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Ana esta cachondisima en la boda de su cuñado

El cuñado de Ana se casaba y gracias a esta y su cornudito marido, me contrataron para hacer las fotos. Tras hacer bastantes fotos en el coctel, tanto a los novios como a los invitados, me pare a charlar y tomar una cerveza con Ana y su cornudo marido. Esta iba guapísima y atractiva, con un vestido rojo, palabra de honor y cortito hasta el final de su culo, ajustadísimo marcándolo, al igual que sus tetazas, con una tela sobrepuesta, que tapaba uno de sus hombros y llegaba hasta el suelo, con rajas en ambos laterales que dejaban ver sus piernas enteritas.
Ana y yo nos quedamos a solas hablando y esta me pregunto si había visto algún sitio bonito donde estar los dos. La dije que sí, que había visto varios sitios muy buenos para ir después los dos. No termine de pronunciar la frase cuando esta dijo que no, que ella estaba ya muy cachonda y quería que la comiera el coño ya. La dije que me siguiera y la lleve hasta una zona con unos arbustos y palmeras. Nos empezamos a besar y acaricie su culazo y tetazas.
Me acabe arrodillando frente a ella y metiendo mis manos por las rajas del vestido para acariciar sus piernas. Me metí dentro de la tela y, además de acariciarlas, besé sus piernas. Era tan cortito el vestido que así colocado, la veía el tanga rojo. Una de mis manos subió, hasta meterse por un lado de el y masturbarla. Subí un poco su vestido, aparte el tanga y mi lengua comenzó a pasar por sus labios vaginales, mientras seguía masturbándola. Saqué mi mano y metí la lengua bien dentro, comiéndoselo a una buena velocidad. Mi dedo pulgar jugaba con su clítoris. La otra mano agarraba fuerte su culazo y acabo metiéndose en su ano, masturbándoselo.
Cuando llevaba un rato y quedaba poco para que Ana se corriera, esta agarro con su mano mi cabeza, apretándola contra su coño. Mi lengua se movió lo más rápido que pude, hasta que esta se corrió y bajé el ritmo, disfrutando de su coño, bien empapado. Me levante y nos besamos.
Ana se fue a buscar a su marido y yo al baño a limpiarme, antes de volver a hacer más fotos.

La fiesta siguió avanzando y calentándose según la barra libre llevaba mas tiempo. La gente andaba bien borracha, sobre todo el marido de Ana y esta aprovechaba cada vez que se acercaba para algo, para acariciarme el paquete, poniéndome a mil. Al final de la boda, Ana y su marido, al igual que el resto de la familia de su marido, se quedaban a dormir en un hotel que había en el resort donde fue la boda. Ana me escribió, para que no me fuera y quedamos en el hall del hotel, donde bajo cuando su marido se quedo borracho y dormido en la cama.
Salimos y dimos un pequeño paseo alrededor del hotel, mientras charlábamos y nos acariciábamos los culos. Acabamos sentados en un banco, besándonos y metiéndonos bien mano. Mi mano aparto la tela del vestido para acariciar bien sus piernas. Ana saco mi polla del pantalón y comenzó a masturbarme. Yo acariciaba su coño, tapadito por el tanga. La situación era bien morbosa, pues cualquiera podía aparecer y pillarnos.
Ana se coloco a gatas y comenzó a comerme la polla. La mamada era maravillosa gracias a su gran boca. Cuando jugaba con mis huevos me ponía atacadísimo. Aparte la tela de atrás, subí el vestido y acaricié el culo de Ana. Esta me puso un condón y se sentó sobre mí. Aparto su tanga y metió mi polla en su coño. Comenzamos a follar y mis manos agarraron sus tetazas, mientras nos besábamos bien acaloradamente.
Oímos un ruido y alguien acercándose. No podíamos parar, así que esta se echo sobre mi y nos tapamos el uno al otro la cabeza. Dejamos de movernos a la bestia para que pareciera que solo estábamos besándonos. Por lo poco que pude ver era un trabajador del hotel con una gran bolsa de basura, supongo que camino del contenedor. Por allí no volvió, así que entendió claramente lo que hacíamos y prefirió volver por otro lado. Cada vez follábamos más veloz y nos besábamos más apasionadamente.
Ana se corrió antes que yo. Cuando iba a correrme, Ana se volvió a colocar a gatas, me quito el condón y me la comió, hasta que me corrí dentro de su bocaza. Ana me dejo la polla limpísima y su lengua no paraba de jugar en mi glande, mientras yo acariciaba su culazo.

Ana me miro, aun estando a gatas y con mi polla en su mano, y me preguntó si me atrevía a subir a su habitación. No era la primera vez que seriamos malos con su marido al lado, así que acepte sin dudarlo. En el ascensor nos besamos y metimos bien mano. Ana entro primero en la habitación y al ver que seguía muerto su marido, me hizo un gesto para que entrara. El pobre estaba tirado en la cama con el pantalón quitado y la camisa medio a desabrochar.
Ana me empezó a besar frente a la cama, mientras sacaba mi polla del pantalón y me masturbaba. Me empujo contra la pared y se puso a bailar sexy frente a mí. Se me acerco y me dio la espalda, restregando su culo contra mi polla. Me pidió que la bajara la pequeña cremallera de la espalda y, en cuanto lo hice, volvió a separarse y bailar sexy. Empecé a masturbarme y me quité el pantalón. Ella comenzó a bajarse el vestido, hasta quedarse solo con un sujetador de aro, sin tirantes, rojo y el minúsculo tanga. Siguió bailando sexy hasta que no aguante mas y me fui por ella.
Nos besamos y mis manos agarraron sus tetazas. Agaché la cabeza y comí su delicioso canalillo. Baje el sujetador, sacando sus tetazas para devorárselas. Mis manos acariciaban su culo y sus tetazas. Ana agarro mi polla y volvió a masturbarme. Se arrodillo, metió mi polla entre sus tetazas y me hizo una cubana.
Levante a Ana y la tire contra la cama, quedando de pie, pero con las manos apoyadas en ella. Comencé a azotarla el culo, tanto con mi mano, como con mi polla. Me arrodillé, aparte el tanga y la comí el coño. Me puse de pie, me coloqué un condón y, tras apartar el tanga, la comencé a follar. Seguía azotándola bien fuerte y esta me pedía más y más.
Fui a follarla el culo, pero me paro, diciéndome que nos fuéramos al baño. Al entrar esta se coloco con las manos en el lavabo, ofreciéndome el culo. Tire varias veces del hilo del tanga, antes de echarlo a un lado, para meterla en su culo. Mientras la follaba el culo hasta el fondo, me incline sobre ella, besándonos y agarrando sus tetazas.
Me senté en el lavabo y Ana lo hizo sobre mí, con mi polla nuevamente en su empapadísimo coño. Comenzó a botar como una loca y sus tetazas se movían para todos los lados. Bajé mi cara para que estas me golpearan, hasta que las agarre y se las comí. Chupeteé y mordí sus pezones, mientras esta apretaba mi cabeza contra ella. Sobre todo, la apretó cuando se corrió, y disfrute mucho de esas tetazas. Me acabe corriendo dentro de su coño y Ana se arrodillo entre mis piernas. Me quito el condón y me limpio bien la polla con su lengua.

Se sentó sobre mí y nos besamos un rato, mientras acariciaba sus tetazas, hasta que me vestí y me despedí de ella, saliendo de la habitación.

1 comentarios - Ana esta cachondisima en la boda de su cuñado

perroandante
Muy buena la historia, pero bien arriesgada. Jajaj