en el sexo, recuerdo que una noche me dijo: de día, soy una señora, una gran profesional, muy respetada, muy sería, pero con vos de noche, me transformo en una puta, una puta insaciable, una puta morbosa, y me encanta que me digas así, que me digas lo puta que soy. Del sexo por chat pasamos al sexo telefónico y luego al sexo virtual por Whatsapp, y le siguió el intercambio de fotos íntimas, y luego avanzamos hasta las videollamadas, una de las fantasías que ella tenía, era ver eyacular a un hombre, más precisamente ella quería ver un pene, masturbarlo y que eyacule. Y le cumplí esa fantasía, una noche preparé una cartulina negra, y le pedí que ella me indique cómo quería que me toque o masturbe, así ella me pidió que le muestre cómo me acariciaba y apretaba los testículos, después que apriete con mis dedos el tronco y cabeza de mí pene, y después que me masturbe suave y lento, hasta acabar, y tire todo mí semen en esa cartulina negra así se noten los chorritos de semen. Después de esa experiencia me dijo que estuvo muy caliente, que después que hicimos la videollamada, se quedó tocándose hasta que se durmió, y que al otro día pensaba a cada rato en lamer y tragar ese semen, me dijo que se tocó a la siesta y después a la tarde cuando se estaba bañando. Esa noche de nuevo hablamos y le plantee que pasemos a la realidad y nos conozcamos, tenía muchas ganas de cogerla, también ese morbo de una mujer viuda, sola, me hacia la cabeza de lo caliente y necesitada que esté de sexo, pero no sé decidía a que nos encontremos, y como estaba comenzando algo con otra persona no quería echarlo a perder por una calentura sexual. Igual le insistí hasta que fue aflojando, y finalmente llego el tan ansiado encuentro, fue un viernes a la tarde, fuimos a un bar tranquilo en un parque, decidimos sentarnos en una mesa afuera del local, una mujer de contextura rellenita, caderona, cabello corto, piel blanca, alta, de unos 1,75, una mujer muy inteligente, bien femenina, muy amable, charlamos de todo un poco, hasta que tocamos el tema sexual, y casi casi que tuvimos sexo cara a cara, repetimos lo que veníamos charlando pero esta vez frente a frente, yo estaba re caliente y tenía una erección ahí sentado, ella me decía que sentía como su vagina se mojaba y le palpitaba, ambos teníamos muchas ganas de tocarnos, pero yo tenía que cumplir mí palabra, le había dicho que para que se de el encuentro, solo iba a ser para tomar algo en un bar nada más. La verdad me estaba arrepintiendo de eso. Esa tarde quedamos en poder tener un encuentro sexual en un hotel, y que podría ser el fin de semana siguiente. Y sucedió mucho antes de lo esperado, lunes a la noche, me dice Tere que se estuvo masturbando varias veces, que tenía muchas ganas de masturbarme y hacerme eyacular, en un momento de la charla le propuse ir a su casa, pero eran ya casi las doce de la noche, además ella estaba con su hija, sin la empleada, y se complicaba, pero se me ocurrió una idea, y le dije de ir su consultorio médico. Y me dice: si, es una buena idea, mañana le digo a mí secretaria que te reserve un turno, el último en la clínica. Así que fui al otro día a las 19 horas, llegue 10 minutos antes para anunciarme y la secretaria me dijo que estaba un poco demorada la Dra que a las 19:10 aproximadamente se desocupaba. Quedé esperando hasta que se abrió la puerta del consultorio, y la vi, asomarse, me miró y con una sonrisa picarona me dijo que entre, cerró la puerta y le puso llave, y me dijo: ahora sí, te tengo aquí! no sabes cómo esperaba que se terminen todos los turnos para verte! Y nos dimos un beso enorme, riquísimo, apasionado, ella con su delantal tan blanco como su piel, nos dimos un abrazo mientras nos besábamos muy lento y fogoso a la vez, mis manos bajaron para agarrarla de la cintura y también tocar y acariciar su cola. Ella me beso el cuello, y pasó su lengua por una de mis orejas, y me susurro al oído, ahora como una buena doctora, quiero que te acuestes en la camilla y te voy a revisar. Me acosté boca arriba, ella se acercó y metió una de sus manos por debajo de mí ropa para acariciarme el pecho, me pellizcaba las tetillas, y me volvió a besar con su rica y mojada lengua, se sacó el delantal, y debajo tenia puesta una blusa, me desprendió el pantalón, me bajo el cierre y le lo corrió un poco para meter su mano en mí boxer, yo ya estaba con mí pene casi erecto, con una de sus manos me apretaba los testículos con otra me acariciaba todo el tronco de mí pene, yo tocaba sus pechos por encima de su blusa. Otra vez se acercó para besarme y me susurró: me voy a sacar esto (por la blusa) quiero que me acabes y me des toda tu leche en mis tetas. Se sacó todo, y quedó con sus senos al aire, hermosos senos medianos, con pezones oscuros, me masturbo suave, mientas me prendí a chupar ese par de pechos, tenía los pezones paraditos, bien duritos. Y se acostó delante mio poniendo sus senos al frente de mí pene, me masturbaba más rápido, me miraba a los ojos y me decía: quiero que acabes así como lo hacías en las videollamadas, dame todos esos chorritos de leche que me hacías desear cuando los miraba por el celu! Dame, dame, dame toda tu leche, dámela!! Damela por favor! Fue tan excitante que no dure ni cinco minutos y le tire todo en sus pechos! Que linda manera de acabar! Mientras ella me miraba, gemia y se ponía como loca mientras los chorros de semen impactaban en sus pechos! Una vez que termine, ella se pasó sus manos por sus senos y se masajeó con mí leche, después se llevó los dedos de una de sus manos a su boca y chupo para probar el sabor de mí semen. Me dijo: mmmmm que rica leche tenés amor! Me imaginaba que me iba a saborear así de esta manera! Luego me dio una toallita para secarme y ella también se secó y limpió las tetas. Nos vestimos, nos volvimos a dar un beso riquísimo de despedida, y la promesa de encontrarnos esa noche por Whatsapp para comentar lo que acabamos de experimentar
Doctora de dia y de noche ...
en el sexo, recuerdo que una noche me dijo: de día, soy una señora, una gran profesional, muy respetada, muy sería, pero con vos de noche, me transformo en una puta, una puta insaciable, una puta morbosa, y me encanta que me digas así, que me digas lo puta que soy. Del sexo por chat pasamos al sexo telefónico y luego al sexo virtual por Whatsapp, y le siguió el intercambio de fotos íntimas, y luego avanzamos hasta las videollamadas, una de las fantasías que ella tenía, era ver eyacular a un hombre, más precisamente ella quería ver un pene, masturbarlo y que eyacule. Y le cumplí esa fantasía, una noche preparé una cartulina negra, y le pedí que ella me indique cómo quería que me toque o masturbe, así ella me pidió que le muestre cómo me acariciaba y apretaba los testículos, después que apriete con mis dedos el tronco y cabeza de mí pene, y después que me masturbe suave y lento, hasta acabar, y tire todo mí semen en esa cartulina negra así se noten los chorritos de semen. Después de esa experiencia me dijo que estuvo muy caliente, que después que hicimos la videollamada, se quedó tocándose hasta que se durmió, y que al otro día pensaba a cada rato en lamer y tragar ese semen, me dijo que se tocó a la siesta y después a la tarde cuando se estaba bañando. Esa noche de nuevo hablamos y le plantee que pasemos a la realidad y nos conozcamos, tenía muchas ganas de cogerla, también ese morbo de una mujer viuda, sola, me hacia la cabeza de lo caliente y necesitada que esté de sexo, pero no sé decidía a que nos encontremos, y como estaba comenzando algo con otra persona no quería echarlo a perder por una calentura sexual. Igual le insistí hasta que fue aflojando, y finalmente llego el tan ansiado encuentro, fue un viernes a la tarde, fuimos a un bar tranquilo en un parque, decidimos sentarnos en una mesa afuera del local, una mujer de contextura rellenita, caderona, cabello corto, piel blanca, alta, de unos 1,75, una mujer muy inteligente, bien femenina, muy amable, charlamos de todo un poco, hasta que tocamos el tema sexual, y casi casi que tuvimos sexo cara a cara, repetimos lo que veníamos charlando pero esta vez frente a frente, yo estaba re caliente y tenía una erección ahí sentado, ella me decía que sentía como su vagina se mojaba y le palpitaba, ambos teníamos muchas ganas de tocarnos, pero yo tenía que cumplir mí palabra, le había dicho que para que se de el encuentro, solo iba a ser para tomar algo en un bar nada más. La verdad me estaba arrepintiendo de eso. Esa tarde quedamos en poder tener un encuentro sexual en un hotel, y que podría ser el fin de semana siguiente. Y sucedió mucho antes de lo esperado, lunes a la noche, me dice Tere que se estuvo masturbando varias veces, que tenía muchas ganas de masturbarme y hacerme eyacular, en un momento de la charla le propuse ir a su casa, pero eran ya casi las doce de la noche, además ella estaba con su hija, sin la empleada, y se complicaba, pero se me ocurrió una idea, y le dije de ir su consultorio médico. Y me dice: si, es una buena idea, mañana le digo a mí secretaria que te reserve un turno, el último en la clínica. Así que fui al otro día a las 19 horas, llegue 10 minutos antes para anunciarme y la secretaria me dijo que estaba un poco demorada la Dra que a las 19:10 aproximadamente se desocupaba. Quedé esperando hasta que se abrió la puerta del consultorio, y la vi, asomarse, me miró y con una sonrisa picarona me dijo que entre, cerró la puerta y le puso llave, y me dijo: ahora sí, te tengo aquí! no sabes cómo esperaba que se terminen todos los turnos para verte! Y nos dimos un beso enorme, riquísimo, apasionado, ella con su delantal tan blanco como su piel, nos dimos un abrazo mientras nos besábamos muy lento y fogoso a la vez, mis manos bajaron para agarrarla de la cintura y también tocar y acariciar su cola. Ella me beso el cuello, y pasó su lengua por una de mis orejas, y me susurro al oído, ahora como una buena doctora, quiero que te acuestes en la camilla y te voy a revisar. Me acosté boca arriba, ella se acercó y metió una de sus manos por debajo de mí ropa para acariciarme el pecho, me pellizcaba las tetillas, y me volvió a besar con su rica y mojada lengua, se sacó el delantal, y debajo tenia puesta una blusa, me desprendió el pantalón, me bajo el cierre y le lo corrió un poco para meter su mano en mí boxer, yo ya estaba con mí pene casi erecto, con una de sus manos me apretaba los testículos con otra me acariciaba todo el tronco de mí pene, yo tocaba sus pechos por encima de su blusa. Otra vez se acercó para besarme y me susurró: me voy a sacar esto (por la blusa) quiero que me acabes y me des toda tu leche en mis tetas. Se sacó todo, y quedó con sus senos al aire, hermosos senos medianos, con pezones oscuros, me masturbo suave, mientas me prendí a chupar ese par de pechos, tenía los pezones paraditos, bien duritos. Y se acostó delante mio poniendo sus senos al frente de mí pene, me masturbaba más rápido, me miraba a los ojos y me decía: quiero que acabes así como lo hacías en las videollamadas, dame todos esos chorritos de leche que me hacías desear cuando los miraba por el celu! Dame, dame, dame toda tu leche, dámela!! Damela por favor! Fue tan excitante que no dure ni cinco minutos y le tire todo en sus pechos! Que linda manera de acabar! Mientras ella me miraba, gemia y se ponía como loca mientras los chorros de semen impactaban en sus pechos! Una vez que termine, ella se pasó sus manos por sus senos y se masajeó con mí leche, después se llevó los dedos de una de sus manos a su boca y chupo para probar el sabor de mí semen. Me dijo: mmmmm que rica leche tenés amor! Me imaginaba que me iba a saborear así de esta manera! Luego me dio una toallita para secarme y ella también se secó y limpió las tetas. Nos vestimos, nos volvimos a dar un beso riquísimo de despedida, y la promesa de encontrarnos esa noche por Whatsapp para comentar lo que acabamos de experimentar
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