Mi nombre es Andres Ramos, tengo 25, y nunca fui alguien particularmente adinerado. Ya que me había quedado sin familia bastante joven me las tuve que arreglar por mi cuenta.
Recientemente estaba trabajando con mi bicicleta haciendo envíos, cuando tuve que hacer una entrega a una casa no tan alejada, pero como llovía fui con cuidado. Llegué a la casa, dejé el paquete y me fui, con más descuido esta vez, ya que me estaba quejando entre dientes de la poca propina, cuando de repente escuché un ruido fuerte y agudo, y luego todo se pudo negro. Desperté en el hospital con las dos piernas enyesadas y sin poder moverme, cuando una enfermera vio que me desperté y corrió a buscar al médico. Fue el peor diagnóstico que pudieron darme, lo mejor que podía esperar era volver a caminar en 12 meses, y eso con tratamientos costosos que no podía pagar.
En la situación que me encontraba no podía trabajar, ya que estaba incapacitado, no tenía famila a quien pedir ayuda, y el dinero de la indemnización por el accidente me duraría solo algunos meses. En la desesperación, entre a Internet para encontrar una solución a mi problema, hasta que vi un anuncio que llamó mi atención. Eran unas pastillas que aumentaban la cantidad de células y hormonas en el cuerpo acelerando el proceso de recuperación. Las ordené y esperé esperanzado a que lleguen para poder probarlas. Cuando llegaron, leí detenidamente los efectos secundarios, ninguno fuera de lo común (nauceas, vómitos, insomnio) pero había uno que me resultaba extraño. "Posibles cambios en la sexualidad", aunque no le di mucha importancia, pensando que se refería a algún cambio hormonal.
Al cabo de unos días comencé a notar los primeros cambios: se me agudizó la voz, me creció extrañamente rápido el cabello y perdí más peso del que había perdido en meses. Cuando habia pasado algo más de una semana había cambios en mi cuerpo mucho más notorios, mi cadera se había encogido, mis pectorales crecían gradualmente, y mi pene no paraba de achicarse. Aunque para mí sorpresa empezaba a poder mover los dedos de los pies, así que emocionado mi rápida recuperación, continúe tomando las pastillas.
Pareció de un día para el otro cuando lo noté. Siempre me habían dicho que tenía un rostro femenino y delicado, pero esto era demasiado. Tenía un cabello largo y negro, una figura de modelo con una cintura y un trasero envidiable, y unos senos que sobresalían de mi pecho. Mi pene se había achicado tanto que se asemejaba al tamaño de un clitoris, pero pese a todo esto mis piernas seguian mejorando día a día.
Después de un mes y medio se me acabaron las pastillas. Era completamente una mujer, mi pene había sido reemplazado por una delicada vagina, mientras yo estaba atónito asimilando la situación y pensando que hacer, aunque había un lado bueno, ya era capaz de caminar con la ayuda de un bastón. De cierta manera las pastillas habían funcionado.
Para cuando fui capaz de caminar sin ayuda de un bastón, todo mi dinero se había acabado, entonces salí decidida a buscar un trabajo, con mi nueva identidad. Vi un anuncio en el periódico en el que solicitaban una secretaria en el estudio de abogados del Sr. Peña, así que me puse la mejor ropa que pude encontrar de lo que me había quedado de mí madre, y salí decidida en busca de mi nuevo trabajo.
Cuando llegué, fui entrevistada por el hijo de Sr. Peña, Rodrigo, un muchacho de unos 35 años, alto y de pelo castaño, pero con una extraña mirada de superioridad. Desde el momento que crucé la puerta no me saco la mirada de encima, analizandome de arriba a abajo, pero sin intentar ser disimulado, cosa que me hacía sentir indefensa, pero a la vez algo deseada. Comenzó haciéndome preguntas comunes y corrientes, pero me daba la sensación como si ni siquiera le interesarán mis respuestas.
Al terminar la entrevista me dio a conocer el salario que estaba ofreciendo, era muchísimo más de lo que esperaba y definitivamente demasiado para una secretaria, pero instantáneamente después, y con una sonrisa en el rostro dijo:
-R: Aunque...hay una pequeña cláusula de la cual no te hablé. Entenderás que el salario que ofrecemos es muy alto para una secretaria, pero es porque tienes que hacer algo más por mi.
-A: ¿Que cosa?- pregunte yo, esperando que no diga lo que suponía.
-R: Con una mujer tan sexy como tú es imposible que me resista...
Inmediatamente comencé a analizar la situación. No tenía nada de dinero, no tenía empleo y el salario que ofrecían era demasiado bueno para ser verdad. Solo tendría que hacerle una paja rápida a Rodrigo, pensé en ese momento. Así que me trague mi orgullo y pregunté:
-A: ¿Que tengo que hacer?
Una sonrisa de oreja a oreja le apareció de repente.
-R: Comienza desnudandote, pero lentamente.
Nunca había sentido tanta humillación en mi vida, pero en este caso, el fin justifica los medios, así que fui obediente e hice caso a lo que me decía.
Estaba desvistiendome lentamente, cuando volteé y lo vi, estaba sentado mirándome, tenía su verga afuera y estaba agarrandola fuerte con la mano. Era gigante, debía medir alrededor de 23cm, pero además de largo era gordo y grueso, lo tenía muy duro, cuando de repente un fuerte calor de repente invadió mi cuerpo. Traté de que no se note lo sorprendida que estaba de su paquete, pero estoy seguro que lo notó, porque al instante comenzó a reir.
-R: Ya fue suficiente. Apoya las manos aquí.- dijo, señalando el escritorio.
Yo obedecí. Comenzó a pasar sus manos por todo mi cuerpo. Me apretaba fuerte el trasero y los senos, y no podía evitar dejar salir leves gemidos. Presionaba fuerte su verga contra mí culo, la cual estaba cada vez más grande y dura, lo que me hacía sentir cada vez más calor y humedecía rápidamente mi vagina. Me estaba apretando fuertemente los pezones, los cuales estaban duros como una roca, cuando de repente lo sentí adentro.
Sentí la sensación más extraña que había sentido en mi vida, al principio se sentía una fuerte presión y un leve dolor, pero fue reemplazandose gradualmente por placer.
-R: Te está encantando ¿verdad perra?- dijo mientras me nalgeaba una y otra vez.
-A: ah...callate...so-solo estoy haciendo esto por el dinero...ah...
-R: Tu cuerpo está diciendo lo contrario, así que te voy a coger hasta que lo admitas.
-A: ah...nunca lo admitire...ah...quien podría disfrutar con tu asquerosa...ah...verga...
Sentía como me penetraba una y otra vez rápidamente, cada vez lo hacía más fuerte y llegaba más profundo. Cada vez que me la metía sentía que me faltaba el aire, y me invadía un placer extraordinario, que cada vez mi cuerpo aceptaba más y más. Mientras mi vagina chorreaba y goteaba en el escritorio, el seguía cogiendome con fuerza, y mis gemidos eran ya incontenibles.
-R: ¿Y ahora que putita? ¿Querés que pare?- me decía mientras me la metía hasta el fondo.
-A: ah...ah...ah....cállate...ah...
-R: ¿Que pasa? ¿No podes hablar bien con mi verga adentro?
-A: ah...Ya vas a ver hi-hijo de puta...ah
-R: ¿Queres que pare entonces?- decía mientras me la sacaba despacito de adentro.
-A: ...........no..........
-R: ¿Que dijiste? No te escuche bien.
-A: ........metela......
-R: Eso quería escuchar, al fin admitiste que te encanta, pero no te voy a complacer tan fácil- me dijo poniéndome la verga enfrente de la cara.
Lentamente me la puse en la boca, cediendo a mis impulsos, y comencé a lamerla. El sabor era salado y no era muy fuerte, pero se sentía extrañamente delicioso. Empecé a pasar la lengua por el borde de la cabeza mientras el me agarraba fuerte del pelo. Debido a mi pasado como hombre, sabía exactamente en qué lugares chupar, y sentía como Rodrigo desbordaba placer, cosa que me hizo sentir muy bien.
-R: Así, así...ah si. Como se nota que te encanta mi pija zorrita.
-A: mmmmmm....mmmmm
-R: Así, comela toda, ay si que bien que la chupas.
-A: mmmm kdjfkskfj mmmmm.
-R: No hables con la boca llena chiquita, te vas a atragantar.
Mi lengua se llenaba de su dura y gorda verga, mientras me hacía comentarios humillantes, los cuales habían pasado de molestarme a calentarme cada vez más.
Después de un rato se movió y se tiro en el piso, sin decir nada, y agarrando su verga para que quede para arriba. Yo fui, bien obediente y sumisa, inmediantamene sabiendo que hacer y salte arriba de él, volviendo a metermela adentro, pero esta vez yo tomando la iniciativa.
-R: Como vas aprendiendo ya eh. Solita te tiraste arriba de mi pija.
-A: Cállate y cogeme toda hijo de puta.
-R: Así me gusta.
-A: AH....AH....AH....METEMELA....AH....AY SI...COMO ME GUSTA COMO ME COGES.
-R: ah si...toma puta...ah
-A: AH...AH..SI...COGEME...AH...ME ENCATA TU PIJA...AH...ME LLENA TODA.
-R: ¿Te gustan grandes?
-A: AH...AY SI...TODO GRUESA Y GORDA COMO LA TUYA...AH..MAS...MAS...AH
-R: ¿Quien es tu jefe?
-A: AH...VOS PAPI...VOS SOS MI JEFE...AH...AH...COGEME PAPI...AH...SI
-R: ah...voy a acabar...ah...
-A: AH...AH...YO TAMBIEN...AH....
-R: ah...ahí viene...ah...prepárate putita...
-A: SI...DAMELA TODA...AH...QUIERO TU LECHE PAPI...DAMELA....
-R: AHHHHH....
-A: AYYY SIIIIIIIIIII....
FIN.
Recientemente estaba trabajando con mi bicicleta haciendo envíos, cuando tuve que hacer una entrega a una casa no tan alejada, pero como llovía fui con cuidado. Llegué a la casa, dejé el paquete y me fui, con más descuido esta vez, ya que me estaba quejando entre dientes de la poca propina, cuando de repente escuché un ruido fuerte y agudo, y luego todo se pudo negro. Desperté en el hospital con las dos piernas enyesadas y sin poder moverme, cuando una enfermera vio que me desperté y corrió a buscar al médico. Fue el peor diagnóstico que pudieron darme, lo mejor que podía esperar era volver a caminar en 12 meses, y eso con tratamientos costosos que no podía pagar.
En la situación que me encontraba no podía trabajar, ya que estaba incapacitado, no tenía famila a quien pedir ayuda, y el dinero de la indemnización por el accidente me duraría solo algunos meses. En la desesperación, entre a Internet para encontrar una solución a mi problema, hasta que vi un anuncio que llamó mi atención. Eran unas pastillas que aumentaban la cantidad de células y hormonas en el cuerpo acelerando el proceso de recuperación. Las ordené y esperé esperanzado a que lleguen para poder probarlas. Cuando llegaron, leí detenidamente los efectos secundarios, ninguno fuera de lo común (nauceas, vómitos, insomnio) pero había uno que me resultaba extraño. "Posibles cambios en la sexualidad", aunque no le di mucha importancia, pensando que se refería a algún cambio hormonal.
Al cabo de unos días comencé a notar los primeros cambios: se me agudizó la voz, me creció extrañamente rápido el cabello y perdí más peso del que había perdido en meses. Cuando habia pasado algo más de una semana había cambios en mi cuerpo mucho más notorios, mi cadera se había encogido, mis pectorales crecían gradualmente, y mi pene no paraba de achicarse. Aunque para mí sorpresa empezaba a poder mover los dedos de los pies, así que emocionado mi rápida recuperación, continúe tomando las pastillas.
Pareció de un día para el otro cuando lo noté. Siempre me habían dicho que tenía un rostro femenino y delicado, pero esto era demasiado. Tenía un cabello largo y negro, una figura de modelo con una cintura y un trasero envidiable, y unos senos que sobresalían de mi pecho. Mi pene se había achicado tanto que se asemejaba al tamaño de un clitoris, pero pese a todo esto mis piernas seguian mejorando día a día.
Después de un mes y medio se me acabaron las pastillas. Era completamente una mujer, mi pene había sido reemplazado por una delicada vagina, mientras yo estaba atónito asimilando la situación y pensando que hacer, aunque había un lado bueno, ya era capaz de caminar con la ayuda de un bastón. De cierta manera las pastillas habían funcionado.
Para cuando fui capaz de caminar sin ayuda de un bastón, todo mi dinero se había acabado, entonces salí decidida a buscar un trabajo, con mi nueva identidad. Vi un anuncio en el periódico en el que solicitaban una secretaria en el estudio de abogados del Sr. Peña, así que me puse la mejor ropa que pude encontrar de lo que me había quedado de mí madre, y salí decidida en busca de mi nuevo trabajo.
Cuando llegué, fui entrevistada por el hijo de Sr. Peña, Rodrigo, un muchacho de unos 35 años, alto y de pelo castaño, pero con una extraña mirada de superioridad. Desde el momento que crucé la puerta no me saco la mirada de encima, analizandome de arriba a abajo, pero sin intentar ser disimulado, cosa que me hacía sentir indefensa, pero a la vez algo deseada. Comenzó haciéndome preguntas comunes y corrientes, pero me daba la sensación como si ni siquiera le interesarán mis respuestas.
Al terminar la entrevista me dio a conocer el salario que estaba ofreciendo, era muchísimo más de lo que esperaba y definitivamente demasiado para una secretaria, pero instantáneamente después, y con una sonrisa en el rostro dijo:
-R: Aunque...hay una pequeña cláusula de la cual no te hablé. Entenderás que el salario que ofrecemos es muy alto para una secretaria, pero es porque tienes que hacer algo más por mi.
-A: ¿Que cosa?- pregunte yo, esperando que no diga lo que suponía.
-R: Con una mujer tan sexy como tú es imposible que me resista...
Inmediatamente comencé a analizar la situación. No tenía nada de dinero, no tenía empleo y el salario que ofrecían era demasiado bueno para ser verdad. Solo tendría que hacerle una paja rápida a Rodrigo, pensé en ese momento. Así que me trague mi orgullo y pregunté:
-A: ¿Que tengo que hacer?
Una sonrisa de oreja a oreja le apareció de repente.
-R: Comienza desnudandote, pero lentamente.
Nunca había sentido tanta humillación en mi vida, pero en este caso, el fin justifica los medios, así que fui obediente e hice caso a lo que me decía.
Estaba desvistiendome lentamente, cuando volteé y lo vi, estaba sentado mirándome, tenía su verga afuera y estaba agarrandola fuerte con la mano. Era gigante, debía medir alrededor de 23cm, pero además de largo era gordo y grueso, lo tenía muy duro, cuando de repente un fuerte calor de repente invadió mi cuerpo. Traté de que no se note lo sorprendida que estaba de su paquete, pero estoy seguro que lo notó, porque al instante comenzó a reir.
-R: Ya fue suficiente. Apoya las manos aquí.- dijo, señalando el escritorio.
Yo obedecí. Comenzó a pasar sus manos por todo mi cuerpo. Me apretaba fuerte el trasero y los senos, y no podía evitar dejar salir leves gemidos. Presionaba fuerte su verga contra mí culo, la cual estaba cada vez más grande y dura, lo que me hacía sentir cada vez más calor y humedecía rápidamente mi vagina. Me estaba apretando fuertemente los pezones, los cuales estaban duros como una roca, cuando de repente lo sentí adentro.
Sentí la sensación más extraña que había sentido en mi vida, al principio se sentía una fuerte presión y un leve dolor, pero fue reemplazandose gradualmente por placer.
-R: Te está encantando ¿verdad perra?- dijo mientras me nalgeaba una y otra vez.
-A: ah...callate...so-solo estoy haciendo esto por el dinero...ah...
-R: Tu cuerpo está diciendo lo contrario, así que te voy a coger hasta que lo admitas.
-A: ah...nunca lo admitire...ah...quien podría disfrutar con tu asquerosa...ah...verga...
Sentía como me penetraba una y otra vez rápidamente, cada vez lo hacía más fuerte y llegaba más profundo. Cada vez que me la metía sentía que me faltaba el aire, y me invadía un placer extraordinario, que cada vez mi cuerpo aceptaba más y más. Mientras mi vagina chorreaba y goteaba en el escritorio, el seguía cogiendome con fuerza, y mis gemidos eran ya incontenibles.
-R: ¿Y ahora que putita? ¿Querés que pare?- me decía mientras me la metía hasta el fondo.
-A: ah...ah...ah....cállate...ah...
-R: ¿Que pasa? ¿No podes hablar bien con mi verga adentro?
-A: ah...Ya vas a ver hi-hijo de puta...ah
-R: ¿Queres que pare entonces?- decía mientras me la sacaba despacito de adentro.
-A: ...........no..........
-R: ¿Que dijiste? No te escuche bien.
-A: ........metela......
-R: Eso quería escuchar, al fin admitiste que te encanta, pero no te voy a complacer tan fácil- me dijo poniéndome la verga enfrente de la cara.
Lentamente me la puse en la boca, cediendo a mis impulsos, y comencé a lamerla. El sabor era salado y no era muy fuerte, pero se sentía extrañamente delicioso. Empecé a pasar la lengua por el borde de la cabeza mientras el me agarraba fuerte del pelo. Debido a mi pasado como hombre, sabía exactamente en qué lugares chupar, y sentía como Rodrigo desbordaba placer, cosa que me hizo sentir muy bien.
-R: Así, así...ah si. Como se nota que te encanta mi pija zorrita.
-A: mmmmmm....mmmmm
-R: Así, comela toda, ay si que bien que la chupas.
-A: mmmm kdjfkskfj mmmmm.
-R: No hables con la boca llena chiquita, te vas a atragantar.
Mi lengua se llenaba de su dura y gorda verga, mientras me hacía comentarios humillantes, los cuales habían pasado de molestarme a calentarme cada vez más.
Después de un rato se movió y se tiro en el piso, sin decir nada, y agarrando su verga para que quede para arriba. Yo fui, bien obediente y sumisa, inmediantamene sabiendo que hacer y salte arriba de él, volviendo a metermela adentro, pero esta vez yo tomando la iniciativa.
-R: Como vas aprendiendo ya eh. Solita te tiraste arriba de mi pija.
-A: Cállate y cogeme toda hijo de puta.
-R: Así me gusta.
-A: AH....AH....AH....METEMELA....AH....AY SI...COMO ME GUSTA COMO ME COGES.
-R: ah si...toma puta...ah
-A: AH...AH..SI...COGEME...AH...ME ENCATA TU PIJA...AH...ME LLENA TODA.
-R: ¿Te gustan grandes?
-A: AH...AY SI...TODO GRUESA Y GORDA COMO LA TUYA...AH..MAS...MAS...AH
-R: ¿Quien es tu jefe?
-A: AH...VOS PAPI...VOS SOS MI JEFE...AH...AH...COGEME PAPI...AH...SI
-R: ah...voy a acabar...ah...
-A: AH...AH...YO TAMBIEN...AH....
-R: ah...ahí viene...ah...prepárate putita...
-A: SI...DAMELA TODA...AH...QUIERO TU LECHE PAPI...DAMELA....
-R: AHHHHH....
-A: AYYY SIIIIIIIIIII....
FIN.
2 comentarios - Urgencia Laboral