Al momento de escribirles esto tengo 20 años, pero todo esto transcurre a mis 16/17, yo recientemente había repetido 3er año de secundaria, me sentía un pelotudo terrible y me daba muchísima fiaca pensar en que tenía que cursar todo el año otra vez con pibes más chicos que yo, me comí la película de que me iba a aburrir y que no me iba a llevar bien con nadie, pero no fue así. El primer año con estos pibes fue genial, soy bastante carismático, así que no me tarde mucho en hacerme amigo de prácticamente todo el curso, conocí al que hasta el día de hoy es mi mejor amigo y en general fue un año bastante copado.
Todo arranca al año siguiente, cuando apenas llegue al curso ninguna llamaba mi atención, eran todas pibas comunes sin nada muy especial, a excepción de tres, que entre ellas eran muy amigas, Celeste, Jazmín y Juliana. Ellas tenían algo distinto, te dabas cuenta con solo mirarlas que no eran pibas iguales a las demás, algo tenían, pero no sabia que.
Al año siguiente, ya después de haber pasado a 4to año raspando, como de costumbre, empezaba el ciclo lectivo, otra vez volvían las clases, llegue con el entusiasmo de un pibe de 16 años que en las vacaciones no hizo un carajo más que pasársela jugando al fútbol o viendo la tele y que gracias a eso había logrado extrañar la rutina, me reencontré con mis amigos, entramos al salón, y ahí las vi.
No sé que había pasado de un año para el otro, pero las tres habían pegado unos cambios terribles.
Celeste siempre había sido la más bonita y la más por así decirlo elegante de las tres, era una chica dentro de todo alta, bastante delgada y con un color de piel súper blanco, un pelo largo, ondulado y de un color castaño claro que rozaba lo rubio y caía por mechones sobre una cara preciosa, era una muñeca de lo linda que era, tenía una nariz respingada, como cortada a mano, unos ojos bastante grandecitos que la hacían parecer un anime, unos labios gruesos acompañados de una sonrisa casi perfecta, y un detalle no menor, tenia toda la cara cubierta de pecas, cosa que me volvía loco. De cuerpo no era muy exuberante, era la más delgada de las tres, pero aún así era bastante atractiva.
Jazmín sin duda era, de las tres, la que mejor cuerpo tenía, de cara no era una chica bastante agraciada, pero tampoco podía decir que era fea, era igual de blanca que su amiga, tenía una nariz un poco más grande y unos labios más finitos, sin duda, su sello distintivo era su pelo, tenía una cabellera que le caía más o menos por la cintura, morocha, pero totalmente repleta de rulos, similar a la cabellera de la princesa de Disney de Valiente, solo que de color negro. Jaz era bailarina, como parte de su familia era gitana, se tiró desde chica a practicar las típicas danzas, y además, por esos años estaba en pleno crecimiento el fenómeno del Kpop y la música coreana que hacía que muchísimas chicas se pusieran a bailar y se filmaran haciéndolo, Jaz tenía muchísimo talento para eso. Pero por sobre todo, lo que tenía Jaz era un cuerpazo, era casi igual de alta que Cele, pero tenía unas piernas carnosas, pero no totalmente exuberantes, si no que musculosas y bien formadas, cosa que claramente desencadenaba en un culo de pelicula, macizo, como esculpido en roca, era un espectáculo total para los ojos, y todo esto, acompañado de unas tetas no muy grandes, pero firmes, que en cada remera que se ponía resaltaban como dos manzanas totalmente apetecibles.
Juliana era simplemente una cosa de locos, era quizá de las tres, la más compinche, era una chica que de cara era muy hermosa, a diferencia de sus amigas, Juli era un poco más morena en su tono de piel, usaba unos lentes que cubrían unos hermosos ojos color miel, con un pelo lacio, que cubría poco más de la altura de sus hombros. No solía llevarse bien con las demás chicas del curso, parece que le tenían envidia, porque, ademas de ser super linda, era muy compinche de todos los varones, para nosotros, Juli era uno más de los pibes (aunque cuando ella no estaba, nadie podía ocultar las ganas que le tenía), siempre se prendía a todas las jodas típicas de pibe a esa edad, se podría decir que de aquel tridente, Juli era con la que un mayor vinculo habia podido formar. Si había algo que destacaba a Juli era su personalidad, era bastante desvergonzada, iba al frente y no era para nada tímida, eso, a los pibes nos volvía locos. Era de las tres la más grandota de contextura física, pero estaba lejos de ser gorda, tenía un físico dentro de lo normal, si bien no tenía mucho de busto, tenía uno de los mejores culos que yo había visto hasta ese momento, redondo, firme y grande. Era de usar ropa bastante holgada, pero cuando se ponía un pantalón ajustado, una calza o un short, era un deleite verla.
Yo soy un pibe bastante común, mido 1,85, siempre destaque por mí altura y por ser bastante delgado, pero no de esos flacos fofos que no hacen nada más que comer y dormir, tenía un cuerpo bastante trabajado por hacer fútbol, y mi altura me favorecía bastante con eso mismo. Me gustaba usar ropa ajustada porque resaltaba todo mi cuerpo y me marcaba las zonas las trabajadas.
Ese año la pase bomba, fuera de que el año anterior había sido sumamente genial, aquel 4to año va a quedar para siempre en mi memoria, por la gente, por las experiencias que me toco vivir...
Pero por sobre todo, porque durante aquel año, iba a conseguir el hat-trick soñado por todos mis compañeros de curso...
En los próximos capítulos, les cuento como...
Todo arranca al año siguiente, cuando apenas llegue al curso ninguna llamaba mi atención, eran todas pibas comunes sin nada muy especial, a excepción de tres, que entre ellas eran muy amigas, Celeste, Jazmín y Juliana. Ellas tenían algo distinto, te dabas cuenta con solo mirarlas que no eran pibas iguales a las demás, algo tenían, pero no sabia que.
Al año siguiente, ya después de haber pasado a 4to año raspando, como de costumbre, empezaba el ciclo lectivo, otra vez volvían las clases, llegue con el entusiasmo de un pibe de 16 años que en las vacaciones no hizo un carajo más que pasársela jugando al fútbol o viendo la tele y que gracias a eso había logrado extrañar la rutina, me reencontré con mis amigos, entramos al salón, y ahí las vi.
No sé que había pasado de un año para el otro, pero las tres habían pegado unos cambios terribles.
Celeste siempre había sido la más bonita y la más por así decirlo elegante de las tres, era una chica dentro de todo alta, bastante delgada y con un color de piel súper blanco, un pelo largo, ondulado y de un color castaño claro que rozaba lo rubio y caía por mechones sobre una cara preciosa, era una muñeca de lo linda que era, tenía una nariz respingada, como cortada a mano, unos ojos bastante grandecitos que la hacían parecer un anime, unos labios gruesos acompañados de una sonrisa casi perfecta, y un detalle no menor, tenia toda la cara cubierta de pecas, cosa que me volvía loco. De cuerpo no era muy exuberante, era la más delgada de las tres, pero aún así era bastante atractiva.
Jazmín sin duda era, de las tres, la que mejor cuerpo tenía, de cara no era una chica bastante agraciada, pero tampoco podía decir que era fea, era igual de blanca que su amiga, tenía una nariz un poco más grande y unos labios más finitos, sin duda, su sello distintivo era su pelo, tenía una cabellera que le caía más o menos por la cintura, morocha, pero totalmente repleta de rulos, similar a la cabellera de la princesa de Disney de Valiente, solo que de color negro. Jaz era bailarina, como parte de su familia era gitana, se tiró desde chica a practicar las típicas danzas, y además, por esos años estaba en pleno crecimiento el fenómeno del Kpop y la música coreana que hacía que muchísimas chicas se pusieran a bailar y se filmaran haciéndolo, Jaz tenía muchísimo talento para eso. Pero por sobre todo, lo que tenía Jaz era un cuerpazo, era casi igual de alta que Cele, pero tenía unas piernas carnosas, pero no totalmente exuberantes, si no que musculosas y bien formadas, cosa que claramente desencadenaba en un culo de pelicula, macizo, como esculpido en roca, era un espectáculo total para los ojos, y todo esto, acompañado de unas tetas no muy grandes, pero firmes, que en cada remera que se ponía resaltaban como dos manzanas totalmente apetecibles.
Juliana era simplemente una cosa de locos, era quizá de las tres, la más compinche, era una chica que de cara era muy hermosa, a diferencia de sus amigas, Juli era un poco más morena en su tono de piel, usaba unos lentes que cubrían unos hermosos ojos color miel, con un pelo lacio, que cubría poco más de la altura de sus hombros. No solía llevarse bien con las demás chicas del curso, parece que le tenían envidia, porque, ademas de ser super linda, era muy compinche de todos los varones, para nosotros, Juli era uno más de los pibes (aunque cuando ella no estaba, nadie podía ocultar las ganas que le tenía), siempre se prendía a todas las jodas típicas de pibe a esa edad, se podría decir que de aquel tridente, Juli era con la que un mayor vinculo habia podido formar. Si había algo que destacaba a Juli era su personalidad, era bastante desvergonzada, iba al frente y no era para nada tímida, eso, a los pibes nos volvía locos. Era de las tres la más grandota de contextura física, pero estaba lejos de ser gorda, tenía un físico dentro de lo normal, si bien no tenía mucho de busto, tenía uno de los mejores culos que yo había visto hasta ese momento, redondo, firme y grande. Era de usar ropa bastante holgada, pero cuando se ponía un pantalón ajustado, una calza o un short, era un deleite verla.
Yo soy un pibe bastante común, mido 1,85, siempre destaque por mí altura y por ser bastante delgado, pero no de esos flacos fofos que no hacen nada más que comer y dormir, tenía un cuerpo bastante trabajado por hacer fútbol, y mi altura me favorecía bastante con eso mismo. Me gustaba usar ropa ajustada porque resaltaba todo mi cuerpo y me marcaba las zonas las trabajadas.
Ese año la pase bomba, fuera de que el año anterior había sido sumamente genial, aquel 4to año va a quedar para siempre en mi memoria, por la gente, por las experiencias que me toco vivir...
Pero por sobre todo, porque durante aquel año, iba a conseguir el hat-trick soñado por todos mis compañeros de curso...
En los próximos capítulos, les cuento como...
0 comentarios - Las Tres Joyitas de 4to | Capítulo I