Educación Inmoral: Clase 1 Solos en la Noche
2020 me había dejado muchas cosas. Entre ellas, el fin de una relación de 3 años, con sus momentos felices, pero con dolores, angustia y miedo.
Aún así, cortar dolió.
Darme cuenta de mis errores, de mi incapacidad, el creer que nunca más llegaría a sentir ese nivel de amor o valoración, mientras el mundo afuera hervía en un caldero de muerte e incertidumbre.
La recuperación fue lenta, pero la rutina y buenas amistades me ayudaron a anestesiar lo peor del dolor y, con el tiempo, volví a pensar en conocer gente, aunque no estaba desesperado.
Recordemos: recién salíamos de la primera ola, las vacunas todavía no estaban, así que quería tomarme las cosas con calma.
Y disfrutaba conocer a otras personas, descubrir cómo pensaban, develar sus secretos inocentes o perversos y ver en sus almas, es algo bello y morboso para mi.
Ahora, contactar con una mujer por páginas de citas es difícil…
Una mujer puede recibir 500 invitaciones en una hora, así que todo cuenta: tu foto, tu presentación, todo. Es cómo enviar tu cv a un trabajo super codiciado en el que todos mienten, y muchos pueden ser violentos.
Ella tenía 40 años. Casada, y madre. Solo había una foto de sus ojos tapados por lentes negros, y nada más. Vi que era de San Isidro. Yo tenía 26 años, y vivo en una parte de Zona Oeste famosa por su inseguridad.
No pensé que me fuera a responder, pero, de todas formas, escribí. Aunque no creo ser lindo, descubrí que a veces podía atraer a mujeres lindas...o de mejores barrios que el mío, llegado el caso.
Le dije que estaba interesado en escucharla, y que me daba morbo que fuera casada y madre.
Y así quedó la cosa. Cómo dije, no esperaba que me respondiera.
No sé cuánto tiempo después, vi una respuesta. Era de madrugada, había terminado de trabajar en mi casa y estaba navegando.
Ella me preguntó cómo me llamaba. Fui sincero, le dije mi nombre de verdad, y ella me preguntó si tenía instagram. Le pasé mi cuenta, y ella la suya.
Claramente era una cuenta pirata, su foto de perfil era un atardecer y nada más. Tenía varios seguidores hombres, de edades diversas. "La competencia" pensé con ironía. Noté que varios eran más lindos que yo, pero bueno, hace mucho que trataba de disfrutar el momento, así fuera sólo una charla en la madrugada.
Ella estaba asustada: Había leído algo que la había traumado, y necesitaba hablar con alguien para no ir a dormir en ese estado.
Y hablamos. Nuestros intereses eran similares. Ella quería saber qué hacía despierto a esa hora, y la charla fluyó hasta que ella quedó tranquila.
Descubrimos que teníamos muchos más intereses en común.
Me preguntó si quería ver fotos suyas, y yo dije que sí.
Por dios, que mujer.
Usaba lentes negros, pero ahora podía verla entera. Tenía una melena rubio oscuro, algo despeinada, pero elegante. Era muy pálida, con rasgos finos y una boca deliciosa y perversa siempre con un asomo de sonrisa...
Esa boca era el único indicio de toda la depravación que ella escondía.
Aparentaba menos edad de la que tenía y, cuando se sacó sus lentes, vi que sus ojos estaban entre el verde y el miel, sus facciones eran muy europeas, y me contó que parte de su familia venía de Rusia.
Aunque suene clasista, tenía cara de "mujer bien", y su personalidad la acompañaba: culta, inteligente, discreta, educada y sobre todo amable.
Con las fotos, mías y suyas, empezó una nueva fase: La de los halagos. Me considero morboso, pero no quería ir de cero a cien. Aún cuando ella casi me hubiera visto en bolas en un vídeo de la página, quería que esto fuera gradual.
Con los halagos y charlas nos fuimos contando nuestras fantasías.
Ella me contó que era profesora en varios terciarios y universidades, y yo le conté que siempre tuve la fantasía de estar con una profesora. Es un fetiche mío, por la fascinación que me da la inteligencia, la forma en que me erotiza y despierta lo más animal en mí.
Ella estuvo encantada y desde ese momento nunca usamos nuestros nombres. Pasamos a ser "Profesora" y "Alumno".
También me gustaba que tuviera más edad que yo, esa diferencia solo alimentaba más mi morbo por ella.
Nos fuimos pasando fotos, morboseando. Una noche mientras su marido e hija dormían, intercambiamos más fotos de nuestros cuerpos. Después de una charla muy intelectual terminamos en celo, y ella me mandó la foto de una de sus tetas.
Casi con vergüenza me dijo "Son re blancas y mis tetas y pezones"
Y viendo mi piel morena, agregó:
"lindo contraste con tu boca."
Ella me preguntó si quería quería ver algo más, que aprovechara ya que estaba exhibicionista...
Ya nos habíamos dicho suficiente, y le dije;
"Te confieso un secreto profe: a veces, cuando te escucho hablar y pienso en todo tu conocimiento, siento deseos de besar tu cola...sé qué no tiene sentido, pero me encantaría verla"
Se río, pero dijo que le encantaría tener mi boca ahí mismo, le encantaba la relación absurda entre el conocimiento y su cola, y me concedió mi deseo.
Por si no se dieron cuenta, este relato va a tener mucho de absurdo e incorrecto.
Como adoro su culo. Adoro que ella sea inteligente, me da morbo, me libera, y de solo escribir sobre su delicioso culo voluptuoso, rico y de hembra milf mi verga se endurece. Es un culo grande pero no por sobrepeso, con el volumen, la forma justa y redondeada, su piel blanca se recortaba entre la oscuridad, y deseé chuparla, tener su culo grande de madre sobre mi boca y mi cara, y después cogerla analmente mientras su marido dormía.
Me mostró su sexo y sus tetas, como se tocaba para mi en la oscuridad, esa misma oscuridad que nos envolvió y nos juntó cuando hablamos por primera vez...
La temperatura fue subiendo, y no solo porqué era verano. Hablamos de otro tema, pero volvimos al sexo casi enseguida, hablando sobre que partes del otro queríamos gozar con nuestras bocas.
-¿Cuáles partes le interesan, profe?
-Es que me da vergüenza. Sos muy formal alumno. Decilo Vos.
-Le gustaría pasar su hermosa boca entre mis piernas, profe?
-Entre sus piernas...tal vez empezando por sus pies. Pasando la lengua por el resto de sus piernas. Hasta llegar a su pene. Si así lo desea.
-Lo tengo muy duro ahora por usted, profesora-le dije-. Y mi pene desea tu hermosa boca encima, y deseo mirarte a los ojos mientras tu boca llega a mi dureza palpitante. Y que al meterla en tu boca entiendas con el Cuerpo todo lo que me provocas.
-Me excita bastante pensar en su pene duro ahora mismo-dijo ella.
-Si? Te excita la verga dura de tu alumno caliente? Cómo se siente saber que me calentas, que me provocas ese morbo intelectual y un deseo animal?
-Bueno-empezó ella-Cómo explicarte...académicamente.
Hubo una pausa, y ella dijo:
-Me moja y me dan ganas de tocarme ya.
-Mmmm...si estuviera ahí me encantaría oler y pasar mi lengua por tu humedad.
-Me encantaría. Y seguro sería más intensa esa humedad.
-Entonces tendría que lamer con más ganas, cómo un buen alumno, mientras manoseo tus muslos... amo tener la humedad de mi profesora caliente en mi cara y mi boca.
Seguimos un poco más.
Ella propuso que nos encontráramos en una plaza, yo estuve de acuerdo pero tuve un problema en mi casa y tuve que suspender la cita.
Pensé que sería el fin, años de noviazgo exigente me hicieron esperar una reacción violenta y dramática...pero obtuve todo lo contrario.
"Está bien, corazón, lo pasamos para otro día".
Yo no podía creerlo. Algo era diferente esta vez: Antes de estar de novio, había tenido experiencias como corneador en relaciones cuckold, y como amante. Y aunque había estado siempre con mujeres educadas e inteligentes...era la primera vez que no me sentía como un objeto sexual para ser usado y tirado.
Era la primera vez que me trataban cómo un ser humano.
Me sentí muy feliz, y nos seguimos hablando y pronto acordamos otro momento para encontrarnos en persona. Nos costó, ya que había muchas reuniones de fin de año y por su marido e hija, pero encontramos el momento.
En el medio, seguimos morboseando, mandando fotos y hablando hasta que se formó una dinámica hermosa de intelecto, intimidad y morbo de dos depravados. Y, cuando por fin apareció la fecha, decidimos que el encuentro no sería en una plaza.
Sería en un hotel.
Bonus. Cómo sé que mi profesora ama que exhiba su morbo de puta caliente, dejo algunas de las frases que me dedicaba mientras su cornudo marido dormía cerca:
-Quiero eso también: Que acabes mucho en mi boca. Cuando ya no des más de calentura, que metas toda tu leche en mi boca. Te la voy a pedir siempre que te vea. Que me llenes de leche Tetas. Espaldas. Culo. Todo. -Hermosa la sensación de su leche caliente en mi boca.
-Me está haciendo más pajera de lo habitual, alumno, jajaja. Cada noche que hablo con usted...termino tocándome...
-Te gusta un 69 con tu profesora?
-Me encanta estar en 4 para vos querido alumno.
-Te adoro alumno sexi y caliente.
2020 me había dejado muchas cosas. Entre ellas, el fin de una relación de 3 años, con sus momentos felices, pero con dolores, angustia y miedo.
Aún así, cortar dolió.
Darme cuenta de mis errores, de mi incapacidad, el creer que nunca más llegaría a sentir ese nivel de amor o valoración, mientras el mundo afuera hervía en un caldero de muerte e incertidumbre.
La recuperación fue lenta, pero la rutina y buenas amistades me ayudaron a anestesiar lo peor del dolor y, con el tiempo, volví a pensar en conocer gente, aunque no estaba desesperado.
Recordemos: recién salíamos de la primera ola, las vacunas todavía no estaban, así que quería tomarme las cosas con calma.
Y disfrutaba conocer a otras personas, descubrir cómo pensaban, develar sus secretos inocentes o perversos y ver en sus almas, es algo bello y morboso para mi.
Ahora, contactar con una mujer por páginas de citas es difícil…
Una mujer puede recibir 500 invitaciones en una hora, así que todo cuenta: tu foto, tu presentación, todo. Es cómo enviar tu cv a un trabajo super codiciado en el que todos mienten, y muchos pueden ser violentos.
Ella tenía 40 años. Casada, y madre. Solo había una foto de sus ojos tapados por lentes negros, y nada más. Vi que era de San Isidro. Yo tenía 26 años, y vivo en una parte de Zona Oeste famosa por su inseguridad.
No pensé que me fuera a responder, pero, de todas formas, escribí. Aunque no creo ser lindo, descubrí que a veces podía atraer a mujeres lindas...o de mejores barrios que el mío, llegado el caso.
Le dije que estaba interesado en escucharla, y que me daba morbo que fuera casada y madre.
Y así quedó la cosa. Cómo dije, no esperaba que me respondiera.
No sé cuánto tiempo después, vi una respuesta. Era de madrugada, había terminado de trabajar en mi casa y estaba navegando.
Ella me preguntó cómo me llamaba. Fui sincero, le dije mi nombre de verdad, y ella me preguntó si tenía instagram. Le pasé mi cuenta, y ella la suya.
Claramente era una cuenta pirata, su foto de perfil era un atardecer y nada más. Tenía varios seguidores hombres, de edades diversas. "La competencia" pensé con ironía. Noté que varios eran más lindos que yo, pero bueno, hace mucho que trataba de disfrutar el momento, así fuera sólo una charla en la madrugada.
Ella estaba asustada: Había leído algo que la había traumado, y necesitaba hablar con alguien para no ir a dormir en ese estado.
Y hablamos. Nuestros intereses eran similares. Ella quería saber qué hacía despierto a esa hora, y la charla fluyó hasta que ella quedó tranquila.
Descubrimos que teníamos muchos más intereses en común.
Me preguntó si quería ver fotos suyas, y yo dije que sí.
Por dios, que mujer.
Usaba lentes negros, pero ahora podía verla entera. Tenía una melena rubio oscuro, algo despeinada, pero elegante. Era muy pálida, con rasgos finos y una boca deliciosa y perversa siempre con un asomo de sonrisa...
Esa boca era el único indicio de toda la depravación que ella escondía.
Aparentaba menos edad de la que tenía y, cuando se sacó sus lentes, vi que sus ojos estaban entre el verde y el miel, sus facciones eran muy europeas, y me contó que parte de su familia venía de Rusia.
Aunque suene clasista, tenía cara de "mujer bien", y su personalidad la acompañaba: culta, inteligente, discreta, educada y sobre todo amable.
Con las fotos, mías y suyas, empezó una nueva fase: La de los halagos. Me considero morboso, pero no quería ir de cero a cien. Aún cuando ella casi me hubiera visto en bolas en un vídeo de la página, quería que esto fuera gradual.
Con los halagos y charlas nos fuimos contando nuestras fantasías.
Ella me contó que era profesora en varios terciarios y universidades, y yo le conté que siempre tuve la fantasía de estar con una profesora. Es un fetiche mío, por la fascinación que me da la inteligencia, la forma en que me erotiza y despierta lo más animal en mí.
Ella estuvo encantada y desde ese momento nunca usamos nuestros nombres. Pasamos a ser "Profesora" y "Alumno".
También me gustaba que tuviera más edad que yo, esa diferencia solo alimentaba más mi morbo por ella.
Nos fuimos pasando fotos, morboseando. Una noche mientras su marido e hija dormían, intercambiamos más fotos de nuestros cuerpos. Después de una charla muy intelectual terminamos en celo, y ella me mandó la foto de una de sus tetas.
Casi con vergüenza me dijo "Son re blancas y mis tetas y pezones"
Y viendo mi piel morena, agregó:
"lindo contraste con tu boca."
Ella me preguntó si quería quería ver algo más, que aprovechara ya que estaba exhibicionista...
Ya nos habíamos dicho suficiente, y le dije;
"Te confieso un secreto profe: a veces, cuando te escucho hablar y pienso en todo tu conocimiento, siento deseos de besar tu cola...sé qué no tiene sentido, pero me encantaría verla"
Se río, pero dijo que le encantaría tener mi boca ahí mismo, le encantaba la relación absurda entre el conocimiento y su cola, y me concedió mi deseo.
Por si no se dieron cuenta, este relato va a tener mucho de absurdo e incorrecto.
Como adoro su culo. Adoro que ella sea inteligente, me da morbo, me libera, y de solo escribir sobre su delicioso culo voluptuoso, rico y de hembra milf mi verga se endurece. Es un culo grande pero no por sobrepeso, con el volumen, la forma justa y redondeada, su piel blanca se recortaba entre la oscuridad, y deseé chuparla, tener su culo grande de madre sobre mi boca y mi cara, y después cogerla analmente mientras su marido dormía.
Me mostró su sexo y sus tetas, como se tocaba para mi en la oscuridad, esa misma oscuridad que nos envolvió y nos juntó cuando hablamos por primera vez...
La temperatura fue subiendo, y no solo porqué era verano. Hablamos de otro tema, pero volvimos al sexo casi enseguida, hablando sobre que partes del otro queríamos gozar con nuestras bocas.
-¿Cuáles partes le interesan, profe?
-Es que me da vergüenza. Sos muy formal alumno. Decilo Vos.
-Le gustaría pasar su hermosa boca entre mis piernas, profe?
-Entre sus piernas...tal vez empezando por sus pies. Pasando la lengua por el resto de sus piernas. Hasta llegar a su pene. Si así lo desea.
-Lo tengo muy duro ahora por usted, profesora-le dije-. Y mi pene desea tu hermosa boca encima, y deseo mirarte a los ojos mientras tu boca llega a mi dureza palpitante. Y que al meterla en tu boca entiendas con el Cuerpo todo lo que me provocas.
-Me excita bastante pensar en su pene duro ahora mismo-dijo ella.
-Si? Te excita la verga dura de tu alumno caliente? Cómo se siente saber que me calentas, que me provocas ese morbo intelectual y un deseo animal?
-Bueno-empezó ella-Cómo explicarte...académicamente.
Hubo una pausa, y ella dijo:
-Me moja y me dan ganas de tocarme ya.
-Mmmm...si estuviera ahí me encantaría oler y pasar mi lengua por tu humedad.
-Me encantaría. Y seguro sería más intensa esa humedad.
-Entonces tendría que lamer con más ganas, cómo un buen alumno, mientras manoseo tus muslos... amo tener la humedad de mi profesora caliente en mi cara y mi boca.
Seguimos un poco más.
Ella propuso que nos encontráramos en una plaza, yo estuve de acuerdo pero tuve un problema en mi casa y tuve que suspender la cita.
Pensé que sería el fin, años de noviazgo exigente me hicieron esperar una reacción violenta y dramática...pero obtuve todo lo contrario.
"Está bien, corazón, lo pasamos para otro día".
Yo no podía creerlo. Algo era diferente esta vez: Antes de estar de novio, había tenido experiencias como corneador en relaciones cuckold, y como amante. Y aunque había estado siempre con mujeres educadas e inteligentes...era la primera vez que no me sentía como un objeto sexual para ser usado y tirado.
Era la primera vez que me trataban cómo un ser humano.
Me sentí muy feliz, y nos seguimos hablando y pronto acordamos otro momento para encontrarnos en persona. Nos costó, ya que había muchas reuniones de fin de año y por su marido e hija, pero encontramos el momento.
En el medio, seguimos morboseando, mandando fotos y hablando hasta que se formó una dinámica hermosa de intelecto, intimidad y morbo de dos depravados. Y, cuando por fin apareció la fecha, decidimos que el encuentro no sería en una plaza.
Sería en un hotel.
Bonus. Cómo sé que mi profesora ama que exhiba su morbo de puta caliente, dejo algunas de las frases que me dedicaba mientras su cornudo marido dormía cerca:
-Quiero eso también: Que acabes mucho en mi boca. Cuando ya no des más de calentura, que metas toda tu leche en mi boca. Te la voy a pedir siempre que te vea. Que me llenes de leche Tetas. Espaldas. Culo. Todo. -Hermosa la sensación de su leche caliente en mi boca.
-Me está haciendo más pajera de lo habitual, alumno, jajaja. Cada noche que hablo con usted...termino tocándome...
-Te gusta un 69 con tu profesora?
-Me encanta estar en 4 para vos querido alumno.
-Te adoro alumno sexi y caliente.
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