You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

¡Follada por error! Parte 2

Para que entiendan mejor la historia, les recomiendo que lean la parte 1 entrando al enlace que dejaré aquí:
http://www.poringa.net/posts/relatos/4328170/Follada-por-error-Parte-1.html

Si no quieren leerlo esta segunda parte tiene el suficiente material para satisfacerlos. Si te quieres masturbar leyendo las dos partes o leyendo solo esta publicación eres igualmente recibido.

Desperté y el primer sonido que capté fueron las gotitas de agua golpeando la venta. Continuaba lloviendo. Mi mente flotó en la semiinconsciencia antes de caer de bruces en la realidad. Recordé todo y trate de levantarme, pero mi situación no había cambiado mucho. Tenía las manos atadas, esta vez una a cada esquina de la cama, mis piernas corrían la misma suerte. Mi boca estaba cubierta por lo que parecía una cinta adhesiva y aparte de la sábana que me cubría parte del vientre estaba totalmente desnuda.
Destellos de recuerdos pasaban por mí memoria y los vivencie otra vez. MI vagina aún estaba húmeda de lo que supuse era semen que había salido de mí en la noche. Era de esperarse por la cantidad de descarga que mi abusador había depositado dentro.
Forcejeé unos minutos pero los nudos no cedieron ni un poco. Me desesperé hasta el cansancio. No sabía cuanto tiempo había dormido pero por la claridad calculé que era de mañana. Muchas ideas pasaban por mi mente, ¿Beto se había marchado? ¿Me había reconocido? ¿Ya descubrió que yo no era su amada Beatriz? bueno, eso ultimo era muy probable, soy tangencialmente diferente a ella, yo bien cargada, blanca y pelirroja.
No tuve que divagar demasiado porque la puerta de la habitación se abrió y mi querido abusador entró. Lo seguí con la mirada, paralizada mental y físicamente. Se sentó a mi izquierda, en la cama, me tomó por la quijada y me observó.
-Te sacaré la cinta, te haré preguntas y me responderás. Si no respondes o si te pones a gritar te juro que traeré a ese puto perro y haré que seas su perra - apretó mis cachetes y acercó su rostro al mío - ¿entiendes?
No tuve que dudar mucho de sus palabras, ese sujeto había estado en prisión y antes de entrar ahí había hecho la vida imposible a Bea. Sin mencionar que anoche había entrado y follado bestialmente a la que él pensaba era su ex novia, pero resulté ser yo.
Afirmé con la cabeza mostrándole mi cooperación, que mas daba, ya me había penetrado, ya me sentía usada, derrotada, era obvio que si gritaba dudosamente alguien me escucharía, la casa estaba vacía, yo ha había avisado que estaría semanas ahí cuidando del mencionado perro de mi amiga, los vecinos estaban lejos y jamás ganaría una pelea con alguien como Beto.
Me quitó la cinta y continuó hablando:
- ¿Quién eres?
- Elizabeth - dije con voz ronca, me aclaré la garganta y repetí - Elizabeth
- ¿Eli? ¿la amiga de Bea? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está ella?
Esas fueron muchas preguntas y traté de responderlas todas. Ese hombre era violento y podía hacer de mí lo que le plazca. Colaboré dócilmente. Le conté lo del viaje, que me había quedado de casera y todos los detalles que sabía del paradero de Bea, que tampoco era mucho.
Cuando terminé de informarle de cuanto sabía Beto se levantó y comenzó a caminar por la habitación, ostensiblemente molesto, se notaba que no sabía que hacer a continuación.
Pasó otros minutos y finalmente mi agraciado abusador habló:
- Mierda.
Entonces la cosas pasaron muy rápido. Me llamó perra, me dijo que apropósito estaba ahí y que tanto Bea como yo sabíamos que Beto iba a llegar. Bea huyó y yo como toda una perra me quedé para engañarlo y dejarme coger. No tenía el más mínimo sentido ni lógica. Lo único que pude hacer fue negarlo un par de veces hasta que Beto explotó, no literalmente. Pero sí metafóricamente hablando porque sus emociones lo sobrepasaron y se volvió a tirar sobre mí.
Se sacó la bermuda y el bóxer. Se arrodillo encima mio, con cada rodilla pegada a mis axilas, quedó sobre mí con su aparato, se estaba masturbando encima mio, vi su pene venoso, con el prepucio tapando y destapando el glande. El falo no estaba totalmente erecto pero calculo que debía de medir entre 17 a 19 centímetros, era generosamente grueso y tenía una ligera curva a la derecha. Siguió en la faena, insultándome e insultando igualmente a Bea.
- ¡Eres una puta! entonces te trataré como una puta. Hiciste que engañara a mí Beatriz y eso te va a costar muy caro.
¿le hice engañar a Beatriz? eso era demente en muchos sentidos. No pude darle vueltas a la idea porque Beto decidió lo que haría. Hundió sus huevos en mi cara. Trate de evitarlos pero con un fuerte brazo me sujeto del cabello y restregó sus testículos por mi rostro. Me asfixiaba y lo único que podía respirar era el olor a hombre, huevos y pene.
Cuando decidió que era suficiente me obligó a meter sus testículos en la boca. Se que se imaginan que yo pataleaba y protestaba, pero ya tomé la decisión de no ser tonta. Hasta ahora no me había hecho daño severo y la follada no había estado tan mal, violenta pero dentro de los límites, muy cerca del límite pero no me había golpeado. Quería que siguiera así, de modo que me entregué.
Metí un huevo en mi boca y lo chupé como mejor sabía hacerlo. Beto metió el otro empujándolo con sus dedos. Era la primera vez que tenía mi boca llena con dos testículos. Siempre lo había comido de uno en uno. A Beto no le interesó. Se masturbaba sobre mi cara, hacía chocar su pene por mi nariz, por mis ojos y por todo mi rostro. Yo apenas podía mover mi lengua con sus pelotas dentro.
La cosa no mejoró, pasaron largos minutos en los que se me obligó a chupar, tener y lamer el escroto completo. Pero después se movió y se sentó sobre mi cara. Ya saben para qué. No suelo hacerlo muy seguido, no muchos se lo dejan hacer o no muchos se los limpian como para que deseara hacerlo. Ahora no importaba si lo deseaba o no. Saqué la lengua y tuve que lamer el culo de Beto. Lamer y meter dentro. Mi estimado abusador hizo que le devorara el ano. Cerré los ojos y comencé a chupar su culo.
Los siguientes veinte minutos desayuné una ensalada de culo y huevos. Y aún faltaba el aderezo. De nuevo, cuando Beto decidió que tenía suficiente aceleró su masturbación, se colocó en posición y me agarró del pelo muy fuerte, para asegurarse de que acertara.
No falló, no podía hacerlo porque cuando eyaculó metió su pene en mi boca. Más o menos entró la mitad y espasmo tras espasmo derramó su semen caliente en mi boca. Los primeros chorros chocaron de lleno contra mi garganta, lo que me produjo arcadas que casi no pude controlar. Los siguiente se encargaron de llenar mi boca a tal punto que se derramaba por los costados. Era un animal de producción seminal.
Beto terminó. Pero mi situación por lo visto no. Dejó su pene en mi boca. Me tragué bastante semen sin que me lo dijera, en parte para no morir ahogada, en parte porque fue directo a mi garganta y en parte porque resbalaba lentamente hacia abajo, directamente dentro mio.
- Sigue chupando perra, ahora te toca hacerme acabar, si es que quieres comer hoy.
Entonces comprendí sus planes, esto se alargaría. No iba a acabar y yo sería el blanco de sus dejadeces.
Tenía que pensar como salir de ahí. Pero mientras tanto seguí chupando su pene, lentamente, con pasión. Estaba algo blando y mi boca estaba con los restos su eyaculación. Tenía que mamar su verga con sabor a semen. Fuerte sabor salado levemente ácido. Chupe y chupe. Tragué todos los fluidos que tenía. Eso era algo que tampoco solía hacer. Me gusta el semen, pero hacer una mamada después de eyacular en mi boca era otro nivel de disfrutar el sabor de los hombres.
Seguí chupando sin pensar en todo lo que se venía para mí.

¡Follada por error! Parte 2


puta

2 comentarios - ¡Follada por error! Parte 2

patanxxx
Me encanta como escribís!