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El día que mi profesora “abusó de mí”

Muy bien, la verdad es que estos post han tenido buen recibimiento. Sé que la mayoría esta para pajearse poniéndose en las fantasías de otra persona y rogando porque les pase a ellos y, aunque también es la intención, lo que me interesa más es exponer estas experiencias impactantes, irreales, cachondas y algo ilegales que me han sucedido, pero que no puedo decirle a cualquiera, no puedo exponer a esas personas y menos revelarlo con mi cara y nombre. Ya les hablé de mis 2 encuentros sexuales con mi madre biológica y, aunque tengo una anécdota más con ella que quiero contarles, me urge un poco contarles esta historia que, podría decirse, fue la primera experiencia sexual de mi vida. ¿Por qué? Bueno, porque fue algo que ninguno de los 2 debimos hacer.


Antes de empezar, me gustaría aclarar a los que estén leyendo esto y a los moderadores de que no busco alentar lo ilegal o la pedofilia en estos post.Lo que voy a contar aquí, personalmente, no lo contaría como pedofilia ni como violación. Solo quiero sacarme esta memoria algo traumatizante, picarona e ilegal de mi cabeza para vivir mejor conmigo mismo. Cuando lean la historia completa van a entender mejor a lo que me estoy refiriendo. Aclaro esto porque yo si me leí las normas de Poringa y no quiero problemas con nadie. Ahora, si este post de todas formas no cumple con las reglas, pues me avisan y yo lo quitaré sin problemas.


Verán, lo de mi mamá y yo fue hace 9 años cuando yo tenía 17 años. Esto fue hace 12 años cuando yo tenía 13 años, cerca de cumplir los 14 años. Yo sé que suena muy ilegal y lo es, por eso me lo quiero quitar de la mente, pero les prometo que no intento glorificar nada, de hecho, lo voy a contar como lo que fue, un acto ilegal. Entonces, en ese tiempo estaba a punto de cambiarme de escuela porque nunca me acomodé al ambiente hostil de ahí, además de mejorar mi educación. Pero principalmente lo hacía porque todos en esa escuela en la queme quedé como 6 o 7 años, todos eran malas personas, todos se peleaban o se burlaban de otros. Desgraciadamente fui víctima de bullying, nada grave como otros, pero de vez en cuando recordaban que yo estaba ahí para molestarme y después me olvidaban. No tenía mucho como para que ellos me hicieran mucho daño, por lo que les parecía aburrido y rápido buscaban a otro para molestar o golpearlo. Ni siquiera los profesores y profesoras hacían algo al respecto.Hacían sus clásicas y aburridas charlas de no ser malo con el de al lado y todo, pero al momento de actuar todos se acobardaban. Los profesores te detenían si el asunto era muy grave, pero era cuestión de “ver a quien le creo más” para sacarse el problema de encima. Les importaba más detener el maltrato físico que el psicológico como todos esos idiotas. Sin embargo, de todos ellos,hubo una mujer que era la excepción, que me acogió desde el primer día y que fue mi compañera / mejor amiga / segunda madre por eso 6 o 7 años. Ella fue mi profesora favorita por todos esos años, ella me ayudó mucho a pasar las materias,a superar momentos difíciles en mi familia y en la escuela, me hizo clases de matemáticas y fue la profesora jefa de mi aula. Pasamos de una relación de alumno y profesora a una de amigos, luego de mejores amigos que nos contábamos todo y nos apoyábamos el uno a otro, hasta concluir en una relación tan fuerte que parecía el de una madre y su hijo mayor. Lo digo porque, cuando ocurrió lo de esa tarde, yo tenía casi 14 años, pero ella tenía casi 30 años. Era lo suficientemente joven como para entenderme, encariñarse conmigo y que nos habláramos con tanta confianza. Hubo una vez que me ofreció revisar algunos exámenes con ella a cambio de puntos, y me contó como trataba de “jotearse” a lo que ahora debería ser su esposo. Era tan amable, tan buena y tan pura que no merecía estar en la mierda de escuela en la que trabajaba.


Entonces, la semana en la que me enteré que aprobé para irme a la nueva escuela, mágicamente todos lo supieron y me felicitaron. Fue todo lo que no me esperaba. Me felicitaron algunos profesores que me conocían, los bullys que me molestaban, compañeros y compañeras con las que rara vez hablaba, los “otakus”que se podían considerar mis “amigos” (nunca lo fueron), en fin, todos en la escuela supieron, todos me trataron como nunca me trataron en 7 años, menos la persona que más me importaba. Esto pasó el día Martes de esa semana y mi profesora no la vi hasta el Jueves de esa misma semana. Nunca supe si estaba enferma o muy ocupada, la cosa es que nunca apareció hasta ese día que les digo. Cuando llegó ese día Jueves, yo ya sabía que ella estaba en la escuela porque la vi a lo lejos cuando apenas entré a la escuela en la mañana. Lo que confirmaría que, si estaba ese día, era la clase de matemáticas que tenía justo como última clase del día. Llegó la hora, eran cerca de las 4 de la tarde, nos sentamos todos en el aula esperando a que la profesora llegara, ella llegó con la poca energía que le quedaba, nos saludó y empezó la clase súper normal. Tal vez me hice mucha expectativa o algo, pero yo esperaba a que me felicitara en algún momento del día, que me buscara o algo, pero no pasó nada de eso y,cuando al fin la tuve al frente mío, hizo como si no estuviera ahí e hizo la clase de matemáticas con poco o nada de ganas. Lo único que se me ocurría es que la despidieron, falleció algún familiar suyo o tuvo problemas con su pareja como para que su buena voluntad desapareciera casi en su totalidad. Me sentí triste, pero a la vez no quería molestarla con algo que, de seguro, no era importante en ese momento.


Ahora, ya cerca de llegar a la parte que todos quieren leer, remarco que mi intención no es celebrar o alentar nada de esto. Voy a entrar en detalles tanto como lo hice con los 2 relatos pasados, pero no busco hacerlo deseable ni nada.


La clase terminó, la profesora dijo que, como el año estudiantil estaba apunto de acabarse ya que era finales de Noviembre, en el examen iba a entrar menos materia por su ausencia y por habernos atrasado en la materia y esas cosas. Todo dio un giro para toda la clase cuando, al terminar de aclarar todo lo que tenía que aclarar, dijo:


-  "Señor *inserte apellido aquí*, necesito que se quede. Tengo que hablar con usted".


Mi reacción fue de total sorpresa y extrañeza. No entendía que fue lo que pasó o que fue lo que hice. Y los ruidos de suspenso que hacían todos en mi clase tampoco ayudaban. Sabían que yo no causaba problemas y encima que me iba a ir de esa escuela, por lo que para todos fue muy extraño que me llamara la atención de esa forma tan recta, seca y como si hubiese hecho algo muy malo.


Yo guardé mis cosas en mi mochila y me alisté para irme, pero me quedé sentado en mi asiento esperando a que todos se fueran. Todos se iban diciéndome“¿qué hiciste?” o “suerte”, asustándome más de lo que debería. Yo estaba convencido de que no hice nada malo y que tampoco estaba reprobando en la clase de la que fue alguna vez mi mejor amiga. O al menos eso pensaba en esos tensos minutos en los que todos se iban. Recuerdo que eran las 17:30, ya le había avisado a mi mamá (todavía no me la tiraba) que llegaría más tarde porque“tenía que hacer un trabajo en grupo”. Todos se fueron, yo estaba listo para ira sentarme donde mi profesora que estaba en el escritorio del salón, pero ella se levantó primero y ella fue a mi asiento. Cabe resaltar que lo que fue “mi asiento” era un escritorio donde cabían 2 personas. Yo me sentaba al lado de la pared y mi compañero se sentaba al lado que daba a todo el salón. Aquí les dejo un plano cutre de lo que fue ese salón:





El día que mi profesora “abusó de mí”


El punto es que, ella se levantó de su escritorio, fue a mi asiento y se sentó en el asiento que daba al salón, dejándome casi acorralado en mi asiento con mi espalda a la pared del salón. Con tantos años de amistad, yo ya sentía que algo no estaba bien, ella no se sentía bien, pero no sabía por qué estaba así. Cuando se sentó, ella acomodó su falda para que no se viera nada, porque ella vestía su ropa de trabajo que era una camisa blanca y un traje con su chaqueta y su falda del mismo color azul marino, sus piernas apuntaban hacia mí,puso sus manos sobre sus piernas muy femeninamente y sacando un suspiro como soltando presión. Ella era una mujer muy bonita a mi parecer. Su cara era la de una mujer joven, bonitos ojos marrones, pelo ondulado café, su nariz era algo pequeña y sus labios era hermosos y con el labial café rojizo no tan marcado,la hacían una mujer que no necesitaba abusar del maquillaje para verse hermosa.Siempre me fijo en las piernas de las mujeres y ella tenía unas piernas algo gruesas, pero no como los de una mujer obesa, a pesar de que mi profesora era algo gruesa, pero lo suficiente para vestir cosas ajustadas como su ropa de trabajo y verse atractiva. Nunca pude apreciar sus pies, ya que siempre usaba tacones no muy altos que hacían lucir sus piernas mejor. Lo curioso es que ella no siempre usaba la falda de trabajo. Era una falda elegante que le llegaba alas rodillas cuando caminaba, pero cuando se sentaba, la falda se le subía hasta que se le vieran las rodillas y un poquito más. Nada vulgar, pero no era lo que ocupaba siempre, normalmente vestía un pantalón ajustado que de todas formas la hacía lucir muy bonita. Bueno, ese día usó la falda que, una vez le dije, se veía muy bonita. Ahora que escribo esto me doy cuenta de que todo estaba planeado. O tal vez no.


En fin, ella se sentó muy educada y femenina a mi lado, yo estaba con la espalda a la pared, ella soltó el suspiro y hubo un silencio de 3 segundos.Tiempo suficiente para sacar mis últimas teorías de por qué estoy aquí. Cuando me miró a los ojos, su cara de agotaba hizo un esfuerzo por sonreír y me dijo con la voz más suave del mundo que tanto extrañaba oír:


-  "¿Cuándo me ibas a decir que te cambiabas de escuela?".


Sentí que mi corazón volvió a latir, mi respiración se relajó tanto que casi me desmayo y todo me hizo sentido. Bueno, solo un poco, ya que yo creí que ella ya lo sabía. La conversación que tuvimos fue muy emotiva y muy franca por parte de ambos. Le conté por qué me estaba cambiando, ella se sintió triste pensando que la iba a dejar sola, que esto es cerrar un ciclo en mi vida, nuevas amistades y era como empezar de nuevo para mí. Lo que yo no contaba es que mi profesora le llegara tanto el que yo me fuera. Nunca creí que le importaba tanto, al final del día era mi profesora. Una amiga, cómplice, casi una madre,pero seguía siendo mi profesora. Una vez que terminaban las cosas en la escuela, cada uno volvía a su vida con sus asuntos. A lo mucho nos llamábamos por teléfono para felicitarnos por nuestros cumpleaños, compartir algunos logros o por si habían dudas con la materia de la escuela, pero nada muy personal. Bueno, no tanto. Todo se limitaba a nuestros encuentros en la escuela. Pero resulta que, la razón principal por la que me pidió hablar conmigo después de clases esa tarde, es porque no quería que me fuera de la escuela, que ella en verdad iba a sentirse muy sola. No me hizo sentido y creí que estaba exagerando, hace unos meses me contó que estaba en una relación con un tipo, y ella era respetada en la escuela. ¿Por qué de repente soy tan importante en su vida?


Seguimos hablando del asunto, pero todo se dirigía a que yo ya no estaría con ella, que ya no tendría a nadie con quien hablar y a quien contarle sus secretos. Yo tampoco lo haría, pero jamás lo vi como si 2 amigos se despidieran luego de la graduación, menos cuando la relación es tan marcada como que un alumno tenga de amiga a una profesora con 15 años de diferencia. Eso a ella no le importó y me empecé a dar cuenta de que todo lo que me decía iba en serio cuando su voz comenzó a temblar. Estaba a nada de llorar y lo hizo. No lo podía creer.


Hice lo que cualquier amigo haría, me acerque a ella, le tomé la mano y se la acaricié para que se calmara y hasta le levante la cara desde el mentón para poder secar suavemente sus lágrimas y acariciarla en el proceso. Esa fue la primera vez en la que supe cómo se sentía la piel de una mujer y como huele una de cerca. Tenía algo de su perfume, pero en general sentía su olor natural. No apestaba ni nada, ellas son más cuidadosas en ese aspecto, pero nunca tuve a una mujer tan cerca como para sentir su olor, ni había tocado a una de la forma en la que lo hice con mi profesora como en esta ocasión. Ella se disculpó por quebrarse delante mío, pero yo le dije que no importaba. Acerque mi silla a la de ella, la tome de sus hombros para abrazarla y consolarla, ella se dejó y puso su cabeza en mi hombro izquierdo mientras yo le acariciaba su cabeza y su pelo. Ya cuando sentía que se estaba calmando, me arriesgué como nunca lo había hecho y le besé la cabeza con un beso largo pero cariñoso. Luego de eso, ella puso su mano en mi pecho para acomodarse de nuevo, pero no se sentó del todo. Con su mano derecha acarició mi cabeza y jugó con mi pelo y con la izquierda acariciaba mi pecho y hombro izquierdo. Su cara aún la tenía muy cerca de la mía, podía sentir sus respiraciones. Ella me seguía acariciando mi pelo y hombro, hasta que con su mano izquierda me giró mi cara para que la viera. “Te voy a extrañar mucho” fue lo que me dijo muy tierna. “¿Tú también me vas a extrañar?” dijo enseguida y yo recuerdo que le contesté:


-  “Claro que la voy a extrañar, usted fue la única en la que pudo confiar, la que me escuchaba, me ayudaba y me quería de verdad en esta escuela. Es una gran mujer,es muy bonita para estar en este infierno y muy inteligente para este mundo.Nunca la voy a olvidar profe. Gracias por todo lo que hizo por mí, de verdad la quiero mucho.” - Fue lo que me salió del corazón.

-  "Ay gracias mi niño, gracias. Yo también lo quiero mucho. No sabía que era todo eso para ti. Eres muy lindo….. muy lindo…graciasss….graciasssssss".


Cuando termino su frase y me decía “graciasss” poco a poco se me iba acercando. Estábamos frente a frente muy cerca y con nuestros halagos nos fuimos excitando de a poco los dos, hasta que los dos nos besamos. Sus labios estaban helados, su respiración aún estaba alterada por la tristeza y sentí toda la pasión en ese beso que fue el primero que di. Fue un beso de 10 segundos, un beso donde separamos nuestras bocas 3 veces y ella llevaba el control, porque yo no sabía el arte de besar a nadie. En todo caso no fue nada extremo, fue un beso caliente sin lengua donde no había arrepentimiento. Terminamos de besarnos y yo en seco le dije lo mucho que lo sentía, que me dejé llevar, esto no está bien, pero ella suavemente me puso sus dedos en la boca para callarme y de paso una mirada algo calentona. Ella rápidamente se levantó, fue a la puerta, se asomó para ver si no había nadie, cerró la puerta con seguro y volvió a mí. En lo que yo la veía hacer todo eso, mi mente recordó todos los videos porno que había visto sobre profesoras cogiéndose a sus alumnos, pero no pasó nada de eso. Bueno, no como uno lo creería. Ella cerró la puerta de la sala, se volvió a sentar a mi lado y yo solo logré decir: “Profe de verdad mil discul….”.


Ella volvió más caliente todavía a completar la tarea de besarme. La diferencia es que estos besos si eran muy apasionados y desesperados, como si buscara comerme la boca con cada beso. Y sus respiraciones fuertes y rápidas lo corroboraban. No tuve tiempo para hacer nada, tomó mi cabeza con ambas manos y me hizo de todo al besarme. Podía sentir como intentaba buscar mi lengua para entrelazarla, como trataba de llegar a mi garganta con su lengua o como a veces soltaba leves gemidos para después unir nuestras bocas, besarnos, abrir para meternos las lenguas y mantener nuestras bocas abiertas unidas en lo que jugábamos con nuestras lenguas, soltábamos aire por nuestras narices y nos soltábamos, mientras que una línea de saliva aún seguía uniendo nuestras bocas y se desvanecía poco a poco. Ella mientras se apoderaba de mí, aprovecho de tocarme el pecho, las piernas y masajeo mi verga sobre el pantalón. Yo por supuesto aproveché de correrle mano. Acaricié su suave cara, pasé soltando algunos botones de su camisa blanca para poder apretar sus pechos sobre su sostén, pero pasé más tiempo subiéndole la falda para acariciar sus piernas.Fue algo difícil, porque tuve que subirle la falda mientras ella estaba sentada, pero la subí lo suficiente como para manosear sus muslos depilados,blandos y muy suaves.


Ahora, la parte en la que digo que este no fue una violación es porque,primero, no tuvimos sexo y, segundo, yo nunca puse resistencia. Erala primera experiencia sexual que tuve en mi vida y me entregué sin pensarlo.Fue después cuando nos dimos cuenta que los 2 la cagamos.


Sus besos de lengua fueron tan eróticos y desesperados que me faltaba el aire y la pintura labial de su boca desapareció por completo. Pude ver por fin los labios de mi profesora al natural, porque todo ese maquillaje estaba ahora en mi boca. Hasta pude percibir algo de lo que había comido esa tarde de tanto rozar su lengua. Creo que fue algo con vainilla y jugo de uva. Pero me di cuenta de todo eso después, ya que no pasó ni 1 segundo de besarme cuando toqué con mis manos bajo su falda su vagina, y ella ya estaba levantándome la camiseta de la escuela, besando rápidamente mi pansa desnutrida, desabrochó desesperada mi pantalón, se levantó de la silla que estaba a mi lado para arrodillarse delante mío, me bajó el pantalón con los calzoncillos, tomó mi virgen verga y comenzó a chuparlo en lo que yo seguía sentado. Mi reacción fue muy intensa,nunca imaginé este momento con mi profesora favorita y encima que una bella dama me estuviera comiendo la verga. Se sintió muy extremo para mí en ese entonces, porque no lo hizo despacio o con delicadeza, ella empezó chupando muy fuerte y no dudaba en hacer garganta profunda. Me lo imaginé más sexy o menos sucio todo esto del sexo, porque escuchar las arcadas que mi profesora hacía al tragarse toda mi verga, sentir el sabor de lo que comió, que me ahogara con su lengua, combinar nuestras salivas, no fue el mejor comienzo. De hecho, no fue un buen comienzo para nada ni nadie.


Todo ese rato en lo que mi profesora trataba de comerse mi verga duró como20 segundos, porque había llegado el momento de eyacular. Estaba tanto en mi éxtasis viviendo una fantasía prohibida que ni me digne en avisarle a mi profesora que me iba a correr en su boca. Ya me sentí rendido, agotado y quería cerrar con broche de oro, así que solté un gemido de placer y dolor, agarré la cabeza de mi profesora con las 2 manos, metí mi verga lo más profundo que pude en su garganta y solté mi semen dentro de ella. Yo solo sentí dolor y placer puro, ya que era lo más cercano que tenía a un final feliz donde podía eyacular dentro de una vagina. No voy a negar que lo disfruté, cualquiera se sentiría realizado al tener sexo con su profesora. Conmigo no fue el caso, pero lo queme tocó lo disfruté en ese momento, porque luego dirigí mi mirada hacia mi profesora que todavía estaba arrodillada con la punta de mi verga en su boca,succionando los restos de mi semen que quedaban. Hasta ese entonces todo era felicidad, hasta que mi profesora se detuvo en seco de chuparme la verga, como si se hubiese congelado. Se tiró un poquito para atrás, dejó caer mi verga sensible, pero nunca dijo nada. Solo miraba hacia la nada con ojos de susto,con la boca cerrada llena con mi semen y se llevó una mano a la boca en señal de infinita preocupación. Obvio no entendí que estaba pasando por su cabeza, yo estaba feliz, pero ella estaba callada y congelada del pánico. Mi felicidad se fue difuminando poco a poco hasta que al fin me volvió a mirar a los ojos por 5segundos. Ninguno de los 2 dijo nada.


Ella sin abrir la boca se levantó del suelo, se sacudió rápido las rodillas, estiró la falda que le levanté, se arregló su camisa, su pelo, sus tacones, se quitó un poco del sudor y comenzó rápido a caminar por el salón recogiendo sus cosas. Torpemente y chocando con algunas mesas de la sala, tomó su chaqueta, el libro de clases, sus materiales, su cartera y rápido fue a la puerta de la sala para abrirla de un solo tirón. De lo aterrada que estaba se le olvidó que la había cerrado con seguro, se lo quitó con fuerza, abrió la puerta con fuerza y se fue del salón lo más rápido posible con la mano en su boca llena. No me volvió a dirigir la mirada en lo que hacía todo eso, yo solo la miraba tratando de entender que fue lo que hice mal. Ya cuando se fue y me dejó solo en el salón con la puerta abierta, me di cuenta que aún estaba sentado con la verga al aire. Rápido me vestí, acomodé un poco las sillas y mesas, tomé mis cosas y me fui rápido del salón cerrando la puerta.


No la volví a ver ese día, ni siquiera tuve tiempo para buscarla por la escuela por su reacción de último minuto. En todo caso, tampoco podía hacerlo,porque aún quedaban muchas personas en la escuela, porque estaban terminando de armar el escenario y todo en el patio para las premiaciones a los alumnos por mejor puntaje, asistencia y todo eso que nos hace perder clases un día Viernes.Lo que todo estudiante espera con ansias. Además de que en el reloj del salón marcaban las 6 y algo de la tarde. Yo ya debía estar yendo camino a mi casa para llegar a una hora decente y que mi mamá no se preocupara. Mi mente solo podía pensar en lo que hicimos en el salón. Fue tan único, extremo y repugnante por igual, pero tan prohibido que lo hizo demasiado excitante. Pero no podía pensar tranquilo en eso sin pensar en mi profesora angustiada. Tenía que llegara mi casa y averiguar que estaba pasando.


Llegué a mi casa, mi papá estaba trabajando como de costumbre y mi mamá me recibió con la cena. Me notó muy callado y algo pálido. Hice todo lo posible para no decir nada. Luego de una cena tranquila con ellos 2, les dije que tenía que usar la computadora para seguir con mi “trabajo en grupo” un rato más.Ellos aceptaron y en friega me puse a investigar casos de profesores o profesoras teniendo relaciones sexuales con sus alumnos. Me llevé la sorpresa de mi vida al darme cuenta de 2 cosas que no sabía para nada a mis casi 14años. La primera fue que todos los casos de este tipo que fueron descubiertos o demandados, tienen como consecuencia la cárcel o manchar historiales de trabajo. Es una cosa tan prohibida que, tanto los alumnos como los profesores,pueden salir muy afectados. Pero los que más salían perdiendo eran los profesores. Y segundo, queriendo ser más curioso, me encontré con la noticia que me dejó helado toda la noche. Resulta que el problema era más grande que la idea vaga que me hice en la cabeza. Yo les juro que el problemón que me imagine fue que una profesora se la chupó a su alumno y que nos iban a expulsar, a mi profesora la despedirían y a mí me castigarían por años. Pero resulta que mi profesora, con todo lo que les acabo de contar, había cometido 2 delitos tan graves con los que podría perder su vida para siempre. No solo abusó de uno de sus alumnos, también resulta que abusó sexualmente de un menor de edad.


Yo me quería morir en ese momento, me quedé congelado en el asiento por varios minutos pensando que la vida de ambos se había terminado. Me tranquilicé un poco o nada pensando en que, si no hablaba, todo esto no iba a importar,pero tampoco sabía si alguien nos vio en el aula y no nos dimos cuenta o si dejamos evidencia en alguna parte. No dormí esa noche pensando en los miles de posibilidades en las que nos podrían arruinar. Hasta pensé que la única solución era desaparecer, cambiarme el nombre y todo eso. Con el tiempo se me fue quitando el pánico que tuve toda la noche. Seguía sin llegar a algún lado o alguna solución, pero ya el cielo comenzaba a ponerse más claro y la alarma de mis padres se escuchó a lo lejos. Estaba asustado de verdad y traumado porque no podía creer que, lo que yo pensaba que era el alma más pura de toda esta ciudad y la mujer con un gran futuro por delante, se había convertido en otra persona con un hambre desesperado de sexo, tragarse mi verga y llegando a los extremos más grandes que yo pude presenciar, tanto que cometió 2 delitos graves en solo 20 minutos. Ya ni siquiera veo esa escena sexual como una fantasía hecha realidad o como si hubiese tocado el cielo con las manos, lo veía y lo sigo viendo como un momento en el que tuve mucha suerte de que no me secuestraran o me comieran vivo o me convirtieran en un juguete sexual de la manera literal. De verdad es muy difícil para mí escribir esto.


Mi mamá notó lo agotado que estaba, pero no escaló a mucho. Ella me fue a dejar a la escuela, no vi a mi profesora por ninguna parte y no tenía clases de matemáticas como para verla de nuevo. Todo el mundo notó lo cansado que me veía, hasta los profesores me preguntaron si estaba bien. Hasta que recordé que, desde las 12 hasta las 1, estaba el acto de premiaciones y aprovecharía el tiempo para dormir entre la multitud de alumnos. Cuando todos nos fuimos caminando al patio de la escuela, entre la multitud sentí una mano agarrando mi hombro con fuerza. Voltee para ver quién era y pues era la causante de mis pesadillas,mi profesora depredadora, abusadora, adicta y todo lo que se te pueda ocurrir.Me dio asco verla de nuevo, tanto que la ignoré y me fui a sentar en los bancos del patio para ver el acto. Como todo acto de este tipo, se ponen emotivos,pero al rato ya quieres que se acabe e irte a tu casa, pero en mi caso ni tuve tiempo para ver algo o para dormir, porque mi profesora me buscaba entre todos los alumnos. Ya cuando me encontró me dijo que bajara y la acompañara en un tono de orden directa. No tuve más opción que poner la guardia alta e ir con ella. Como me lo pude esperar me pido que la acompañara. Ella caminó muy recta y educada, vestida igual que ayer y yo la seguía por detrás. No sabía a donde me llevaba, pero la vista que tenia de ella desde atrás no me causaba más que engaño. Tan limpia y educada que aparenta ser y es toda una perra sucia sinvergüenza. Al final, me llevó a un salón que no estaba muy lejos, pero estaba abierto, ella volteo hacia mí para dirigirme la palabra y antes de que dijera algo, yo ya estaba listo para amenazarla de que me dejara en paz o iba a hablar.


-       -“Yo…yo… ay es que…” - eso fue lo único que pudo decir al comienzo, mientras sus ojos de llenaban de lágrimas y su voz se quebraba.


No me trague el drama, porque eso mismo me hizo la tarde en la que me quería comer vivo, pero quería oírla suplicar un poquito hasta que pudiera lanzarle la amenaza.


- “Hijo perdóname. De verdad perdóname yo no quise… estaba mal no sabía que estaba haciendo y… y…” - no duró mucho y ya estaba llorando tapándose los ojos.


De nuevo me pareció muy extrema la reacción para querer empezar, pero estaba llorando en serio. Sentía que los pulmones se le iban a salir, que se quedaba sin aire y hasta se cayó sentada en el piso.


-  “No estoy bien y mi novio… yo no… perdón hice algo terrible y quiero que me… de…heehehehehehe…” – ya no pude más y le creí su disculpa porque no sonaba a soborno ni nada.


Les dije, la conozco tan bien y esto no era cuento, de verdad estaba arrepentida de lo que hizo. Estaba tan destruida que los llantos sonaban muy fuertes y tuve que cerrar la puerta del salón en el que estábamos. Me agaché para consolarla y al final, resultó que tenía problemas en su familia con su mamá, había peleado con su novio, iba atrasada con las cuentas y encima estaba estresada con todo el trabajo que tenía en la escuela por los asuntos de fin de año. Entonces que, al escuchar que la iba a dejar sola en medio de todo ese estrés y soledad, fue lo que la llevo a retenerme y tratar de cogerme en el acto para quitarse estrés de encima. Me confesó que, en efecto, si tenía intenciones de cogerme hasta hacerme gritar y que me había traído condones,pero donde eyacule tan rápido no se dio la oportunidad y tuvo tiempo para que despertara de su fantasía profunda en la que estaba. Cosa que, si pude notar,hasta su cara cambio esa tarde. Fue tan franca conmigo que yo también me puse a llorar del miedo y le dije que no se preocupara, que yo tampoco puse resistencia y que lo estaba disfrutando como si no hubiese un mañana. Todo se resumió a que ninguno de los 2 durmió esa noche pensando en que el otro iba a hacer algo para jodernos la vida, pero al final terminamos los 2 en un salón solos, confesándonos y terminamos los 2 muy sucios por lo que habíamos hecho.Los 2 juramos que nadie dirá algo, nadie sospechaba y todo seguiría normal. Y ella me hizo la sugerencia de que, como me iba de la escuela para siempre dentro de poco, entendía que yo no la quisiera ver más por haber roto nuestra confianza, que entendería que estuviese enojada con ella o que le perdiera el respeto. Al final le dije que lo iba a pensar porque fue muy repentino y fuerte todo lo que pasó. Los 2 nos despedimos, volvimos al acto que estaba a pocos minutos de terminar y quedamos en “buenos términos”.


No fui capaz de culparla o hacerle daño de alguna forma. Sé que está mal,pero ella es parte de mi vida. Hasta les confieso que, luego de eso, la he visto como 3 veces más. Una fue para cuando me iba de la escuela a la otra, la segunda fue cuando apareció en mi otra escuela para mi graduación y la última fue cuando la visité en la escuela que estaba trabajando el año en que terminé la universidad y le mostré mi logro. Ahora ya no vive en la misma ciudad en donde vivo, creo que se fue con su novio a otra ciudad y viven bien. Yo vivo feliz, aunque algo roto por eventos como estos que pronto contaré más, pero me siento aliviado al sacarme esto de la mente y tratando de “hacerle daño” a mi profesora contando esto, sin mi nombre y sin mostrar el de ella a muchas personas.


De seguro muchos piensan en que debí haber ido con la policía, que esto es abuso contra menores y todo eso, y lo he pensado varias veces. Pero no me nace hacerlo. No quiero arruinar a una persona con la que pasé momentos bonitos, que hizo mucho por mi más que yo por ella. Y para ser honestos ya ha pasado mucho tiempo como para volver como los niños de ahora que funan algo que tiene años de haber pasado. Sé que está mal, es inmoral, ilegal y todo lo que la biblia dice que está mal, y lo estuvo. No estoy diciendo que no. Pero el que haya terminado así de mal nuestra relación, para mí no significa que todo lo que vivimos haya sido malo. Los 2 vivimos separados, ya no nos hablamos y rara vez nos vemos, pero ella sigue en mi memoria, para bien y para mal, como alguien importante que hizo más cosas buenas que malas.


En fin, solo ustedes juzgaran.

3 comentarios - El día que mi profesora “abusó de mí”

Reynatv_mty +3
Estas cosas pasan pero lo mejor es no hablar de ellas ni lo que paso..se te quedara en el corazon y en la mente por siempre 😍😍😍😍😍
gonzalovera1666 -2
Buen relato, pero aún te sigues atormentando la cabeza por lo sucedido, simplemente pasó y ya. Sin tantas vueltas, si ninguno hizo nada en el momento ¿Para que hacerlo ahora?
JolineVanHause
No fue mala, solo tuvo un mal año. Además, ya estás grande y sabes que ella no es mala. Creo que si la ves de nuevo, tienes que hablar seriamente y perdonarla definitivamente. Te cogiste a tu madre, eso es más grave, pero igual de placentero que lo hecho.