Mi buena follamiga Silvia D, se había comprado un coche nuevo y habíamos quedado para tomar algo y que me lo enseñara. Tras una cerveza en un bar cercano a su casa, nos fuimos a dar una vuelta en él. Silvia llevaba un vestido verde oliva, de manga corta, hasta medio muslo y escote de hombros caídos. El coche iba muy bien y era bastante cómodo. No tarde en poner mi mano en una de las piernas de Silvia y decirla que para conducir era magnifico, pero que había que ver para las otras cosas. Esta se rio y me dijo que seguro que los asientos eran muy cómodos. En un semáforo, la dije de probar el GPS y puse la dirección del descampado donde solemos ir. Durante el camino mi mano siguió acariciando su pierna, incluso bien dentro del vestido.
Al llegar al descampado, Silvia paro el coche y rápidamente comenzamos a besarnos. Mi mano ya se metió entera y comencé a acariciar su coño tapado por el tanga. La acabe metiendo por el lateral, masturbándola. Silvia me miró fijamente y me dijo que le encantaba estrenar el coche conmigo, entre gemiditos.
Saque mis dedos y Silvia los chupo enteros, probando sus ricos jugos. Mientras me desabroche el pantalón y me saque la polla. Esta me la agarro, comenzando a masturbarme. Cuando la tuve bien dura, Silvia se colocó a gatas en el asiento del piloto y comenzó a comérmela. Sus gorditos labios me ponían a mil y más cuando la zorra me miraba de reojo. Mi mano se posó en el culo de esta y lo acaricio, mientras la subía el vestido. Su culo ancho se quedó visible con un tanga negro. Azote y acaricie su culo durante la rica comida.
Le di un condón y me lo puso con su boca. Se sentó sobre mí de rodillas, mirándome y, mientras nos besábamos, aparto su tanga y se metió mi polla en su húmedo coño. Comenzamos a follar y besarnos acaloradamente. Agarre sus tetazas, notando que bajo el vestido llevaba un sujetador de aro, sin tirantes. Cogí su vestido y se lo fui subiendo hasta quitárselo, dejándola con el tanga y el sujetador negro. Metí mi cara entre su canalillo, besándolo y lamiéndolo, mientras mis manos apretaban sus muslos. Estas acabaron subiendo, agarrando el sujetador y bajándolo, sacando sus tetazas de él. ahora las empecé a comer, mientras mis manos las acariciaba y masajeaba sin parar. Silvia cada vez gemía y se movía más.
Salimos del coche y la apoye contra la puerta trasera. Levante una de sus piernas, aparte de nuevo su tanga y volví a follarla el coño. Mi otra mano, apretaba sus tetazas y nos besábamos como locos. La gire y esta apoyo sus manos contra el techo. Me arrodillé para morder y acariciar su culazo. Me levante, aparte la tira del tanga y la folle el culo. Comencé a hacerlo suave, besándonos y acariciando sus tetazas. Poco a poco fui subiendo la velocidad de las penetraciones y pellizcando sus pezones, lo que ponía muy loca a Silvia, que me mordía los labios al besarnos. Volví a meter mi polla en su coño y se lo follé fuerte, hasta que esta se corrió.
Silvia se agacho y me quito el condón, mientras me comía los huevos. Con ellos dentro de su boca, y su lengua jugueteando con ellos, esta no paro de masturbarme. La hice abrir la boca y comencé a follarla la boca. La agarre el pelo y tiré de él, mientras comencé a subir la velocidad de la follada de su boca. Cuando Silvia tuvo un par de arcadas, se saco mi polla y escupió al suelo. Agarro mi polla, la metió entre sus tetazas y me hizo una cubana. Esta me miraba y sonreía.
La avise que iba a correrme y empezó a mamármela. Me corrí en su boca y esta se lo trago todo, sin parar. No saco mi lengua de su boca, hasta que estuvo bien seca.
Silvia se levanto y nos empezamos a besar y decir lo que nos poníamos el uno al otro. Mis manos acariciaban su culo y ella no soltaba mi polla. Cuando volvimos a hablar del coche, la dije que aun faltaban varios sitios por probar. Silvia se rio y me dijo que entonces mejor no esperar más. Se sentó con los pies fuera, en el asiento del piloto, y volvió a hacerme una rica mamada. Acompañe, su cabeza con mi mano, apretándola, de vez en cuando, para metérsela entera.
Silvia me puso un condón y se levantó. Nos besamos, la di unos besos en los pezones y la llevé al capo del coche. La tumbé en él y la abrí de piernas. Me arrodillé, aparte su tanga y la comí el coño. Me levanté y metí mi polla de un golpe duro en su jugoso coño. Comenzamos a follar, con mis manos agarrando fuerte sus muslos. Sus tetazas se movían maravillosamente para todos lados y acabe echándome sobre ella para comérselas.
La levante y la lleve a los asientos traseros. La coloque a gatas en ellos, con su culazo hacia mi y yo me quede de pie fuera del coche. Aparte su tanga y la folla el culo. De vez en cuando no me resistía y la daba algún fuerte azote. Me acabe echando sobre su espalda, para agarrar sus tetazas y besarla el cuello. La tumbe boca arriba y me eche sobre ella, volví a follarla el coño, mientras la acariciaba los muslazos y la comía las tetazas. Silvia apretaba mi cabeza contra ella para sentir mejor sus tetazas.
Silvia me aviso que iba a correrse, por lo que me agache fuera del coche y la coloque tumbada, en el borde del asiento, con sus piernas en mis hombros. Eché el tanga a un lado y la comí el coño a una alta velocidad, hasta que se corrió en mi boca. Tras dejárselo limpito de flujos, me levante y esta se sentó hacia fuera. Me quito el condón y volvió a meterla entre sus tetazas, masturbándome con ellas. Cuando la noto a punto, me la empezó a mamar, hasta que me corrí.
Tras dejármela limpia, me volví a tumbar sobre ella en los asientos traseros y nos besamos y acariciamos un rato, mientras charlábamos. Mientras nos vestíamos dimos por bueno el coche y Silvia me llevo a su casa, donde tenía mi coche aparcado.
Al llegar al descampado, Silvia paro el coche y rápidamente comenzamos a besarnos. Mi mano ya se metió entera y comencé a acariciar su coño tapado por el tanga. La acabe metiendo por el lateral, masturbándola. Silvia me miró fijamente y me dijo que le encantaba estrenar el coche conmigo, entre gemiditos.
Saque mis dedos y Silvia los chupo enteros, probando sus ricos jugos. Mientras me desabroche el pantalón y me saque la polla. Esta me la agarro, comenzando a masturbarme. Cuando la tuve bien dura, Silvia se colocó a gatas en el asiento del piloto y comenzó a comérmela. Sus gorditos labios me ponían a mil y más cuando la zorra me miraba de reojo. Mi mano se posó en el culo de esta y lo acaricio, mientras la subía el vestido. Su culo ancho se quedó visible con un tanga negro. Azote y acaricie su culo durante la rica comida.
Le di un condón y me lo puso con su boca. Se sentó sobre mí de rodillas, mirándome y, mientras nos besábamos, aparto su tanga y se metió mi polla en su húmedo coño. Comenzamos a follar y besarnos acaloradamente. Agarre sus tetazas, notando que bajo el vestido llevaba un sujetador de aro, sin tirantes. Cogí su vestido y se lo fui subiendo hasta quitárselo, dejándola con el tanga y el sujetador negro. Metí mi cara entre su canalillo, besándolo y lamiéndolo, mientras mis manos apretaban sus muslos. Estas acabaron subiendo, agarrando el sujetador y bajándolo, sacando sus tetazas de él. ahora las empecé a comer, mientras mis manos las acariciaba y masajeaba sin parar. Silvia cada vez gemía y se movía más.
Salimos del coche y la apoye contra la puerta trasera. Levante una de sus piernas, aparte de nuevo su tanga y volví a follarla el coño. Mi otra mano, apretaba sus tetazas y nos besábamos como locos. La gire y esta apoyo sus manos contra el techo. Me arrodillé para morder y acariciar su culazo. Me levante, aparte la tira del tanga y la folle el culo. Comencé a hacerlo suave, besándonos y acariciando sus tetazas. Poco a poco fui subiendo la velocidad de las penetraciones y pellizcando sus pezones, lo que ponía muy loca a Silvia, que me mordía los labios al besarnos. Volví a meter mi polla en su coño y se lo follé fuerte, hasta que esta se corrió.
Silvia se agacho y me quito el condón, mientras me comía los huevos. Con ellos dentro de su boca, y su lengua jugueteando con ellos, esta no paro de masturbarme. La hice abrir la boca y comencé a follarla la boca. La agarre el pelo y tiré de él, mientras comencé a subir la velocidad de la follada de su boca. Cuando Silvia tuvo un par de arcadas, se saco mi polla y escupió al suelo. Agarro mi polla, la metió entre sus tetazas y me hizo una cubana. Esta me miraba y sonreía.
La avise que iba a correrme y empezó a mamármela. Me corrí en su boca y esta se lo trago todo, sin parar. No saco mi lengua de su boca, hasta que estuvo bien seca.
Silvia se levanto y nos empezamos a besar y decir lo que nos poníamos el uno al otro. Mis manos acariciaban su culo y ella no soltaba mi polla. Cuando volvimos a hablar del coche, la dije que aun faltaban varios sitios por probar. Silvia se rio y me dijo que entonces mejor no esperar más. Se sentó con los pies fuera, en el asiento del piloto, y volvió a hacerme una rica mamada. Acompañe, su cabeza con mi mano, apretándola, de vez en cuando, para metérsela entera.
Silvia me puso un condón y se levantó. Nos besamos, la di unos besos en los pezones y la llevé al capo del coche. La tumbé en él y la abrí de piernas. Me arrodillé, aparte su tanga y la comí el coño. Me levanté y metí mi polla de un golpe duro en su jugoso coño. Comenzamos a follar, con mis manos agarrando fuerte sus muslos. Sus tetazas se movían maravillosamente para todos lados y acabe echándome sobre ella para comérselas.
La levante y la lleve a los asientos traseros. La coloque a gatas en ellos, con su culazo hacia mi y yo me quede de pie fuera del coche. Aparte su tanga y la folla el culo. De vez en cuando no me resistía y la daba algún fuerte azote. Me acabe echando sobre su espalda, para agarrar sus tetazas y besarla el cuello. La tumbe boca arriba y me eche sobre ella, volví a follarla el coño, mientras la acariciaba los muslazos y la comía las tetazas. Silvia apretaba mi cabeza contra ella para sentir mejor sus tetazas.
Silvia me aviso que iba a correrse, por lo que me agache fuera del coche y la coloque tumbada, en el borde del asiento, con sus piernas en mis hombros. Eché el tanga a un lado y la comí el coño a una alta velocidad, hasta que se corrió en mi boca. Tras dejárselo limpito de flujos, me levante y esta se sentó hacia fuera. Me quito el condón y volvió a meterla entre sus tetazas, masturbándome con ellas. Cuando la noto a punto, me la empezó a mamar, hasta que me corrí.
Tras dejármela limpia, me volví a tumbar sobre ella en los asientos traseros y nos besamos y acariciamos un rato, mientras charlábamos. Mientras nos vestíamos dimos por bueno el coche y Silvia me llevo a su casa, donde tenía mi coche aparcado.
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