestarle sin aun conocernos, mi nombre es Viky, el favor que le voy a pedir prefiero hacerlo personalmente, quisiera verme con usted hoy mismo si no hay inconveniente.
-Está bien Viky, nos podemos ver en mi trabajo a las 9:00pm, Carlos la puede llevar. ¿Está bien? Dijo la voz al teléfono, era una voz suave, pausada y muy agradable, se sentía que era una persona segura de sí mismo.
-Si no hay problema allí estaré, dije con mucha seguridad.
-Bueno nos vemos en 2 horas. Por favor comuníqueme a Carlos.
Los dos hablaron por unos minutos hasta que Carlos colgó. Me acerque un poco hacia Carlos para entrar en más confianza y puede apreciar que era un joven aproximadamente de 28 años y de buen físico.
-Mucho gusto Carlos le dije extendiéndole mi mano, me puede llamar Viky, estoy muy agradecida por todo lo que ha hecho.
-No se preocupe mi bella dama, estoy para servirle, dijo sonriendo mostrando su hermosa sonrisa.
-Por favor necesito que me lleve a casa para cambiarme y que me pase buscar a las 8:30 para que me lleve a conocer al Sr. Claudio.
Mi teléfono comenzó a vibrar, era Carlos, le había dado mi número para que me llamara cuando estuviese llegando. Tome mi pequeño bolso y salí rápidamente, estaba muy ansiosa, mis pensamientos estaban muy difusos, nunca había estado en una situación como esta. Por un lado mis celos y dudas, por otro lado una cita a ciega y un resultado que podía ser totalmente inesperado. Un torbellino de ideas daban vueltas en mi cabeza. No sabía en qué iba a meterme, pero no pensaba retroceder.
Carlos me esperaba en el frente del edificio. Nunca había salido a esa hora sola con nadie que no fuera Mauri.
Carlos no pudo disimular la admiración que sintió al verme vestida tan sexy y provocativa sin llegar a lo vulgar. Llevaba puesto un conjunto de mini falta que realza mis gruesos muslos y blusa manga larga ajustada a mi pequeña cintura con generosos descotes adelante y atrás, zapatillas altas y muy poco maquillaje porque en realidad no necesitaba mucho.
- Disculpa que sea tan sincero Viky pero eres un monumento de mujer. Ya me había observado que eras muy bella pero no me imaginaba el descomunal cuerpo que se escondía debajo del sobretodo que tenías puesto. Y espero no lo tomes a mal soy muy sincero.
- Gracias Carlos eres muy galante pero es para tanto. Dije muy complacida.
- En verdad no sé qué estará haciendo su esposo en ese sitio teniendo una esposa tan preciosa.
- Bueno eso es para que veas que nadie está conforme con lo que tiene. Dije pensativa.
Llegamos a un elegante y lujoso restaurante.
- Aquí es donde la espera el Señor Claudio. Si me necesita por favor llámame y la pasare buscando lo más pronto posible.
-Espero no ocasionarle problema con su jefe al señor Claudio por venir a visitarlo a su trabajo.
-No se preocupe el señor Claudio es el dueño del restaurante así que no habrá problema, dijo sonriente.
Yo solo le sonreí como respuesta.
Entre al lujoso restaurante pregunte al recepcionista por el señor Claudio y esté a su vez pregunto mi nombre. Cuando le respondí me acompaño directamente a su despacho. Era un despacho muy lujoso, cuando entre se puso de pie y fue saludarme muy gentilmente. Era un hombre muy alto, contextura fuerte, de aproximadamente 1.90 de estatura, de unos 45 años, de muy buen físico y ojos vivaces.
Me miro de arriba abajo con mucho detenimiento como cuando vas a adquirir algo muy costoso.
-Por favor siéntese y póngase cómoda.
-Se dirigió a un pequeño mini bar y me pregunto.
-¿Vino o Whisky?
- Vino por favor le respondí sin dejar de detallar todo a mi alrededor. Todo de muy buen gusto. Me entrego la copa y se sentó a mi lado.
- ¡Salud! Por una nueva amistad, dijo chocando su vaso con el mío.
- ¿Dígame mi bella dama, cuál es ese favor que necesita de mí?
- Me apena mucho tener que conocernos en esta situación le dije apenada bajando la mirada. No sé cómo comenzar.
- Comienza desde el principio, siempre es lo mejor.
-Es cierto. Bueno. Deseo entrar esta noche al club privado donde vi entrar a mi esposo hace aproximadamente 3 horas. El señor Carlos me dijo que usted era socio y que si hablaba con usted posiblemente pudiera pasarme como su invitada esta noche.
- ¿Y qué sabes de ese sitio?
- Solo que es un club privado muy exclusivo solo para socios. Me imagino que es algún tipo de antro como cualquier otro pero privado, dije sin darle mucha importancia.
-Pues te equivocas en lo que piensas que es. Es muy exclusivo, es cierto, pero es para proteger a los socios. Es un club para intercambios de parejas y orgias, ósea sexo libre. Sí tu esposo entro allí fue con dos opciones. 1. Fue invitado por un socio o socia ó 2. Tu esposo es socio y llevo invitados.
- Bueno que lo hayan invitado puede ser pero que sea socio no creo. Me lo hubiese dicho, dije muy segura.
- ¿Y si te lo hubiese dicho que iba asociarse a nuestro club hubieses aceptado? ¿Hubieses participado con él?
- Bueno tanto como participar no, pero aunque sea hubiese ido con él a ver lo que hacen.
- He allí el problema mi bella dama. Allí no se puede ir a ver. Solo a participar. Si no te sancionan enérgicamente y pierdes tu afiliación.
- ¿Entonces me asegura que él está participando? Dije con voz temblorosa.
-Totalmente seguro mi bella dama. Si entró tendrá que participar. No hay duda.
-Pero como haríamos para yo estar segura. Quiero verlo por mí misma. No creo que Mauri me esté traicionando. Hacemos buena pareja, no tenemos problemas de ningún tipo y en cuanto a nuestra vida sexual es muy plena.
- Si la comprendo pero como él hay muchos que tienen una buena relación con sus parejas y sin embargo van semanalmente a buscar nuevas emociones. Así es la vida mi bella dama.
-Nuevamente le pido el enorme favor. Quiero entrar y verlo con mis propios ojos para estar segura de la decisión que voy a tomar. Esta incertidumbre me atormenta.
- Yo la puedo llevar pero hay dos opciones que tiene que tener en cuenta. 1. Si sube las escaleras al piso de arriba tendrás que participar obligatoriamente en un trio o una orgia ya que no se acepta sexo de una pareja. 2. Si nos quedamos abajo tendrías que entrar en una sala de juegos de exhibición para socios que no quieren participar en orgias y tendrá que participar en uno de los juegos. Esa son las dos condiciones si quieres ir.
Yo estaba con la boca abierta. No podía creer lo que escuchaba. Era algo como de cuentos. Mi mente no lo asimilaba por completo.
- Ósea que si Mauri está arriba para subir a verlo tengo que hacer una orgia y si esta abajo tengo que hacer un show para complacer a unos depravados sexuales, dije un poco molesta.
- Así mismo es. Dijo el muy seriamente.
- Lo siento pero ese mucho pagar por solo ver. Mejor regreso a casa y hablo con mi marido cuando llegue y aclaro todo con él.
- Me parece muy bien mi bella dama. ¿Pero no le interesaría saber aunque sea por curiosidad cuales son las preferencias sexuales de su esposo?
- En verdad si me gustaría pero tendría que pagar un alto precio, el cual no estoy dispuesta a pagar.
-Bueno usted tiene la última palabra mi bella dama. Yo voy para allá en unos minutos, si me quiere acompañar me espera aquí sino ya saber cuál es el camino de salida.
Me tomo la mano y la beso. Quede sola en la oficina. Mi mente era un desastre. Las ideas eran muy desordenadas, una parte de mi quería ir pero era un precio muy alto a pagar.
Me levante decidida a irme. Caminé hacia la puerta pero no la pude abrir, estaba creciendo una gran curiosidad en mi interior que era mayor que mi pudor y mi dignidad.
- Esta lista, me dijo Claudio al entrar a la oficina, tendiéndome su mano para que lo acompañará.
Carlos nos llevó al club. Yo estaba súper nerviosa. Mi mandíbula casi temblaba y mis manos estaban súper frías.
- Vamos Viky es la hora de conocer un mundo diferente.
Tomé su mano y entramos. Era un local muy grande y súper lujoso. Las luces eran muy tenues. Había una gran barra ovalada, muchas mesas y una gran pista de baile. Había gente de todas edades pero predominaban los hombres maduros con chicas jóvenes.
- Vamos a la barra y desde allí vas a tratar de ubicarlo pero que no te vea. Me dijo al oído.
Así lo hicimos. Busque con la vista de mesa en mesa sin ubicarlo.
- Voy a ir al tocador, así tendré que atravesar prácticamente el salón y tendré varios puntos de vista para localizarlo.
- Este bien. Te espero aquí mi bella dama. Dijo esto dándome un beso en la mejilla.
Camine casi todo el local sin poder localizarlo. No estaba allí. Sería que estaba arriba haciendo una orgia o habrá entrado a los locales de juegos. No sabía qué hacer.
- No está por aquí, le dije a Claudio.
- Tendrás que decidir qué quieres hacer. Lo buscamos arriba y te sometes a una orgia o entramos a la sala de juego y al final cumples un juego para agradar a los mirones.
- Esto es una locura. No debí aceptar venir. Estoy muy arrepentida. Me siento entre la espada y la pared.
- Tranquila mi bella dama. Está comenzando la noche, tomemos unos tragos y relájate, adáptate al ambiente. Dale tiempo al tiempo.
Así lo hicimos. Nos tomamos varios tragos, ya me sentía un poco mareada y desinhibida, me sentía más hambrienta, Claudio era una excelente compañía.
- Ya lo he pensado Claudio. Entremos al salón de los juegos. Ojala y esté allí y lo pueda ver con las manos en la masa.
- Esta bien, será como quieras. Estoy aquí para complacerte. Ven vamos a tu nueva aventura.
Entramos a otro gran salón en el cual había muchas puertas pero todas abiertas, la gente entraba en una observaba y si no le gustaba el espectáculo salía y entraba en otra.
- Y como saben si hiciste un juego o no. Porque podemos estar un rato, ver y salimos como si nada y ya.
-No es tan fácil mi querida amiga. Cuando terminas de hacer la exhibición te entregan un tique que es tu pasaporte de salida. Sin él no puedes salir.
- Bueno ya me imaginaba que no sería fácil. Vamos a seguir buscando a Mauri. Luego hare lo que tenga que hacer para satisfacer a estos mirones de depravados. Recorrimos todas las salas y tampoco estaba. Me decepcione muchísimo.
- Lo lamento mi bella dama, creo que hoy no es tu día de suerte.
- Es cierto, esto me pasa por meterme donde no debo. Pero tranquilo Claudio no te voy a dejar mal. Tomemos algo más para tener valor para cumplir mi penitencia.
- Debes escoger una bolita en esa cesta y el número que te aparezca será la sala donde te toque hacer tu juego sexual.
- ¿Nadie va a tocarme verdad? Le dije mirándolo fijamente.
- Salo yo podre tocarte pero solo si tú lo deseas. Dijo clavándome su intensa mirada. A la cual no respondí nada.
Nro. 6 Entramos a la sala 6 y era una decoración estilo Rodeo con un gran caballo en el centro.
-¿Y esto que es? le pregunte sorprendida.
- Vas hacer de Cowboy. Tienes que montar el caballo y aguantar veinte minutos sobre él, cuando se detenga saldrá un tique por aquí que será nuestro pasaporte de salida.
- ¿Y qué hace el caballo, brinca?
- Se mueve y al activarlo saldrá por la silla que esta sobre su lomo un dildo de látex el cual te deberás introducir cuando te montes en él. También debes estar totalmente desnuda.
- Pero es una locura. No sé cómo pude haber aceptado semejante locura. Que vergüenza tengo. Pero no te preocupes, no me veas así, tengo palabra y lo hare.
Me desnude completamente, me daba cuenta la excitación que estaba produciendo en Claudio, ya su bragueta estaba a punto de explotar. El me ayudó a subirme al toro. Me indicó que aún no me sentará para poder encenderlo. Cuando lo encendió salió un enorme dildo por el centro de la silla, era muy larga como de aproximadamente 25 centímetros, en forma cónica, delgada arriba y muy ancha abajo.
-¿No pensarán que me voy a meter esa cosa dentro de mi verdad? Es demasiado gruesa y exageradamente larga. Le dije muy seriamente.
- Hazlo con mucho cuidado. No tienes porque metértela toda. Solo hasta donde te satisfaga. Tú tienes el control. Con tus piernas dominaras la profundidad de la penetración. Solo te amarare con estas correas a la silla para evitar que te caigas y puedas hacerte daño.
- Esta bien lo voy hacer y espero que el tiempo pase rápido. Me da mucha vergüenza que me estén viendo así desnuda.
- Es hora que te metas la polla para poder ajustar las correas. Me dijo Claudio acariciando suavemente mi muslo.
Me pare sobre los estribos, tomé el enorme dildo entre mis manos y la dirigí a mi vagina muy lentamente. Casi diez centímetro ya estaban dentro de mí, sentía una gran presión dentro de mí. Le hice seña que ya había enteado y que podía ajustar las correas a esa profundidad. Claudio no apartaba la vista de aquel tremendo animal dentro de mí. Le dio a un botón y el caballo comenzó a moverse, también comenzaron a proyectarse imágenes en todo la sala en realidad virtual estuviera en el campo. El caballo salió corriendo y saltando, la enorme polla también se movía dentro de mí al compás de sus movimientos. Yo trataba de mantener mis piernas firmes para evitar que aquel dildo penetrara más dentro de mí. El caballo se calmó un poco ya cansado y comenzó a descender por un barranco, se inclinaba hacia adelante, me aferre fuertemente de su cuello para no irme de cabeza. Ya mis piernas empezaban a temblar por el esfuerzo y el cansancio. Sentía aquel dildo ganando terreno dentro de mí. Todo era tan real que parecía que estuviese pasando en verdad. Ahora el caballo comenzó a caminar por la planicie, aproveche para subirme un poco ya que la polla había entrado un poco más por la posición anterior, de repente cuando más confiada estaba, el caballo comenzó a subir una pendiente, mi cuerpo se fue hacia atrás con fuerza recayendo brutalmente sobre el inmenso dildo ganando terreno nuevamente, trate de levantarme nuevamente pero mis piernas comenzaron a temblar, el caballo seguía subiendo, mis brazos también se estaban cansando, sentía aquella gigante polla abriéndose paso dentro de mí. Sentía que en cada paso se iba más adentro y ya no podía controlarlo. El caballo por fin subió y se detuvo. Volví acomode rápidamente, en verdad me sentía muy excitada y ya no pensaba en nada ni nadie sino en lo que estaba haciendo y sentía que me gustaba.
A lo lejos se distinguía una yegua y pasó lo que imagine. El caballo comenzó una veloz carrera hacia ella. Los movimientos ahora eran muy fuertes, yo saltaba prácticamente sobre la silla, mis piernas ya no resistían, estaban muy agotadas, el enorme dildo iba ganando terrero cada vez más dentro de mí. Ya la sentía muy adentro. Mi cuerpo subía y bajaba sobre ella. Sentía dolor y placer a la vez. Comencé a gritar de placer, mi cuerpo se estremeció bruscamente, estaba acabando como nunca antes. El caballo al fin se detuvo al lado de la yegua, aproveche para tocar hasta donde me había penetrado aquella exageración de dildo y mi sorpresa fue que había entrado casi todo. Mi cuerpo temblaba. De pronto el caballo se montó sobre la Yegua, mi cuerpo se fue hacia atrás completamente, callando con todo mi peso sobre el dildo, sentí que me desgarro por dentro, sentí mis nalgas reposando sobre la silla, síntoma inequívoco que había entrado todo dentro de mí, pegue un grito y comencé a llorar, no encontraba de donde sujetarme, mi cuerpo pendía de un lado para otro ensartado por completo por semejante barbaridad de dildo. Sentía que me iba a desmayar, no aguantaba el dolor, el caballo ya estaba penetrando a la yegua, lo sentia y lo veia a la vez, como pude volvi aferrarme de su rienda mientras la seguía penetrando, esto me excito aún más y comencé a moverme sobre él. Ya el dolor iba disminuyendo ya el placer se estaba apoderando de mí, comencé a moverme fuertemente sobre aquella enorme polla imaginadme que era el caballo que me estaba penetrando, quería reventárselo con mi vagina, él berreaba y yo gritaba como loca, estaba fuera de mí. El caballo comenzó estremecerse y yo también, estábamos acabando casi al mismo tiempo. Mi cuerpo volvió a convulsionar muy fuerte, gemidos roncos salían de mi garganta, me sentía transportada a otro mundo. Chorros de líquido vaginal corrían por mis piernas. De repente el caballo volvió a su posición inicial apagándose y desapareciendo la enorme polla dentro de la silla. Sentí un enorme alivio entre mis piernas y un fuerte aplauso del público que había visto la escena.
Claudio se acercó a mí aplaudiendo y comenzó a quitarme las correas mientras yo descansaba abrazada del cuello del caballo.
-Ven te ayudo a bajar, déjate caer sobre mí. Estuviste magnifica, desde un principio tuviste mucho público por tu belleza pero luego se duplico por el bello espectáculo que estabas haciendo, se rumora que nunca nadie lo había disfrutado tanto como tú. Ahora tienes muchos admiradores, te has convertido en una chica muy popular, muchos querrán estar contigo.
-Gracias Claudio pero sabes bien a lo que vine. El resto no me interesa. Sujétame fuerte porque mis piernas no me obedecen. Quede un poco adolorida.
Sentí sus fuertes brazos cuando me cargaron para llevarme hasta una amplia butaca. Antes de colocarme en ella sus labios buscaron los míos, su boca era muy caliente y su lengua muy atrevida. Nos besamos unos minutos hasta que me sentí en el mueble y fue cuando reaccione. Aun me sentía muy excitada, como nunca antes.
-Recupérate un poco. Luego me dirás lo que quieres hacer. Lo que si he de advertirte es que hay muchas personas afuera tanto hombres como mujeres que quieren conocerte y les encantaría hacer el amor contigo. Te has convertido en una chica muy popular, te dicen la reina del rodeo.
-Lo siento pero no quiero conocer a nadie, sabes a lo que vine y aún no he cumplido mi cometido. Quiero subir al piso de arriba.
-Está bien como tú digas, pero recuerda que al subir tendrás que someterte a un trio o un cuarteto cuando mínimo, porque no se aceptan parejas. Si subimos tendrás que aceptar el primero que te lo pida, sería una ofensa rechazarlo y como te dije anteriormente puede ser hombre o mujer, viejo o joven, gordos o flacos.
-¿Que me recomiendas?
-Preferiría llamar un amigo, que por lo menos te agrade. Es muy desagradable tener sexo con alguien que no te atraiga. ¿Dime como te gustaría, alto, bajo, gordo, flaco, blanco, negro?
-Bueno me gustan altos como de tu estatura, fuertes también como tú y el color de la piel no me importaría ya que no soy racista, eso sí que tenga buena presencia.
-Hecho, dijo tomando el teléfono.
A los pocos minutos entro un hombre muy alto y muy fuerte de facciones simpáticas pero de piel muy negra para mi gusto de todo lo demás estaba perfecto, le sonreí a Claudio en señal de aprobación para que no se sintiese mal, además seria solo un rato de sexo.
-Mucho gusto, mi nombre es Luis y en realidad eres bellísima, Claudio se quedó corto con la descripción que me dio, dijo sonriendo y tendiéndome su enorme mano.
-Muchas gracias le dije sonrojada.
-Bueno pongámonos en marcha, subamos al primer piso.
Tome a cada uno de una mano y subimos al ascensor.
-Por favor aséate en ese vestidor y deja tu ropa y prendas en una de las casillas vacías. Y despreocúpate aquí no se pierde nada. Nosotros haremos lo mismo en el de los caballeros.
Cuando salí ya estaban desnudos sentados en un gran banco esperándome, me avergonzaba mucho estar desnuda delante de tanta gente, pero a la vez me sentía segura de mi cuerpo y mi belleza. Los dos se pararon inmediatamente y sus enormes pollas quedaron guindando, me sorprendí mucho por sus tamaños, eran muy grandes sobre todo la de Luis que se parecía a la polla del caballo, negra, larga y gruesa. Ellos también me contemplaron a mí y se veían muy complacidos, tanto que sus pollas comenzaron a reaccionar.
Nos tomamos de la mano y caminamos hacia el recinto en el cual había inmensa cama redonda donde había una enorme orgia rodeada por grandes butacas en las cuales se apreciaban tríos y cuartetos con la tenue iluminación. El olor a sexo estaba en el ambiente igual que los gemidos de placer.
-Te acompañaremos en el recorrido, si lo vez no te detengas, solo hazme señas y veremos donde nos ubicamos lo más cerca posible, pero por favor que no te vea.
-Está bien no hay problema, pero no hay que caminar mucho, allí esta. Es el que está en el tercer mueble, lo reconocí por el tatuaje de su espalda, están con el amigo y las dos chicas.
-Si ya los vi, están un dos para dos y la están pasando muy bien. Ven sentémonos aquí y así podrás observarlo, pero trata que no te vea.
-Si está bien, dije ya sin ánimos y muy triste, no es igual llamar al diablo que verlo llegar. Dentro de mí no quería encontrarlo, ahora sentía un dolor desgarrador en el corazón. Ya no quería estar allí.
Al sentarme Luis inmediatamente se arrodillo entre mis piernas abriéndolas con sus grandes manos, su rostro desapareció entre mis piernas, su lengua comenzó acaricias mis labios vaginales y mi clítoris. Se notaba que era todo un profesional.
- Por favor Luis con mucha delicadeza porque gracias al caballo me quedo un poco estropeada y sensible.
- No te preocupes Viky la trataré muy delicadamente, no tendrás quejas de mí.
Claudio quedo parado a mi lado ofreciéndome su gran polla quedando a espaldas de Mauri para cubrirme y para que lo pudiera seguir observándolo. La tome entre mis manos y la comencé acariciar sin apartar la mirada de mi esposo, "me gustaría que me viera a ver que sentía". Me imagino que sentiría indignación y celos igual que yo. Pero me imagino que si me viera sería capaz de formar un escándalo y sacarme a rastras de aquí, lo que yo no puedo hacer ya que le di mi palabra a Claudio de no formar un escándalo que lo perjudicara y en cierta forma porque quiera vengarme y disfrutar este momento único e inédito en mi vida.
La lengua de Luis ya estaba recorriendo muy hábilmente mis labios vaginales, sentía sus gruesos dedos perforándome suavemente, pero al rato sus movimientos se fueron intensificando, yo trataba de cerrar la piernas porque me dolía un poco y él me lo impedía acelerando aún más sus movimientos como castigo para que no lo intentara nuevamente, era todo un experto y Claudio ni se diga, seguía metiendo su gran polla en mi boca, me había tomado por la cabeza con sus manos para profundizar más sus penetraciones, esto me gustaba pero a la vez me ahogaba y me provocaba nauseas al chocar con mis amígdalas e igual que Luis cuando trataba de liberarme arrecia sus penetraciones. Así estuvimos un buen rato, sentía mi vagina muy mojada. Luis se levantó y tomó su puesto al lado de Claudio para que me encargará de su polla también, mi asombro fue máximo al ver semejante exageración de polla erecta, jamás pensé que existían tan grandes y gruesa. Los dos comenzaron a juguetear con ellas sobre mi cara. Chupaba una y luego la otra aunque para ser sincera la de Luis casi no me entraba en la boca solo la acariciaba con mis labios y lengua. Claudio se sentó quedando de espaldas a Mauri me guio para que me subiese sobre él, así lo hice, lentamente fui metiendo su enorme polla dentro de mi aunque mi sorpresa fue que entro muy suavemente ya que estaba muy dilatada y súper lubricada, no dejaba de ver a Mauri y fantasear que era uno de los que me lo estaba haciendo. Los dedos de Luis comenzaron a penetrar mi apretado ano, se unto algún lubricante en sus dedos porque sentía que se deslizaban suavemente dentro de mi hasta chocar por dentro con la polla de Claudio, era una divina sensación tener mis dos orificios ocupados, comencé a mover mis caderas suavemente, Claudio también se movía debajo de mí, estaba muy excitada y concentrada observando lo que hacía Mauri en su cuarteto que no me percaté de las intervenciones de Luis, solo cuando sentí el dolor de la penetración anal de su inmenso monstruo fue que volví a la realidad pegando un grito desgarrador que resonó en todo el salón cuando se abrió paso en mi culito de un solo golpe. Casi todos voltearon a ver qué pasaba pero Claudio astutamente bajó mi cabeza sellando mi boca con un intenso beso para que nadie pudiera ver mi cara.
- Hay que dolor no aguanto. Por qué no me avisaste Luis. Por favor sácalo me estás haciendo daño, creo que me rompiste el dije volteándome hacia él. Con lágrimas en mis ojos.
- Si te lo hubiese dicho no hubieses aceptado. Siempre es mejor la sorpresa. Un solo dolor y ya.
- Lo mismo digo yo Viky. Un solo dolor y ya está adentro. Esperemos un momento a que se dilate y te pase el dolor, luego proseguimos y te aseguro que te gustara más que nada en la vida.
-Claro como no es a ustedes que les duele. Dije molesta con la voz temblorosa por el dolor. Además la polla de Luis es demasiado grande para mi culito, estoy segura que me lo rompió.
Los dos se echaron a reír y Claudio comenzó a moverse lentamente, ahora su polla entraba y salía con dificultad por la presión que ejercía la otra. Luis también comenzó a moverse lentamente ahora la presión era más fuerte y doblemente dolorosa, sentía como chocaban y se doblaban en mi interior.
-Hay en verdad que es rico, nunca había confundido la sensación de dolor y placer a la vez, es algo único. Jamás pensé que me gustaría algo así. Estoy avergonzada de mis pensamientos y lo que estoy sintiendo pero es demasiado divino. Creo que voy acabar, ah, ah, ahí, ahí.
Mi cuerpo comenzó a estremecerse, grandes escalofríos me recorrían completamente, los espasmos llegaron como nunca, Julio y Claudio arreciaron sus movimientos, cada uno a su ritmo, a veces los sentía entrar justos y sentía que me reventaban mis agujeros y luego uno primero y el otro después chocando fuertemente dentro de mí, nuevamente volvía a sentir la sensación del éxtasis que iba subiendo a mi cabeza, mi cuerpo volvió a convulsionar nuevamente, estaba acabando otra vez, que divino, ellos seguían castigando mis agujeros sin parar, parecían maquinas, sabía que si ponía de mi parte los haría acabar rápidamente así que tome la iniciativa y comencé a mover mis caderas suave y sensualmente con movimientos circulares, a los pocos minutos note el efecto, Claudio fue el primero en retorcerse de placer, luego Luis comenzó también a estremecerse, sentía también sus chorros calientes de semen dentro de mis dos agujeros, dejaron de moverse exhaustos de placer y cansancio pero no los iba a dejar recuperarse, los iba hacer acabar nuevamente para dejarlos fuera de combate y poder regresar a casa antes que Mauri, no quería despertar sospecha, no todavía.
Tire mi cuerpo hacia atrás hasta recostar mi espalda al ancho pecho de Luis, tome sus manos y las lleve a mis senos para que los acariciara, gire mi cabeza buscando su boca, el correspondió rápidamente y su larga y caliente lengua entro dentro de mí, comencé a moverme nuevamente, en esta posición la penetración era más fuerte y más profunda por ambos lados, mis orificios estaban sufriendo una doble expansión, sentía dolor y mucho placer al mismo tiempo, cada vez que mis caderas se movían sentía que me destrozaban mis orificios pero estaba decidida a hacerlos acabar nuevamente, y así lo hice, arrecie mis movimientos con toda la energía que me quedaba y ellos correspondieron con fuertes movimientos, no se daban por vencidos tan fácilmente, la manos de Luis prácticamente exprimían mis senos con mucha fuerza, apretando mis pezones con furia, mi cabeza iba a explotar de tanto placer y dolor, hasta que los sentí estremecer casi al mismo tiempo sintiendo nuevamente sus choros de semen caliente dentro de mí. Yo seguí moviéndome pero ahora más fuerte, quería hacerlos gritar de placer y así fue, los dos comenzaron a gemir fuertemente yo quería reventarlos dentro de mí. A los pocos minutos comencé a estremecerme bruscamente mi cuerpo se estremeció con mucha fuerza hasta que caí rendida sobre el pecho de Claudio.
Cuando tome conciencia ya Mauri se había ido, me puse nerviosa y apure a Claudio para que me llevara a casa quería estar antes que llegara. Quería seguir jugando su juego y esperar a que confiara en mí y me lo contara todo, me propuse ser más abierta con él, este nuevo mundo me gustaba mucho y algún día lo podíamos compartir juntos.
Pero eso será otra historia…
Tome un taxi hasta su trabajo quedándome en un restaurante de comida rápida que estaba ubicado frente al estacionamiento de su empresa, desde allí podía ver su automóvil, ya eran pasada las cinco de la tarde cuando lo vi dirigirse a él. Espere unos minutos y pare un taxi indicándole que quería seguir un automóvil que estaba por salir del estacionamiento, el taxista sonrió con picadilla como imaginando lo que estaba por pasar. Cuando salió le indique paraqué lo siguiera a una distancia prudencial.
Tomo la dirección hacia el departamento de Carlos como me había dicho. Mi corazón se tranquilizó y mis nervios comenzaron a disiparse, pero no por mucho tiempo ya que al llegar al estacionamiento del edificio de Carlos, este lo estaba esperando en un taxi, Mauri estaciono su automóvil y los dos subieron al taxi rápidamente. Le indique al chofer que los siguiera y este volvió a sonreír maliciosamente sin hacer comentario. El taxi se detuvo al frente de una lujosa edificación sin ningún tipo de nombre comercial. Mi sorpresa fue mayúscula a ver bajar del taxi a dos jóvenes aproximadamente de mi edad 27 años, los cuatro entraron rápidamente y yo aun con la boca abierta sin poder reaccionar.
-¿Que es ese sitio allí?, le pregunte con voz nerviosa al taxista sin poder disimular.
-No le sabría decir con seguridad solo sé que es un sitio muy exclusivo solo para socios. La entrada es restringida.
-Tome cóbrese. Voy a tratar de entrar. Le dije al taxista aun con la voz temblorosa.
-Mejor la esperare aquí, sé que no la van a dejar entrar, me dijo el taxista sonriendo.
Efectivamente la entrada era custodiada por dos grandes porteros tipos gorila que no me dejaron entrar ni me dieron ningún tipo de explicación, trate te aplicar todos mis encantos y mis trucos de seducción pero nada resulto, solo se limitaron a decir que era un sitio exclusivo solo para socios y que no podía permanecer allí, me invitaron a salir casi a la fuerza.
Me subí al taxi, sin poder contener mis lágrimas, sentía muchos celos y una gran impotencia, soy una chica muy bella, de cuerpo y medidas perfectas y además muy sensual, no dicho por mi sino por los que me rodean y he estado siempre acostumbrada hacer mi voluntad valiéndome de estos atributos pero hoy no me habían servido de nada todos mis encantos cuando más lo necesitaba, estaba decepcionada, no sabía qué hacer, solo llorar.
-Si quiere puedo tratar de ayudarla a entrar, dijo el taxista. Yo casi salto de la alegría.
-Por favor se lo agradecería mucho, le pagaría lo que me pida, no aguanto esta desesperación, quiero ver con mis ojos lo que está haciendo mi esposo, dije desesperada.
-Yo conozco un socio que es cliente mío y que nos hechos amigos y viene muy a menudo, ya que una de las reglas es que nadie puede traer su automóvil. Podría ponerlo en contacto con él a ver si lo convence para que la invite a entrar.
-Por favor póngame en contacto con él, si es posible ahora mismo, yo me encargare de convencerlo. Dije muy entusiasmada secándome las lágrimas.
El taxista tomo su teléfono y llamo.
-Muy buenas noches Sr. Claudio, como está por aquí le habla Carlos, disculpe que lo moleste pero es una urgencia, conmigo esta una dama muy bella que quería pedirle un favor personal. Dijo muy serenamente. Se la comunico para que sea ella misma quien hable con usted.
-Buenas noches Señor Claudio, lamento molestarle sin aun conocernos, mi nombre es Viky, el favor que le voy a pedir prefiero hacerlo personalmente, quisiera verme con usted hoy mismo si no hay inconveniente.
-Está bien Viky, nos podemos ver en mi trabajo a las 9:00pm, Carlos la puede llevar. ¿Está bien? Dijo la voz al teléfono, era una voz suave, pausada y muy agradable, se sentía que era una persona segura de sí mismo.
-Si no hay problema allí estaré, dije con mucha seguridad.
-Bueno nos vemos en 2 horas. Por favor comuníqueme a Carlos.
Los dos hablaron por unos minutos hasta que Carlos colgó. Me acerque un poco hacia Carlos para entrar en más confianza y puede apreciar que era un joven aproximadamente de 28 años y de buen físico.
-Mucho gusto Carlos le dije extendiéndole mi mano, me puede llamar Viky, estoy muy agradecida por todo lo que ha hecho.
-No se preocupe mi bella dama, estoy para servirle, dijo sonriendo mostrando su hermosa sonrisa.
-Por favor necesito que me lleve a casa para cambiarme y que me pase buscar a las 8:30 para que me lleve a conocer al Sr. Claudio.
Mi teléfono comenzó a vibrar, era Carlos, le había dado mi número para que me llamara cuando estuviese llegando. Tome mi pequeño bolso y salí rápidamente, estaba muy ansiosa, mis pensamientos estaban muy difusos, nunca había estado en una situación como esta. Por un lado mis celos y dudas, por otro lado una cita a ciega y un resultado que podía ser totalmente inesperado. Un torbellino de ideas daban vueltas en mi cabeza. No sabía en qué iba a meterme, pero no pensaba retroceder.
Carlos me esperaba en el frente del edificio. Nunca había salido a esa hora sola con nadie que no fuera Mauri.
Carlos no pudo disimular la admiración que sintió al verme vestida tan sexy y provocativa sin llegar a lo vulgar. Llevaba puesto un conjunto de mini falta que realza mis gruesos muslos y blusa manga larga ajustada a mi pequeña cintura con generosos descotes adelante y atrás, zapatillas altas y muy poco maquillaje porque en realidad no necesitaba mucho.
- Disculpa que sea tan sincero Viky pero eres un monumento de mujer. Ya me había observado que eras muy bella pero no me imaginaba el descomunal cuerpo que se escondía debajo del sobretodo que tenías puesto. Y espero no lo tomes a mal soy muy sincero.
- Gracias Carlos eres muy galante pero es para tanto. Dije muy complacida.
- En verdad no sé qué estará haciendo su esposo en ese sitio teniendo una esposa tan preciosa.
- Bueno eso es para que veas que nadie está conforme con lo que tiene. Dije pensativa.
Llegamos a un elegante y lujoso restaurante.
- Aquí es donde la espera el Señor Claudio. Si me necesita por favor llámame y la pasare buscando lo más pronto posible.
-Espero no ocasionarle problema con su jefe al señor Claudio por venir a visitarlo a su trabajo.
-No se preocupe el señor Claudio es el dueño del restaurante así que no habrá problema, dijo sonriente.
Yo solo le sonreí como respuesta.
Entre al lujoso restaurante pregunte al recepcionista por el señor Claudio y esté a su vez pregunto mi nombre. Cuando le respondí me acompaño directamente a su despacho. Era un despacho muy lujoso, cuando entre se puso de pie y fue saludarme muy gentilmente. Era un hombre muy alto, contextura fuerte, de aproximadamente 1.90 de estatura, de unos 45 años, de muy buen físico y ojos vivaces.
Me miro de arriba abajo con mucho detenimiento como cuando vas a adquirir algo muy costoso.
-Por favor siéntese y póngase cómoda.
-Se dirigió a un pequeño mini bar y me pregunto.
-¿Vino o Whisky?
- Vino por favor le respondí sin dejar de detallar todo a mi alrededor. Todo de muy buen gusto. Me entrego la copa y se sentó a mi lado.
- ¡Salud! Por una nueva amistad, dijo chocando su vaso con el mío.
- ¿Dígame mi bella dama, cuál es ese favor que necesita de mí?
- Me apena mucho tener que conocernos en esta situación le dije apenada bajando la mirada. No sé cómo comenzar.
- Comienza desde el principio, siempre es lo mejor.
-Es cierto. Bueno. Deseo entrar esta noche al club privado donde vi entrar a mi esposo hace aproximadamente 3 horas. El señor Carlos me dijo que usted era socio y que si hablaba con usted posiblemente pudiera pasarme como su invitada esta noche.
- ¿Y qué sabes de ese sitio?
- Solo que es un club privado muy exclusivo solo para socios. Me imagino que es algún tipo de antro como cualquier otro pero privado, dije sin darle mucha importancia.
-Pues te equivocas en lo que piensas que es. Es muy exclusivo, es cierto, pero es para proteger a los socios. Es un club para intercambios de parejas y orgias, ósea sexo libre. Sí tu esposo entro allí fue con dos opciones. 1. Fue invitado por un socio o socia ó 2. Tu esposo es socio y llevo invitados.
- Bueno que lo hayan invitado puede ser pero que sea socio no creo. Me lo hubiese dicho, dije muy segura.
- ¿Y si te lo hubiese dicho que iba asociarse a nuestro club hubieses aceptado? ¿Hubieses participado con él?
- Bueno tanto como participar no, pero aunque sea hubiese ido con él a ver lo que hacen.
- He allí el problema mi bella dama. Allí no se puede ir a ver. Solo a participar. Si no te sancionan enérgicamente y pierdes tu afiliación.
- ¿Entonces me asegura que él está participando? Dije con voz temblorosa.
-Totalmente seguro mi bella dama. Si entró tendrá que participar. No hay duda.
-Pero como haríamos para yo estar segura. Quiero verlo por mí misma. No creo que Mauri me esté traicionando. Hacemos buena pareja, no tenemos problemas de ningún tipo y en cuanto a nuestra vida sexual es muy plena.
- Si la comprendo pero como él hay muchos que tienen una buena relación con sus parejas y sin embargo van semanalmente a buscar nuevas emociones. Así es la vida mi bella dama.
-Nuevamente le pido el enorme favor. Quiero entrar y verlo con mis propios ojos para estar segura de la decisión que voy a tomar. Esta incertidumbre me atormenta.
- Yo la puedo llevar pero hay dos opciones que tiene que tener en cuenta. 1. Si sube las escaleras al piso de arriba tendrás que participar obligatoriamente en un trio o una orgia ya que no se acepta sexo de una pareja. 2. Si nos quedamos abajo tendrías que entrar en una sala de juegos de exhibición para socios que no quieren participar en orgias y tendrá que participar en uno de los juegos. Esa son las dos condiciones si quieres ir.
Yo estaba con la boca abierta. No podía creer lo que escuchaba. Era algo como de cuentos. Mi mente no lo asimilaba por completo.
- Ósea que si Mauri está arriba para subir a verlo tengo que hacer una orgia y si esta abajo tengo que hacer un show para complacer a unos depravados sexuales, dije un poco molesta.
- Así mismo es. Dijo el muy seriamente.
- Lo siento pero ese mucho pagar por solo ver. Mejor regreso a casa y hablo con mi marido cuando llegue y aclaro todo con él.
- Me parece muy bien mi bella dama. ¿Pero no le interesaría saber aunque sea por curiosidad cuales son las preferencias sexuales de su esposo?
- En verdad si me gustaría pero tendría que pagar un alto precio, el cual no estoy dispuesta a pagar.
-Bueno usted tiene la última palabra mi bella dama. Yo voy para allá en unos minutos, si me quiere acompañar me espera aquí sino ya saber cuál es el camino de salida.
Me tomo la mano y la beso. Quede sola en la oficina. Mi mente era un desastre. Las ideas eran muy desordenadas, una parte de mi quería ir pero era un precio muy alto a pagar.
Me levante decidida a irme. Caminé hacia la puerta pero no la pude abrir, estaba creciendo una gran curiosidad en mi interior que era mayor que mi pudor y mi dignidad.
- Esta lista, me dijo Claudio al entrar a la oficina, tendiéndome su mano para que lo acompañará.
Carlos nos llevó al club. Yo estaba súper nerviosa. Mi mandíbula casi temblaba y mis manos estaban súper frías.
- Vamos Viky es la hora de conocer un mundo diferente.
Tomé su mano y entramos. Era un local muy grande y súper lujoso. Las luces eran muy tenues. Había una gran barra ovalada, muchas mesas y una gran pista de baile. Había gente de todas edades pero predominaban los hombres maduros con chicas jóvenes.
- Vamos a la barra y desde allí vas a tratar de ubicarlo pero que no te vea. Me dijo al oído.
Así lo hicimos. Busque con la vista de mesa en mesa sin ubicarlo.
- Voy a ir al tocador, así tendré que atravesar prácticamente el salón y tendré varios puntos de vista para localizarlo.
- Este bien. Te espero aquí mi bella dama. Dijo esto dándome un beso en la mejilla.
Camine casi todo el local sin poder localizarlo. No estaba allí. Sería que estaba arriba haciendo una orgia o habrá entrado a los locales de juegos. No sabía qué hacer.
- No está por aquí, le dije a Claudio.
- Tendrás que decidir qué quieres hacer. Lo buscamos arriba y te sometes a una orgia o entramos a la sala de juego y al final cumples un juego para agradar a los mirones.
- Esto es una locura. No debí aceptar venir. Estoy muy arrepentida. Me siento entre la espada y la pared.
- Tranquila mi bella dama. Está comenzando la noche, tomemos unos tragos y relájate, adáptate al ambiente. Dale tiempo al tiempo.
Así lo hicimos. Nos tomamos varios tragos, ya me sentía un poco mareada y desinhibida, me sentía más hambrienta, Claudio era una excelente compañía.
- Ya lo he pensado Claudio. Entremos al salón de los juegos. Ojala y esté allí y lo pueda ver con las manos en la masa.
- Esta bien, será como quieras. Estoy aquí para complacerte. Ven vamos a tu nueva aventura.
Entramos a otro gran salón en el cual había muchas puertas pero todas abiertas, la gente entraba en una observaba y si no le gustaba el espectáculo salía y entraba en otra.
- Y como saben si hiciste un juego o no. Porque podemos estar un rato, ver y salimos como si nada y ya.
-No es tan fácil mi querida amiga. Cuando terminas de hacer la exhibición te entregan un tique que es tu pasaporte de salida. Sin él no puedes salir.
- Bueno ya me imaginaba que no sería fácil. Vamos a seguir buscando a Mauri. Luego hare lo que tenga que hacer para satisfacer a estos mirones de depravados. Recorrimos todas las salas y tampoco estaba. Me decepcione muchísimo.
- Lo lamento mi bella dama, creo que hoy no es tu día de suerte.
- Es cierto, esto me pasa por meterme donde no debo. Pero tranquilo Claudio no te voy a dejar mal. Tomemos algo más para tener valor para cumplir mi penitencia.
- Debes escoger una bolita en esa cesta y el número que te aparezca será la sala donde te toque hacer tu juego sexual.
- ¿Nadie va a tocarme verdad? Le dije mirándolo fijamente.
- Salo yo podre tocarte pero solo si tú lo deseas. Dijo clavándome su intensa mirada. A la cual no respondí nada.
Nro. 6 Entramos a la sala 6 y era una decoración estilo Rodeo con un gran caballo en el centro.
-¿Y esto que es? le pregunte sorprendida.
- Vas hacer de Cowboy. Tienes que montar el caballo y aguantar veinte minutos sobre él, cuando se detenga saldrá un tique por aquí que será nuestro pasaporte de salida.
- ¿Y qué hace el caballo, brinca?
- Se mueve y al activarlo saldrá por la silla que esta sobre su lomo un dildo de látex el cual te deberás introducir cuando te montes en él. También debes estar totalmente desnuda.
- Pero es una locura. No sé cómo pude haber aceptado semejante locura. Que vergüenza tengo. Pero no te preocupes, no me veas así, tengo palabra y lo hare.
Me desnude completamente, me daba cuenta la excitación que estaba produciendo en Claudio, ya su bragueta estaba a punto de explotar. El me ayudó a subirme al toro. Me indicó que aún no me sentará para poder encenderlo. Cuando lo encendió salió un enorme dildo por el centro de la silla, era muy larga como de aproximadamente 25 centímetros, en forma cónica, delgada arriba y muy ancha abajo.
-¿No pensarán que me voy a meter esa cosa dentro de mi verdad? Es demasiado gruesa y exageradamente larga. Le dije muy seriamente.
- Hazlo con mucho cuidado. No tienes porque metértela toda. Solo hasta donde te satisfaga. Tú tienes el control. Con tus piernas dominaras la profundidad de la penetración. Solo te amarare con estas correas a la silla para evitar que te caigas y puedas hacerte daño.
- Esta bien lo voy hacer y espero que el tiempo pase rápido. Me da mucha vergüenza que me estén viendo así desnuda.
- Es hora que te metas la polla para poder ajustar las correas. Me dijo Claudio acariciando suavemente mi muslo.
Me pare sobre los estribos, tomé el enorme dildo entre mis manos y la dirigí a mi vagina muy lentamente. Casi diez centímetro ya estaban dentro de mí, sentía una gran presión dentro de mí. Le hice seña que ya había enteado y que podía ajustar las correas a esa profundidad. Claudio no apartaba la vista de aquel tremendo animal dentro de mí. Le dio a un botón y el caballo comenzó a moverse, también comenzaron a proyectarse imágenes en todo la sala en realidad virtual estuviera en el campo. El caballo salió corriendo y saltando, la enorme polla también se movía dentro de mí al compás de sus movimientos. Yo trataba de mantener mis piernas firmes para evitar que aquel dildo penetrara más dentro de mí. El caballo se calmó un poco ya cansado y comenzó a descender por un barranco, se inclinaba hacia adelante, me aferre fuertemente de su cuello para no irme de cabeza. Ya mis piernas empezaban a temblar por el esfuerzo y el cansancio. Sentía aquel dildo ganando terreno dentro de mí. Todo era tan real que parecía que estuviese pasando en verdad. Ahora el caballo comenzó a caminar por la planicie, aproveche para subirme un poco ya que la polla había entrado un poco más por la posición anterior, de repente cuando más confiada estaba, el caballo comenzó a subir una pendiente, mi cuerpo se fue hacia atrás con fuerza recayendo brutalmente sobre el inmenso dildo ganando terreno nuevamente, trate de levantarme nuevamente pero mis piernas comenzaron a temblar, el caballo seguía subiendo, mis brazos también se estaban cansando, sentía aquella gigante polla abriéndose paso dentro de mí. Sentía que en cada paso se iba más adentro y ya no podía controlarlo. El caballo por fin subió y se detuvo. Volví acomode rápidamente, en verdad me sentía muy excitada y ya no pensaba en nada ni nadie sino en lo que estaba haciendo y sentía que me gustaba.
A lo lejos se distinguía una yegua y pasó lo que imagine. El caballo comenzó una veloz carrera hacia ella. Los movimientos ahora eran muy fuertes, yo saltaba prácticamente sobre la silla, mis piernas ya no resistían, estaban muy agotadas, el enorme dildo iba ganando terrero cada vez más dentro de mí. Ya la sentía muy adentro. Mi cuerpo subía y bajaba sobre ella. Sentía dolor y placer a la vez. Comencé a gritar de placer, mi cuerpo se estremeció bruscamente, estaba acabando como nunca antes. El caballo al fin se detuvo al lado de la yegua, aproveche para tocar hasta donde me había penetrado aquella exageración de dildo y mi sorpresa fue que había entrado casi todo. Mi cuerpo temblaba. De pronto el caballo se montó sobre la Yegua, mi cuerpo se fue hacia atrás completamente, callando con todo mi peso sobre el dildo, sentí que me desgarro por dentro, sentí mis nalgas reposando sobre la silla, síntoma inequívoco que había entrado todo dentro de mí, pegue un grito y comencé a llorar, no encontraba de donde sujetarme, mi cuerpo pendía de un lado para otro ensartado por completo por semejante barbaridad de dildo. Sentía que me iba a desmayar, no aguantaba el dolor, el caballo ya estaba penetrando a la yegua, lo sentia y lo veia a la vez, como pude volvi aferrarme de su rienda mientras la seguía penetrando, esto me excito aún más y comencé a moverme sobre él. Ya el dolor iba disminuyendo ya el placer se estaba apoderando de mí, comencé a moverme fuertemente sobre aquella enorme polla imaginadme que era el caballo que me estaba penetrando, quería reventárselo con mi vagina, él berreaba y yo gritaba como loca, estaba fuera de mí. El caballo comenzó estremecerse y yo también, estábamos acabando casi al mismo tiempo. Mi cuerpo volvió a convulsionar muy fuerte, gemidos roncos salían de mi garganta, me sentía transportada a otro mundo. Chorros de líquido vaginal corrían por mis piernas. De repente el caballo volvió a su posición inicial apagándose y desapareciendo la enorme polla dentro de la silla. Sentí un enorme alivio entre mis piernas y un fuerte aplauso del público que había visto la escena.
Claudio se acercó a mí aplaudiendo y comenzó a quitarme las correas mientras yo descansaba abrazada del cuello del caballo.
-Ven te ayudo a bajar, déjate caer sobre mí. Estuviste magnifica, desde un principio tuviste mucho público por tu belleza pero luego se duplico por el bello espectáculo que estabas haciendo, se rumora que nunca nadie lo había disfrutado tanto como tú. Ahora tienes muchos admiradores, te has convertido en una chica muy popular, muchos querrán estar contigo.
-Gracias Claudio pero sabes bien a lo que vine. El resto no me interesa. Sujétame fuerte porque mis piernas no me obedecen. Quede un poco adolorida.
Sentí sus fuertes brazos cuando me cargaron para llevarme hasta una amplia butaca. Antes de colocarme en ella sus labios buscaron los míos, su boca era muy caliente y su lengua muy atrevida. Nos besamos unos minutos hasta que me sentí en el mueble y fue cuando reaccione. Aun me sentía muy excitada, como nunca antes.
-Recupérate un poco. Luego me dirás lo que quieres hacer. Lo que si he de advertirte es que hay muchas personas afuera tanto hombres como mujeres que quieren conocerte y les encantaría hacer el amor contigo. Te has convertido en una chica muy popular, te dicen la reina del rodeo.
-Lo siento pero no quiero conocer a nadie, sabes a lo que vine y aún no he cumplido mi cometido. Quiero subir al piso de arriba.
-Está bien como tú digas, pero recuerda que al subir tendrás que someterte a un trio o un cuarteto cuando mínimo, porque no se aceptan parejas. Si subimos tendrás que aceptar el primero que te lo pida, sería una ofensa rechazarlo y como te dije anteriormente puede ser hombre o mujer, viejo o joven, gordos o flacos.
-¿Que me recomiendas?
-Preferiría llamar un amigo, que por lo menos te agrade. Es muy desagradable tener sexo con alguien que no te atraiga. ¿Dime como te gustaría, alto, bajo, gordo, flaco, blanco, negro?
-Bueno me gustan altos como de tu estatura, fuertes también como tú y el color de la piel no me importaría ya que no soy racista, eso sí que tenga buena presencia.
-Hecho, dijo tomando el teléfono.
A los pocos minutos entro un hombre muy alto y muy fuerte de facciones simpáticas pero de piel muy negra para mi gusto de todo lo demás estaba perfecto, le sonreí a Claudio en señal de aprobación para que no se sintiese mal, además seria solo un rato de sexo.
-Mucho gusto, mi nombre es Luis y en realidad eres bellísima, Claudio se quedó corto con la descripción que me dio, dijo sonriendo y tendiéndome su enorme mano.
-Muchas gracias le dije sonrojada.
-Bueno pongámonos en marcha, subamos al primer piso.
Tome a cada uno de una mano y subimos al ascensor.
-Por favor aséate en ese vestidor y deja tu ropa y prendas en una de las casillas vacías. Y despreocúpate aquí no se pierde nada. Nosotros haremos lo mismo en el de los caballeros.
Cuando salí ya estaban desnudos sentados en un gran banco esperándome, me avergonzaba mucho estar desnuda delante de tanta gente, pero a la vez me sentía segura de mi cuerpo y mi belleza. Los dos se pararon inmediatamente y sus enormes pollas quedaron guindando, me sorprendí mucho por sus tamaños, eran muy grandes sobre todo la de Luis que se parecía a la polla del caballo, negra, larga y gruesa. Ellos también me contemplaron a mí y se veían muy complacidos, tanto que sus pollas comenzaron a reaccionar.
Nos tomamos de la mano y caminamos hacia el recinto en el cual había inmensa cama redonda donde había una enorme orgia rodeada por grandes butacas en las cuales se apreciaban tríos y cuartetos con la tenue iluminación. El olor a sexo estaba en el ambiente igual que los gemidos de placer.
-Te acompañaremos en el recorrido, si lo vez no te detengas, solo hazme señas y veremos donde nos ubicamos lo más cerca posible, pero por favor que no te vea.
-Está bien no hay problema, pero no hay que caminar mucho, allí esta. Es el que está en el tercer mueble, lo reconocí por el tatuaje de su espalda, están con el amigo y las dos chicas.
-Si ya los vi, están un dos para dos y la están pasando muy bien. Ven sentémonos aquí y así podrás observarlo, pero trata que no te vea.
-Si está bien, dije ya sin ánimos y muy triste, no es igual llamar al diablo que verlo llegar. Dentro de mí no quería encontrarlo, ahora sentía un dolor desgarrador en el corazón. Ya no quería estar allí.
Al sentarme Luis inmediatamente se arrodillo entre mis piernas abriéndolas con sus grandes manos, su rostro desapareció entre mis piernas, su lengua comenzó acaricias mis labios vaginales y mi clítoris. Se notaba que era todo un profesional.
- Por favor Luis con mucha delicadeza porque gracias al caballo me quedo un poco estropeada y sensible.
- No te preocupes Viky la trataré muy delicadamente, no tendrás quejas de mí.
Claudio quedo parado a mi lado ofreciéndome su gran polla quedando a espaldas de Mauri para cubrirme y para que lo pudiera seguir observándolo. La tome entre mis manos y la comencé acariciar sin apartar la mirada de mi esposo, "me gustaría que me viera a ver que sentía". Me imagino que sentiría indignación y celos igual que yo. Pero me imagino que si me viera sería capaz de formar un escándalo y sacarme a rastras de aquí, lo que yo no puedo hacer ya que le di mi palabra a Claudio de no formar un escándalo que lo perjudicara y en cierta forma porque quiera vengarme y disfrutar este momento único e inédito en mi vida.
La lengua de Luis ya estaba recorriendo muy hábilmente mis labios vaginales, sentía sus gruesos dedos perforándome suavemente, pero al rato sus movimientos se fueron intensificando, yo trataba de cerrar la piernas porque me dolía un poco y él me lo impedía acelerando aún más sus movimientos como castigo para que no lo intentara nuevamente, era todo un experto y Claudio ni se diga, seguía metiendo su gran polla en mi boca, me había tomado por la cabeza con sus manos para profundizar más sus penetraciones, esto me gustaba pero a la vez me ahogaba y me provocaba nauseas al chocar con mis amígdalas e igual que Luis cuando trataba de liberarme arrecia sus penetraciones. Así estuvimos un buen rato, sentía mi vagina muy mojada. Luis se levantó y tomó su puesto al lado de Claudio para que me encargará de su polla también, mi asombro fue máximo al ver semejante exageración de polla erecta, jamás pensé que existían tan grandes y gruesa. Los dos comenzaron a juguetear con ellas sobre mi cara. Chupaba una y luego la otra aunque para ser sincera la de Luis casi no me entraba en la boca solo la acariciaba con mis labios y lengua. Claudio se sentó quedando de espaldas a Mauri me guio para que me subiese sobre él, así lo hice, lentamente fui metiendo su enorme polla dentro de mi aunque mi sorpresa fue que entro muy suavemente ya que estaba muy dilatada y súper lubricada, no dejaba de ver a Mauri y fantasear que era uno de los que me lo estaba haciendo. Los dedos de Luis comenzaron a penetrar mi apretado ano, se unto algún lubricante en sus dedos porque sentía que se deslizaban suavemente dentro de mi hasta chocar por dentro con la polla de Claudio, era una divina sensación tener mis dos orificios ocupados, comencé a mover mis caderas suavemente, Claudio también se movía debajo de mí, estaba muy excitada y concentrada observando lo que hacía Mauri en su cuarteto que no me percaté de las intervenciones de Luis, solo cuando sentí el dolor de la penetración anal de su inmenso monstruo fue que volví a la realidad pegando un grito desgarrador que resonó en todo el salón cuando se abrió paso en mi culito de un solo golpe. Casi todos voltearon a ver qué pasaba pero Claudio astutamente bajó mi cabeza sellando mi boca con un intenso beso para que nadie pudiera ver mi cara.
- Hay que dolor no aguanto. Por qué no me avisaste Luis. Por favor sácalo me estás haciendo daño, creo que me rompiste el dije volteándome hacia él. Con lágrimas en mis ojos.
- Si te lo hubiese dicho no hubieses aceptado. Siempre es mejor la sorpresa. Un solo dolor y ya.
- Lo mismo digo yo Viky. Un solo dolor y ya está adentro. Esperemos un momento a que se dilate y te pase el dolor, luego proseguimos y te aseguro que te gustara más que nada en la vida.
-Claro como no es a ustedes que les duele. Dije molesta con la voz temblorosa por el dolor. Además la polla de Luis es demasiado grande para mi culito, estoy segura que me lo rompió.
Los dos se echaron a reír y Claudio comenzó a moverse lentamente, ahora su polla entraba y salía con dificultad por la presión que ejercía la otra. Luis también comenzó a moverse lentamente ahora la presión era más fuerte y doblemente dolorosa, sentía como chocaban y se doblaban en mi interior.
-Hay en verdad que es rico, nunca había confundido la sensación de dolor y placer a la vez, es algo único. Jamás pensé que me gustaría algo así. Estoy avergonzada de mis pensamientos y lo que estoy sintiendo pero es demasiado divino. Creo que voy acabar, ah, ah, ahí, ahí.
Mi cuerpo comenzó a estremecerse, grandes escalofríos me recorrían completamente, los espasmos llegaron como nunca, Julio y Claudio arreciaron sus movimientos, cada uno a su ritmo, a veces los sentía entrar justos y sentía que me reventaban mis agujeros y luego uno primero y el otro después chocando fuertemente dentro de mí, nuevamente volvía a sentir la sensación del éxtasis que iba subiendo a mi cabeza, mi cuerpo volvió a convulsionar nuevamente, estaba acabando otra vez, que divino, ellos seguían castigando mis agujeros sin parar, parecían maquinas, sabía que si ponía de mi parte los haría acabar rápidamente así que tome la iniciativa y comencé a mover mis caderas suave y sensualmente con movimientos circulares, a los pocos minutos note el efecto, Claudio fue el primero en retorcerse de placer, luego Luis comenzó también a estremecerse, sentía también sus chorros calientes de semen dentro de mis dos agujeros, dejaron de moverse exhaustos de placer y cansancio pero no los iba a dejar recuperarse, los iba hacer acabar nuevamente para dejarlos fuera de combate y poder regresar a casa antes que Mauri, no quería despertar sospecha, no todavía.
Tire mi cuerpo hacia atrás hasta recostar mi espalda al ancho pecho de Luis, tome sus manos y las lleve a mis senos para que los acariciara, gire mi cabeza buscando su boca, el correspondió rápidamente y su larga y caliente lengua entro dentro de mí, comencé a moverme nuevamente, en esta posición la penetración era más fuerte y más profunda por ambos lados, mis orificios estaban sufriendo una doble expansión, sentía dolor y mucho placer al mismo tiempo, cada vez que mis caderas se movían sentía que me destrozaban mis orificios pero estaba decidida a hacerlos acabar nuevamente, y así lo hice, arrecie mis movimientos con toda la energía que me quedaba y ellos correspondieron con fuertes movimientos, no se daban por vencidos tan fácilmente, la manos de Luis prácticamente exprimían mis senos con mucha fuerza, apretando mis pezones con furia, mi cabeza iba a explotar de tanto placer y dolor, hasta que los sentí estremecer casi al mismo tiempo sintiendo nuevamente sus choros de semen caliente dentro de mí. Yo seguí moviéndome pero ahora más fuerte, quería hacerlos gritar de placer y así fue, los dos comenzaron a gemir fuertemente yo quería reventarlos dentro de mí. A los pocos minutos comencé a estremecerme bruscamente mi cuerpo se estremeció con mucha fuerza hasta que caí rendida sobre el pecho de Claudio.
Cuando tome conciencia ya Mauri se había ido, me puse nerviosa y apure a Claudio para que me llevara a casa quería estar antes que llegara. Quería seguir jugando su juego y esperar a que confiara en mí y me lo contara todo, me propuse ser más abierta con él, este nuevo mundo me gustaba mucho y algún día lo podíamos compartir juntos.
Pero eso será otra historia…
1 comentarios - Es viernes otra ves