Debo decir que en algunas ocasiones he sido infiel. No tan solo a mi pareja actual, si no a mis anteriores también. Cuando siento atracción por otro chico que se me acerca, no lo dudo un segundo, de hecho hay veces que tomé yo la iniciativa...
Un día de verano nos invitaron a una pileta en la casa de los tíos de Ale, mi novio. La idea era pasar el día ahí, ya que hacía mucho calor.
Después de comer nos metimos a la pileta para refrescarnos un poco. Estaban los tíos, Ale y yo en ese momento. Pero más tarde iba a llegar Marco, el primo de Ale..
Un poco más tarde, todos salimos de la pileta y nos quedamos en la orilla conversando y comiendo.
Llegando la tarde, apareció Marco.. lo había visto ocasionalmente en algunas reuniones de la familia de Ale, pero esta vez lo vi de otra forma. Él trabajaba de guardavidas en una pileta del club del barrio, su turno terminaba a esa hora.
Como hacía bastante calor, Marco estaba sin remera y un traje de baño bastante sencillo, pero en donde se detuvo mi mirada fue en los abdominales que tenía.. bastante marcados y unos brazos aparentemente fuertes. Pero más allá de su aspecto físico, lo que más me atraía era su forma de ser; actitud ganadora, hasta a veces un poco arrogante, pero a la vez simpático.
Saludó a uno por uno y me dejó a mi para el final. Cuando llegó mi turno de saludarlo, nos miramos fijamente con una cierta complicidad en donde nos dimos cuenta que iba a pasar algo más..
Marco se quedó un rato con la familia y luego entró a la casa para bañarse.
Ya estaba por oscurecer, pero el calor no cedía, Ale y sus tíos iban a entrar a la casa, yo les dije que me metía una vez más a la pileta y luego entraba.
Quedé sola por un rato, pero aparentemente Marco estaba esperando ese momento y se metió a la pileta también.
Mientras nadamos, él me contaba anécdotas de la pileta donde trabaja y me hacía reír mucho. La pileta de la casa tenía una parte bastante profunda y yo me iba hacía ahí. Era prácticamente de noche y no había demasiada iluminación, salvo la luz que llegaba desde la casa.
Ya era hora de salir, pero no me iba a quedar con las ganas de tener algún contacto con él..
Desde la parte profunda de la pileta fingí un calambre, lo cual hizo que Marco viniera a rescatarme y llevarme a la orilla. Me sostenía con un brazo en la cintura y con el otro se sostenía. Me preguntó si ya se me había pasado el calambre y le contesté que si. Él me soltó, pero inmediatamente le pedí que se quede conmigo por si me volvía a pasar.. ahí entendió mis intenciones y rápidamente se puso detrás mío agarrándome de la cintura con sus manos.
Yo: "Gracias por rescatarme, así salvas a las chicas de la pileta?"
Marco: "Si, pero no me quedo agarrándolas después de que están seguras".
Yo: "Pero quizás yo estaba otra vez corriendo el riesgo de ahogarme... podrías vivir con eso?"
Marco: "No hubiese podido vivir con eso.." dijo con un tono de complicidad. Aprovechó para abrazarme desde el estómago y pegarse a mi.
Yo: "Me ibas a tener que reanimar con respiración boca a boca, no?"
Marco: "Claro" dijo riéndose
Yo: "Entonces, qué lástima que no me ahogué"
Marco: "Te puedo reanimar igual, para que te sientas más viva aún"
Di vuelta mi cabeza y me encontré con su boca. Nos empezamos a besar ardientemente mientras él recorría lentamente mi cuerpo. Como lo tenía atrás mío, sólo agarraba su cabeza y acariciaba sus brazos mientras se entrecruzaban nuestras lenguas. Luego, él comenzó a besarme el cuello, a darme pequeñas mordidas y sus manos apretaban firmemente mis tetas.
Yo estaba muy caliente ya, empecé a respirar más fuerte y con mi cola presionaba su pene, que estaba muy duro y deseoso de salir de su traje de baño.
Todo iba subiendo de intensidad. La mano de Marco comenzó a bajar y se metió en la parte de abajo de mi bikini. Lentamente llegó a tocar mi vagina (me sentí algo incómoda porque no estaba bien depilada, pero a él no le importó). Emití un pequeño gemido y caí en la realidad..
Lo detuve y le dije que no podíamos seguir, ya que en cualquier momento saldría alguien de la casa y nos podía ver. Él me dijo que no me preocupe, que conoce un lugar en la casa en donde nadie va.
Salí de la pileta primero y entré a la casa. Vi a Ale que estaba mirando un partido de fútbol, solo se dió vuelta y me sonrió. Le pregunté dónde estaban sus tíos y me dijo que fueron a comprar comida. A continuación, le avisé que me iba a bañar, él sólo asintió.
Después de un rato entró a la casa Marco, quién le preguntó lo mismo a Ale. De inmediato fue a buscarme a la habitación y me llevó hacia el garaje. Allí había un auto viejo abandonado que estaba cubierto con una lona. Nos metimos en el asiento de atrás, Marco se sentó y yo me subí encima suyo para seguir besándolo. Él aprovechó para apretar mis nalgas mientras yo seguía besándolo y bajando por su cuello, sus pectorales, sus abdominales, hasta que quedé en el piso del auto donde le saqué el traje de baño y me encontré con su miembro. No era muy largo pero sí bastante ancho. Inmediatamente lo agarré y me lo llevé a la boca. Se lo chupé un rato, lo masturbaba de a ratos y pasaba la lengua por todo el tronco. Ya tenía ganas de tenerlo adentro, volví a subirme encima, me saqué la tanga del traje y le pregunté si tenía preservativos. Me respondió que no. Yo no quería coger sin protección, ya que no tomo pastillas. Él me insistió un poco, frotando la punta de su pene en mi vagina y luego dejándola en la entrada. Sinceramente no quería quedarme con las ganas, estaba muy caliente, así que le pedí que me avise cuando iba a acabar. Él sonrió y asintió con la cabeza. En ese momento comencé a sentarme lentamente sobre su verga. Costaba un poquito, pero con la ayuda de mi abundante lubricación vaginal me la metí entera. Me sentí llena, no entraba más nada dentro mío. Empecé a moverme suavemente hacia arriba y hacia abajo. De vez en cuando acariciaba sus huevos y sentía que estaban mojados, producto de mis fluidos. Me fui soltando y comencé a moverme más fuerte. Mi clitoris rozaba su pubis y me hacía gozar increíblemente. Era inevitable no gemir, pero Marco me pedía que no lo haga. Pronto llegué a un orgasmo muy fuerte y paré un poco. Me saqué su verga y sentía un hormigueo muy rico dentro de mi vagina. Me puse en cuatro con la cola bien parada y él no dudó ni un segundo en metermela hasta el fondo. Me hizo sentir lo caliente que estaba él también. Me estaba cogiendo con mucho vigor y me daba nalgadas fuertes. El auto se movía de lado a lado acompañando la embestida de mi macho. Ambos estábamos sudados con el calor que hacía ahí dentro. Yo toda despeinada y con las nalgas todas rojas por la palma de Marco (sólo esperaba no encontrarme con nadie cuando regresemos). Finalmente se detuvo agitado. Me la había dejado toda adentro. Pensaba que estaba cansado, pero de repente sentí cómo su verga iba perdiendo tamaño...
Yo: "Qué pasó?Acabaste?" "Te dije que me avisaras"
Marco: "Si, es que venía muy caliente y no me contuve", "perdoname"
Yo: "No! Encima me dejaste la leche bien adentro", "espero que no me embaraces"
Me puse el de nuevo el traje y salí corriendo hacia el baño para bañarme y tratar de sacarme la mayor cantidad de semen que pueda.
No quiero mencionar lo incómoda que fue la cena...
Durante un mes eterno estuve rogando que me llegue la regla. Por suerte sí ocurrió y ahí me relajé.
Después de dos meses me llega un mensaje de un número desconocido que decía:
"Hola, cómo estás? Soy Marco, me pasó tu contacto Migue (amigo de Ale) perdón por lo que pasó ese día, me dejé llevar.."
Yo: "Ok, ya pasó, por suerte salió todo bien..."
Marco: "Qué alivio, me quedé muy mal ese día, pero lo que pasó antes de eso me encantó mucho.."
Yo: "A mi también, si hubieses tenido forro, seguiríamos en ese auto jaja" "igual, te sentí muy rico así, lo admito.."
Marco: "Me dieron ganas de estar con vos otra vez, pero en algún lugar más cómodo"
Yo: "A mi también, este sábado a las 20hs voy a estar sola en casa, Ale juega al fútbol con los amigos, podemos aprovechar ese rato.."
Marco: "Ahí voy a estar"
Ese sábado lo recibí con un vestido muy ajustado, esta vez bien depilada y sin ropa interior, ya que no teníamos mucho tiempo.
Ni bien entró, comenzamos a besarnos con desesperación, me subí sobre él, lo rodeé con mis piernas y le dije "Vamos a la habitación". Él me llevó alzada, me depositó en la cama y volvimos a besarnos intensamente. Le saqué la remera y levantó mi vestido y dijo asombrado:
Marco: "Ya estás lista!"
Yo: "Si, no tenemos mucho tiempo"
Marco: "Quedate tranquila, los chicos lo van a entretener a Ale hasta tarde, yo les pedí"
Yo: "Cómo que les pediste? Ellos saben?"
Marco: "No van a decir nada, quedate tranquila", concluyó acostándome y dándome un beso.
Por unos segundos me quedé pensando en eso, pero pronto me distraje cuando Marco me sacó el vestido y me dejó completamente desnuda.
Empezó besándome el cuello, siguió bajando hasta mis tetas, en donde me las juntaba y las chupaba toda, pasaba la lengua por mis pezones, hacía que se pongan duros, los succionaba, los mordía apenas. Luego siguió bajando por mi abdomen, llegó hasta el ombligo y se quedó jugando con el piercing. Siguió hasta mi entrepierna, donde se iba por los costados, sin llegar a la vulva, me besaba la cara interna de los muslos y yo me abría más de piernas para que se encuentre con mi vagina empapada. Finalmente lo hizo y yo exclamé con un gemido fuerte y le hundí la cabeza más para que se quede ahí.
Estaba tan caliente que le pedí que me coja ya, pero él no me hizo caso. Sólo volvió a subir para seguir besándome y aproveché para dejarlo desnudo. Aún acostada, agarré su verga y se la empecé a chupar enérgicamente. Él mientras, volvió hasta mi vagina para seguir saboreandola, quedando en 69. Se acomodó mejor y comenzó a cogerme la boca. Me exitaba mucho eso porque me hacía abrir mucho la boca por su grosor y a veces me asfixiaba un poco. Me calentaba tanto eso que me provocó un orgasmo. Inmediatamente le pregunté si tenía forro, pero él me dijo que tenía una mejor idea. En un movimiento rápido me dio vuelta y quedé boca abajo. Marco quedó arriba mío con mi cola en su cara. Comenzó a lamerme el ano con mucho entusiasmo. Yo ya sabía qué iba a hacer y le dije que no, que me lo iba a destruir. Pero el me prometió que iba a ser cuidadoso.
Empezó metiéndome un dedo muy ensalivado, luego dos y los movía dentro mío para abrirme más. Sin mediar palabra, se dió vuelta, colocó su glande en la entrada de mi ano y me agarró ambas manos. Lentamente empezó a presionar hacia abajo y comenzó a penetrarme.
Cuando logró entrar, pegué un grito de dolor y le pedía que pare. Pero no podía detenerlo porque sus manos agarraban las mías, estaba inmóvil. Sólo atiné a morder la almohada hasta que toda su carne esté en mi.
Se movía suavemente pero el dolor persistía, sentía que me estaba desgarrando. Lentamente comenzó a tomar ritmo, me soltó y llevó sus manos a mi cintura. En un momento me tiró del pelo y sus fuertes brazos me levantaron quedando yo en cuatro. De a poco me empezaba a gustar, con mis movimientos buscaba penetraciones más profundas y fue cuando Marco se entusiasmó y empezó a darme nalgadas fuertes. Luego me puse yo arriba de él y lo cabalgué con fuerza hasta que vi que estaba acabando. Una vez que terminó, me saqué su verga y cayó todo su semen a la sábana. Mi esfinter estaba vencido
Nos quedamos besándonos y en unos minutos él ya estaba listo para seguir.
Yo: "Por el culo no, que me lo dejaste bien roto"
Marco: "Pero te gustó al final"
Yo: "Si, pero ahora quiero por la concha, mira lo mojada que está, pero no me dejes preñada"
Así fue que me cogió fuerte con las piernas en sus hombros y me hizo llegar en unos pocos minutos. Le pedí que siguiera firme. Él aceleró más y me preguntó a dónde quería que acabe. Yo le respondí que quería que me vuelva a coger la boca y acabe ahí.
Marco se dio vuelta y me metió la verga en la boca mientras me chupaba la concha.
Me la metía bien adentro y con mucha fuerza. Yo estaba por acabar de nuevo y él también. Cuando él estaba apunto de eyacular, hizo demasiado fuerza, yo abrí bien la boca e hice un movimiento en donde se me metió toda la verga en la garganta y sus huevos chocaron mi nariz. A continuación sentí los espasmos de su pene dentro mío..
Al otro día, a Ale se le ocurrió ir a andar en bicicleta. Me acordé todo el paseo de Marco, ya que el asiento me hacía acordar lo que me hizo esa noche y además que los amigos de mi novio lo saben..
Un día de verano nos invitaron a una pileta en la casa de los tíos de Ale, mi novio. La idea era pasar el día ahí, ya que hacía mucho calor.
Después de comer nos metimos a la pileta para refrescarnos un poco. Estaban los tíos, Ale y yo en ese momento. Pero más tarde iba a llegar Marco, el primo de Ale..
Un poco más tarde, todos salimos de la pileta y nos quedamos en la orilla conversando y comiendo.
Llegando la tarde, apareció Marco.. lo había visto ocasionalmente en algunas reuniones de la familia de Ale, pero esta vez lo vi de otra forma. Él trabajaba de guardavidas en una pileta del club del barrio, su turno terminaba a esa hora.
Como hacía bastante calor, Marco estaba sin remera y un traje de baño bastante sencillo, pero en donde se detuvo mi mirada fue en los abdominales que tenía.. bastante marcados y unos brazos aparentemente fuertes. Pero más allá de su aspecto físico, lo que más me atraía era su forma de ser; actitud ganadora, hasta a veces un poco arrogante, pero a la vez simpático.
Saludó a uno por uno y me dejó a mi para el final. Cuando llegó mi turno de saludarlo, nos miramos fijamente con una cierta complicidad en donde nos dimos cuenta que iba a pasar algo más..
Marco se quedó un rato con la familia y luego entró a la casa para bañarse.
Ya estaba por oscurecer, pero el calor no cedía, Ale y sus tíos iban a entrar a la casa, yo les dije que me metía una vez más a la pileta y luego entraba.
Quedé sola por un rato, pero aparentemente Marco estaba esperando ese momento y se metió a la pileta también.
Mientras nadamos, él me contaba anécdotas de la pileta donde trabaja y me hacía reír mucho. La pileta de la casa tenía una parte bastante profunda y yo me iba hacía ahí. Era prácticamente de noche y no había demasiada iluminación, salvo la luz que llegaba desde la casa.
Ya era hora de salir, pero no me iba a quedar con las ganas de tener algún contacto con él..
Desde la parte profunda de la pileta fingí un calambre, lo cual hizo que Marco viniera a rescatarme y llevarme a la orilla. Me sostenía con un brazo en la cintura y con el otro se sostenía. Me preguntó si ya se me había pasado el calambre y le contesté que si. Él me soltó, pero inmediatamente le pedí que se quede conmigo por si me volvía a pasar.. ahí entendió mis intenciones y rápidamente se puso detrás mío agarrándome de la cintura con sus manos.
Yo: "Gracias por rescatarme, así salvas a las chicas de la pileta?"
Marco: "Si, pero no me quedo agarrándolas después de que están seguras".
Yo: "Pero quizás yo estaba otra vez corriendo el riesgo de ahogarme... podrías vivir con eso?"
Marco: "No hubiese podido vivir con eso.." dijo con un tono de complicidad. Aprovechó para abrazarme desde el estómago y pegarse a mi.
Yo: "Me ibas a tener que reanimar con respiración boca a boca, no?"
Marco: "Claro" dijo riéndose
Yo: "Entonces, qué lástima que no me ahogué"
Marco: "Te puedo reanimar igual, para que te sientas más viva aún"
Di vuelta mi cabeza y me encontré con su boca. Nos empezamos a besar ardientemente mientras él recorría lentamente mi cuerpo. Como lo tenía atrás mío, sólo agarraba su cabeza y acariciaba sus brazos mientras se entrecruzaban nuestras lenguas. Luego, él comenzó a besarme el cuello, a darme pequeñas mordidas y sus manos apretaban firmemente mis tetas.
Yo estaba muy caliente ya, empecé a respirar más fuerte y con mi cola presionaba su pene, que estaba muy duro y deseoso de salir de su traje de baño.
Todo iba subiendo de intensidad. La mano de Marco comenzó a bajar y se metió en la parte de abajo de mi bikini. Lentamente llegó a tocar mi vagina (me sentí algo incómoda porque no estaba bien depilada, pero a él no le importó). Emití un pequeño gemido y caí en la realidad..
Lo detuve y le dije que no podíamos seguir, ya que en cualquier momento saldría alguien de la casa y nos podía ver. Él me dijo que no me preocupe, que conoce un lugar en la casa en donde nadie va.
Salí de la pileta primero y entré a la casa. Vi a Ale que estaba mirando un partido de fútbol, solo se dió vuelta y me sonrió. Le pregunté dónde estaban sus tíos y me dijo que fueron a comprar comida. A continuación, le avisé que me iba a bañar, él sólo asintió.
Después de un rato entró a la casa Marco, quién le preguntó lo mismo a Ale. De inmediato fue a buscarme a la habitación y me llevó hacia el garaje. Allí había un auto viejo abandonado que estaba cubierto con una lona. Nos metimos en el asiento de atrás, Marco se sentó y yo me subí encima suyo para seguir besándolo. Él aprovechó para apretar mis nalgas mientras yo seguía besándolo y bajando por su cuello, sus pectorales, sus abdominales, hasta que quedé en el piso del auto donde le saqué el traje de baño y me encontré con su miembro. No era muy largo pero sí bastante ancho. Inmediatamente lo agarré y me lo llevé a la boca. Se lo chupé un rato, lo masturbaba de a ratos y pasaba la lengua por todo el tronco. Ya tenía ganas de tenerlo adentro, volví a subirme encima, me saqué la tanga del traje y le pregunté si tenía preservativos. Me respondió que no. Yo no quería coger sin protección, ya que no tomo pastillas. Él me insistió un poco, frotando la punta de su pene en mi vagina y luego dejándola en la entrada. Sinceramente no quería quedarme con las ganas, estaba muy caliente, así que le pedí que me avise cuando iba a acabar. Él sonrió y asintió con la cabeza. En ese momento comencé a sentarme lentamente sobre su verga. Costaba un poquito, pero con la ayuda de mi abundante lubricación vaginal me la metí entera. Me sentí llena, no entraba más nada dentro mío. Empecé a moverme suavemente hacia arriba y hacia abajo. De vez en cuando acariciaba sus huevos y sentía que estaban mojados, producto de mis fluidos. Me fui soltando y comencé a moverme más fuerte. Mi clitoris rozaba su pubis y me hacía gozar increíblemente. Era inevitable no gemir, pero Marco me pedía que no lo haga. Pronto llegué a un orgasmo muy fuerte y paré un poco. Me saqué su verga y sentía un hormigueo muy rico dentro de mi vagina. Me puse en cuatro con la cola bien parada y él no dudó ni un segundo en metermela hasta el fondo. Me hizo sentir lo caliente que estaba él también. Me estaba cogiendo con mucho vigor y me daba nalgadas fuertes. El auto se movía de lado a lado acompañando la embestida de mi macho. Ambos estábamos sudados con el calor que hacía ahí dentro. Yo toda despeinada y con las nalgas todas rojas por la palma de Marco (sólo esperaba no encontrarme con nadie cuando regresemos). Finalmente se detuvo agitado. Me la había dejado toda adentro. Pensaba que estaba cansado, pero de repente sentí cómo su verga iba perdiendo tamaño...
Yo: "Qué pasó?Acabaste?" "Te dije que me avisaras"
Marco: "Si, es que venía muy caliente y no me contuve", "perdoname"
Yo: "No! Encima me dejaste la leche bien adentro", "espero que no me embaraces"
Me puse el de nuevo el traje y salí corriendo hacia el baño para bañarme y tratar de sacarme la mayor cantidad de semen que pueda.
No quiero mencionar lo incómoda que fue la cena...
Durante un mes eterno estuve rogando que me llegue la regla. Por suerte sí ocurrió y ahí me relajé.
Después de dos meses me llega un mensaje de un número desconocido que decía:
"Hola, cómo estás? Soy Marco, me pasó tu contacto Migue (amigo de Ale) perdón por lo que pasó ese día, me dejé llevar.."
Yo: "Ok, ya pasó, por suerte salió todo bien..."
Marco: "Qué alivio, me quedé muy mal ese día, pero lo que pasó antes de eso me encantó mucho.."
Yo: "A mi también, si hubieses tenido forro, seguiríamos en ese auto jaja" "igual, te sentí muy rico así, lo admito.."
Marco: "Me dieron ganas de estar con vos otra vez, pero en algún lugar más cómodo"
Yo: "A mi también, este sábado a las 20hs voy a estar sola en casa, Ale juega al fútbol con los amigos, podemos aprovechar ese rato.."
Marco: "Ahí voy a estar"
Ese sábado lo recibí con un vestido muy ajustado, esta vez bien depilada y sin ropa interior, ya que no teníamos mucho tiempo.
Ni bien entró, comenzamos a besarnos con desesperación, me subí sobre él, lo rodeé con mis piernas y le dije "Vamos a la habitación". Él me llevó alzada, me depositó en la cama y volvimos a besarnos intensamente. Le saqué la remera y levantó mi vestido y dijo asombrado:
Marco: "Ya estás lista!"
Yo: "Si, no tenemos mucho tiempo"
Marco: "Quedate tranquila, los chicos lo van a entretener a Ale hasta tarde, yo les pedí"
Yo: "Cómo que les pediste? Ellos saben?"
Marco: "No van a decir nada, quedate tranquila", concluyó acostándome y dándome un beso.
Por unos segundos me quedé pensando en eso, pero pronto me distraje cuando Marco me sacó el vestido y me dejó completamente desnuda.
Empezó besándome el cuello, siguió bajando hasta mis tetas, en donde me las juntaba y las chupaba toda, pasaba la lengua por mis pezones, hacía que se pongan duros, los succionaba, los mordía apenas. Luego siguió bajando por mi abdomen, llegó hasta el ombligo y se quedó jugando con el piercing. Siguió hasta mi entrepierna, donde se iba por los costados, sin llegar a la vulva, me besaba la cara interna de los muslos y yo me abría más de piernas para que se encuentre con mi vagina empapada. Finalmente lo hizo y yo exclamé con un gemido fuerte y le hundí la cabeza más para que se quede ahí.
Estaba tan caliente que le pedí que me coja ya, pero él no me hizo caso. Sólo volvió a subir para seguir besándome y aproveché para dejarlo desnudo. Aún acostada, agarré su verga y se la empecé a chupar enérgicamente. Él mientras, volvió hasta mi vagina para seguir saboreandola, quedando en 69. Se acomodó mejor y comenzó a cogerme la boca. Me exitaba mucho eso porque me hacía abrir mucho la boca por su grosor y a veces me asfixiaba un poco. Me calentaba tanto eso que me provocó un orgasmo. Inmediatamente le pregunté si tenía forro, pero él me dijo que tenía una mejor idea. En un movimiento rápido me dio vuelta y quedé boca abajo. Marco quedó arriba mío con mi cola en su cara. Comenzó a lamerme el ano con mucho entusiasmo. Yo ya sabía qué iba a hacer y le dije que no, que me lo iba a destruir. Pero el me prometió que iba a ser cuidadoso.
Empezó metiéndome un dedo muy ensalivado, luego dos y los movía dentro mío para abrirme más. Sin mediar palabra, se dió vuelta, colocó su glande en la entrada de mi ano y me agarró ambas manos. Lentamente empezó a presionar hacia abajo y comenzó a penetrarme.
Cuando logró entrar, pegué un grito de dolor y le pedía que pare. Pero no podía detenerlo porque sus manos agarraban las mías, estaba inmóvil. Sólo atiné a morder la almohada hasta que toda su carne esté en mi.
Se movía suavemente pero el dolor persistía, sentía que me estaba desgarrando. Lentamente comenzó a tomar ritmo, me soltó y llevó sus manos a mi cintura. En un momento me tiró del pelo y sus fuertes brazos me levantaron quedando yo en cuatro. De a poco me empezaba a gustar, con mis movimientos buscaba penetraciones más profundas y fue cuando Marco se entusiasmó y empezó a darme nalgadas fuertes. Luego me puse yo arriba de él y lo cabalgué con fuerza hasta que vi que estaba acabando. Una vez que terminó, me saqué su verga y cayó todo su semen a la sábana. Mi esfinter estaba vencido
Nos quedamos besándonos y en unos minutos él ya estaba listo para seguir.
Yo: "Por el culo no, que me lo dejaste bien roto"
Marco: "Pero te gustó al final"
Yo: "Si, pero ahora quiero por la concha, mira lo mojada que está, pero no me dejes preñada"
Así fue que me cogió fuerte con las piernas en sus hombros y me hizo llegar en unos pocos minutos. Le pedí que siguiera firme. Él aceleró más y me preguntó a dónde quería que acabe. Yo le respondí que quería que me vuelva a coger la boca y acabe ahí.
Marco se dio vuelta y me metió la verga en la boca mientras me chupaba la concha.
Me la metía bien adentro y con mucha fuerza. Yo estaba por acabar de nuevo y él también. Cuando él estaba apunto de eyacular, hizo demasiado fuerza, yo abrí bien la boca e hice un movimiento en donde se me metió toda la verga en la garganta y sus huevos chocaron mi nariz. A continuación sentí los espasmos de su pene dentro mío..
Al otro día, a Ale se le ocurrió ir a andar en bicicleta. Me acordé todo el paseo de Marco, ya que el asiento me hacía acordar lo que me hizo esa noche y además que los amigos de mi novio lo saben..
7 comentarios - El primo de mi novio me rompió el culo