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mi novio me quemo la cabeza antes de la entrevista

A la vuelta de las vacaciones de verano me llamaron para una entrevista en una empresa mediana, tranquila, de unos 40 trabajadores, en la que podía ejercer profesionalmente de lo que más me gustaba,
 
Me da mucho coraje pero he de reconocer que para que te vaya bien en una entrevista, aparte de vender bien las cualidades profesionales, tienes que cuidar la imagen y yo no lo tuve en cuenta en muchas ocasiones, lo cual me ha costado más de un puesto. Mi novio me insiste en que lo primero que ven es la fachada y siendo mujer tengo que explotarla al máximo. Siempre me dice, medio en broma medio en serio, que tengo que ponerme elegante y sexy, escote y minifalda, que la mayoría de entrevistadores son hombres y para bien o para mal, el físico, el aspecto y la coquetería hacen que sean requisitos influyente en la decisión final. Además, él añade, que hay poca oferta para tanta demanda o sea que aparte de vender bien mis cualidades, he de desplegar todos mis encantos para ganar números, y si hace falta, “provocar” algún que otro descuidado cruce de piernas enseñando la tanga  si el entrevistador lo busca, pues adelante, cosa que le encantaría vérmelo hacer ya que le pone muy cachondo que otros hombres me deseen o me vean más de la cuenta.
 
me puse guapa y un tanto atrevida y esperaba que la entrevista pasase sin más y pudiera influir para acceder al puesto. Tengo 24 años,  Hoy he elegido para la ocasión tanga  blancas (a sugerencia de mi pícaro novio ) y sujetador color carne, una blusa blanca, una falda negra a medio muslo, sin medias ya que hacía mucho calor y zapatos con un poco de taco ,  nada del otro mundo, pero iba arreglada. Cuando me disponía a salir me miré en el espejo y me veía sexi  y eso subió mi autoestima, la blusa un poco entallada resaltaba mis pechos y mi cinturita, mientras que la falda contorneaba mis caderas y mi culito  A decir verdad la veía un poco corta, al no estar acostumbrada a llevar falda la altura a medio muslo me preocupaba, pero mi marido me dijo que iba perfecta, me dio un beso con lengua de los que me gustan para despedirse de mi y desearme suerte, sabía que al verme así vestida para una entrevista, iba a provocar más de una de sus fantasías sexuales. Me dirigí al coche y cuando me senté noté como la falda se subía peligrosamente,
 
Cuando llegué a la empresa me recibió un hombre bien vestido de unos 45 años, más alto que yo, ni feo ni guapo, más bien del “montón”, pelo un poco canoso, con barba, ojos claros y unos kilos de más, se presentó, se llamaba Julián. Me invitó a pasar a una sala que hay nada más entrar en recepción, no sin antes echarme una buena mirada a mis piernas. Al decirme esas cosas mi novio  previamente, estaba atenta a ver dónde iba la vista de mi anfitrión, ese hecho quería decir que la operación fachada, había sido un éxito.
 
El despacho era grande, con estanterías alrededor, una mesa de reuniones enorme y más al fondo una pequeña zona de descanso o de lectura con sillones y una mesa de centro pequeña. Ya me disponía a dejar mis cosas en la mesa de reuniones cuando sospechosamente Julián me dirigió hasta los sillones del fondo, decía que justo al lado hay una ventana que da a un patio donde los trabajadores salían a tomar el aire en los turnos de descanso y entraría más luz natural, pero al momento pude darme cuenta de que esa decisión no era tomada por la luz, ya que al sentarse delante de mí tenía una visión perfecta de mis piernas, las cuales cerraba con fuerza al sentarme para que no me viera la tanga , recordé mi dilema cuando entré en el coche y se me subió la falda. Mi marido la “clavó”, este señor buscaba aprovechar mi indumentaria para recrearse la vista, tenía que estar muy alerta sino quería mostrar más de lo debido pues no estaba dispuesta a enseñarle mi ropa interior y no quería ni pensar en lo de “provocar” algún descuidito.
 
no paraba de mirarme las piernas y yo empezaba a tener una mezcla de sensaciones: rabia, asco, miedo y sin entenderlo todavía, un creciente morbo, volvió a mi cabeza lo del descuido. Al pensar las cosas que me dice mi marido referente a exhibirme, me preguntaba, que diría él ante esta situación tan comprometida?, estoy segura que con lo pervertido que es, me daría el visto bueno para proceder a calentar a este señor y eso, poco a poco, me estaba encendiendo por dentro. Tenía delante una persona que era clave para poder mejorar mi situación personal y no hacía más que lanzarme señales de que quería “carne”
 
Empieza la entrevista con preguntas cotidianas, dónde vivo, mi situación personal, estudios, etcétera,mientras sin apenas disimular, de tanto en cuanto Julián bajaba la vista para ver si hacía algún movimiento y podía verme dentro de la falda. Yo no sabía si cruzar las piernas o no, ya que el sillón no ayudaba y se me podía levantar la falda por debajo. Estaba más preocupada de no mostrar mi intimidad que de la propia entrevista y eso lo notaba mi interlocutor. Luego, mientras me explicaba a que se dedicaba la empresa, su historia, sus orígenes, sus productos, me iba señalando fotos y muestras que tenía alrededor del despacho buscando que hiciera ese gesto con las piernas que estaba deseando que ocurriera. Yo solo pensaba en apretarlas más todavía.
 
Continuaba la entrevista, ahora centrándonos más en mi experiencia profesional y mis estudios, ahí desplegué toda mi artillería, Julián asentaba con gestos de aprobación pero en sus gestos notaba que no era nada de lo que ya hubiera escuchado con anterioridad, eso me desmoralizó, pero no me iba a dar por vencida, le expuse todos mis conocimientos en idiomas y en un momento dado me pidió si le podía enseñar la titulación de inglés, que siendo previsora, ya la llevaba en la carpeta, la cual seguía en mi regazo para ayudar a taparme. En eso que abriéndola para mostrarle el documento, entre la tensión, los nervios, la situación comprometida con mi falda y que habían hojas que no estaban bien metidas por las solapas, se me cayeron al suelo varias de ellas por el lado izquierdo, al darme cuenta hice un rápido gesto instintivo para evitar que cayeran, cosa absurda, pero lo único que conseguí es que mi cuerpo se arqueara hacia ese lado y fruto de ese movimiento mis piernas se abrieran más de lo que yo quería, regalándole una visión perfecta de mi tanga  blancas a Julián. Por fin lo había conseguido, ya me había visto la tanga  obviamente no perdía detalle del espectáculo el muy cerdo, y rápidamente se levantó con la supuesta intención de ayudarme, pero nada más lejos de la realidad, lo único que quería era agacharse delante de mí para ver más de cerca mi prenda más íntima.
 
 Estaba entrando en calor de ver como soy capaz de calentarle la pija  a este individuo, de sentirme sexy y deseada, pero la situación se me estaba yendo de las manos, una cosa es un pequeño descuido y otra es estar abierta de piernas delante de un hombre desconocido a menos de 50 centímetros y eso tuvo sus consecuencias.
 
En ese tiempo de incertidumbre en el que los segundos parecían minutos, Julián no sólo disfrutaba de su logro con cara de salido baboso, sino que interpretaba que tenía carta blanca para continuar su acoso ya que en ningún momento había hecho nada por taparme y se percató que yo sabía que le estaba enseñando la tanga . Yo seguía incrédula ante esa situación, no me podía creer lo que estaba haciendo ante ese hombre, entonces a él no se le ocurrió otra cosa que poner su mano en mi pierna y empezar a acariciarla, muy suave, con cuidado, todavía receloso de mi reacción. Yo me quedé helada, estaba a punto de dar un salto y largarme de ahí, pero las ganas de conseguir otro empleo y sobretodo la creciente calentura que ya me estaba descontrolando, me lo impedían, sólo fui capaz de dar un respingo y mirarle a los ojos, pero ahí seguía, con las piernas abiertas, como una auténtica puta, le gustaría verme así a mi marido?, pensaba para mi que no quería llegar tan lejos, le pedía perdón en mis pensamientos por lo que estaba a punto de permitir, me estaba metiendo mano a su antojo!, 
 
Su mano recorre mi muslo desde la rodilla hasta la tela de algodón de mi tanga  y el comienzo de mi sexo, una y otra vez, el muy cerdo me tenía a su merced, se incorporó un poco y me susurró con voz de pervertido que estuviera calladita, que si me portaba bien el trabajo sería mío. No tardó en atacar mis grandes pechos, desabrochándome la blusa y quitándome el sujetador, me dio un lametón enroscando con su lengua mi pezón derecho, cosa que me hizo gemir tímidamente, pero lo suficiente para que supiera que estaba cachonda y dispuesta a complacerle, me iba a coger  sin ningún impedimento, me iba a coger  un desconocido por un trabajo, mientras seguía chupándome los pezones 
 
Me sentía rara  pero cachonda, poco a poco, mientras seguía dándome placer en mis pechos, me levantó totalmente la falda hasta la cintura y con delicadeza me quitó mis tanga , sabía que se lo podía tomar con calma, que tenía la situación totalmente controlada. empezó a frotar sus dedos en mi clítoris y los jugos que ya emanaban de mi sexo, 
 
Cuando pasó su lengua por mi sexo ya estaba fuera de control,  no tardé mucho en acabar  todo mi cuerpo entró en tensión y estalló de gusto. Al abrir los ojos vi como se había levantado y estaba delante de mi cara su pija  totalmente dura, la cual agarré con lujuria y me la llevé a la boca sin pensar. Le estaba haciendo un pete  metiéndomela en la boca hasta el fondo y sacándomela una y otra vez, sin prisa, suavemente, recreándome con lengüetazos en el glande, en eso que Julián empezó a articular nuevamente unas palabras y me dijo que no se esperaba que fuera tan puta, tan sumisa, que le gustaba para el puesto y que estaba contratada… siempre y cuando éstas sesiones se fueran repitiendo. En ese momento me retiré y le dije que no se pasara, pero me agarró de la cabeza y me dijo que me callara, que siguiera chupando. Yo obedecí pero empecé a recapacitar y me entró pánico el saber que no tenía escapatoria, que muy probablemente tendría el trabajo que tanto deseaba, pero con la condena de tener sexo con un depravado como él hasta que se harte.claro que le iba a contar a mi novio y se que le daria mucho morbo eso 
 
Antes de acabar me sacó la pija de la boca y me dispuse a recibir una buena cantidad de leche  en mi cara, y boca , tragándome toda su leche   quedé totalmente inundada de su leche.
 
Me quedé quieta, complacida pero dolida por lo ocurrido, como era posible que esta mañana había salido a una simple entrevista de trabajo y al final había acabado shaciendo un tremendo pete y manoseada  por un completo desconocido

mi novio me quemo la cabeza antes de la entrevista

4 comentarios - mi novio me quemo la cabeza antes de la entrevista

portugalo3
qué buena entrevista de trabajo....
serialbot +1
Que buena empleada contrató